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Viviendo ahora para un nuevo mundoLa Atalaya 1960 | 15 de septiembre
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a fin de tratar de conseguir apoyo para sus organizaciones en particular. Se ve en la manera que la gente está pronta a pedir dinero prestado de quien pueda, pero es lenta en cuanto a pagar, y a menudo el que pide prestado no tiene ninguna intención de pagar. Algunos hasta tratarán de justificar esto diciendo que el pedirle prestado a un rico y no pagarle en realidad no es muy incorrecto, puesto que el rico no necesita el dinero para él mismo. ¡Cuán a menudo sucede que reyertas y peleas provienen como resultado de no pagar las deudas! Por eso el Salmo 37:21 dice que es “el inicuo [quien] está pidiendo prestado y no devuelve.
28 Jehová no bendice a los inicuos. No bendice a los que son egoístas, codiciosos, que se interesan sólo en lo que pueden conseguir de la vida mientras hacen tan poco como es posible para otros en cambio. Los que desean la vida en el nuevo mundo necesitan cultivar el amor más bien que el egoísmo, el espíritu de dar en vez de la codicia. En vez de adquirir deudas a fin de aumentar las posesiones materiales, el cristiano aprende a estar contento con las cosas necesarias, trabajando diligentemente para ganar tales cosas con trabajo honrado. El apóstol Pablo tuvo cuidado de no poner ninguna carga innecesaria sobre sus hermanos. Simplemente porque era apóstol él no usó su puesto para conseguir ganancia material de sus compañeros cristianos. No codició ni “la plata ni el oro” de ellos. Como apóstol de tiempo cabal apreció la ayuda de las congregaciones para poder dedicar todo su tiempo al ministerio, pero donde esta ayuda voluntaria no se le hacía disponible estaba listo para trabajar con sus propias manos haciendo tiendas de campaña para cuidar de sus necesidades materiales.—Hech. 20:33, 34; 18:3; 1 Tes. 2:9.
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El beneficio de vivir para el nuevo mundo de DiosLa Atalaya 1960 | 15 de septiembre
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El beneficio de vivir para el nuevo mundo de Dios
1. ¿Qué dicen Santiago y Pablo en cuanto a la ira, contienda y el uso incorrecto de la lengua?
¿NO ES verdad que hoy día en este mundo la gente pierde la paciencia rápidamente, y se encoleriza? A menudo esto conduce a habla tosca e injuriosa, aun a habla inmunda y sucia. Habla de esta clase muestra una falta de bondad y consideración para otros y sólo es evidencia de la amargura, celos y contienda que son parte de las condiciones malas a nuestro alrededor. Por lo tanto el escritor bíblico Santiago pregunta: “¿Quién es sabio y entendido entre ustedes? Muestre él por su comportamiento correcto sus obras con una mansedumbre que pertenece a la sabiduría. Pero si ustedes tienen amargos celos y espíritu de contradicción en su corazón, no estén jactándose y mintiendo contra la verdad. Esta no es la sabiduría que desciende de arriba... Porque allí donde hay celos y espíritu de contradicción, hay desorden y toda cosa vil.” (Sant. 3:13-16) Por eso Pablo dice apropiadamente, en Efesios 4:29-32: “No proceda de su boca ningún dicho corrupto, sino todo dicho que sea bueno para edificar según haya la necesidad, para que imparta lo que sea favorable a los oyentes.... Quítense de ustedes toda amargura maliciosa e ira y cólera y gritería y habla injuriosa junto con todo lo perjudicial. Mas háganse bondadosos los unos con los otros, tiernamente compasivos, libremente perdonándose unos a otros así como también Dios mediante Cristo libremente los perdonó a ustedes.”
2. ¿Qué consejo debe seguirse cuando uno es vencido temporariamente por el calor de la ira?
2 Aun cuando sea necesario dar corrección o reprender, como el padre al hijo, o como un superintendente cristiano a uno de la congregación, el habla de uno no debe reflejar un espíritu sin freno. Si uno se siente vencido momentáneamente por el calor de la ira, ése es tiempo en que quedarse callado hasta que se haya enfriado la ira y uno pueda hablar sobre el asunto con equilibrio apropiado. Bajo tales circunstancias debe ser “lento en cuanto a hablar,” y más bien recordar que “el hombre encolerizado suscita contienda.” Para conseguir la aprobación de Dios tenemos que aprender a vivir en paz, ser pacíficos, porque “felices son los pacíficos, puesto que serán llamados ‘hijos de Dios’.”—Sant. 1:19; Pro. 15:18; Mat. 5:9.
3, 4. ¿Cuáles son algunas de las otras cosas para las cuales no hay lugar en la sociedad del nuevo mundo?
3 Hay veces cuando uno puede irritarse apropiadamente por indignación justa contra lo que es incorrecto y malo. Pero el que uno se sienta indignado contra lo que es incorrecto a causa de amor a Jehová y a lo que es recto, y porque uno se perturba al ver que se vitupera Su nombre y su pueblo, es diferente del encolerizarse debido a sentir uno que su orgullo ha sufrido una ofensa personal o por odio a otra persona, o para encubrir el temor de ser descubierto en algo malo que uno ha hecho.
4 Cualquier cosa que obrara en contra de la quietud y orden del arreglo de vivir que Dios ha señalado para su pueblo no puede tener cabida en su sociedad del nuevo mundo que ahora se está formando. Esto significa que cosas como el pelear y la borrachera (que tan a menudo conduce a la contienda) no son parte del vivir del nuevo mundo.—Rom. 13:13.
PRINCIPIOS PARA EL MATRIMONIO Y EL COMPORTAMIENTO MORAL
5. ¿Con qué propósito hizo Dios los dos sexos, y qué restricción se colocó sobre el privilegio de la unión sexual?
5 Cuando Dios colocó originalmente al hombre y a la mujer en el jardín de Edén fue Su propósito hacer que se reprodujeran y se multiplicaran para llegar a ser una sociedad de personas que con el tiempo poblarían toda la tierra con una raza justa. Para que pudieran multiplicarse, Dios los creó con la habilidad de reproducirse, y por eso hizo los dos sexos, el masculino y el femenino. Por medio de juntarse el hombre y la mujer en unión sexual engendrarían hijos “según su género.” Sería una cosa correcta y apropiada el que ellos hicieran esto, sin que estuviera conectado con ello ninguna vergüenza, y por lo tanto esto tenía el propósito de ser una experiencia agradable para ellos. Pero Dios estableció ciertas restricciones sobre el ejercicio del privilegio de la unión sexual. Había de practicarse sólo con el arreglo del matrimonio—el esposo con su propia esposa, la esposa con su propio esposo.
6. (a) ¿Fue el propósito de Dios que se practicara la poligamia en Israel? (b) ¿Qué dijo Jesús en cuanto al matrimonio y el divorcio en Mateo 19:4-9?
6 Aunque por un tiempo Dios permitió que los israelitas practicaran la poligamia, no obstante éste no fue el propósito de Dios para ellos, ni les mandó él que adoptaran esta práctica. Al instituir el matrimonio en primer lugar Dios dio a Adán sólo una esposa. Y por eso más tarde Jesús dijo concerniente a la práctica judía de poligamia y divorcio: “‘¿No han leído que el que los creó en el principio los hizo varón y hembra y dijo: “Por esta razón el hombre dejará a su padre y a su madre y se adherirá a su esposa, y los dos serán una carne”? De modo que ellos ya no son dos, sino una carne. Por lo tanto, lo que Dios ha unido que ningún hombre lo separe.’ Ellos le dijeron: ‘¿Por qué, pues, prescribió Moisés que se diera un certificado de despedida y que se divorciara de ella?’ Él les dijo: ‘Moisés en consideración de la dureza de sus corazones, les hizo una concesión para que se divorciaran de sus esposas, pero ése no ha sido el caso desde el principio. Yo les digo que cualquiera
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