leales perseverarán con ellos. (Isa. 62:4, 5) Ellos se mantendrán en su puesto, habitando siempre en esta tierra teocrática, confiando en Jehová Dios por seguridad y no en armas carnales o en la presteza de una huída transigente. Haciendo esto con constancia, presenciarán su demostración victoriosa de poder sobre sus enemigos combinados del viejo mundo, los profanadores de su santo nombre. Se gloriarán en el triunfo de él mediante Jesucristo.

40. ¿Cómo participarán de los beneficios del triunfo de Jehová las aves y fieras, y en recompensa de qué?

⁴⁰ Aun las aves y fieras del campo que en un tiempo vivieron aterrorizadas participarán de los beneficios del triunfo de Jehová. Jehová dice a su profeta que invite a estas aves y fieras que por mucho tiempo han sido maltratadas a que banqueteen de Su gran sacrificio, su matanza de todos sus enemigos, cuyos cadáveres yacerán esparcidos sobre el suelo como abono, no lamentados, no enterrados, aborrecidos por la sociedad del Nuevo Mundo, que sobrevive. Que las aves y las fieras dejen los esqueletos de éstos blancos y limpios. Que el reino de las aves y los animales sea recompensado por toda la matanza desenfrenada que el viejo mundo de Gog le ha infligido durante los pasados 4,000 años desde el Diluvio.—Eze. 39:1-5, 17-20; Apo.19:17-21.

41. ¿Qué indica que la matanza entonces será enorme, y dónde serán enterrados los huesos, y por qué razón?

⁴¹ Enorme será la matanza en masa de ese día de días, porque tremendas serán las fuerzas alineadas de parte de Gog en esa batalla. Ese verdaderamente será un conflicto global si jamás hubo alguno, porque ninguna sección del globo escapará de la destrucción. Por la profecía se nos informa que las partes de madera que queden de las armas homicidas de la chusma de Gog serán tan abundantes que se necesitarán siete años para que los israelitas sobrevivientes las junten y las usen como leña. (Eze. 39:9, 10) Pero ¿qué hay de los huesos de las hordas muertas de Gog? ¿Serán dejados para que contaminen el suelo de la “nueva tierra”? No; sino que Jehová les asignará un cementerio, representado por el valle de Abarim, donde Jehová hizo parar por completo a la chusma de Gog al destruirla. Yace al este del mar Muerto. Como el mar Muerto es un símbolo bíblico de destrucción eterna, o “muerte segunda,” este cementerio representa que los que están de parte de Gog son destruídos en la muerte segunda. (Apo. 20:14, 15; 21:8, NM) De modo que el entierro de los huesos es para limpiar la tierra y no es para simbolizar ninguna esperanza de resurrección para la chusma de Gog. El valle de inhumación será llamado El valle de la Chusma de Gog, y la ciudad simbólica cercana será llamada Hamón (es decir, Chusma), como memorial de la victoria de Jehová sobre la chusma de Gog.—Eze. 39:11-16, UTA; AN.

42. ¿Por qué no tenemos que temer, y cómo podemos servir de testigos eternos de la victoria de vindicación de Jehová?

⁴² ¡Valor, entonces, cada uno de ustedes los de la sociedad del Nuevo Mundo! Si continuamos confiando en Jehová y demostrando nuestra confianza manteniéndonos leales a su gobierno teocrático y a la proclamación de las buenas nuevas de su reino por Cristo, no hay por qué temer, ni a causa de la formidable apariencia de la chusma de Gog ni del aspecto infundidor de pavor de la suprema exhibición de Jehová de su poder en batalla, ¡porque Jehová está con nosotros! La huída cobarde pudiera desalojarnos, pero Gog jamás, de la tierra que Dios nos ha dado. ¡La liberación yace en no correr! Durante este “tiempo del fin,” este “día de Jehová,” hemos sido testigos del nombre y reino de Jehová. Dentro de poco ahora llegaremos a ser testigos oculares del espectáculo superlativamente magnífico cuando Jehová revele su gloria en el Armagedón en vindicación de su soberanía sobre toda la creación. Como espectadora de esto la sociedad del Nuevo Mundo puede servir de testigo eterno de la victoria de vindicación de Jehová contándola a todos los hijos nacidos en el nuevo mundo, sí, y a todos los que serán traídos a la vida sobre la tierra mediante la resurrección de los muertos. De modo que aquí, frente a los enemigos que van juntándose, permanecernos hoy en la tierra de la teocracia restaurada. Que Dios nos conceda mantener nuestro puesto aquí inmobles mediante actividad incesante y vigilancia alerta hasta su victoria sublime sobre Gog de Magog.

¿Es cristiana la vida monástica?

MUCHAS personas tienen en alta estima la vida monástica. No que muchos quieran llegar a ser monjes ellos mismos, sino sólo es que colocan al monje en un pedestal y lo admiran debido a su ascetismo. Así veintidós estudiantes, algunos protestantes y otros católicos, de una universidad de Ohío sintieron que estuvieron “un poquito más cerca del cielo” por haber pasado un fin de semana en el monasterio trapense en Getsemaní, Kentucky, a principios de 1951, “rozando el vestido de Dios,” como uno de ellos lo expresó.—El Press de Cléveland, 5 de marzo de 1951.

¿Qué es la vida de los monjes trapenses que hizo que estos jóvenes se sintieran tan edificados por haberse puesto en contacto con ella? ¿Cuál es el origen de la vida monástica? Y ¿encuentra apoyo esa vida en la Biblia, y particularmente en el ejemplo que nos dió a nosotros Cristo Jesús?

Los trapenses realmente son la “Orden de cistercienses de la observancia estricta,” orden que se fundó en el siglo once. Debido a sus reglas estrictas es el orgullo y gozo de muchos católicos y ha sido popularizada por un libro de gran venta escrito por uno de sus miembros. En los Estados Unidos hay seis monasterios trapenses, todos juntos albergando a unos 500 monjes, siendo los trapenses sólo una de más de 400 órdenes o congregaciones católicas romanas de “religiosos” esparcidas por todo el país.

El tema o principio fundamental de los trapenses es “observancia estricta” o austeridad. Tocante a los detalles citamos de Coronet de octubre de 1951. Ante todo existe el requisito del silencio. “El silencio es la mortaja que estos hombres usan, para concentrarse mejor en Dios.” “La regla del silencio es una penitencia que estos monjes se imponen como mortificación por sus pecados y por los pecados del mundo.” Salvo en caso de servicios religiosos, y comunicación necesaria con su superior o extraños debido a relaciones comerciales, no hablan. Entre ellos mismos sólo usan la dactilología.

La austeridad también se recalca en las horas de oración. Los días comienzan a las 2 de la mañana, con cuatro horas de oración, y, en total, siete horas al día se usan en devociones religiosas. El cristianismo para ellos es “una obediencia total al mandato de Cristo en el Getsemaní de ‘vigilar y orar.’” “Para ellos no hay servicio más grande para el género humano que la oración,” reconociendo ellos “la oración ferviente como el arma más eficaz para su salvación.” La austeridad también se muestra en