Nota
d Es posible que algunas personas no consideren censurable arrojar flores o un puñado de tierra en la tumba. El cristiano, sin embargo, evitaría esa práctica si en la comunidad se considera un medio de apaciguar a los muertos o si es parte de una ceremonia presidida por un ministro de la religión falsa (véase ¡Despertad! del 22 de agosto de 1977, pág. 15).