Presentando las buenas nuevas... desarrollando el interés en las revisitas
1 El desarrollar interés en la verdad requiere tiempo. ¿Programa usted suficiente tiempo para hacer revisitas con regularidad? Muchos publicadores hallan que es provechoso pasar por lo menos la mitad de su tiempo en el servicio del campo haciendo revisitas y conduciendo estudios bíblicos, cultivando así el interés ya encontrado. ¿Ha pensado usted en hacer esto?—Ecl. 11:6.
2 Sería provechoso preguntarse: ‘¿Estoy verdaderamente alerta a localizar personas que muestran interés en las provisiones amorosas de Jehová, o hago revisitas solo en las personas que aceptan literatura?’ Las personas que estamos buscando son las que tienen un amor sincero por la justicia, las que suspiran y gimen por las malas condiciones en el mundo, las que están buscando la verdad. El que una persona no acepte literatura, debido a razones personales, no significa necesariamente que no tenga interés en la verdad y que no se pueda cultivar una reacción afectuosa a las provisiones amorosas de Dios. (Luc. 19:3-5) ¿Pero cómo podemos lograr esto?
3 Visitas ocasionales pudieran ser muy útiles para llegar a conocer a ciertos individuos en nuestro territorio a fin de llegar a conocerlos de una manera amigable, preparando así el terreno para consideraciones más serias y regulares de la verdad. Tenemos que recordar que la gente tiene razón para tenerle miedo a los extraños, así es que quizás sea necesario cultivar pacientemente tanto su interés como su confianza. Esto toma tiempo y esfuerzo continuo de nuestra parte. De vez en cuando nuestro objetivo puede lograrse llevándole números de la revista cuando hay algo en éstas que uno crea que sea de interés particular para ellos. Cuando hay oportunidad, aprovéchese de los pocos minutos que se le brinda para hablarles acerca de la verdad. Esté preparado para considerar un texto o un artículo en una revista corriente. Quizás nunca tenga una mejor oportunidad de dar testimonio a esa persona, así es que no se apresure mucho para ir a su próxima visita. Algunos estudios muy productivos han sido el resultado de consideraciones con personas con quienes se dejaban revistas.
4 Cuando una persona sí nos brinda tiempo para tener una buena consideración, el tener una variedad de modos de abordar pudiera ser útil. Algunos hermanos prefieren dejar que el amo de casa hable bastante en la primera visita para averiguar lo que está en la mente de él y qué le interesa. Solo porque él exprese ideas erróneas, no tenemos que refutarlas desde el mismo principio. Recuerde, nuestro mensaje es las buenas nuevas del Reino, y esto es lo que debemos enfatizar. Con el tiempo pueden aclararse otros asuntos. Nuestra meta es ganar corazones, no argumentos. Y al hablar acerca del Reino, recuerde mantener las explicaciones sencillas, pues aun de este tema muchas personas tienen conceptos erróneos.
5 Recuerde, también, que éstas no son “nuestras ovejas,” sino las ovejas de Dios. A menudo es posible que otro publicador sea más eficaz con ciertas personas que nosotros, ¿de modo que por qué no invitar a esa persona a ir con nosotros en la visita? Lo importante es que cada uno de nosotros se interese profundamente en ayudar a los que hemos hallado que escuchan la verdad.
6 De vez en cuando puede ser que en una conversación informal observemos una inclinación a lo justo de parte de la otra persona, y esto puede allanar el camino para consideraciones futuras acerca de la verdad. Puede que con el tiempo se pueda ayudar hasta a aquél que al principio esté inclinado a luchar en contra de la verdad así como sucedió con el apóstol Pablo, si su corazón es justo. El amor nos impulsará a estar anuentes a ofrecer esa ayuda.
7 No se desanime al hacer una revisita a alguien si su oferta del estudio bíblico en el hogar es rechazada. Aun si la visita no es tan productiva como quisiéramos que fuera, tal vez fue lo suficiente para hacer que la persona comience a pensar y a leer de modo que se pueda lograr más progreso en las visitas futuras. Por supuesto, sabemos que, después que hacemos todo lo que podemos, es Dios quien hace crecer el interés, y oramos por esto, (1 Cor. 3:6, 7). No obstante, nuestra obra de plantar y cultivar incluye el descartar a los que no muestran interés, y nuestras revisitas nos ayudarán a hacer eso de modo que podamos utilizar mejor el tiempo que tenemos disponible para el ministerio del campo.—1 Cor. 15:58; 2 Cor. 9:6.
Ayude a los que están estudiando a alabar a Jehová.