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El problema de las madres solteras¡Despertad! 1972 | 8 de diciembre
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hora contestando mis preguntas, y se hicieron arreglos para que él trajera a una Testigo a mi casa para un estudio de la Biblia.
“El conocimiento de la Biblia me permitió saber que había algo mejor que la vida que conocía. Y también quería la felicidad que irradiaba la Testigo al hablar de la Biblia. Llamé a mi prometido y le informé que iba a vivir conforme a las normas de la Biblia. De ahí en adelante, cada vez que me sentía tentada a tener relaciones con mi prometido, venían a mi mente las enseñanzas de la Biblia y rehusaba. No es necesario decir que él no estaba contento con mi nueva moralidad y pronto terminó nuestra relación, ¡muy para mi alivio! ¡Ahora estaba libre y dispuesta a seguir tras mi nuevo derrotero en la vida!
“Me dediqué sin reservas a aprender más acerca de las normas de Jehová Dios y esto logró un gran cambio en mí. Empecé a asociarme con los que viven de acuerdo con estas elevadas normas morales, ¡y qué alegría era el estar alrededor de ellos! Eran personas que llevaban vidas limpias, morales, personas cuya existencia cotidiana no giraba en torno al sexo. Y algo sorprendente para mí, hasta los solteros y las solteras estaban felices y satisfechos.
“Todos mostraban un interés genuino en mí y en mis hijos. Contribuían con alimentos y ropa cuando era necesario así como con ayuda monetaria. Cuando empecé a decir a otros las cosas que había aprendido por medio de participar en el ministerio con los testigos de Jehová, cuidaban de mis hijos. Hicieron todo lo que pudieron para ayudarme a desarrollar verdadero amor por Jehová.
“También era maravilloso saber que Jehová me había perdonado por mi pasado y estaba proveyendo muchas ayudas para ayudarme a permanecer limpia: Su Palabra la Biblia que bosquejaba el camino a seguir; su organización limpia; y la asociación con hermanos cristianos que estaban orientados para animarse uno al otro en el camino a la vida.
“Con el tiempo conocí a un hombre que iba a llegar a ser mi esposo. Era un testigo de Jehová que se había bautizado recientemente. ¡Cuán feliz era! Ahora había encontrado a un hombre que no solo estaba tratando de desarrollar amor piadoso, sino que también se preocupaba por mí y por mis hijos. Nos casamos dos años después de haberme bautizado.
“Ahora después de servir a Jehová por cuatro años y de vivir conforme a sus justas normas, y más de dos años de matrimonio, honradamente puedo decir que mi vida realmente comenzó cuando conocí a ese Testigo en la calle.
“El vivir según los principios divinos también ha mejorado mi relación con los niños. Aunque antes los amaba, acostumbraba a pegarles severamente, descargando mi culpa y vergüenza sobre ellos. Ahora hacemos las cosas juntos como una familia. Comemos, jugamos, asistimos a las reuniones y estudiamos la Biblia juntos. ¡Qué agradecida le estoy a Jehová de haber encontrado un modo de vivir que produce amor, paz y seguridad dentro del arreglo matrimonial, donde el amor es el fundamento sobre el cual los hijos crecen y maduran!
“Cuán ciertas son las palabras de Jesús cuando dijo: ‘La verdad los libertará.’”
Esta experiencia pone de relieve la fuerza y el poder de la Palabra de Dios en la vida de la gente. ¡Y qué gozo será cuando en el futuro toda “la tierra ciertamente estará llena del conocimiento de Jehová como las aguas están cubriendo el mismísimo mar”!—Isa. 11:9.
En el nuevo orden de Dios, después de que en breve él le ponga fin al actual sistema inicuo, no habrá más enfermedades venéreas, ni tampoco nacimientos ilegítimos, ni embarazos no deseados ni tampoco abortos para terminarlos. No habrá necesidad de los varios servicios para cuidar a las madres solteras y a sus bebés. Porque ya no habrá más mujeres que sean madres solteras, ni nacerán más bebés no deseados. ¡Entonces la ilegitimidad y sus terribles consecuencias serán para siempre una cosa del pasado!
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Beber o no beber¡Despertad! 1972 | 8 de diciembre
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Beber o no beber
● En muchos lugares el beber bebidas alcohólicas es legal; pero la persona sensata evitará el obrar como si fuese obligatorio. Llamando atención a lo que es verdaderamente importante, las Escrituras dicen: “El reino de Dios no significa el comer y el beber, sino justicia y paz y gozo con espíritu santo.”—Rom. 14:17.
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