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El efecto del alcohol en su cuerpo¡Despertad! 1980 | 22 de julio
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Es cierto que el reducir el ritmo de absorción puede impedir que uno se ponga achispado, pero todavía se puede estar bebiendo en exceso.
La solución no estriba en darse una ducha fría, beber café negro, salir al aire fresco, hacer ejercicios o ir a nadar para “animarse.” Esas actividades pueden cambiar la manera en que uno se sienta, pero no cambian la cantidad de alcohol que hay en la sangre, ni reducen el daño a las células.
Lo que realmente se necesita es ser moderado en el uso de las bebidas alcohólicas, si es que uno las usa. ¿Qué puede ayudar a uno a hacer eso?
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Cómo controlar los problemas del alcohol¡Despertad! 1980 | 22 de julio
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Cómo controlar los problemas del alcohol
EL ABUSO de las bebidas alcohólicas es un problema que puede afectar profundamente la vida de una familia entera. Por lo tanto, es beneficioso considerar este tema como familia, de modo que se ayude a todo miembro de la familia a entenderlo, y para que se coopere de manera que se eviten situaciones que tiendan a hacer que uno de los miembros trate de ahogar sus problemas en la bebida.
No espere hasta que el alcoholismo haya echado a perder su vida de familia antes de comenzar a hacer algo al respecto. Tome medidas preventivas.
Por desgracia, este problema ya se ha desarrollado en muchas familias. ¿Qué pueden hacer?
Cuando ya existe el problema
En primer lugar hay la necesidad de enfrentarse al hecho de que existe un problema con las bebidas alcohólicas. Puede que el alcohólico no crea que tiene tal problema. Otros miembros de su familia, así como también sus amistades de fuera del hogar, quizás piensen que sí lo tiene. ¿Por qué? Estas personas no pueden ver si está ocurriendo algún daño en los órganos internos del que tiene el problema. Pero sí pueden ver el deterioro en su comportamiento.
El que está llegando a depender del alcohol tiende a buscar la botella cuando se siente solo o deprimido. Quizás se sienta avergonzado por la forma en que toma, o irritado por la crítica de otras personas, y por lo tanto trate de ocultar la cantidad que consume. Cuando quiere un trago, puede que se sienta algo irritado hasta que lo consiga. Como resultado de sus hábitos de beber, puede que se haga impulsivo, menos razonable, y hasta quizás recurra a la violencia física contra su cónyuge. Aunque no tome todos los días, una vez que ha comenzado toma demasiado. Con el tiempo, quizás sufra desmayos causados por el alcohol, o ataques causados por la privación cuando no logra conseguir un trago.
La persona que está teniendo problemas con el alcohol quizás sepa que su vida de familia está en deterioro. Puede que se dé cuenta de que está teniendo problemas en su empleo. Pero si alguien le insinúa que una importante razón de esto es que está dependiendo demasiado del alcohol, no es raro que tal persona se ponga a la defensiva. Si el médico le dijera a tal persona que es alérgica a cierto alimento y que su salud mejoraría si lo eliminara de su dieta, probablemente haría tal cosa. ¿Es diferente la situación respecto al alcohol? Sí, el alcohol puede actuar como una droga que altera el estado de ánimo, y la persona puede llegar a depender de él, tanto sicológica como físicamente.
Si el individuo está dispuesto a encararse al hecho de que tiene una debilidad con relación al alcohol y de que esto le puede arruinar la vida, pero que, a pesar de eso, le sería posible dominar su hábito y valdría la pena intentarlo, hay esperanza de recuperación. Esto requiere firme resolución y seguir un programa definido.
Librándose de depender del alcohol
El problema no se resuelve por medio de limitar el beber a los fines de semana. Tampoco puede eliminar la persona la necesidad del alcohol por medio de pasar de bebidas fuertes al vino o la cerveza. Una proporción considerable de los que son alcohólicos toman solo cerveza la mayor parte del tiempo.
Es necesario limpiar el sistema y permitir que las células se reparen hasta donde sea posible. Se requiere una abstinencia total. Algunos médicos dicen que hay que dejar pasar por lo menos cuatro días antes de que el cuerpo elimine completamente la última bebida alcohólica. Sin embargo, la restauración de las células que han sufrido daño como resultado de hábitos de beber imprudentes puede requerir seis meses o más, un período durante el cual se debe dar atención especial a la buena alimentación.
No siempre se presentan síntomas en alguien porque se le prive del alcohol, pero esos síntomas son comunes entre los que habitualmente beben en exceso y los alcohólicos. En lo que baja el nivel del alcohol en la sangre y el sistema nervioso se ajusta al cambio, la persona puede experimentar inquietud, irritabilidad, depresión, insomnio, confusión, palpitaciones, transpiración, temblor y náusea. Usualmente estos síntomas comienzan de ocho a 24 horas después que la persona ha dejado de beber. Si la condición de alcoholismo se ha prolongado, o si la condición física es muy mala, puede haber otras reacciones severas que requieran atención médica.
Lo que pueda hacer el cuerpo para renovar los órganos perjudicados dependerá de la cantidad de “reserva funcional” que haya sido destruida, el tiempo que haya durado la condición, y el cuidado que se dé con miras a reconstruir el cuerpo. En la mayoría de los casos, para los que están verdaderamente enviciados por el alcohol, es poco probable que éstos puedan volver al uso normal de las bebidas alcohólicas. Sin importar cuánto tiempo haya pasado, un trago pudiera ser demasiado. Es como si un volcán en el interior de la persona estuviera esperando hacer erupción. En un caso como ése, la única manera en que la persona puede continuar llevando una vida normal es por medio de abstenerse totalmente de la bebida.
La familia puede ayudar
La cooperación de la familia es importante para librar a la persona de depender del alcohol, y, en muchos casos, la familia está muy deseosa de ayudar. Para minimizar la tentación, sería aconsejable remover toda bebida alcohólica de la casa. También se le hará más fácil al que tiene esta debilidad combatirla si otros miembros de la familia se abstienen de beber en su presencia.
Por supuesto, habrá ocasiones en que el que tiene el problema esté de visita en el hogar de otras personas. Debido a que éstas no saben de su condición, o por descuido, puede que le ofrezcan una bebida alcohólica. ¿Qué puede hacer él? Esto es algo en que debe pensar con anticipación. No es necesario que les dé una explicación detallada, pero su negativa debe ser firme. “No, gracias. Pero sí disfrutaría de un vaso de gaseosa [o de agua].”
Lo que la Biblia dice es muy estimulador para el que quiere librarse del abuso del alcohol. Habla de personas que lograron vencer tal problema (1 Cor. 6:9-11), y de aquellos que por razones personales se abstuvieron del todo. (Núm. 6:2, 3) También relata sucesos que envuelven a familias enteras que se abstuvieron de bebidas alcohólicas, por obediencia al cabeza de la familia, para conservar la dignidad del nombre de la familia. A las familias recabitas se les menciona de manera especial a este respecto. Estas se abstuvieron por generación tras generación, aunque vivían en la vecindad de otras familias que usaban el vino regularmente. Dios no les pidió a aquellos recabitas que se abstuvieran del vino, ni tampoco requiere su Palabra que haya abstinencia total en la actualidad, pero él los consideró favorablemente por lo que hicieron en obediencia a su cabeza de familia.—Jer. 35:5, 6, 8, 18, 19.
Obteniendo fortaleza espiritual
El conocimiento exacto de la Palabra de Dios puede contribuir mucho a que uno tenga la fuerza espiritual necesaria para sobreponerse a las debilidades. La Biblia le mostrará cómo enfrentarse con éxito a los problemas en vez de tratar de cegarse a la realidad por medio de beber excesivamente.
Considere el ejemplo de un joven australiano que tenía serios problemas relacionados con el alcohol. A menudo, para llegar a su hogar desde la taberna, ponía su automóvil en primera velocidad, mantenía la puerta abierta y sacaba la cabeza para ver la línea blanca, de modo que necesitaba dos horas para viajar los once kilómetros a su hogar. Gastaba hasta 40 dólares en aguardiente en un fin de semana. Hasta llegó a sufrir de alucinaciones, y por eso hizo un voto de dejar de beber. Pero no lo logró.
Para ese tiempo comenzó a estudiar la Biblia con la ayuda de los testigos de Jehová. Él mencionó el asunto del alcohol y se le mostró que Dios no aprueba a los borrachos, y que la vida eterna en un paraíso terrenal restaurado es posible para los que viven de acuerdo con las normas de la Biblia.—Gál. 5:21; Juan 17:3.
No se le hizo fácil cambiar, pues era el centro de atracción de sus fiestas. Cuando comenzó a aquietarse, sus compañeros tomadores pensaron que lo que pasaba era que él tenía una novia, pero que pronto la influencia de ella se debilitaría y él volvería a las fiestas. Pero el poder de las promesas de Dios influía más en él de lo que pensaban sus amigos, y nunca volvió a sus partidas de beber. Él dice: “Ya han pasado 10 años desde que pude vencer mi problema de beber. Ahora soy mucho más feliz y estoy más saludable, gracias a la bondad de Jehová.”
Este cambio no vino de la noche a la mañana. Fue un cambio gradual, que vino a medida que él fue obteniendo más conocimiento y creciendo en entendimiento. Lo que no había podido lograr solo anteriormente, lo logró con la ayuda del espíritu de Dios.—1 Cor. 6:11.
El conocimiento de la Biblia contribuye a matrimonios más felices, familias más felices. Ayuda a eliminar problemas al ayudar a la persona a tomar decisiones más sabias en la vida. Ayuda a uno a habérselas con las conmociones y a entender por qué existen las iniquidades y ocurren las calamidades. Describe un nuevo sistema que espera a los que aman la vida y hacen la voluntad de Dios, y ayuda a uno a desarrollar la motivación necesaria para cambiar su patrón de vida y ser aceptable a Dios.—Rom. 12:1, 2; 2 Ped. 3:13.
Las bebidas alcohólicas pueden traer disfrute si se usan de manera correcta. Pero si usted tiene un problema con las bebidas alcohólicas no deje que éste le arruine la vida. Enfréntese al problema. Hágalo ahora.
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Transformando vidas en África¡Despertad! 1980 | 22 de julio
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Transformando vidas en África
EN American Ethnologist aparece un estudio sociológico hecho sobre la sociedad por línea materna (una forma matriarcal) de la provincia de Luapula, Zambia. La investigadora Karla O. Poewe, de la Universidad de Lethbridge, en Alberta, Canadá, considera el efecto que tienen las organizaciones religiosas en el modo tradicional de vivir de los nativos de Luapula. Después de pasar 18 meses entre éstos, la investigadora Poewe llegó a la conclusión de que solo los “testigos de Jehová tienen éxito” en lograr “cambios de comportamiento entre sus miembros respecto a parentesco, familia y actividades económicas,” mientras que otros grupos tienen “un registro indiferente en cuanto a éxito en dar guía para una conducta práctica y en cuanto a lograr que el individuo se adhiera a tal conducta.” Su estudio incluye las siguientes declaraciones:
“En las aldeas, las actividades de los [testigos de Jehová] se acercan a lo que se esperaría del mejor de los movimientos de redención no revolucionarios. De manera casi imperceptible los miembros reestructuran su vida y así, indirectamente, sus comunidades con el fin de llegar a ser participantes de lleno en el venidero reino de Dios. . . .
“Los testigos de Jehová, cuyas enseñanzas constan de un proceso de aprendizaje diseñado para edificar siervos maduros, . . . se han ganado entre sus coterráneos la reputación de ser escrupulosamente honrados, y por eso se les prefiere para empleos en los cuales se maneja dinero.”
Describiendo las tradiciones familiares de los nativos de Luapula, la investigadora Poewe explica que, puesto que la herencia en la sociedad de ellos se registra a través de la línea materna, “el matriarcado de Luapula permite a las mujeres controlar la tierra, recoger de sus hijos remesas de dinero y divorciarse de los esposos ‘inútiles.’” Dice también: “Las mujeres creen que los divorcios fáciles son cosa vital en medio de condiciones en las que los hombres no están ‘entrenados’ para ser los proveedores principales para la esposa y los hijos.” ¿Hasta qué punto han podido los Testigos enfrentarse con éxito a tal conducta tradicional en el matrimonio?
La investigadora Poewe contesta: “Los testigos de Jehová experimentan mayor éxito que los miembros de otras organizaciones religiosas en cuanto a mantener uniones maritales estables. Como sucede entre los patronos y empleados, su éxito representa una relación modificada de intercambio entre esposo y esposa, quienes, en sus recién descubiertos y no amenazadores esfuerzos por cooperar, se han hecho responsables, en su trato entre sí, a un nuevo testaferro, Dios. A cambio de la confianza, la cual es algo muy arriesgado para que una mujer la conceda a un hombre a menos que éste sea su hermano (en la sociedad por línea materna de Luapula), a los esposos testigos de Jehová se les enseña a madurar en la práctica de la responsabilidad para el bienestar de su esposa y sus hijos. Pero, además de participar en un intercambio de confianza y responsabilidad, al esposo y la esposa se les estimula a ser personas de integridad (abantu abacishinka). Esta exigencia dominante de integridad fortalece con unión el matrimonio.”
¿A qué atribuye este estudio sociológico tan gran ajuste en el modo tradicional de vivir entre los nativos de Luapula? La escritora dice que entre los testigos de Jehová “se trata la Biblia como ‘modelo’ para la vida social.” Como lo expresa ella: “Los testigos de Jehová de Luapula usan la Biblia para producir personas que sean dignas de participar en el nuevo mundo.”
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