Nota
b En armonía con esta enseñanza bíblica, Adam Clarke subraya la diferencia, al declarar: “No tengan comunión con [un pecador expulsado] en cosas sagradas o civiles. Pueden llevar a cabo sus negocios mundanos con una persona que no conoce a Dios, y que no afirma ser cristiana, sea cual sea su carácter moral; pero no deben dar siquiera este reconocimiento a un hombre que afirme ser cristiano y cuya conducta sea escandalosa. Que tenga él esta señal adicional del aborrecimiento que ustedes le tienen a todo pecado.”