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Equilibrados en su punto de vista de la vida animal¡Despertad! 1976 | 8 de julio
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¿Protección de la vida y propiedad?
A veces una persona se enfrenta con la decisión de si debería matar o no un animal de rapiña o uno que es nocivo. ¿Cuál es el punto de vista equilibrado sobre esto?
En realidad, hay que evaluar cada caso en particular por sus propios méritos, según sus propios hechos. Considere, por ejemplo: ¿Estaría uno mostrando falta de respeto por la vida animal si matara una cucaracha o una rata que entrara en la cocina? Casi todos la matarían debido a la probabilidad de que comiera o contaminara el alimento humano o esparciera una enfermedad. Pero, ¿qué hay de un zorro o lobo que de vez en cuando mata un pollo o una oveja?
Tampoco en cuanto a esto nos deja sin guía el Creador. Aunque la Biblia insta definitivamente a tenerle respeto a la vida, muestra que cuando un león o un oso amenazaban el rebaño de David él no consideró que el matarlos era faltarle respeto a la vida animal. (1 Sam. 17:34-36) Ni es solo un asunto de la muerte de un animal de rapiña más bien que la muerte de un animal doméstico. El Cantar de los Cantares 2:15 habla de tomar acción contra las zorras que echaban a perder una viña. De modo que una persona pudiera matar un animal para proteger su alimento o propiedad. Con respecto a proteger la vida de uno, seguramente no causa sorpresa leer que Sansón mató un león que lo atacó o que Pablo sacudió una víbora venenosa en el fuego. (Jue. 14:5, 6; Hech. 28:3-6) Claramente, la amenaza que presente un animal puede permitir matarlo.—Éxo. 21:28, 29.
No obstante, esto se puede llevar a extremos desequilibrados. La Biblia no estimula el tratar de exterminar todas las zorras o todos los osos solo porque algunos de ellos presentaron problemas. Debido a que hacía presas de las ovejas, el lobo con bolsa australiano residente de Tasmania ha sido cazado y muerto hasta que parece extinto. En los Estados Unidos hay mucha controversia respecto a un asunto similar. Muchos criadores y dueños de ovejas y de ganado vacuno creen que está bien la matanza extensa de lobos y coyotes porque ponen en peligro los rebaños y las manadas domésticas. En cambio, muchos que propugnan la conservación y ecólogos creen que el daño a las ovejas y al ganado vacuno es mínimo y no justifica la eliminación de animales salvajes que son importantes para el “equilibrio de la naturaleza.” Lo que sucedió en partes del Brasil y la Argentina ilustra su punto. Los aldeanos mataron los gatos salvajes y lechuzas que consideraban destructores. ¿El resultado? Ratas portadoras de enfermedades infestaron las viviendas.
Sí, el problema es complejo. La verdad es que no es posible dar sencillamente una solución comprensiva que aplique igualmente en todo caso. Pero ciertamente suministran ayuda las pautas equilibradas de la Palabra de Dios. Hacen posible que uno vea que se puede matar a los animales para proteger la vida humana y la propiedad. Sin embargo, hay que equilibrar eso con el alto respeto por la vida animal que muestra la Biblia. Entonces hay que tomar una decisión personal. Otros asuntos relacionados tienen que ser resueltos de manera similar.
Un estudiante puede preguntarles a sus padres qué hacer cuando, en su clase de biología, se espera que él diseque un animal conservado, tal vez una rana, un saltamontes, un gusano o el feto de un cochinillo. Muchas autoridades escolares sostienen que esos procedimientos son educativos. Un ayudante de laboratorio dijo: “Uno puede seguir el rastro de cada arteria [del feto de un cochinillo] y ver cómo está conectada al corazón. No se puede aprender eso en un libro de texto.” Un estudiante estuvo de acuerdo en que aprendió mucho al disecar el corazón de un feto de cochinillo, pero con respecto a otro experimento dijo: “Me pareció que era realmente innecesario matar la rana. Una cosa que he aprendido es que la vida es muy compleja... uno no debiera matar para un experimento inútil.” En otra escuela, una joven de diecisiete años de edad declaró: “El maestro nos dijo que esto nos enseñaría a apreciar la vida, que a mí me pareció irónico. ¿Cómo se puede apreciar la vida matando?” ¿Qué haría usted?
Si se presenta un problema, los padres pueden usar la oportunidad para hablar con su jovencito acerca del punto de vista equilibrado sobre la vida animal que se presenta en la Biblia. Al hacer eso, así como también considerar lo que requiere de él la escuela y las posibilidades educativas, pueden decidir qué hacer, tomando en cuenta la conciencia de su hijo.
Es innegable que surgen muchas preguntas referentes al modo correcto de ver y tratar a los animales, preguntas que cada adulto tiene que resolver personalmente. Podemos estar agradecidos de que tenemos pautas equilibradas que nos ha dado el Creador de la vida animal.
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Una visita a los igorrotes¡Despertad! 1976 | 8 de julio
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Una visita a los igorrotes
Por el corresponsal de “¡Despertad!” en las Filipinas
ES TEMPRANO por la tarde cuando mi esposa y yo abordamos un cómodo autobús con aire acondicionado y nos hundimos en los blandos asientos acolchados, disfrutando de antemano nuestras singulares vacaciones. Estamos en camino a visitar a los igorrotes, que han resistido en sumo grado la intrusión de la influencia extranjera en su cultura. Viven en las provincias montañosas en el norte de Luzón.
Los igorrotes son de origen malayo, de mediana estatura, robustos, de piel oscura y cabello negro lacio. Lo notable acerca de este pueblo es que con el transcurso de los siglos, tan solo con herramientas manuales y puro trabajo duro, han convertido todo el valle en el más extenso cultivo de arroz en terrazas del mundo.
En camino a visitar a los igorrotes, viajamos cinco horas en medio de la pintoresca planicie central de Luzón con sus muchos pequeños pueblos y arrozales antes de llegar a Baguio, la capital estival de las Filipinas. El tiempo fresco aquí es un agradable cambio del calor de Manila.
A la mañana siguiente nos levantamos temprano para no perder el autobús que parte a las 5:30 para Banaue. Aunque llegamos a la estación media hora antes, para nuestro desconsuelo el autobús está completo. Pero los filipinos son hospitalarios, y pronto un pasajero le hace señas a los demás, que comienzan a poner a sus hijitos dormidos sobre sus faldas y a empujar a un lado las hortalizas para hacernos lugar. Un hombre sonriente extiende la mano para ayudarnos a subir.
El autobús es más corto que otros, pareciéndose más a un camión y dando la impresión de que está construido con más atención a la solidez que a la comodidad. De un lado está completamente abierto, cruzado a lo ancho por bancos de madera, pero resultó muy cómodo a pesar de su apariencia espartana. Si se necesita protección del viento y de la lluvia hay toldos de lona que se pueden desenrollar.
Aunque solo hay unos 110 kilómetros desde Baguio hasta Banaue, nuestro viaje requiere nueve horas debido a los serpenteantes caminos de montaña que nos llevan a través de las nubes a alturas que superan los 2.130 metros. A medida que empezamos a ascender las montañas, un amanecer amarillo-anaranjado colorea el cielo y vemos la niebla matutina pender justamente debajo de las copas de los altos pinos.
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