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El Diluvio... una vista desde la antigua Mesopotamia¡Despertad! 1980 | 22 de noviembre
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a la veracidad de sus relatos.—2 Tim. 3:16.
Jesucristo también reconoció que el relato de Génesis era cierto. Cuando habló acerca de la venidera destrucción del presente sistema de cosas inicuo, dijo: “Porque como en aquellos días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, los hombres casándose y las mujeres dándose en matrimonio, hasta el día en que Noé entró en el arca; y no hicieron caso hasta que vino el diluvio y los barrió a todos,” así sería al final de este sistema de cosas.—Mat. 24:37-39.
Por lo tanto, la investigación que hice fortaleció mi convicción de que el relato bíblico del Diluvio es auténtico, genuino. No descansa sobre el tambaleante y exagerado folklore de pueblos primitivos.—Contribuido.
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Valores que cambian en una era moderna¡Despertad! 1980 | 22 de noviembre
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Valores que cambian en una era moderna
Vistos en el escenario africano
‘YO HABÍA visto la ropa que mis hermanos habían traído al regresar, y les había oído hablar del salario que se podía ganar. Describieron las luces de las calles, los cines, los salones de baile, y a las mujeres y a los astutos hombres del pueblo. Mi padre no quería que yo fuera, pero, sin despedirme de mis padres, subí a un autobús rumbo a la gran ciudad.
‘Me asombré de lo que vi; hubiera querido haber llegado antes. No había nada parecido a esto en el lugar donde yo vivía. En todas las casas había luces; había un increíble y excitante bullicio, emoción y resplandor. Todo el mundo estaba radiante de riqueza, confianza y éxito. La vida en la ciudad tenía que ser fácil; las recompensas tenían que ser grandes y fáciles de obtener. Me alegraba de haber dejado la oscura y tranquila choza de mi padre, donde yo era un muchacho nada más, un mensajero, un mandadero, un obrero. ¡Esto sí era vivir!’
Así empezó la experiencia de un africano que quiso explorar los deleites de otro mundo... la vida en una gran ciudad.
Él creía que el mudarse a la ciudad y la perspectiva de tener más posesiones materiales serían su trampolín a la felicidad. Muchos piensan como él pensó. Tal vez usted esté entre ésos. Lo que está sucediendo en África ha sucedido o está sucediendo en muchas partes del mundo.
Cambios que afectan mente y corazón
Mentes y corazones que han estado acostumbrados a una forma de vida sencilla han llegado a conocer un modo de vivir que envuelve un interminable despliegue de fascinantes posesiones. El efecto se pinta en un pasaje del poema africano intitulado “Canción de Lawino.” Un hombre recién educado que había regresado de la ciudad a su aldea le llevó un reloj a su esposa, quien nunca antes había visto uno. Ella dijo: “¡El reloj me hace sentir muy orgullosa! Es bello. ¡Y qué impresionadas quedan con él las visitas!” Sí, este nuevo “juguete” parecía añadir esplendor y estímulo, así como prestigio, a su vida. ¿Quién de entre nosotros no ha visto y luego deseado algún artefacto nuevo que pudiera hacerle más deleitable la vida?
Sin embargo, todos los beneficios de la tecnología moderna vienen con “etiquetas de precio”... cuestan dinero; ¡a veces mucho dinero! La pregunta a la cual cada persona tiene que enfrentarse es: ¿Cuánto estoy dispuesto a sacrificar a fin de obtener ese artículo? El disfrutar de ciertos beneficios de esta era moderna hasta puede exigir que uno sacrifique valores personales. Esto ha estado sucediendo, no solo en África, sino por todo el mundo.
Para comprender plenamente cuáles son los valores preciosos que se están perdiendo, examinemos brevemente el “modo de vida tradicional” que por milenios ha caracterizado a gran parte de la sociedad africana.
Valores tradicionales
Hay evidencia de que los africanos de tiempos antiguos lograron muchas sobresalientes hazañas técnicas. Sin embargo, el verdadero logro de la cultura africana se encuentra en otra esfera.
Basil Davidson, en su libro African Kingdom (El reino africano), relata: “A la sombra de su pompa y gloria yace el modesto y no obstante impresionante logro del África de las aldeas. En lo que se relacionaba con las actitudes de la comunidad que unían a los hombres en una hermandad de igualdad, en lo que se relacionaba con las creencias que enaltecían el aspecto espiritual de la vida por encima del material, la aldea africana logró una especie de armonía social que a menudo funcionaba sin necesidad de autoridad centralizada alguna. De hecho, ésta fue la esfera en la cual el África desplegó su verdadero ingenio... en su aptitud para la organización social. . . . Los africanos estaban más interesados en los buenos modales entre las personas que en el progreso material.”
VIDA DE FAMILIA: Un comunicado de la prensa internacional tomó nota de lo siguiente con relación a las sociedades tradicionales africanas: “Los jóvenes, los viejos y los enfermos nunca están desatendidos, hambrientos ni desabrigados mientras haya un pariente o hermano tribual que pueda compartir algo con ellos.” La familia trabajaba junta y, básicamente, las aldeas eran, como todavía muchas lo son, grupos muy allegados de varias familias “ensanchadas.” Los niños se criaban en un ambiente de interés familiar.
HOSPITALIDAD: Esa era la práctica común en África en la antigüedad. A los desconocidos se les daba la bienvenida sin reservas. Dos escritores, uno de ellos europeo y el otro estadounidense, vivieron por un tiempo con algunas de las tribus más primitivas del África. El europeo escribió: “Es maravilloso experimentar la hospitalidad de la gente nuba.” El otro informó: ‘Los masai tienen un espíritu bien desarrollado, un sentido de la dignidad humana, afecto y un sentido de humor, amor a la familia y a los amigos. Me pareció que los masai habían desarrollado algo muy especial.’
GOBIERNO DE LEY: Todas las aldeas tenían jefes, ancianos de aldea y un sistema judicial. Se imponían castigos por los delitos y se excluía de la comunidad a los criminales. Había seguridad, y la vida en la aldea por lo general era tranquila y afectuosa.
Sí, amor a la familia, hospitalidad, gobierno de ley... ¿no son valiosas todas estas cualidades, especialmente en un mundo frío donde las relaciones estrechas entre familiares y amigos están convirtiéndose en una rareza, y el desafuero aumenta? Estos factores se consideraban preciosos en la vida tradicional africana. Pero, ¿qué les está sucediendo a tales valores?
¿Qué está cambiando?
VIDA DE FAMILIA: “Los problemas propios de una sociedad acaudalada ya están golpeando vigorosamente a nuestras puertas. Sufrimos de la toxicomanía, de los problemas de los adolescentes [y] de un gran aumento en la cantidad de divorcios.”—Ebomuche Oguuh-ibe, escritor africano.
“Los padres están desatendiendo su papel. . . . La familia africana se caracterizaba por un sistema de revisar el comportamiento de sus miembros y mantenerlo equilibrado. Pero este sistema no existe en la actualidad.”—Francis Uzoeshi, estudiante africano.
HOSPITALIDAD: “La hospitalidad está desapareciendo [debido a que] no se confía en los visitantes desconocidos. ¡Pudieran ser ladrones!” (Bantu Customs [Las costumbres de los bantúes]) Además, son muchos los que no pueden darse el lujo de desplegar mucha hospitalidad y todavía continuar manteniendo su nivel de vida o atender las necesidades de sus familiares más allegados.
GOBIERNO DE LEY: “Es tiempo de declarar guerra al crimen.” “Esta tierra brutal.” “La guerra en contra de la corrupción.”—Titulares de periódicos africanos.
“La gente sigue haciéndose más insensible y egoísta que nunca, hasta el punto de no interesarse en lo que le suceda al vecino de al lado, algo que es contrario a la creencia tradicional africana de la hermandad del hombre.”—Oguuh-ibe, escritor africano.
¿A qué se debe el cambio?
Se preguntó a un grupo de madres jóvenes del sur de África: “¿Qué causa más problemas: la cerveza, o el dinero?” Contestaron unánimemente: “El dinero.” Por supuesto, no es el dinero en sí, sino lo que se hace para obtenerlo y el uso que se le da.
Por ejemplo, para ganar más dinero, algunos hombres se mudan al pueblo, que queda lejos, y dejan a la esposa la tarea de cultivar el pequeño terreno de la familia y criar a los hijos. Las largas horas de soledad resultan en que algunos se sientan tentados a beber en exceso y cometer inmoralidad. Hay hombres que hasta se consiguen una “esposa de pueblo,” una mujer que vive con el hombre fuera del matrimonio. Debido a estas nuevas presiones, puede suceder que el hombre no logre enviar nada de su salario a casa, lo cuál hace más tirante aún la vida de familia que ya ha sido trastornada. ¡Tal vez el hombre no regrese a su hogar más de una o dos veces al año!
Sin embargo, aun cuando el esposo y la esposa vivan juntos en el pueblo, la esposa a menudo trabaja para complementar los ingresos de su esposo. En muchos casos se deja a los niños en casa bajo el cuidado de una sirvienta, y esta misma persona a veces es solamente una muchacha. Tal falta de educación juvenil adecuada ha contribuido al dramático aumento en los delitos juveniles y en la inmoralidad en muchas ciudades africanas. ¡Esto es especialmente grave en África, debido a que casi la mitad de la población tiene menos de 16 años de edad! El efecto destructivo de ir en busca de riquezas se ilustra vívidamente en el caso de algunos miembros de las tribus nuba. La autora Leni Riefenstahl, quien vivió con los nuba, informó que en el pasado ella podía dejar por meses su equipo fotográfico en cajones sin cerradura. Pero recientemente tuvo que dejar de hacer esto. ¿Por qué? Por el robo. Escribe: “Debido a una muy mala cosecha, algunos de los miembros de las tribus nuba tuvieron que ir a los pueblos a trabajar por salario para comprar ganado o unas cuantas cabras. En los pueblos vieron que todo podía comprarse con dinero, y esto tuvo un efecto destructivo en ellos.”
Antes de llegar a conocer la modernización, los nuba eran básicamente independientes. Riefenstahl agrega: “No conocían nada más y estaban felices y contentos con su vida. El poseer dinero era cosa extraña para ellos. Pero pronto la inevitable marcha de la civilización llegará a los nuba de Mesakin y los cambiará también.”
Al ir en pos de las cosas que esta era moderna puede proporcionar, muchos se han dejado atrapar también por otra cosa.
Esclavitud a las compras a crédito
Una pareja africana escribió: “El crédito fácil es un lazo terrible. Hace que el comprar parezca fácil y barato, cuando en realidad no lo es. El que uno pueda entrar en una tienda y comprar un vestido sin pagar por él inmediatamente es una verdadera tentación, y en lo que toca a los pagos... bueno, se puede pensar en eso después. Cuando llega el ‘después’ y se recibe la factura, uno se da cuenta de que no puede pagarla, y es entonces cuando la situación se hace ‘divertida.’ Uno se convierte en verdadero esclavo de estas tiendas a crédito, por lo fuerte que es el deseo de tener cosas nuevas. He estado en hogares donde hay equipo nuevo de alta fidelidad, un nuevo automóvil, muebles preciosos y, sin embargo, no hay suficiente dinero para comprar alimento debido a que se está pagando por todas estas otras cosas. El esposo y la esposa están trabajando y los muchachos andan a rienda suelta.”
A este respecto, los africanos no están solos. Las deudas que resultan del comprar a crédito constituyen un enorme problema en otros países también. Por ejemplo: de cada 20 norteamericanos, uno está en graves deudas debido a esto, puesto que el 60 por ciento de su entrada total está comprometida a pagos de crédito.
El efecto de esto en la mente y las emociones es realmente severo. Una persona que se hallaba muy endeudada por haber comprado a crédito escribió: “Perdí el empleo, y la compensación por desempleo no rinde para hacer los pagos mínimos, sin contar el alquiler y el pagar por el alimento. He recurrido a vender plasma sanguíneo y a hacer cualquier trabajo que se presente. El evadir a los acreedores me está enloqueciendo. Soy un manojo de nervios.”
No todo ha cambiado
Por supuesto, no todos los africanos han perdido el buen juicio ni el sentido correcto de los valores debido al deseo de disfrutar de los beneficios de la tecnología moderna. Hay muchas personas honradas y rectas por todo África.
Un corresponsal extranjero, que pasó algún tiempo en África, notó falta de honradez en algunos, pero informó con franqueza: “Pero debo contar también . . . del joven que rehusó aceptar dinero después de servirme de guía por horas alrededor de un proyecto de riego. Además debo mencionar a la trabajadora de lavandería que me devolvió los ochenta nairas que dejé en el bolsillo de una camisa. También debo mencionar la bondad que desplegó para conmigo un hombre a quien traté de estúpido.”—National Geographic, marzo de 1979.
No todos los que se mudan a la gran ciudad cambian de valores. La necesidad quizás los haya obligado a mudarse, pero algunos han retenido sus buenos principios y han mantenido unidas a sus familias. Ellos han considerado de manera práctica el estilo de vida que gira en torno de ir en pos del dinero y de las comodidades que éste puede comprar. Saben que otras cosas valen más.
¿La buena vida?
¿Recuerda al joven que mencionamos al principio de este artículo, quien creía que su nuevo modo de vida le resultaría en felicidad genuina? Su historia continúa:
‘He estado ya seis meses en la gran ciudad. He pasado de mi primer empleo, en el cual las horas eran largas y el trabajo interminable, a otro trabajo y después a otro. Las condiciones de trabajo eran casi iguales y el salario hasta poco menos. Fui amoldándome al ritmo de la vida en la ciudad... estaba extremadamente agotado antes de recibir el salario y luego repentinamente reanimado al fin de cada mes. Con el tiempo empeñé todo lo que tenía y llevé una vida tan tranquila como la que llevaba en un tiempo en casa de mis padres.
‘Cada noche, cuando dejaba de trabajar, salía a la calle y me quedaba observando. Siempre veía las mismas cosas, la misma procesión de automóviles, las mismas mujeres bien vestidas viajando en taxímetros, y los mismos jóvenes ricachos. ¿Cómo consiguieron la riqueza? Tenía que haber algún truco en alguna parte. Yo estaba agotado por el trabajo como nunca antes, pero el dinero —que me llegaba a manos llenas en cantidades que nunca me hubiera imaginado— se me iba con igual rapidez. Empecé a comprender que no hay posibilidad de éxito para personas como yo.’
Aunque no todos los que llegan a la ‘gran ciudad’ terminan pensando de esta manera, muchos ven cuán inútil es el buscar la felicidad únicamente por medio de las cosas materiales. Añoran la vida sencilla de antes. No es que deseen volver a vivir en la pobreza, como era el caso de algunos, ni restaurar todos los aspectos de la cultura tradicional, sino que echan de menos las relaciones estrechas de familia, la hospitalidad y el gobierno de ley, valores que están deteriorándose en esta era moderna.
Quizás a usted también le preocupe el efecto que el materialismo haya tenido en su vida. Puede ser que desee efectuar un cambio. Pero, ¿cómo? Una solución práctica que ya está ayudando a miles de personas por todo África se considera en el artículo siguiente.
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Una educación que redunda en magníficos beneficios¡Despertad! 1980 | 22 de noviembre
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Una educación que redunda en magníficos beneficios
SE HA dado verdadero impulso a la educación en África, especialmente a la de los jóvenes. Algunas naciones de ese continente, según se informa, dedican gran parte de sus recursos a ella. Pero se necesita algo más. Al notar que muchas personas con buena instrucción académica estaban vagando por las calles por falta de empleo, un alcalde negro de una ciudad grande del África Oriental presentó la siguiente súplica: “Tenemos que comenzar a dar a nuestros jóvenes instrucción práctica que los prepare y los eduque para las realidades de la vida.”
Entre otras cosas, tal instrucción debe ayudarles a conocer lo que es verdaderamente valioso en la vida y a sentirse convencidos de ello. Pero, ¿qué libro de texto puede hacer esto?
“Guía suprema en el arte de vivir”
Por centenares de años la Biblia ha sido el libro más distribuido en África. Con relación a éste, el autor Tomás Tiplady escribió en una ocasión: “De todos los grandes libros, el sentido común de la humanidad ha declarado que la Biblia es la guía suprema en el arte de vivir.” ¿Por qué es tan sobresaliente a ese respecto? La Biblia misma explica que es la Palabra de Dios.
Es un libro que trata acerca de la vida. A medida que usted la lea hallará que la Biblia está llena de personas de la vida real, y verá cómo algunas de éstas formaron vidas felices y por qué otras fracasaron. Mientras más lea la Biblia, más claro se le hará qué cosas valen la pena y qué cosas no. Como lo expresó un lector agradecido, usted encontrará “la llave a su propio corazón, a su propia felicidad, y a su propio deber.”
Por décadas, los testigos de Jehová han estado ayudando a millones de personas en África y a través de la Tierra a aplicar los principios bíblicos en la vida. Los resultados han sido significativos. A continuación se suministran solamente unos cuantos ejemplos de lo que tal educación puede lograr. A medida que lea, pregúntese: ¿Qué sucedería si todas las personas de África y de todo el mundo se dejaran llevar por tales normas?
Conservando la unidad familiar
“Bueno, ¿qué decide? El ascenso significa que usted ganará mucho más dinero. Usted es un trabajador honrado y confiable, y merece el aumento.” Así habló el director de una red de ferrocarriles africana a un esposo que era padre de cuatro hijos. La decisión parecía fácil. Sin embargo, había una traba... el nuevo empleo requeriría que él permaneciera lejos de su familia por largos espacios de tiempo.
El hombre, que había estudiado la Biblia con los testigos de Jehová por algún tiempo, contestó: “Lo siento, pero no puedo aceptar su oferta. Sucede que quiero mucho a mi familia y no puedo darme el lujo de separarme de ella de esta manera.” Los directores apenas podían creer lo que estaban oyendo. Sin embargo, quedaron impresionados por las cosas a las cuales este hombre daba la prioridad en la vida, y le concedieron su petición de continuar trabajando cerca de su hogar.
¿Tomó él la decisión correcta? El hombre ha sido recompensado con una familia que es sobresaliente en la comunidad por su afecto, unidad y felicidad. La buena conducta de sus hijos es el tema del vecindario. Estas son cosas que el dinero no puede comprar.
La honradez lleva a la dignidad
“Estimado señor:
“Le agradecemos su carta y acusamos recibo del reloj de clínica que usted nos devolvió. Nos complace saber que la religión a la cual usted se ha convertido enseña que el robar está en contra de la ley de Jehová Dios.”
Esta carta, dirigida a una persona que recientemente se había hecho Testigo, fue el resultado de unos cambios extraordinarios. El que recibió la carta había sido en un tiempo fumador inveterado de marihuana, llevaba una vida de depravación sexual y practicaba el robo y otros delitos. Su mente quedó tan afectada por este modo de vivir que tuvo que ser admitido en un hospital para dementes. Después de varias semanas de recibir atención allí, no había sanado; de modo que lo declararon loco y lo enviaron a casa.
Poco después este hombre comenzó a estudiar la Biblia con los testigos de Jehová en su aldea nigeriana. La educación que recibió le ayudó a cambiar de vida. Su salud mental fue mejorando, pues ahora pudo enfrentarse a las “realidades de la vida.” Los aldeanos estaban asombrados y creían que aquello había sido un milagro. El hombre explicó que “fue obra de la Biblia con la bendición de Dios y la ayuda de Su pueblo.” Logró conseguir empleo para mantenerse. Al recordar que le había robado el reloj a su antiguo patrón, se lo devolvió. Por primera vez en su vida tenía dignidad.—Efe. 4:28.
Libres de pretensiones de ser ricos
En Namibia, en el suroeste de África, un testigo de Jehová, padre de familia, perdió su empleo. Su familia estaba acostumbrada a un alto nivel de vida, pero ahora el único empleo que estaba disponible pagaba mucho menos que el que él había tenido anteriormente. Después de tratar el asunto con su esposa, aceptó el empleo y decidió hacer lo mejor que pudiera.
En vez de aparentar que todavía tenían bastante dinero y tratar de mantener su nivel de vida anterior, él y su familia empezaron a reducir sus gastos. Se mudaron a una destartalada construcción que se había usado con relación a un ferrocarril. Sin embargo, después de haberla pintado y haberle hecho reparaciones menores, tuvieron una casa cuyo alquiler podían pagar con comodidad. Su jardín producía casi todos los vegetales que ellos consumían y la pesca también les ayudó a gastar poco dinero en alimentos. Lo que la esposa tejía casi cubría el costo de la ropa para la familia. Era un modo de vivir humilde, pero la familia estaba contenta con tener lo necesario.—1 Tim. 6:7, 8.
La diligencia y honradez del Testigo no quedaron sin ser notadas, y en un año le aumentaron el salario. Con el tiempo, su buena reputación hasta resultó en que otros patronos le ofrecieran empleo.
Cómo se las arreglan
La Biblia no recomienda la pobreza. (Pro. 30:8, 9) Pero en algunos casos es muy poco lo que se pudiera hacer para cambiar de situación en la vida sin sacrificar algún principio importante. Bajo tales circunstancias, ¿cómo puede alguien tener éxito en sentido económico sin hacer que su vida gire en torno al dinero?
Por su parte, la Biblia ayuda a las personas a evitar malos hábitos, como el juego por dinero (que ha costado a muchos trabajadores todo su salario), la toxicomanía, el fumar, la inmoralidad sexual y la borrachera. ¡El evitar estas cosas no solo permite mantener una buena conciencia, sino que también es una ayuda segura para el bolsillo!—1 Cor. 6:9, 10; 2 Cor. 7:1.
Los que verdaderamente aplican los principios bíblicos se benefician también porque son parte de una asociación de hermanos que genuinamente se aman unos a otros. (Juan 13:35; 1 Juan 3:17, 18) Por ejemplo, en Ghana un testigo de Jehová fue despedido temporalmente de su empleo. El tenía que mantener a su hija y a su esposa que estaba encinta. En una reunión de congregación casualmente mencionó su problema a otro Testigo. Este Testigo no solo le dio ánimo, sino que le enseñó a confeccionar un tipo de jabón doméstico que él podría vender. Esto le proporcionó alivio al Testigo desempleado hasta que su antiguo patrón le pidió que regresara al trabajo.
Para aplicar el consejo bíblico de ‘no deber nada a nadie excepto amor,’ los Testigos también aprenden a ser cuidadosos al hacer su presupuesto. (Rom. 13:8) Un ministro viajante que visita los hogares de muchos testigos de Jehová describe cómo una pareja africana se las arregla respecto a este asunto: ‘Todos los meses el esposo y la esposa equilibran gastos y entradas. El pone su salario sobre la mesa y entonces separa diferentes cantidades para los diferentes gastos y necesidades. El esposo se asegura de pagar sus cuentas primero, mientras tiene dinero, y no espera hasta fines del mes, cuando posiblemente no lo tenga.’
Esta pareja evita el comprar a crédito, y con buena razón. En primer lugar, uno por lo general paga un precio considerablemente más alto por el artículo que compra a crédito. Además, con sentido verdaderamente práctico la Biblia dice: “El que toma prestado es siervo de aquel que presta.” (Pro. 22:7, Versión Moderna) ¿Quién desea ser el siervo de otro hombre? La vida es mucho más sencilla cuando uno ahorra su dinero hasta que puede comprar el artículo sin entrar en deudas por él. Por supuesto, hay ocasiones en que uno quizás necesite algo con urgencia y el crédito sea la única solución, pero si esto sucede a menudo, ¿se trata de una necesidad, o de un intenso deseo de algo?—Ecl. 6:9.
¡Un futuro magnífico está cerca!
La Biblia presenta una esperanza vívida para el futuro cercano, y el aprender acerca de esto ayuda a las personas a enfrentarse a los problemas actuales, porque saben que éstos son pasajeros. El último libro de la Biblia, Revelación o Apocalipsis, nos revela sucesos que afectarán no solo a África, sino a todo el mundo.
Los capítulos 19 (Rev 19 versículos 11-21) y 20 (Rev 20 versículos 1-3) describen el fin violento que espera a los individuos inicuos, tanto visibles como invisibles, que rehúsan vivir según los principios justos. En Revelación 21:3, 4 se muestra que Dios está personalmente interesado en nuestra Tierra. Allí dice: “Oí una voz fuerte desde el trono decir: ‘¡Mira! La tienda de Dios está con la humanidad, y él residirá con ellos, y ellos serán sus pueblos. Y Dios mismo estará con ellos. Y él limpiará toda lágrima de sus ojos, y la muerte no será más, ni existirá ya más lamento ni clamor ni dolor. Las cosas anteriores han pasado.’”
Piense en esto: ¡Las enfermedades, que constituyen un problema diario para casi toda persona, habrán desaparecido para siempre! ¡Ya no habrá niños enfermizos, ni enfermedades temibles que agoten las fuerzas del cuerpo, ni dolor agudo!
Las lágrimas que resultan de la frustración, la desilusión y el pesar desaparecerán a medida que las condiciones que las causan cambien o sean removidas. Puesto que las personas que son voluntariosamente inicuas habrán sido destruidas por las fuerzas angelicales de Dios, quedarán eliminados los ladrones, los asesinos, los mentirosos y otros que hacen insegura la vida. Nadie se preocupará pensando en que un ladrón puede llevarle sus posesiones. Las personas podrán tener su propia heredad y disfrutar de ella en seguridad.
¿Le parece bueno esto a usted? ¿Le gustaría aprender más acerca de cómo aplicar los principios bíblicos de manera que pueda beneficiarse de ello ahora y en el futuro? Póngase en comunicación con los testigos de Jehová y con gusto ellos le ayudarán, gratuitamente.
[Ilustración en la página 25]
La educación bíblica ayuda a las familias a recuperar los valores perdidos
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La religión y su dinero¡Despertad! 1980 | 22 de noviembre
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La religión y su dinero
Las personas donan mucho dinero a causas religiosas. En los Estados Unidos tales donaciones ascienden a unos 18.000.000.000 de dólares al año.
Sin duda mucho de este dinero se usa en aquello para lo cual se ha recogido. Pero, ¿está toda persona complacida con la manera en que estos grupos religiosos usan las contribuciones que ha dado? Recientemente un hombre escribió al “National Catholic Reporter” una carta en la cual decía: “Desde mi adolescencia constantemente había tenido fe y confianza completa en esas organizaciones.” Pero “ahora,” continúa, “mi fe y confianza han sido destrozadas.”
Este hombre estaba desilusionado por los escándalos relacionados con fondos donados. Él mencionó el Pueblo del Niño del Padre Flanagan. También mencionó a los Padres Palotinos, quienes recogieron millones de dólares por medio de solicitudes masivas por correo para ayudar a niños abandonados que morían de hambre en otros países. Pero el líder de esa orden monástica tuvo que declararse culpable ante un tribunal por “fraudulenta malversación” de fondos. El hombre también hizo referencia a la investigación que se hizo a los Padres Paulinos, quienes, según se alega, derrocharon hasta 20 millones de dólares llevando una vida de grandes lujos y haciendo malas inversiones en bienes raíces.
Los evangelistas protestantes usan la solicitud hecha por radio y televisión para obtener de sus oyentes muchos millones de dólares anualmente. El evangelista quizás ofrezca gratuitamente un artículo religioso de poco valor durante la transmisión. Pero, “una vez que usted ha escrito su nombre está en la computadora,” dice la revista “Presbyterian Survey” (Encuesta Presbiteriana), y lo van a acosar con cartas en las que se pide dinero.
Un ex funcionario de la radio de los Bautistas del Sur explica que mucho del dinero se usa para comprar más tiempo en el aire para así conseguir más dinero para comprar más tiempo en el aire. Puesto que los evangelistas están “bajo investigación continua por los [funcionarios de la recaudación de impuestos],” dice él, ellos quizás “funden una universidad y se hagan presidentes de ella, [para] pagarse a sí mismos grandes sumas de dinero sin que los investigue la IRS [Superintendencia de Contribuciones].”
Es loable el que una persona contribuya dinero suyo para ayudar a otros. Y ciertamente no toda solicitud que se hace es fraudulenta. Pero se ve claramente que sería prudente pensarlo detenidamente antes de contribuir, aunque la solicitud se haga en el nombre de la religión.
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