Nota
a Decimos “por lo general” porque puede que algunos milagros de la Biblia impliquen fenómenos naturales, como terremotos o desprendimientos de tierras. Con todo, todavía se les considera milagros por haber sucedido precisamente cuando se necesitaban y, por lo tanto, evidentemente por disposición divina. (Josué 3:15, 16; 6:20.)