¿Puedes participar?
1 ¿Pueden los jovencitos asociados con la organización de Jehová participar en el ministerio cristiano? Sí, pueden y se les invita a hacerlo. ¿Cómo pueden hacerlo? De muchas maneras. Consideremos algunas.
2 Todos nosotros, jóvenes y ancianos podemos compartir la verdad con otros en el ministerio del campo y debemos hacerlo con regularidad. ¿Lo haces tú? Si estás en la escuela, ¿también hablas acerca de la verdad a tus compañeros de clase en ocasiones apropiadas? ¿Le has dado testimonio a tu maestro? Después de terminarse las clases, cuando los otros se hayan retirado, quizás sea un tiempo apropiado. Tu maestro también necesita la verdad, y es posible que tú seas el único del pueblo de Jehová con el cual él o ella se pone en comunicación con regularidad.
3 La obra más importante que Jesús dio a sus seguidores es la de predicar y enseñar las buenas nuevas del Reino de Dios. Es especialmente importante ahora justamente antes de la grande tribulación. Si la gente va a sobrevivir el fin de este sistema de cosas, necesita oír el mensaje del Reino y responder favorablemente a él. ¿Puedes tú participar más plenamente en esta parte del ministerio?—Mat. 28:19, 20; Mat. 5:14-16; Mat. 24:14; 1 Tim. 4:16.
4 Las Escrituras hacen mención particular de dos jóvenes, Juan Marcos y Timoteo, que hicieron bien en otro rasgo del ministerio cristiano. Por supuesto, ellos predicaron las buenas nuevas. No obstante también fueron servidores y ministros del apóstol Pablo y de otros. Probablemente hicieron mandados y entregaron mensajes; es posible que hayan obtenido abastecimientos y prestado otros servicios útiles. Sirvieron fielmente, y más tarde en su vida disfrutaron de privilegios adicionales de servicio.—Hech. 13:5; 19:22; 2 Tim. 4:11.
5 Hay mucho que tú también puedes hacer para ayudar a los siervos en la congregación. ¿Te gustaría hacerte disponible para ayudar en las cosas que necesitan atención en el Salón del Reino? Si es así, menciónale a uno de los siervos que te gustaría ayudar. Puede ser que él te pida que cuides de la apariencia del Salón del Reino... arreglar las sillas, recoger papeles y otras cosas antes de las reuniones o mantener la plataforma bien arreglada. Quizás puedas ayudar a limpiar el Salón después de las reuniones. Es posible que el alumbrado y la ventilación necesiten atención o quizás te pida que te encargues de cerrar las ventanas después de las reuniones. Puede ser que haya trabajo de reparación o de pintar que sea necesario hacer, césped que cortar, etc. El que ayudes en cosas como éstas haría de ti un ministro muy útil, y esto también forma parte del ministerio cristiano.
6 El verbo griego aiakoneo, que se traduce “ministrar” literalmente significa ‘servir’ y está relacionado con servicio personal. ¿Hay alguien en tu congregación que necesite ayuda personal para ir al Salón del Reino? ¿Puedes tú ayudar? ¿Hay alguien en tu congregación de edad avanzada o que no disfrute de buena salud que necesita una visita? ¿Has visitado alguna vez a una persona bajo esas circunstancias? ¿Puedes preguntar a algunos de los siervos si hay alguien en la congregación que necesite ayuda y que él crea que tú puedes ayudar? Algunos que no disfrutan de buena salud posiblemente apreciarían el que les leyeras o que les dijeras algunas de las cosas que oístes en la última reunión en el Salón del Reino. Es posible que necesiten que tú les hagas un mandado, les compres algo en la tienda, barras el piso o saques la basura. ¿Estarías dispuesto a ayudar en algunos de estos asuntos? Si lo estás, probablemente te alegrará el saber que no son solo tus hermanos los que apreciarán tu bondad al ministrarles de esta manera, sino que Jehová también observa que muestras amor por su nombre ayudando a los que él ama, y Jehová te recordará con favor y te pagará de vuelta. Hebreos 6:10 dice: “Dios no es injusto para olvidar la obra de ustedes.”
7 ¿Hay cosas como éstas que puedas hacer en tu hogar? Sin duda las hay. El que sirvas bien bajo la dirección de tus padres es algo que Jehová también observa. Sí, Colosenses 3:20 dice: “Hijos, sean obedientes a sus padres en todo, porque esto es muy agradable en el Señor.” Y el Col 3 versículo 23 dice: “Cualquier cosa que estén haciendo, trabajen de toda alma como para Jehová.” Puedes estar seguro de que Jehová mirará con favor el que sirvas así de toda alma en ese rasgo del ministerio cristiano.
8 ¿Has considerado que lo que hagas y digas puede servir como influencia para el bien entre otros jóvenes? Es posible que el que sugieras que tú y otros jóvenes participen en alguna actividad planeada por la congregación, en vez de hacer algo diferente, tenga un efecto saludable en otros. O en la conversación, sería excelente el que tú hicieras surgir el punto de vista espiritual de las cosas. Sí, el que te esfuerces por dar un buen ejemplo en conducta y en habla sana puede ser un excelente servicio para otros.—1 Tim. 4:12; Tito 2:7, 8.
9 Jesús declaró: “La persona fiel en lo mínimo es fiel también en lo mucho.” (Luc. 16:10) Y eso es cierto. A medida que continúes dando un buen ejemplo y a medida que muestras que se puede depender de ti y que eres confiable al encargarte de las pequeñas asignaciones de servicio que recibes en tu hogar y en cualquiera otra parte, puedes contar con que esto será observado y dará evidencia de tu habilidad para encargarte de asignaciones mayores en el ministerio cristiano en el futuro. Por lo tanto muéstrate industrioso en estos asuntos. Recuerda que Jehová no se olvidará de tu labor y del amor que le muestras a él y a su pueblo, sino que te bendecirá ricamente por participar fielmente en el ministerio cristiano.—Heb. 6:10-12.