Nota
a Como indicación del origen no cristiano de muchas doctrinas, ceremonias y prácticas de la cristiandad apóstata, el cardenal católico romano John Henry Newman, del siglo XIX, escribió lo siguiente en su Essay on the Development of Christian Doctrine (Ensayo sobre el desarrollo de la doctrina cristiana): “El uso de templos, y estos dedicados a santos particulares, y adornados a veces con ramas de árboles; el incienso, las lámparas y las velas; los exvotos por recuperarse de alguna enfermedad; el agua bendita; los asilos; los días y temporadas festivos; el uso de calendarios; procesiones, bendiciones sobre los campos; la vestimenta sacerdotal, la tonsura, el anillo de matrimonio, el volverse hacia el Oriente, las imágenes en fecha posterior, quizás el salmodiar eclesiástico y el kirieleisón [el canto “Señor, ten piedad”], todos son de origen pagano, y santificados por su adopción en la Iglesia”.
En vez de santificar tal idolatría, “Jehová el Todopoderoso” da esta amonestación a los cristianos: “Sálganse de entre ellos, y sepárense [...] y dejen de tocar la cosa inmunda”. (2 Corintios 6:14-18.)