Nota

b Para más información sobre la extensión de la “fiesta de las cabañas” hasta dentro del tiempo del milenio, vea el libro El paraíso restaurado a la humanidad... ¡por la Teocracia!, capítulo 22, y especialmente las páginas 402 a 404; compare también con las páginas 54-58, 80-91 y 107-116. La realidad cristiana prefigurada por esta fiesta empezó a cumplirse desde el día del Pentecostés de 33 E.C. El gozo de la congregación fue oscurecido cuando empezó la gran apostasía. Sin embargo, cuando el Israel espiritual fue librado de Babilonia la Grande en 1919, después de la I Guerra Mundial, se reanudó el recogimiento o recolección, primero del resto ungido, y, después, de la “grande muchedumbre,” y con ello también se reanudó la antitípica “fiesta de las cabañas.” Esta es una fiesta en curso, celebrada “año tras año,” y continúa durante el tiempo de la resurrección de los muertos. Solo terminará después de la prueba final de la humanidad perfeccionada, cuando todos los que pasen la prueba con éxito por fin lleguen a ser residentes permanentes en la Tierra. Vea también La Atalaya, 1967, páginas 728-731; 1973, páginas 326-338; 1977, página 605, y Aid to Bible Understanding, páginas 573 a 576.