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  • Aprendiendo acerca de la amistad
    ¡Despertad! 1970 | 22 de septiembre
    • La amistad también entraña disciplina. Hay el peligro de llegar a ser lo que el apóstol Pedro llama “entremetido en asuntos ajenos,” y eso pronto puede echar a perder una amistad. De modo que es provechoso examinar uno su conversación.—1 Ped. 4:15.

      Además, estos son tiempos de mucha actividad, y no podemos esperar que otros estén visitándonos o agasajándonos constantemente. El Proverbio inspirado (Pro. 25:17) dice: “Haz cosa rara tu pie en la casa de tu semejante, para que no tenga lo suficiente de ti y ciertamente te odie.”

      Y cuando uno sea invitado por la noche, es prudente el no hacer que se desvele su anfitrión. Por lo general hay mucho que hacer después que se van los invitados, y si es tarde, esto puede imponer una penalidad al anfitrión. Algunas personas se van tan tarde que no se les invita tan a menudo como pudiera suceder. Y varias personas, que no pueden desvelarse, por su edad o por razones de salud o por tener que levantarse temprano, no son tan hospitalarias como les gustaría serlo porque con frecuencia los invitados simplemente no saben cuándo irse a casa.

      Qué clase de amigos cultivar

      Quizás el factor más vital para una amistad duradera sea la selección que hagamos en primer lugar. Muchas personas cometen el error de escoger amigos para su provecho. Escogen amigos por lo que tienen o pueden contribuir y no realmente por lo que son. Por lo general esas amistades no florecen.

      Otras personas son simplemente oportunistas sociales y buscadoras de posición social. Su amistad está manchada de un propósito egoísta. “Uno tiene que ejercer cuidado para asociarse con los que valen, pues de otra manera no llegará a ninguna parte,” dicen. Esto está lejos de lo que los cristianos practican. (Sant. 2:1) Las amistades que se basan en egoísmo son huecas, vacías, no remuneradoras.—Luc. 14:12-14.

      Cuando escoja amigos, sea selectivo teniendo presente lo piadoso. Aun Dios mismo es selectivo al escoger amigos. Dios llamó a Abrahán su amigo, debido a la fidelidad de Abrahán. (Sant. 2:23) Y el Salmo quince muestra que Dios dicta normas elevadas para los ‘que quieren ser huéspedes en su tienda’... no todos son bienvenidos. Jesucristo también estableció normas para los que quieren ser sus amigos. A sus seguidores, dijo: “Ustedes son mis amigos si hacen lo que les mando.”—Juan 15:14.

      ¿Qué hay de usted? ¿Es selectivo en el asunto de los amigos? ¿Tiene usted pautas confiables? Puesto que los amigos que cultivemos han de ejercer influencia en nosotros a cierto grado, sería bueno ser selectivos.

      Tocante a calidad, ciertamente no nos equivocaríamos si escogiéramos a aquellos a quienes Dios y Cristo llaman amigos. Podríamos esperar que sobresalieran en amor, gran paciencia, benignidad, bondad y gobierno de sí mismos. (Gál. 5:22, 23) ¡Los que poseen estas cualidades excelentes, piadosas, verdaderamente son excelentes amigos! Y nada allega más a los amigos que su amor mutuo a Dios. Como Rut, de quien se habla en la Biblia, le dijo a Noemí: “Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios.”—Rut 1:16, 17.

      El cristiano dedicado tiene que considerar este tema de la amistad teniendo presentes varios principios bíblicos que salvaguardan. Por ejemplo, hay uno que dice: “Las malas asociaciones echan a perder los hábitos útiles.” Y otro que dice: “Cualquiera, por lo tanto, que quiere ser amigo del mundo está constituyéndose enemigo de Dios.” (1 Cor. 15:33; Sant. 4:4) En consecuencia, vemos que la selección apropiada de amistades no solo influirá en nuestros hábitos diarios, sino que también tendrá un efecto directo en nuestra relación con Dios.

      Con la mira de salvaguardar uno la relación con Dios, es prudente prestar atención al consejo de su Palabra ‘apartándose’ de la asociación con personas de ciertas clases. ¿Quiénes son? El apóstol Pablo menciona “amadores del dinero”... aquellos cuyos pensamientos siempre están en las posesiones materiales. También alista a los que son “desobedientes a los padres,” a los que son ‘orgullosos’ y que ‘no tienen gobierno de sí mismos,’ y personas que son “amadores de placeres más bien que amadores de Dios.” (2 Tim. 3:2-5) De ninguna manera se deben establecer amistades con esas personas. El seguir este consejo bíblico puede ser una verdadera protección.

      Puesto que un amigo verdadero es un confidente digno de confianza, también debemos asegurarnos de que nuestro amigo no sea de la clase que chismearía acerca de nosotros, para causarnos daño. Sobre amigos de esa clase dice la Biblia: “El que encubre la transgresión está buscando amor, y el que sigue hablando de un asunto está separando a los que se han familiarizado entre sí. Un compañero verdadero ama en todo tiempo.” “Existen compañeros dispuestos a hacerse pedazos, pero existe un amigo que se adhiere más estrechamente que un hermano.”—Pro. 17:9, 17; 18:24.

      Es importante, también, que los amigos compartan los mismos intereses y metas. Si usted escoge para amigo a alguien cuyos intereses lo lleven a usted en otra dirección, puede perder su meta en la vida. Esto aplica especialmente al que quiere resultar fiel como siervo de Dios.

      Así, pues, por la Biblia, la Palabra de Dios, aprendemos lo que es la amistad verdadera, que lleva a amor cristiano, que promueve comunicación abierta, que trae consuelo en tiempos de dificultad y suministra oportunidades para hacer cosas para otros. La amistad enriquece nuestra vida y la condimenta con mayor felicidad. Por eso, sea amigable... sea un amigo.

  • “Oro negro” en el traspatio de Alaska
    ¡Despertad! 1970 | 22 de septiembre
    • “Oro negro” en el traspatio de Alaska

      Por el corresponsal de “¡Despertad!” en Alaska

      “¡ENCUENTRAN ORO EN EL KLONDIKE!” fue el anuncio dramático de 1896 que hizo que una multitud de canadienses y estadounidenses marcharan en tropel a Alaska y el Yukón. Multitudes se infectaron de la esperanza de ‘hacerse ricos’ en los campos del oro. En años recientes un anuncio similar ha iniciado de nuevo una emigración a Alaska. Esta vez el objetivo es “oro negro”... petróleo, que se descubrió en la frígida North Slope de Alaska.

      Los rusos notaron la presencia de petróleo aquí, pues en sus registros se menciona tan antiguamente como en la década de 1860. Los norteamericanos se enteraron de la existencia del líquido negro aquí alrededor de 1880, después de comprarle la tierra a Rusia. Las primeras denuncias de petróleo se hicieron en 1897. Quizás los esquimales merezcan el crédito por los primeros “descubrimientos” de petróleo en la región ártica, puesto que “minaban” para conseguir trozos de filtraciones de petróleo y los quemaban para deshelar la madera que les llegaba transportada por las aguas.

      Se tuvo algún interés serio en este petróleo a la vuelta del siglo, pero lo que empezó como un auge terminó abruptamente

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