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¿Puede la evolución hacer frente a los verdaderos desafíos del día?¡Despertad! 1974 | 22 de enero
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la naturaleza moral del hombre al evolucionista! Él dice que el hombre ha evolucionado de los animales. ¡Sin embargo también dice que el hombre tiene cualidades morales que los animales no tienen! ¿De donde sacó el hombre estos “atributos esenciales”? Tienen que haber venido de alguna parte. Confesó un conocido evolucionista: “El hombre no puede ser un Melquisedec moral ‘sin genealogía.’”
En un esfuerzo por superar este problema hace varios años sir John Arthur Thomson, un evolucionista, reconoció lo siguiente: “Con demasiada frecuencia, en lo que respecta al hombre, el evolucionista recae en la idea de la creación, tratando de hacer facultades de la nada.” Los evolucionistas están dispuestos a hacer lo imposible con tal de que Dios no figure en el asunto como la explicación de la naturaleza moral del hombre. El autor de African Genesis ilustra esto cuando habla del “guardián de los géneros”:
“¿Quién es? No lo sabemos. Ni lo sabremos nunca. Es una presencia, y eso es todo . . . Su presencia se hace sentir en todas las cosas que han existido, y en todas las cosas que jamás existirán. Y puesto que su mandamiento es incontrovertible, su identidad es imposible de conocer. Pero su preocupación más antigua es el orden.”
¿No han llegado a ser el “guardián de los géneros” y similares expresiones vagas sencillos sustitutos por “Dios”? Al rehusar reconocer la mano del Todopoderoso en la hechura física y moral del hombre los evolucionistas han deificado su propia teoría. Pero, como hemos visto, este dios evolucionario es un dios desilusionador.
La evolución no se ha aplicado con buen éxito a los verdaderos desafíos del día. . . sociales, técnicos o morales. En algunos casos, ha creado o agravado problemas que ya existían. Pero, ¿qué hay acerca de la Biblia... le ayudará con buen éxito a hacer frente a los verdaderos desafíos de nuestro día?
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¿Contesta la Biblia las preguntas de la vida?¡Despertad! 1974 | 22 de enero
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¿Contesta la Biblia las preguntas de la vida?
SÍ, LA Biblia contesta las preguntas de la vida y ayuda a hacer frente a sus desafíos. ¿Cómo?
Para comenzar, por medio de explicarnos la fuente de la vida. Dice el salmista: “Oh Jehová . . . contigo está la fuente de la vida.” (Sal. 36:5, 9) Jehová Dios da la vida. La persona que cree en la Biblia no queda con los dilemas del evolucionista. Ni tampoco tiene que argumentar que la vida siempre viene de una fuente viva y entonces decir que originalmente la vida vino de la nada.
El que cree en la Biblia sabe quién es el responsable de la armonía y de la belleza que se halla en el universo y en la Tierra. Sabe que un Dios bueno, amoroso, Jehová, lo hizo de esa manera.
Pero algunos quizás se opongan a esto alegando que la armonía y belleza son solo imaginarias y no reales. Por ejemplo, Bertrand Russell dijo una vez:
“No entiendo dónde se supone que se encuentre esta ‘belleza’ y ‘armonía.’ Por todo el reino animal, los animales se devoran despiadadamente los unos a los otros.”
Es cierto que algunos animales se comen a otros. Pero a diferencia de los hombres, los animales no matan por deporte ni en guerras de gran escala. Por lo general los animales matan para comer. Ni siquiera los leones hambrientos corren salvajemente por medio de los rebaños matando “despiadadamente,” sino que solo toman lo que necesitan de inmediato.
Además, hay que recordar que la supuesta conducta agresiva de parte de los animales no está tan esparcida como popularmente se afirma. Dice una reseña del libro Geographical Ecology en la revista Scientific American (julio de 1973):
“En la diversidad de los ambientes naturales la mezcla de las especies es abundante. La competencia por el uso de los recursos tiene que anteponerse a la competencia agresiva; seguramente no hay razón de pelear a menos que se gane algún recurso comúnmente provechoso. Por esta razón . . . la conducta agresiva . . . está ‘muy lejos de ser universal en el reino animal.’”
Los ecólogos hablan de un ‘equilibrio en la naturaleza.’ Quedan impresionados con el ciclo total de la vida, su orden y continuación. Pero esto no significa que todo acerca del ciclo es hermoso.
Por ejemplo, pocas personas pondrían en duda que un león majestuoso presenta cierta belleza. No obstante, su cubil quizás emita olores desagradables; el excremento del animal no tiene nada de ‘hermoso.’ Cuando un león ataca a una cebra, esto tampoco es algo que uno disfrute de observar; pero esa es la manera en que come el león. Además, esto sirve para mantener reducido el número de cebras. Si se les deja continuar reproduciéndose sin interferencia, morirían de cualquier modo, probablemente de hambre. ¿Quién llamaría a eso ‘hermoso’? Por lo tanto, ahora, en este tiempo, el que el león mate a la cebra es parte de un ciclo necesario.
¿Por qué decimos “en este tiempo”?
Porque eso es lo que dice la Biblia. El primer capítulo 1 de Génesis muestra lo que originalmente Dios le proveyó a los animales como alimento: “Y a toda bestia salvaje de la tierra y a toda criatura volátil de los cielos y a todo lo que se mueve sobre la tierra en que hay vida como alma les he dado toda la vegetación verde para alimento.” (Gén. 1:30) Vegetación, no carne, fue lo que Dios se propuso que los animales comieran originalmente. ¿No es lógico que Dios se encargara de que se lleve a cabo su propósito original para los animales?
En respuesta, considere lo que la Biblia dice al describir las condiciones ya muy cercanas en el nuevo orden de Dios:
“Y el lobo realmente morará por un tiempo con el cordero, y el leopardo mismo se echará con el cabrito, y el becerro y el leoncillo crinado y el animal bien alimentado todos juntos; y un simple muchachito será guía sobre ellos. Y la vaca y lo osa mismas pacerán; sus crías se echarán juntas. Y hasta el león comerá paja justamente como el toro. Y el niño de pecho ciertamente jugará sobre el agujero de la cobra; y sobre la abertura para la luz de una culebra venenosa realmente pondrá su propia mano un niño destetado. No harán ningún daño ni causarán ninguna ruina en toda mi santa montaña; porque la tierra ciertamente estará llena del conocimiento de Jehová como las aguas están cubriendo el mismísimo mar.”—Isa. 11:6-9.
Aunque para muchos esto quizás sea difícil de entender, es un hecho que aun hoy en día los animales que frecuentemente se consideran enemigos habitan pacíficamente en ciertas circunstancias. En el Times de Nueva York se informó de Bonn, Alemania, en 1968:
“Ayer una leona se acostó con corderos en un prado que domina al río Inn, cerca de Mühldorf, informaron funcionarios de la policía bávara.
“La bestia, fugitiva de un circo ambulante, retozó con los corderos, evidentemente disfrutando de saltar por encima de sus espaldas. Los asistentes del circo la dejaron descansar por un tiempo con los corderos antes de llevarla de regreso a su jaula.”
No solo los animales, sino la humanidad también está ‘fuera de equilibrio.’ La Biblia muestra que Dios hizo perfectos al hombre y a la mujer y los estableció en un jardín paradisíaco en Edén. Ellos mismos, sin embargo, pecaron y le acarrearon la muerte a la raza humana. Por razones del propósito divino Dios temporariamente ha permitido que exista el pecado.—Capítulos 2 y 3 de Génesis; Deu. 32:4, 5.
Desde el tiempo de Adán la historia del
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