Nota
a Esta idea parece haber nacido de los escritos del obispo español Isidoro de Sevilla (560-636), quien sostuvo: “Tres son las lenguas sagradas: la hebrea, la griega y la latina, que de una manera especial destacan en todo el mundo. En esas tres lenguas escribió Pilatos sobre la cruz del Señor la causa de su muerte”. Téngase en cuenta que ese rótulo se colocó en estos tres idiomas por decisión de los romanos paganos, no por orden divina.