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  • Una guerra entre dioses
    La Atalaya 1965 | 15 de agosto
    • medio de Babilonia, su ciudad. Él salvó a Babilonia de carencia. . . .c

      4. ¿Qué situación existente entre Nabonido y el sacerdocio babilónico pudo haber hecho que Ciro atribuyera su victoria a los dioses babilónicos?

      4 Ciro pudo haber llegado a esta conclusión, en parte porque Nabonido, el primer gobernante de Babilonia, que era un religioso entusiástico, trató de centralizar la religión del reino en Babilonia. Reunió en Babilonia las imágenes y las capillas de las diversas divinidades, mientras que a través de la historia de Babilonia cada ciudad tenía su propia deidad titular. Al hacer esto pudo haber alejado al sacerdocio babilónico. Por esta razón a Ciro se le pudo haber hecho pensar que el dios Merodac (Marduk) le ayudó a tomar Babilonia.d

      JEHOVÁ EL VERDADERO VENCEDOR DE BABILONIA

      5. ¿Qué podía causar un cambio de parecer en Ciro en cuanto a la fuente de su victoria?

      5 Sin embargo, cuando Ciro entró en la ciudad y Daniel pudo mostrarle la profecía de Isaías escrita casi doscientos años de antemano, ¿qué pudo decir Ciro? ¿A quién podía reconocer correctamente como suministrador de la victoria?

      6. ¿Qué hechos apoyan la verdad de que fue Jehová, y no Bel (o, Marduk), quien causó la caída de Babilonia ante Ciro?

      6 Además, los siguientes hechos muestran que la victoria de Ciro fue de parte de Jehová Dios: Babilonia y Jerusalén habían sido enemigas milenarias desde el tiempo de Abrahán y el rey Melquisedec de Salem, que más tarde llegó a ser Jerusalén. Y enemistad había existido entre Jehová Dios y Babilonia desde el tiempo de la Torre de Babel, poco después del diluvio del día de Noé. Los babilonios se regocijaron en gran manera por razón de su captura de Jerusalén en 607 a. de la E.C. y consideraron a su dios Marduk como el gran vencedor. Odiaban al pueblo de Jehová y ciertamente no querían dejarlo libre. Por eso, no podía haber sido la acción de ninguno de los dioses falsos de Babilonia, sino, como Jehová mismo lo expresó, fue su propia acción al libertar a su pueblo de Babilonia y al hacer que regresara a Jerusalén para que reedificara el templo, para Su gloria. Esto produjo gloria a su nombre y derrota a los dioses falsos de Babilonia. Y si Bel (o, Marduk) era, como dijo el Cyrus Cylinder, “el protector de su pueblo,” falló ignominiosamente en cumplir este papel, porque muchos babilonios fueron muertos, y todos los súbditos de Bel en Babilonia vinieron a estar bajo sujeción al gobernante extranjero, Ciro de Persia. Además, Babilonia nunca se restableció después a la posición de dominación mundial.

      DIOSES DE BABILONIA DESHONRADOS

      7. ¿Cómo describió la deshonra de los dioses babilonios en Isaías 46:1, 2?

      7 Nebo, cuyo nombre significa “Orador, Anunciador, Profeta,” fue otro dios importante de Babilonia, en otro tiempo más importante que Marduk. Era el dios de la vegetación y vino a estar identificado con el planeta celestial Mercurio. Por medio de Isaías, Dios pronosticó proféticamente la deshonra que vendría sobre estos dioses de Babilonia: “Bel se ha doblegado, Nebo está humillándose; sus ídolos han venido a ser para las bestias salvajes y para los animales domésticos, sus cargas, piezas de equipaje, una carga para los animales cansados. Tienen que humillarse; cada uno tiene que doblegarse por igual; simplemente no pueden suministrar escape para la carga, sino que en cautiverio tiene que ir su propia alma.”—Isa. 46:1, 2.

      8. (a) ¿Cómo entrarían en cautiverio Bel y Nebo? (b) ¿Cómo se encorvarían, y cómo serían sus ídolos una carga?

      8 Por lo tanto, cuando Babilonia fue derrotada, Nebo y Bel mismos, “su propia alma,” tuvieron que entrar en cautiverio y sus adoradores vinieron a ser súbditos de Ciro. Realmente no eran dioses en lo absoluto, y qué desilusión y bochorno fueron para los adoradores de Bel y Nebo cuando aun éstos, los más grandes dioses de los babilonios, tuvieron que humillarse en derrota vergonzosa ante el Dios verdadero, Jehová. Los ídolos que los babilonios adoraban como dioses no podían llevarse ellos mismos, mucho menos a sus adoradores, para escapar de los ejércitos de Ciro. Estas imágenes sin vida quedaron expuestas a que las bestias salvajes, el león y el dragón (el sirrush), se las llevaran al campo, si pudieran hacerlo. O eran cargadas sobre animales domésticos y su carga onerosa causaba que estos animales se doblaran como bestias que llevaban simple equipaje. No era el acostumbrado desfile anual para estos dioses falsos por la calle de la Procesión de Babilonia hasta el templo de Ishtar, para ser admirados y alabados por sus adoradores, sino una huida humilladora para ponerse a salvo. ¡Bestias llevando a los dioses babilónicos en un intento de escaparse! ¡Qué deshonra!

      NINGÚN DIOS SE COMPARA A JEHOVÁ

      9. Por lo tanto, ¿cómo es Jehová mucho más superior que estos dioses falsos?

      9 Jehová no permite que se haga ninguna imagen de él, porque él es el Dios vivo. (Éxo. 20:4, 5) Él es el que lleva a su pueblo en sus brazos poderosos, y no en ninguna huida apresurada o llena de pánico. Él predice que los libraría, no solo de Babilonia, sino de sus dioses buenos para nada Nebo y Bel. Jehová dice a su pueblo:

      10. En contraste con aquellos dioses, ¿qué haría Jehová a favor de su pueblo?

      10 “Escúchame, oh casa de Jacob, y todos ustedes los que quedan de la casa de Israel, ustedes los que son transportados por mí desde el vientre, los que son llevados desde la matriz. Aun hasta la vejez de uno soy El Mismo; y hasta la cabeza cana de uno, yo mismo seguiré sosteniendo. Yo mismo ciertamente obraré, para que yo mismo pueda llevar y para que yo mismo pueda sostener y suministrar escape.”—Isa. 46:3,4.

      11. ¿Por qué no tenía que preocuparse la nación de Israel a pesar de estar entrando en años?

      11 Jehová es diferente de los dioses-ídolos. Él no solo puede sostenerse, porque él es eterno y sin principio ni fin, en consecuencia nunca se envejece ni se cansa; también es inagotable en energía, capaz de defender a su pueblo, de derrotar al enemigo, incluyendo a los dioses del enemigo, y llevar a su pueblo y sostenerlo. Aunque Israel tendría más de mil años de edad desde la muerte del patriarca Jacob en 1711 a. de la E.C., Jehová es eterno, siempre en el apogeo de su fuerza y habilidad para bendecirlo—seguridad para él de ser libertado de Babilonia.—Sal. 90:1, 2; Sant. 1:17.

      12. ¿Qué modo de razonar muy sencillo sigue Jehová al responder a la pregunta: “A quién me asemejarán ustedes”?

      12 Jehová sigue un modo de razonar muy sencillo con su pueblo cuando dice: “¿A quién me asemejarán ustedes o me harán igual o me compararán para que nos parezcamos uno al otro? Hay los que están disipando el oro de la bolsa, y con el brazo de la balanza pesan la plata. Asalarian a un metalario, y él lo convierte en un dios. Se postran, sí, se inclinan. Lo llevan sobre el hombro, lo llevan y lo depositan en su lugar para que permanezca inmóvil. Desde su lugar donde está de pie no se va. Una persona hasta clama a él, pero no contesta; de la angustia de una persona no la salva.”—Isa. 46:5-7.

      13. ¿Qué deberían recordar los israelitas cuando estuvieran en cautiverio?

      13 Por eso, cuando los israelitas más tarde entrarían en cautiverio a Babilonia no debían temer a los dioses que eran impotentes, sino que debían acudir a Jehová, con quien ningún otro dios puede compararse. Deberían recordar que él predijo por nombre al mismísimo caudillo militar que los libertaría de Babilonia. Esto les daría ánimo para aguantar, esperando ser libertados por él.

      NINGÚN OTRO DIOS PUEDE CAMBIAR EL PROPÓSITO DE JEHOVÁ

      14. Para estímulo de ellos, ¿qué dijo Jehová en Isaías 46:8-11?

      14 Jehová Dios prosiguió para decirles: “Acuérdense de esto, para que cobren ánimo. Pónganlo en el corazón, transgresores. Acuérdense de las primeras cosas de hace muchísimo tiempo, que yo soy el Divino [El] y no hay otro Dios [Elohím], ni nadie semejante a mí; Aquel que relata desde el principio el final, y desde hace mucho tiempo las cosas que no se han hecho; Aquel que dice: ‘Mi propio consejo subsistirá, y todo lo que es mi deleite haré’; Aquel que llama desde la salida del sol a un ave de rapiña, de un país distante al hombre que ha de ejecutar mi consejo. Hasta lo he hablado; también lo introduciré. Lo he formado, también lo haré.”—Isa. 46:8-11.

      15. (a) ¿Desde cuándo y tocante a qué ha predicho Jehová el fin, y qué prueba tuvieron los israelitas de esto? (b) ¿De quiénes recibió Jehová consejo y por qué?

      15 Cuando estuvieran en cautiverio, los israelitas deberían acordarse de lo que Jehová hizo por ellos y por sus antepasados en el lejano pasado. Él existió antes que todos los otros dioses y sabía desde el principio lo que sería el fin de su programa. Ningún demonio ni otro dios falso podría estorbar el resultado decretado de ello. Tan remotamente como su primera expresión de profecía registrada, en Génesis 3:15, y desde entonces, habló de cosas que todavía no habían sucedido. Los israelitas habían experimentado el cumplimiento de muchas de las cosas que les había dicho con anticipación. Jehová no necesitaba ayuda para determinar o ejecutar su programa ni sabiduría de nadie. No estaba llevando a cabo el consejo de algún otro dios como consejero, ni obrando bajo la influencia de alguien, sino su propio consejo, sus propios propósitos, y éstos han subsistido y han sucedido, como declaró que lo harían.

      16. (a) ¿Cómo se probó en el caso de Ciro que Jehová hace lo que a él le deleita? (b) ¿Qué era la insignia de Ciro?

      16 Tenemos un registro de aquello en que Jehová se deleita, en su Palabra escrita, y él ha hecho estas cosas en las que se deleita, prescindiendo de que esto le agrade o no a algún otro. Él llamó a Ciro, y lo que hizo Ciro no fue el llevar a cabo su propio consejo, sino el de Jehová. Ciro no era Judío. Era procedente del nacimiento del Sol, del oriente, de una tierra muy lejana de la tierra de Judá. Era de Persia, que yacía al oriente de Babilonia y del río Tigris, aun al oriente de Elam y el golfo Pérsico. Se menciona como ave de rapiña, y es interesante que la insignia de Ciro era un águila dorada, un ave de rapiña. Jehová pidió a Ciro que se abalanzara velozmente sobre Babilonia, como aquella ave de rapiña, el águila.e

      17. ¿Cómo prueba la historia con respecto a Ciro que Jehová es el único Dios verdadero?

      17 Así como Jehová lo había dicho, formó el consejo y reguló las circunstancias en los asuntos humanos para llevar a cabo su consejo por medio de Ciro, la simbólica “ave de rapiña,”f y los registros históricos, sagrados y seglares, lo prueban. Esto lo ensalza a Él como El Vencedor de los dioses de Babilonia y El Responsable de dar a Ciro la fuerza para derrocar esa ciudad poderosa.

      18. ¿Qué amonestación les dio Jehová a los babilonios antes que destruyeran a Jerusalén?

      18 Ahora Jehová se dirige de manera profética a los babilonios. Sabía que iban a destruir a Sion o Jerusalén por odio a Jehová y su pueblo: “Escúchenme, ustedes los poderosos de corazón, ustedes los que están alejados de la justicia. He acercado mi justicia. No está lejos, y mi propia salvación no se tardará. Y daré salvación en Sion, a Israel mi belleza.”—Isa. 46:12,13.

      19. (a) ¿Qué se había propuesto Jehová mucho antes de que Babilonia llegase a ser la Tercera Potencia Mundial, y en qué respectos no estaría lejos o no se tardaría esta salvación? (b) ¿Cómo acercaría Jehová su justicia mediante este acto de parte suya?

      19 Fue Jehová quien había determinado que su pueblo Israel entraría en cautiverio a Babilonia a causa de su injusticia y rebelión, pero también fue su propio consejo que con el tiempo fueran salvados del poder de Babilonia. Considerada desde el punto de vista de Jehová de existencia eterna, y puesto que mil años es como un día para con él, la salvación de Babilonia no estaba lejos. (2 Ped. 3:8) Vendría exactamente al tiempo de Dios. No sería irrazonable en su castigo de su pueblo y no permitiría que Sion yaciera desolada por demasiado tiempo. En un lapso de tiempo no muy largo daría su belleza a Israel, la belleza de ser salvado por Jehová de los babilonios. Dios acercaría su justicia, porque pronto se vindicaría. Sería un acto de justicia de su parte, porque toda la difamación acarreada sobre su nombre por la esclavitud de los israelitas en Babilonia sería eliminada por la derrota de Jehová a todos los dioses de Babilonia.

      20. ¿Qué restricción debió haber ejercido en los babilonios la profecía de Isaías?

      20 Los babilonios, que eran “poderosos de corazón,” que se jactaban en sus dioses Bel y Nebo, deberían haber prestado atención a este aviso y advertencia, para que no hubieran obrado demasiado arrogante y cruelmente para con el pueblo de Dios, Israel, mientras lo retuvieron en cautiverio.

      21. ¿En qué año trajo Jehová la simbólica “ave de rapiña” contra Babilonia, y qué preguntas en cuanto a tiempo se tenían que contestar?

      21 En 539 a. de la E.C., solo dos años antes de que se completaran los setenta años de desolación profetizados, Dios envió su ave de rapiña de vuelo veloz, Ciro el persa, para volar contra Babilonia para ejecutar su consejo divino sobre ella. (Jer. 25:11) Pero Babilonia era una poderosa ciudad murada, considerada inexpugnable. ¿Podrían los dioses de Babilonia detrás de sus defensas poderosas aguantar por años y así impedir que Jehová ejecutara su consejo en su tiempo predicho? ¿Serían suficiente tiempo los dos años para que Ciro efectuara la caída de Babilonia y, además de eso, pudiera encargarse del asunto de libertar a los judíos?

      22. ¿Cuál sería el verdadero punto en cuestión en la guerra contra Babilonia, y qué presagiarían sus resultados?

      22 La palabra y nombre de Jehová se hallaban envueltos en el asunto. Sería una guerra, no solo entre Jehová y Babilonia, solo por causa de su pueblo Israel. Era una guerra entre dioses. Jehová mostraría su supremacía sobre estos dioses-ídolos, que no eran dioses, y los bajaría hasta el polvo en deshonra y derrota. Sería una derrota aplastante para Satanás y sus inicuos demonios, un goce anticipado de la derrota y destrucción de estos opositores de Dios y de la vindicación completa de Jehová contra todos los dioses de todas las naciones. Por lo tanto, la caída de Babilonia tenía que suceder al tiempo señalado de Dios. En el siguiente número de esta revista seguiremos algunos de los sucesos de la noche fatal de la caída de Babilonia.

  • “De ningún modo te dejaré”
    La Atalaya 1965 | 15 de agosto
    • “De ningún modo te dejaré”

      ● En Brasil, como en otros países del mundo, la Sociedad Watch Tower ha mantenido una escuela especial llamada la Escuela del Ministerio del Reino para entrenar a superintendentes de congregación. Aunque es gratis, frecuentemente ha envuelto grandes dificultades para los superintendentes, porque ellos todavía tienen que mantener sus familias mientras se alejan por un mes para tomar el curso.

      Uno de tales superintendentes de Salvador, Bahía, Brasil, quien tiene una esposa y cuatro hijos, pensó que en este respecto su situación era tan difícil que no podría tomar el curso. Dos semanas antes de que empezara su grupo el curso, él todavía no tenía solución. De modo que oró a Jehová Dios, y la respuesta exacta se puede resumir en las palabras de Hebreos 13:5, donde Jehová promete: “De ningún modo te dejaré y de ningún modo te desampararé.” Varios hermanos, sabiendo acerca de las dificultades financieras del superintendente, cuidaron su familia en lo material, mientras él, aunque pobre en las riquezas de este mundo, se hacía más rico en conocimiento de Dios y recibía entrenamiento para que pudiese dar cada vez más ayuda a los hermanos de su congregación.

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