Nota
a El oxígeno es muy reactivo. Por ejemplo, se combina con el hierro para formar óxido, o con el hidrógeno para formar agua. Si hubiera habido mucho oxígeno libre en la atmósfera cuando se estaban sintetizando los aminoácidos, este se habría combinado rápidamente con las moléculas orgánicas y las habría descompuesto tan pronto como se formaban.