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Bacterias... ¿nos ayudan o nos perjudican?¡Despertad! 1978 | 8 de septiembre
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veinte ceros! Aunque una bacteria pesa solo aproximadamente la mitad de una mil millonésima de miligramo, el resultado sería una masa de bacterias que pesaría 2.300 toneladas. ¡Asombroso! Las temperaturas más bajas impiden casi todo el crecimiento bacterial.
¡Con razón los alimentos que se consiguen en las tiendas que los venden ya preparados, los productos lácteos y las salsas se prestan rápidamente al crecimiento de las bacterias y pueden hacerse inadecuados para comer si no se almacenan en un lugar frío! Puesto que son ricos en sustancias nutritivas, son excelentes medios de cultivo para el crecimiento de bacterias. Una sola bacteria basta para contaminar el entero artículo alimenticio. ¡Qué enérgica y exacta fue la ilustración del apóstol Pablo: “Un poco de levadura hace fermentar toda la masa”!—Gál. 5:9.
Cuando no hay alimento, cuando la temperatura es desfavorable y cuando no se remueven los desechos o los productos secundarios del crecimiento bacterial, la división va haciéndose más despacio y por fin se detiene. Mueren las bacterias más débiles, mientras que las otras esperan condiciones mejores. Algunas, bien equipadas para la supervivencia, forman “esporas,” que ofrecen gran resistencia al calor, la sequedad, la luz del sol y a los desinfectantes. Las esporas pueden sobrevivir por años, y algunas (por ejemplo, la espora del botulismo) pueden soportar agua hirviente por ocho horas. Luego que se restauren las condiciones favorables a la vida, la espora germina y se desarrolla hasta ser una bacteria parecida a la que existía antes de la espora, y se reanuda la reproducción.
Vulnerabilidad
Ya que hemos considerado cómo las bacterias viven y se multiplican, veamos lo que las hace morir.
Hay muchos agentes físicos o químicos a los que son sensibles los microorganismos. Se dice que estos agentes tienen una “acción bacteriostática” cuando detienen el desarrollo de las bacterias, y una “acción bactericida” cuando las destruyen.
No hay duda de que el Sol, con sus rayos ultravioletas, sea el agente bactericida más antiguo y uno de los más eficaces. Los rayos ultravioletas causan mutaciones en las bacterias, es decir, cambios en su composición genética, que en la mayoría de los casos resultan mortíferas.
Por lo general, las bacterias no pueden desarrollarse en soluciones muy concentradas de sustancias como el azúcar o la sal. En tales condiciones, el agua que los microorganismos contienen se libera a través de la pared celular en un esfuerzo por diluir el medio externo (osmosis). El resultado es que las bacterias se deshidratan y dejan de crecer, o mueren. Esto es lo que sucede cuando se cura con sal la carne o el pescado. Semejantemente, la presencia de grandes cantidades de azúcar en las jaleas o mermeladas de fruta ayuda a conservarlas.
El calor es el enemigo mortal de las bacterias. Una temperatura de 50 a 60 grados centígrados (122 a 140 grados Fahrenheit) por media hora es suficiente para neutralizar casi todas las bacterias, pero se exigen medidas más rigurosas para las que pueden formar esporas. Se requiere 20 minutos en un esterilizador de vapor para matar estos gérmenes. Por eso se emplea este método para esterilizar la bata del cirujano y la cubierta sobre el paciente.
También hay muchas sustancias químicas a las que las bacterias son sensibles. Hay varios modos en que este conocimiento puede usarse con buen provecho, por ejemplo, en la conservación de alimentos. Sin duda los preservativos químicos más antiguos y más conocidos son el alcohol y el vinagre. Más recientemente, la industria química ha creado una gran variedad de productos que actúan sobre las bacterias o los hongos e impiden su crecimiento. Algunos de estos agentes químicos parecen inocuos, pero desafortunadamente se desconocen los efectos secundarios que podrán tener durante un período largo.
Los antisépticos, también son productos químicos que les son dañinos a las bacterias. Son útiles para desinfectar la piel, la ropa o las habitaciones. Las amas de casa a sabiendas o sin saberlo guerrean contra las bacterias cuando usan los desinfectantes de la cocina, productos químicos blanqueadores, yodo, ácido carbólico y peróxido de hidrógeno o agua oxigenada.
Finalmente, entre los enemigos de las bacterias hay que mencionar los antibióticos, que, al usarse del modo debido, son sumamente útiles en combatir ciertas enfermedades infecciosas.
Más bien que daño
Este estudio breve de la vida y muerte de las bacterias revela que, a pesar de que a veces estos microorganismos pueden ser nuestros enemigos mortíferos, con más frecuencia son nuestros aliados preciados. Sencillamente es asunto de mantenerlos bajo control. Sí, las bacterias representan un mundo de por sí casi invisible pero muy importante. Contribuyen a ciclos naturales que son indispensables. En verdad, la vida y muerte de las bacterias son de tremenda importancia al equilibrio de la vida vegetal y animal en la Tierra. Por lo tanto, estas formas de vida infinitésimas testifican a la sabiduría del Creador de todas las cosas, grandes y pequeñas.
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El lago salado y el santuario de Larnaca¡Despertad! 1978 | 8 de septiembre
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El lago salado y el santuario de Larnaca
Por el corresponsal de “¡Despertad!” en Chipre
EN Larnaca, Chipre, un pueblo costanero con una población de entre 38.000 y 40.000, hay un lago muy interesante que le sirve a Chipre como su fuente principal de sal. El lago cubre poco menos de 1,5 kilómetros cuadrados y presenta una vista hermosa. Al anochecer, sus aguas tranquilas reflejan colinas peladas y follaje exuberante.
Se forma el lago salado después de las lluvias invernales. Durante el verano, especialmente en julio y agosto, se seca el lago y deja en su lecho depósitos de sal. Los obreros del gobierno local amontonan la sal en pilas pequeñas y luego la cargan sobre burros para transportarla a almacenes especiales. Lo primero que los obreros hacen es envolver las piernas y patas de los animales con pedazos de trapos viejos para que la sal no les cause daño. El trabajo de transportar la sal dura aproximadamente un mes y medio. Por fin la
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