La caja de preguntas
● ¿Por qué debemos dar atención especial a nuestra forma de vestir y a nuestro arreglo personal cuando visitamos el Betel de Brooklyn, las Haciendas Watchtower y las sucursales por todo el mundo?
Se espera que los cristianos muestren el decoro apropiado. Nuestra manera de vestir y de arreglarnos debería demostrar en todo momento la decencia y dignidad que corresponde a los siervos de Jehová Dios. Esto es especialmente cierto cuando visitamos el Betel de Brooklyn, las Haciendas Watchtower y las oficinas e instalaciones de las sucursales alrededor del mundo. Al considerar la importancia de vestirse y arreglarse adecuadamente, el libro Organizados para efectuar nuestro ministerio comenta sobre la necesidad de la limpieza física y la modestia al vestir y arreglarnos cuando participamos en el ministerio del campo y asistimos a las reuniones cristianas. Luego, en la página 131, párrafo 1, declara: “Lo mismo aplicaría cuando estuviéramos visitando el hogar Betel en Brooklyn o cualquiera de las sucursales de la Sociedad. Recuerde que el nombre Betel significa ‘Casa de Dios’, y por eso nuestro vestir, nuestro arreglo y conducta deben ser similares a lo que se espera de nosotros cuando asistimos a reuniones para adoración en el Salón del Reino”.
El apóstol Pablo dijo que somos “un espectáculo teatral al mundo, tanto a ángeles como a hombres”. (1 Cor. 4:9.) Por lo tanto, nuestra forma de vestir y nuestro arreglo personal deben afectar positivamente la manera como otros ven la adoración verdadera de Jehová. No obstante, se ha notado que algunos hermanos y hermanas visten de manera muy informal cuando visitan las sucursales de la Sociedad. No es propio vestir así. En este asunto, como en los demás aspectos del vivir cristiano, queremos mantener las mismas normas elevadas que distinguen al pueblo de Jehová como diferente del mundo, al hacer todas las cosas para la gloria de Dios. (Rom. 12:2; 1 Cor. 10:31.) Además, sería bueno hablar con las personas a quienes damos estudios, y con otros que tal vez visiten por primera vez el Betel de Brooklyn o cualquiera de las sucursales de la Sociedad, para recordarles la importancia de dar atención a la manera apropiada de vestir y arreglarse.
Por eso, al visitar las instalaciones de la Sociedad, pregúntese: ‘¿Es modesto mi vestir y arreglo personal? (Miq. 6:8.) ¿Honra al Dios a quien adoro? ¿Afectará u ofenderá a otros mi apariencia? ¿Daré un buen ejemplo para otros que quizás estén visitando por primera vez?’. Que siempre podamos mediante nuestro vestir y arreglo personal ‘adornar la enseñanza de nuestro Salvador, Dios’, en todas las cosas. (Tito 2:10.)