34 Entonces Saúl dijo: “Dispérsense entre los hombres y díganles: ‘Que cada uno traiga su toro y su oveja, y que los mate aquí; después puede comérselos. Pero no pequen contra Jehová comiéndose la carne con la sangre’”.+ Esa noche cada uno llevó su toro y lo mató allí.