Nota
b En la primera quincena de abril de 1951, los soviéticos llevaron a cabo un plan cuidadosamente diseñado: reunieron a más de siete mil testigos de Jehová y sus familias que provenían de las regiones occidentales de la Unión Soviética y los llevaron en tren a miles de kilómetros en dirección este, al exilio en Siberia.