Nota
a Véase el artículo “¿Qué hay de malo en decir palabrotas de vez en cuando?”, que apareció en el número del 22 de agosto de 1989 de esta misma revista.
a Véase el artículo “¿Qué hay de malo en decir palabrotas de vez en cuando?”, que apareció en el número del 22 de agosto de 1989 de esta misma revista.