El nuevo programa del día especial de asamblea
1 Mientras que los medios de comunicación y los educadores del mundo glorifican las riquezas materiales, la Palabra de Dios nos exhorta: “Sean ricos en obras excelentes” (1 Tim. 6:18). Este será el título del programa del día especial de asamblea que se celebrará a partir de septiembre de 2002. ¿A qué nos animará esta asamblea?
2 En la disertación “Seamos ricos a los ojos de Dios”, el superintendente de circuito explicará lo que significa este tipo de riqueza y entrevistará a algunos hermanos que están esforzándose por adquirir riquezas espirituales. El orador visitante indicará, en su primer discurso del día, cómo efectúa el pueblo de Dios “Obras excelentes en este tiempo de siega”. A todos se nos animará a pensar en maneras de participar a mayor grado en la siega que Dios ha mandado que se lleve a cabo hoy día.
3 ¡Cuánto nos enorgullece ver a jóvenes cristianos que van en pos de riquezas espirituales! Su proceder glorifica a Jehová y los ayuda a ellos a colocar un buen fundamento para futuros privilegios de servicio. El discurso “Encomiemos a los jóvenes por alabar a Jehová con obras excelentes” destacará las obras excelentes de jóvenes cristianos de la localidad.
4 ¿Cuáles son los resultados de ir tras obras excelentes? El orador visitante hablará de este asunto en la exposición final, “Sigamos haciendo obras excelentes y recibamos bendiciones de Jehová”. Analizará cuatro ámbitos en los que obtenemos abundantes bendiciones: 1) el personal, 2) el familiar, 3) el de la congregación y 4) el de la organización mundial.
5 Quienes se han dedicado a Jehová tendrán la oportunidad de bautizarse. Si usted está listo para dar este paso, dígaselo enseguida al superintendente presidente.
6 Cuando se anuncie la fecha de su asamblea, no se demore en hacer planes definidos para asistir. Procure llegar temprano para participar en el cántico y la oración de apertura. Estar presentes y atentos durante todo el programa del día especial de asamblea nos fortalecerá para seguir un proceder que nos hace ricos de verdad a los ojos de nuestro Dios, Jehová.