Presentando las buenas nuevas... a los jóvenes
1 ¿Está usted preparado para presentar las buenas nuevas a los jóvenes de su territorio? O ¿titubea usted un poco en hacer su presentación y tal vez tienda a abreviarla cuando un joven viene a la puerta? Las buenas nuevas procedentes de Dios son para todas las personas, sean jóvenes o ancianas.
UNA ACTITUD POSITIVA
2 No concluya que, porque usted se encuentre con alguien joven a la puerta, éste sea indiferente a temas religiosos o que no esté consciente de las condiciones mundiales. Más bien, aproveche la oportunidad y hable con entusiasmo acerca de las maravillosas promesas de Jehová. Vea a la persona como un futuro discípulo, tal como es el caso cuando alguien mayor viene a la puerta. Es cierto que muchos jóvenes se han dejado influir por la enseñanza de la evolución, y puede que algunos tengan poco respeto por los principios morales. Sin embargo, en una encuesta que se realizó recientemente entre estudiantes universitarios se halló que más del 80% de éstos concordaron en que las prácticas religiosas son importantes, y otro estudio reveló que la mayoría de los jóvenes hoy día, según se declaró en la encuesta, “creen en Dios o en la existencia de un espíritu universal”.
3 Muchos jóvenes se preocupan con respecto al futuro y a lo que éste les reserva. A menudo los jóvenes están bien dispuestos a escuchar información sobre este tema y, entonces, a expresar su parecer al respecto. Así que, cuando usted se encuentre con un joven a la puerta, no titubee en iniciar una consideración bíblica. Sea positivo y esfuércese por llegar al corazón del joven. No queremos pasar por alto las necesidades espirituales de los muchos jóvenes de nuestro territorio.
4 El Tema de Conversación que estamos usando, “¿Será destruida la Tierra en una guerra nuclear?”, ofrece una oportunidad excelente para captar la atención de la gente joven. Hoy día, la amenaza de una guerra nuclear es muy real, y los jóvenes están plenamente conscientes de lo que ocurriría si estallara tal guerra. ¿Podemos lograr que expresen su punto de vista sobre el tema y luego entablar una conversación? A muchos de ellos les sorprenderá aprender que la Biblia suministra una respuesta muy consoladora a esta pregunta perturbadora.
ESTÉ PREPARADO
5 Esté preparado para cuando se encuentre con jóvenes, y tenga lista cierta información que les pueda interesar. El nuevo libro, Sobrevivientes que entran en una nueva tierra, debería ser particularmente llamativo para ellos. Ayúdelos a que comprendan las profecías bíblicas que predicen el futuro de la Tierra y que también hacen saber lo que Jehová requiere de nosotros para que sobrevivamos. Esté preparado para destacar las ilustraciones y los párrafos específicos del libro que despierten el interés de ellos. El prepararse de antemano lo ayudará a presentar las buenas nuevas a los jóvenes con quienes se encuentre.
6 Si es probable que encuentre estudiantes universitarios en el territorio, quizás quiera llevar consigo el libro Evolución o el libro ¿Es la Biblia realmente la Palabra de Dios? O ¿qué hay de tener consigo el libro Vida familiar para ofrecerlo a los matrimonios jóvenes? En la mayoría de los casos no será difícil llevar estas publicaciones pequeñas junto con la oferta corriente.
7 Si tenemos una actitud positiva, si conocemos la información que se publica específicamente para los jóvenes y si llevamos otras publicaciones que se han preparado para satisfacer las necesidades particulares de ellos, estaremos preparados. Millones de jóvenes sinceramente buscan soluciones a los problemas con que se enfrentan. Muchos están respondiendo a las buenas nuevas del Reino. Estamos interesados en el bienestar de toda la humanidad, prescindiendo de la edad que tengan. Así, que nuestro interés genuino nos mueva a prepararnos bien y a hacer atrayentes presentaciones de las buenas nuevas a los jóvenes que hallemos en nuestro territorio. Quizás podamos ayudar a algún joven a que ‘huya de los deseos incidentales a la juventud’ de este viejo sistema y a que ‘siga tras la justicia’ con la vida eterna en mira. (2 Tim. 2:22; Rom. 5:21.)