Demos testimonio de la verdad
1 Jehová es “el Dios de verdad” (Sal. 31:5). Su Palabra y su ley son la verdad. El salmista oró: “Hazme a andar en tu verdad y enséñame, porque tú eres mi Dios de salvación” (Sal. 25:5). ¡Qué diferente sería este mundo si todos hablaran la verdad y anduvieran conforme a ella! Nadie tendría razón para desconfiar de su cónyuge ni sospechar que se estuvieran falseando asuntos de negocio. Los tribunales ya no tendrían la tremenda tarea de tratar de determinar quién está diciendo la verdad.
2 Es especialmente vital para todos nosotros conocer la verdad que se halla en la Palabra de Dios, puesto que ésta ofrece la promesa de vida eterna (1 Juan 5:13). No obstante, el gobernante romano, Pilato, pareció quedar tan perplejo después de escuchar el testimonio de Jesús respecto a Su Reino y la verdad, que le preguntó: “¿Qué es la verdad?” (Juan 18:36-38). A pesar del hecho de que él no halló culpa en Jesús, estuvo dispuesto a ceder a las presiones que ejercieron sobre él los religiosos opuestos a la verdad. Nosotros ciertamente no queremos seguir el proceder de él.
LLEVEMOS LA VERDAD A OTROS
3 Hoy día, muchas personas, al igual que Pilato, no reconocen el testimonio de la verdad cuándo se le presenta a ellas. Otras personas se oponen a él. Pero Jesús dijo que algunas personas, con cualidades semejantes a las de oveja, oirían la voz de él a medida que personas de fe les llevaran Su mensaje. Para llevar esta libertad y verdad espiritual a tales personas, tenemos que manejar la palabra de la verdad correctamente. (2 Tim. 2:15.)
4 A fin de hacer esto, ¿aparta usted tiempo para prepararse para el servicio del campo? ¿Trabaja en el campo con otros, publicadores para mejorar sus aptitudes y ser más eficiente? ¿Qué puede hacer para que sus presentaciones sean más interesantes? Una cosa que se puede hacer es repasar el Tema de Conversación de antemano o cuando se reúnen para salir al servicio. Así usted sabrá exactamente qué decir cuando salga. Debería tener una introducción animada. ¿Interesará la presentación a otras personas? También, ayude a su familia a hacer tales preparativos.
PARA CONSEGUIR SUSCRIPCIONES
5 Puesto que La Atalaya es uno de los conductos principales para dispensar la verdad a otras personas, tenemos que conocer bien la información que contiene cada revista que presentamos. Esto significa leerla toda primero, y luego buscar los puntos que nos gustaría usar en el campo. En cada número podemos encontrar puntos que encajan con nuestro Tema de Conversación. Si en cierto artículo se mencionan los textos que estamos usando, éstos servirán de puente natural y eficaz para nuestra presentación.
6 Debemos estimular el interés del amo de casa para que se suscriba. El decirle por qué a nosotros nos interesa la revista y por qué la consideramos valiosa puede ayudarle a ver que él también se beneficiaría de recibir este excelente material espiritual. ¿Se inclina la persona a lo religioso? ¿Cree ella en la Biblia o tal vez asiste a la iglesia? Entonces hallará que la información de La Atalaya es iluminadora, reveladora y que fortalece la fe. En cambio, muchas personas creen en Dios, pero no se asocian con ningún grupo religioso. Puede que hayan quedado decepcionadas por lo que han visto dentro de la religión organizada. La Atalaya les interesará a ellas también.
7 Ésta muestra que la religión falsa es una fuerza divisiva, pero que el seguir las enseñanzas de la Biblia une a la gente de todas las razas. Además, ofrece la esperanza de unidad mundial por medio del Reino celestial de Dios. No presenta la esperanza falsa de convertir al mundo. Tampoco aboga por un “reino” de fe que simplemente esté en el corazón de los creyentes sin que influya en otras personas.
8 Sí, La Atalaya cubre una variedad extensa de temas bíblicos. Ha ayudado a muchos de sus lectores a rehacer su personalidad. Esperamos que por medio de ofrecer la suscripción anual de 24 números por $3.50 ($2.00 por números mensuales), podamos ayudar a muchas personas a que conozcan y acepten la verdad de la Palabra de Dios. A medida que pedimos a Jehová que envíe la luz y la verdad a otras personas, aprovechemos toda oportunidad para darles testimonio de la verdad mediante el ofrecerles esta excelente fuente de verdad y ánimo. (Sal. 43:3.)