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¡Huya al reino de Dios!La Atalaya 1981 | 15 de mayo
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Más bien, se habrá logrado escapar por completo de éstos para poder disfrutar de libertad cabal y duradera. Una vez que los coherederos de Cristo hayan entrado en su recompensa celestial, entonces “la creación misma [la humanidad] también será libertada de la esclavitud a la corrupción y tendrá la gloriosa libertad de los hijos de Dios.” Cristo Jesús “tiene que gobernar como rey hasta que Dios haya puesto a todos los enemigos debajo de sus pies. Como el último enemigo, la muerte ha de ser reducida a la nada.” ¡Qué gozo espera a todos los escapados leales... los que huyen al reino de Dios! ¡Atribúyase a Jehová, el gran “Proveedor de escape,” toda la alabanza y las gracias!—Rom. 8:19-21; 1 Cor. 15:25, 26.
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“De tal palo, tal astilla”La Atalaya 1981 | 15 de mayo
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“De tal palo, tal astilla”
¡No en el caso de Asa!
¿Cómo era su padre, lector? O, en el caso de una lectora, ¿cómo era su madre?
Un dicho común en español es: “De tal palo, tal astilla.” El dicho alemán Der Apfel fällt nicht weit vom Stamm (La manzana cae siempre cerca del tronco) tiene el mismo sentido. Estos dichos tienen su origen en el hecho de que a menudo la prole tiene costumbres y actitudes que los progenitores han desplegado antes que él.
¿Sucede esto en el caso suyo? Algunas personas quizás hasta hayan dicho que usted actúa o piensa como su progenitor. ¿Se alegra usted por ello? ¿Desea usted ser como su padre o madre?
Usted probablemente pueda pensar en muchas cualidades admirables que tienen sus padres que usted mismo quisiera desplegar. Pero, ¿qué hay si uno sinceramente viera que el modo de vivir de su progenitor fuera contrario a algunos principios bíblicos? Por supuesto, uno no se rebelaría abiertamente en contra de tal padre o madre. Pero en vista de que la influencia de los padres puede ser muy grande, un hijo o hija en esa circunstancia tendría que hacer un esfuerzo sincero y persistente para desarrollar costumbres y actitudes que no siguieran el patrón de conducta de los padres. Sin embargo, valdría la pena hacer esto, especialmente si esto llevara a que la prole se acercara más a Dios, nuestro Padre celestial. Podemos ver esto en el interesante ejemplo bíblico de Asa.
EL DERROTERO QUE SIGUIÓ ASA
Asa llegó a ser rey de Judá en el siglo 10 a. de la E.C. Su padre Abiam había dado mal ejemplo; en vez de confiar celosamente en Jehová Dios, el padre de Asa toleró prácticas de idolatría en los “lugares altos” de adoración falsa. En esto, Abiam estuvo “andando en todos los pecados de su padre,” Roboam. (1 Rey. 14:22-24; 15:3) En vista de esto, ¿cree usted que Asa el hijo de Abiam podría apartarse de este patrón de infidelidad, o sería su caso uno de: “De tal palo, tal astilla”?
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