Nota
d En nuestro número del 1 de noviembre de 1981 consideramos 2 Tesalonicenses 3:14, 15, donde la Biblia dice que pudiera ser necesario ‘señalar’ a un cristiano que persistiera en conducta desordenada. Éste sigue siendo hermano y se le ha de amonestar como tal, pero los demás cristianos deben ‘dejar de asociarse con él.’ Si los cristianos deben evitar la compañía de éste en sentido social, una separación mucho más clara debe existir en los casos de malhechores expulsados o desasociados.