Nota
b Tras la derrota de Senaquerib, las naciones circundantes regalaron oro, plata y otros objetos valiosos a Ezequías. En 2 Crónicas 32:22, 23, 27 leemos que “Ezequías llegó a tener riquezas y gloria en cantidad muy grande” y que “llegó a ser ensalzado a los ojos de todas las naciones”. Puede que estos regalos le permitieran volver a llenar su casa del tesoro, que había vaciado para pagar el tributo a los asirios.