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¿Es lento Dios?La Atalaya 1973 | 1 de septiembre
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promesa de Dios de librar a la humanidad por medio de su reino, pero la han pasado por alto a favor del gobierno por los hombres. Algunos van hasta el grado de oponerse a la proclamación de la promesa de Dios. La Biblia describe el modo de pensar de éstos: “Por cuanto la sentencia contra una obra mala no se ha ejecutado velozmente, es por eso que el corazón de los hijos de los hombres ha quedado plenamente resuelto en ellos a hacer lo malo.”—Ecl. 8:11.
NO LENTITUD, SINO PACIENCIA
Sin embargo, Dios no es lento. El apóstol Pedro escribió: “No es lento Jehová respecto a su promesa, según lo que algunos consideran lentitud, sino que es paciente para con ustedes porque no desea que ninguno sea destruido, sino desea que todos alcancen el arrepentimiento.” (2 Ped. 3:9) Él ha fijado su liberación de la humanidad para esta generación. (Luc. 21:32) Dios, con todo el poder en el cielo y en la Tierra, no tiene necesidad de hacer promesas que no pueda cumplir. Uno de los apóstoles de Jesucristo dijo: ‘Dios no puede mentir.’ Y el profeta Isaías escribió: “Confíen en Jehová para siempre, porque en Jah Jehová está la Roca de tiempos indefinidos.”—Tito 1:2; Isa. 26:4.
Si nos damos cuenta de que el gobierno por los hombres no es la solución de los problemas de la humanidad, y en cambio acudimos a Dios, comprenderemos al investigar su Palabra de verdad que su aparente ‘demora’ no es lentitud. El apóstol continúa y dice: “Además, consideren la paciencia de nuestro Señor como salvación.” (2 Ped. 3:15) Y, hoy, muchos están emprendiendo el camino de la salvación. Se están aprovechando del tiempo para aprender lo que Dios ha arreglado para la humanidad, abandonando el confiar en este sistema de cosas en decadencia. Comprenden que no es sin propósito que la Palabra de Dios advierte: ‘Cómprense todo el tiempo oportuno que queda, porque los días son inicuos.’ (Efe. 5:16) Saben que cuando se acabe la paciencia de Dios, la destrucción de este sistema de cosas no avanzará lentamente. Comenzará como si una trampa de acero se hubiese cerrado de golpe.
Por lo tanto, en vez de culpar a Dios de ser lento, ¿no es mucho mejor examinarnos nosotros mismos, para ver si vivimos de una manera digna de un nuevo orden? ¿No es mejor aceptar el consejo de Jesucristo? Después de dar a sus oyentes una visión anticipada del fin de la Jerusalén infiel y, más tarde, el fin de este presente sistema de cosas, dijo: “Mas presten atención a ustedes mismos para que sus corazones nunca lleguen a estar cargados debido a comer con exceso y beber con exceso y por las inquietudes de la vida, y de repente esté aquel día sobre ustedes instantáneamente como un lazo. Porque vendrá sobre todos los que moran sobre la haz de toda la tierra. Manténganse despiertos, pues, en todo tiempo haciendo ruego para que logren escapar de todas estas cosas que están destinadas a suceder, y estar en pie delante del Hijo del hombre.”—Luc. 21:34-36.
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El desierto transformado en un paraísoLa Atalaya 1973 | 1 de septiembre
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El desierto transformado en un paraíso
HOY ninguna parte de la Tierra es un paraíso, libre de toda contaminación y peligro. El aire y el agua están siendo contaminados con alarmante rapidez. Inmensas zonas de tierra están quedando transformadas en cosas que ofenden la vista. La competencia feroz, la rivalidad y el odio amenazan la felicidad y el bienestar del hombre. Accidentes, enfermedad y muerte contribuyen su parte al sufrimiento y tristeza que por largo tiempo han sido la porción de la familia humana.
¿Será diferente alguna vez? Sí, la Santa Biblia nos da la seguridad agradablemente conmovedora de que esta Tierra llegará a ser un paraíso libre de toda enfermedad, pesar, dolor y muerte. (Luc. 23:43; Rev. 21:3-5) El que ha prometido el paraíso, Jehová Dios, tiene tanto el poder como la sabiduría para hacerlo una realidad. En su bondad amorosa también ha provisto un registro de sus tratos pasados en cumplimiento de sus promesas. Este registro en la Biblia nos suministra una garantía positiva de que nada impedirá el que se realice el propósito de Jehová.
El producir un paraíso no es nada nuevo para Jehová Dios. Colocó a los primeros humanos, Adán y Eva, en un paraíso en una sección de la Tierra conocida como “Edén.” Siglos más tarde se encargó de que la tierra de Judá, que se
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Vale la pena el esfuerzoLa Atalaya 1973 | 1 de septiembre
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Vale la pena el esfuerzo
◆ Cuán común es que los individuos busquen ventas especiales, que compren artículos a un precio especialmente rebajado. Sin embargo, se ha observado que casi todo se puede comprar a un precio rebajado salvo la satisfacción duradera. Así es que el libro bíblico de Proverbios hace notar lo siguiente: “Si sigues buscando esto como a la plata, y como a tesoros escondidos sigues en busca de ello, en tal caso entenderás el temor de Jehová, y hallarás el mismísimo conocimiento de Dios.” (Pro. 2:4, 5) De modo que esté bien dispuesto a ‘pagar el precio’ de tiempo y esfuerzo al estudiar la Palabra de Dios. Ciertamente vale la pena.
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“Feliz es el que lee en voz alta”La Atalaya 1973 | 1 de septiembre
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“Feliz es el que lee en voz alta”
”Feliz es el que lee en voz alta y los que oyen las palabras de esta profecía, y que observan las cosas escritas en ella; porque el tiempo señalado está cerca.”—Rev. 1:3.
1. ¿Por qué es un don verdaderamente maravilloso la habilidad para leer y escribir que Jehová le ha dado al hombre?
¡QUE maravilloso don ha dado al hombre el Creador, Jehová Dios, al concederle la habilidad para leer y escribir a fin de entender y comprender el significado de los asuntos importantes! Al leer esta información, medite en qué bendición es el poder entender lo que significan las palabras en esta y en las subsiguientes páginas. Y para grabar en su mente lo maravilloso que es este don, trate de leer esta misma clase de información en otro idioma, un idioma que usted no entienda ni hable. ¿No sería algo sin sentido? ¡Sí, realmente, qué maravilloso es poder leer, entender y observar la aplicación de las cosas que fueron escritas para disfrute de la humanidad, especialmente cuando tienen que ver con conocer y servir al Creador mismo, Jehová Dios!
2. ¿Cómo podemos usar muy provechosamente la habilidad para leer, y, a este respecto, qué mandamiento de Jehová se encuentra en Deuteronomio 31:9-12?
2 Con su habilidad para leer, ¿lee usted alguna vez en voz alta para provecho de usted mismo y de otros? ¿Sabía usted que un mandato antiguo de Dios dado en su Palabra de Verdad, la Biblia, es el que su pueblo leyera en voz alta? En su Biblia en Deuteronomio 31:9-12 usted hallará registradas estas palabras: “Entonces Moisés escribió esta ley y se la dio a los sacerdotes los hijos de Leví, los transportadores del arca del pacto de Jehová, y a todos los hombres de más edad de Israel. Y Moisés pasó a mandarles, diciendo: ‘Al cabo de cada siete años, en el tiempo señalado del año de la liberación, en la fiesta de las cabañas, cuando todo Israel venga para ver el rostro de Jehová tu Dios en el lugar que él escoja, leerás esta ley enfrente de todo Israel a oídos de él. Congrega al pueblo, los hombres y las mujeres y los pequeñuelos y tu residente forastero que está dentro de tus puertas, a fin de que escuchen y a fin de que aprendan, puesto que tienen que temer a Jehová el Dios de ustedes y cuidar de poner por obra todas las palabras de esta ley.’”
3. (a) ¿Por qué era especialmente necesaria la lectura pública en tiempos antiguos? (b) ¿Cómo habrían de obtener los reyes de Israel una copia de la ley, y por qué habían de leerla con regularidad?
3 Sin duda esta lectura pública que hacían los levitas y los hombres de mayor edad era provechosa para todos los oyentes. No era como si cada uno de los reunidos fácilmente pudiera obtener la información por sí mismo a cualquier hora que deseara, pues las copias de la Palabra de Dios estaban limitadas. Por lo tanto la lectura pública era una necesidad para grabar cosas importantes en la mente de la gente. De hecho, Moisés mismo, bajo inspiración de Dios, había dicho al pueblo que en días futuros cuando pidieran un rey sobre ellos el rey sería responsable de hacer una copia de la ley, que estaba a cargo de los sacerdotes, los levitas. Al rey no solo se le requeriría hacer una copia, sino leer en ella todos los días de su vida, a fin de temer a Jehová y llevar a cabo todas las palabras de la ley. El dar esta atención a la Palabra de Dios ayudaría al rey a mantener una correcta actitud de corazón para con sus hermanos. Le ayudaría a evitar el ensalzarse por encima de sus hermanos. Le suministraría discernimiento para andar en el camino de Jehová, no apartándose del mandamiento ni a la derecha ni a la izquierda. Y, como resultado, personalmente se beneficiaría porque tendría el favor de Jehová y así alargaría sus días sobre el trono del reino.—Deu. 17:18-20.
ÉXITO QUE DEPENDÍA DE LA LECTURA
4. ¿Qué consejo recibió Josué en cuanto al “libro de la ley”?
4 Después de la muerte de Moisés, a su sucesor Josué se le mandó igualmente que prestara atención al consejo de Dios en forma escrita. Dice el registro bíblico: “Este libro de la ley no debe apartarse de tu boca, y día y noche tienes que leer en él en tono bajo, a fin de que cuides de hacer conforme a todo lo que está escrito en él; porque entonces tendrás éxito en tu camino y entonces actuarás sabiamente.”—Jos. 1:8.
5. ¿Cómo mostró Josué que comprendía la necesidad de leer y aplicar las palabras que se hallan en el “libro de la ley”?
5 No hay duda de que Josué vio la sabiduría de adherirse a la ley de Dios en forma escrita. En cuanto a las acciones de Josué poco después de entrar la nación de Israel en la tierra que Dios les había prometido, los escritos sagrados contienen esta información: “Entonces [Josué] escribió allí sobre las piedras una copia de la ley de Moisés que él había escrito delante de los hijos de Israel. Y todo Israel y sus hombres de más edad y los oficiales y sus jueces estaban de pie de este lado y de aquel lado del Arca enfrente de los sacerdotes. . . . Y después de esto leyó en voz alta todas las palabras de la ley, la bendición y la invocación de mal, conforme a todo lo que está escrito en el libro de la ley. Resultó que no hubo ni una sola palabra de todo lo que Moisés había mandado que Josué no leyese en voz alta enfrente de toda la congregación de Israel, junto con las mujeres y los pequeñuelos y los residentes forasteros que andaban en medio de ellos.”—Jos. 8:32-35.
6. (a) ¿Cómo fue el libro de la ley de Dios una salvaguarda para Israel? (b) Con el tiempo, ¿qué error cometió el pueblo, pero qué acción emprendió Josafat para remediar la situación?
6 De veras que los dichos de Dios sirvieron de excelente protección a los israelitas tanto durante su jornada de cuarenta años en el desierto como durante el tiempo de la conquista de la tierra de promesa y su establecimiento en ella. (Ecl. 7:12) La lectura de los mandamientos e instrucciones de Jehová mantuvo prominentemente delante de ellos los requisitos de Jehová. Sin embargo, con el tiempo dejaron de guardar este requisito importante, el hacer la voluntad de Dios por medio de leer sus mandamientos y adherirse a ellos. Para el tiempo del rey Josafat muchos del país se habían apartado de la adoración pura, dejando el servicio de Jehová por la adoración de dioses paganos y el servicio de los Baales. Pero, en cuanto a Josafat, él amaba a Jehová y andaba en sus mandamientos, y Jehová estableció firmemente el reino de Judá en su mano. (2 Cró. 17:4, 5) Uno de los logros más importantes del reinado de Josafat tuvo lugar en su tercer año. El cronista Esdras lo registra con estas palabras: “Y al año tercero de reinar [Josafat] envió por sus príncipes . . . para que enseñasen en las ciudades de Judá, y con ellos los levitas, . . . [y] los sacerdotes. Y empezaron a enseñar en Judá, y con ellos estaba el libro de la ley de Jehová; y siguieron yendo alrededor por todas las ciudades de Judá y enseñando entre la gente.” (2 Cró. 17:7-9) Esto resultó ser una bendición para ellos.
7. ¿Qué problema continuó desarrollándose entre el pueblo de Dios, y cuál fue la reacción de Josías cuando oyó las palabras del “libro de la ley”?
7 Sin embargo, realmente parece que el pueblo de Dios fácilmente olvidaba este requisito de Dios, de leer su palabra y llevar a cabo sus mandamientos. Entre el tiempo de Josafat (936-911 a. de la E.C.) y Josías (659-629 a. de la E.C.) vez tras vez el rey y el pueblo dejaron de guardar las disposiciones reglamentarias y los mandatos de Jehová. Tan poca importancia se le daba al obedecer las instrucciones de Jehová que para el tiempo de Josías, que comenzó a gobernar siendo solo un muchachito, el pueblo había olvidado, a gran grado, muchos de los mandatos de Jehová. De hecho, fue durante el decimoctavo año de Josías, cuando mandó que fuera reparado el templo de Jehová de su condición caída y desatendida, que el sumo sacerdote en el templo encontró el “mismísimo libro de la ley” en la casa de Jehová. Se le leyó al rey Josías el contenido de este libro de la ley recién hallado. Tan pronto oyó lo que decía, Josías inmediatamente rasgó sus prendas de vestir. ¿Y a qué se debía esto? Que Josías mismo conteste: “Grande es la furia de Jehová que se ha encendido contra nosotros por el hecho de que nuestros antepasados no escucharon las palabras de este libro por medio de hacer conforme a todo lo que está escrito concerniente a nosotros.”—2 Rey. 22:3-13.
8. ¿Qué proceder emprendió entonces Josías, y cómo respondió el pueblo?
8 El siguiente paso que dio Josías se registra para nosotros en estas palabras: “Después de eso el rey subió a la casa de Jehová, y también todos los hombres de Judá y todos los habitantes de Jerusalén con él, y también los sacerdotes y los profetas y todo el pueblo, desde el pequeño hasta el grande; y él se puso a leer a oídos de ellos todas las palabras del libro del pacto que se había hallado en la casa de Jehová.” Después el rey y el pueblo celebraron un pacto ante Jehová de andar de acuerdo con lo que estaba escrito en el libro. ¡Cuán verdaderamente provechosa fue la lectura pública de esa ley para los que estaban reunidos allí!—2 Rey. 23:2, 3.
CÓMO LA LECTURA HIZO FELIZ A UN RESTO
9. (a) Debido a desatender la Palabra de Dios, ¿qué le resultó a la nación de Israel? (b) ¿Cómo mostró Jehová misericordia a su pueblo, y cómo volvió a servir un propósito útil la lectura pública? (c) Además de leer, ¿qué otros pasos se dieron para ayudar al pueblo?
9 Es triste pensar que después de celebrar este pacto para andar de acuerdo con lo que estaba escrito en el libro, el pueblo de Dios olvidó a su Dios y su Palabra y la lectura de ella para instrucción y sucumbió a la voluntad de las naciones a su alrededor. Su desatención continua resultó en su caída como nación en 607 a. de la E.C. Pero Jehová, siendo misericordioso, oyó sus súplicas y, a su debido tiempo, permitió que un resto de ellos volviera del destierro a su Jerusalén y Judá amadas para ocuparse de la adoración pura. Sin embargo, según el punto de vista de Jehová, la importancia de su Palabra escrita no había disminuido con el tiempo. Esdras, el escriba de Dios, les insta de nuevo en su condición restaurada a que se acuerden de las cosas que están escritas. Nos dice el gobernador Nehemías: “Y todo el pueblo procedió a reunirse como un solo hombre en la plaza pública que estaba delante de la Puerta del Agua. Entonces le dijeron a Esdras el copista que trajera el libro de la ley de Moisés, que Jehová le había ordenado a Israel. En conformidad, Esdras el sacerdote trajo la ley delante de la congregación de hombres así como de mujeres y de todos los de inteligencia suficiente para escuchar, el día primero del séptimo mes. Y continuó leyendo de ella en voz alta delante de la plaza pública que está delante de la Puerta del Agua, desde el amanecer hasta el mediodía, enfrente de los hombres y de las mujeres y de los otros inteligentes; y los oídos de todo el pueblo estaban atentos al libro de la ley.” (Neh. 8:1-3) Los que estaban allí con Esdras, los levitas, estaban explicando la ley al pueblo, mientras el pueblo se hallaba de pie. “Y continuaron leyendo en voz alta del libro, de la ley del Dios verdadero, la cual se exponía, y se le ponía significado; y continuaron dando entendimiento en la lectura.” ¿El resultado? Hubo “gran regocijo, porque habían entendido las palabras que se les habían dado a conocer.”—Neh. 8:6-8, 12.
EL SEÑOR JESÚS LEYÓ PÚBLICAMENTE
10. ¿Cómo consideró Jesús la Palabra escrita de Dios y la lectura pública de ella?
10 El mayor exponente de la Palabra escrita de Dios, el Señor Jesucristo, es un ejemplo sobresaliente de una persona interesada en hacer la voluntad y trabajo de su Creador y Padre, Jehová Dios. En tres diferentes ocasiones fue tentado por Satanás el Diablo, el adversario tanto de Dios como del hombre, y rehusó transigir en su posición con Jehová, pues tres veces reprendió a Satanás usando la propia Palabra de Dios, al decir: “Está escrito.” (Mat. 4:1-11) En su primera visita a la sinagoga en Nazaret como Mesías, le fue entregado el rollo del profeta Isaías y, abriéndolo al lugar donde estaba bosquejada su comisión en la vida, públicamente leyó a la muchedumbre reunida. El resultado fue que la gente se maravilló de las hermosas palabras que procedían de su boca.—Luc. 4:16-22.
11. ¿En qué forma animó el apóstol Pablo a que se leyeran las palabras de verdad?
11 También los discípulos de Jesús leían y estudiaban la Palabra escrita de Dios. El apóstol Pablo escribió a los colosenses y los animó con estas palabras: “Y cuando esta carta haya sido leída entre ustedes, hagan arreglos para que también se lea en la congregación de los laodicenses y para que ustedes también lean la de Laodicea.” (Col. 4:16) A la congregación en Tesalónica, Pablo escribió: “Estoy imponiéndoles la solemne obligación por el Señor de que esta carta se lea a todos los hermanos.” (1 Tes. 5:27) Al joven Timoteo, Pablo dio esta exhortación: “Mientras llego, continúa aplicándote a la lectura pública, a la exhortación, a la enseñanza.”—1 Tim. 4:13.
LECTURA QUE TRAE FELICIDAD HOY
12, 13. Debido a que “el tiempo señalado está cerca,” en Revelación 1:3, ¿qué se nos pide que hagamos, y con qué provecho?
12 Con estos antecedentes sobre la sabiduría de leer, estudiar y aplicar con entendimiento la Palabra de nuestro Dios y Creador, podemos comprender mejor la instrucción de Revelación 1:3. Realmente es un mensaje para nuestro día. Bajo inspiración el apóstol Juan escribe: “Feliz es el que lee en voz alta y los que oyen las palabras de esta profecía, y que observan las cosas escritas en ella; porque el tiempo señalado está cerca.”—Rev. 1:3.
13 Para estar entre estos felices, tenemos que leer en voz alta y oír las palabras de la profecía de Dios en la Revelación, y a través de las sesenta y seis cartas inspiradas de la Palabra de Dios, y tenemos que obrar en armonía con lo que leemos. El salmista dice, concerniente a un hombre realmente feliz, que “su deleite está en la ley de Jehová, y en su ley lee en tono bajo día y noche.” ¿Los resultados? “Todo lo que hace tendrá buen éxito.” Sin embargo, ¡“los inicuos no son así”!—Sal. 1:1-4.
14. ¿De qué maneras trata de ayudarnos la organización visible de Jehová a conocer bien el contenido de la Palabra de Dios?
14 A los jóvenes y a los ancianos, a los hombres y a las mujeres entre el pueblo de Dios se les insta a escuchar y aprender de la Palabra de Dios. Por esta razón la organización visible de Jehová publica Biblias así como revistas, folletos, libros y tratados que concentran nuestra atención en la Biblia. Patrocina reuniones del pueblo de Dios que se celebran con regularidad cada semana, las cuales proporcionan cinco horas de estudio. En éstas se incluye lectura de la Biblia, instrucción en la Palabra de Dios desde la plataforma pública, participación en discusiones diseñadas para enseñarnos lo que Dios quiere que hagamos, y sugerencias prácticas para que aprendamos cómo ayudar a otros a participar con nosotros en la adoración pura.
15. Además de lectura pública y estudio en congregación, ¿qué más se nos anima a hacer?
15 Tal como en los días del Israel de la antigüedad cuando había los levitas, sacerdotes y hombres de mayor edad que tomaban la delantera en leer y aplicar y enseñar la Palabra de Dios, así hoy Jehová tiene una congregación cristiana con “hombres de mayor edad” para ayudarnos a leer y entender la Palabra de Dios. Hay un cuerpo gobernante, y hay “hombres de mayor edad” en las congregaciones locales. Están encargados de la responsabilidad de leer, enseñar, exhortar y manejar la Palabra de Dios correctamente. De hecho, entre los requisitos de un anciano u “hombre de mayor edad,” el apóstol Pablo escribió que tiene que estar “capacitado para enseñar,” ser “un buen maestro.” (1 Tim. 3:2; New English Bible) Además, la organización visible de Jehová anima a cada uno de nosotros a estudiar en privado, a leer en privado y a hacerlo como familia y con amigos.
16. (a) Mencione algunas cosas que hicieron que Israel desatendiera el hacer la voluntad de Dios. (b) ¿De qué manera se enfrentan los cristianos a obstáculos similares?
16 Hoy, para evitar las trampas en las cuales cayó Israel, se requiere tanta disciplina, si acaso no más, que en los días cuando la nación de Israel era el pueblo favorecido de Dios. Tal como ellos dejaron de servir a Jehová, desatendiendo el estudio de su Palabra y el escuchar la lectura de ella, debido a premuras de las naciones y pueblos que los rodeaban, así nosotros nos enfrentamos a circunstancias similares. Israel tenía adoración religiosa falsa por todos lados: la adoración del Baal, la adoración de becerros, idolatría. Hoy nos enfrentamos a adoración falsa a través de la Tierra y de modos similares. Hay enseñanzas falsas contra las cuales contender. Hay la idolatría del estado o de las instituciones. Hay el hedonismo degradante, la filosofía de que el placer es el bien principal en la vida. Es fácil dejar de estudiar la Palabra y los mandamientos de Dios y cesar de gobernar nuestra vida en armonía con sus leyes. Es preciso que nos recordemos continuamente la importancia de estudiar la Palabra de Dios, adhiriéndonos fielmente a sus mandatos y esforzándonos por agradar a nuestro Creador, Jehová.
AYUDE A SU FAMILIA A SER FELIZ
17. ¿Qué puede ayudar a hacer la lectura de la Biblia sumamente significativa para los que la efectúan?
17 En lo que toca a la familia puede ser especialmente útil el leer en voz alta y considerar el significado de la Palabra de Dios. Recuerde que en los días de Esdras y Nehemías se hacía lectura en voz alta de la ley de Dios. También se le daba significado a la lectura y se hacía inteligible. Este es un rasgo importante de la lectura de la Palabra de Dios: comprender el significado y luego entender su mensaje según se relaciona con nosotros personalmente.—Neh. 8:8.
18, 19. Explique el significado de las palabras de Hebreos 2:1-4.
18 Para ilustrar una ventaja de la lectura en voz alta sea en un grupo de familia o entre amigos, y de luego considerar lo que se lee, adquiriendo el entendimiento de ello, considere Hebreos 2:1-4. Allí leemos: “Por eso es necesario que prestemos más que la acostumbrada atención a las cosas oídas por nosotros, para que nunca nos deslicemos. Porque si la palabra hablada por medio de ángeles resultó firme, y toda transgresión y acto de desobediencia recibió retribución en conformidad con la justicia; ¿cómo escaparemos nosotros si hemos descuidado una salvación de tal grandeza siendo que empezó a ser hablada por medio de nuestro Señor y nos fue verificada por los que le oyeron, mientras Dios tomó parte en dar testimonio tanto con señales como con portentos y con diversas obras poderosas y con distribuciones de espíritu santo según su voluntad?” Para adquirir el significado de estos versículos, repasemos el material. Hay varios puntos que podemos llegar a comprender con mayor aprecio de esta manera.
19 Las palabras de apertura del Heb. capítulo dos dicen “por eso.” Esto enlaza la información con el primer capítulo 1 de Hebreos. Los cristianos hebreos habrían de ‘prestar más que la acostumbrada atención a las cosas oídas.’ ¿Por qué? Porque las habló el Hijo de Dios, el que es mayor que todos los otros profetas y hasta mayor que los ángeles. Luego considere lo que les sucedió a los israelitas por pasar por alto la ‘palabra transmitida por ángeles,’ el pacto de la Ley. Fueron castigados por su desobediencia voluntariosa a la palabra, recibiendo “retribución en conformidad con la justicia.” Siendo ése el caso, ¿podemos esperar algo menos nosotros si rehusamos prestar más que la acostumbrada atención a la Palabra de Dios? El Heb. cap. 1 versículo cuatro nos ayuda a comprender quién está apoyando la palabra del Señor Jesús. ¿Y quién es ése? El Creador mismo, Jehová Dios, quien, por su espíritu santo, dio testimonio concerniente a las palabras y obras de Jesús. Las señales, portentos y obras poderosas hechas posibles por Dios establecieron la autenticidad y autorización divina de la obra de Jesús. Por ejemplo, considere los milagros que ejecutaron Jesús y sus apóstoles, sanando a los sordos, ciegos y cojos, expulsando demonios, y hasta levantando a los muertos. De estas maneras tenemos prueba positiva de lo necesario que es ‘prestar más que la acostumbrada atención a las cosas oídas.’
20. (a) ¿Cuál es el consejo de 2 Timoteo 2:15? (b) ¿Qué, pues, debemos evitar? (c) ¿Qué ayuda tenemos hoy para ‘manejar la palabra de la verdad correctamente’?
20 Al efectuar la lectura de esta manera, siguiendo el ejemplo de Esdras, los sacerdotes y los levitas del Israel antiguo, así como el de Jesús y sus apóstoles, podemos ver la tremenda ayuda que podemos recibir para adquirir el significado y entendimiento de la Palabra de Dios. Por supuesto, hay una cosa que es vital que hagamos, como Pablo exhortó a Timoteo: “Haz lo sumo posible para presentarte aprobado a Dios, trabajador que no tiene de qué avergonzarse, manejando la palabra de la verdad correctamente.” (2 Tim. 2:15) Siempre debemos estar alerta para tener el entendimiento correcto de la Palabra de Dios. Queremos evitar el torcer las Escrituras, ya que esto nos llevaría a conclusiones incorrectas y podría hacer tropezar a otros. (2 Ped. 3:16) También queremos ‘evitar las vanas palabrerías que violan lo que es santo; porque avanzarán a más y más impiedad.’ (2 Tim. 2:16) Inútil es decirlo, esto significa el ser selectivos en nuestro material de lectura. Las Escrituras nos dicen que “el hacer muchos libros no tiene fin, y el aplicarse mucho a ellos le es fatigoso a la carne.” (Ecl. 12:12) Jehová por medio de su Hijo y la operación del espíritu santo ha derramado sobre sus siervos fieles en la Tierra una sobreabundancia de bendiciones y ha abierto la mente y corazón de su clase del “esclavo fiel y discreto” para entender el significado verdadero de su Palabra. A su vez, esa clase del esclavo fiel transmite las preciosas verdades a las personas en todas partes que quieren aprovecharse de los tesoros de la verdad. Nuestro deseo, entonces, debe ser el verdaderamente manejar la Palabra de Dios correctamente. En el artículo que sigue, examinemos cómo puede hacerse esto para provecho nuestro a medida que leemos y estudiamos la Palabra de Dios.
[Ilustración de la página 520]
En la sinagoga de Nazaret el Señor Jesús leyó en voz alta del rollo de Isaías
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“Manejando la palabra de la verdad correctamente”La Atalaya 1973 | 1 de septiembre
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“Manejando la palabra de la verdad correctamente”
“Haz lo sumo posible para presentarte aprobado a Dios, trabajador que no tiene de qué avergonzarse, manejando la palabra de la verdad correctamente.”—2 Tim. 2:15.
1. ¿A qué se compara la Palabra de Dios, y por eso qué actitud debemos tener al usarla?
LA Palabra de Dios es viva y poderosa en nuestra vida. Como una espada, puede dividir el alma y el espíritu. (Heb. 4:12) Penetra hasta los motivos que tenemos por lo que hacemos. Distingue entre lo que parezcamos ser como alma viviente, y lo que realmente somos en nuestro corazón, en nuestra actitud y en nuestro espíritu. Puesto que la Palabra de Dios se asemeja a una espada, queremos estar seguros de usarla hábilmente. Queremos ser cuidadosos para no usar un instrumento tan cortante de manera incorrecta, sino, como Pablo aconsejó, usarla “correctamente.” Cuando emprendemos una lectura y un estudio de la Palabra de Dios queremos hacerlo de tal manera que adquiramos el significado verdadero y un entendimiento claro de lo que dice.
2. ¿Qué modo de ver la Biblia nos sería incorrecto, y por eso qué preguntas serían apropiadas al leer una porción de las Escrituras?
2 A menudo el contexto o material que rodea un versículo que leamos nos ayudará a entenderlo y aplicarlo de la manera correcta. Queremos recordar que la Biblia no es una colección de versículos desunidos, no relacionados, que fueron juntados al azar, y apropiados para usarse bajo toda circunstancia para probar un punto que a nosotros nos parezca que está correcto. Más bien, nos es preciso tener el cuadro completo en la mente cuando leamos la Palabra de Dios. Queremos preguntar quién está hablando, a quién, sobre qué asunto y si el texto se relaciona solo con un tema específico. Esto es importante si hemos de ‘manejar la palabra de la verdad correctamente.’
ALGUNOS EJEMPLOS
3. ¿Qué información acerca de las circunstancias rodeantes ayuda a uno a entender apropiadamente 2 Timoteo 2:15?
3 Para ilustrar, consideremos las palabras de Pablo a Timoteo en 2 Timoteo 2:15. Allí dice él: “Haz lo sumo posible para presentarte aprobado a Dios, trabajador que no tiene de qué avergonzarse, manejando la palabra de la verdad correctamente.” Se escribieron estas palabras a una persona bien establecida en la verdad de Dios y que estaba haciendo la voluntad de Dios. Sabemos esto por lo que Pablo escribió a Timoteo antes, según se registra al principio de esta carta. A Timoteo, Pablo dijo: “Porque recuerdo la fe que hay en ti sin hipocresía alguna, y que moró primero en tu abuela Loida y en tu madre Eunice, pero la cual estoy seguro también se halla en ti.” (2 Tim. 1:1, 2, 5) En sus palabras registradas en 2 Timoteo 2:15, Pablo estaba diciéndole a Timoteo cómo dar instrucciones a los cristianos, a los que formaban parte de la congregación de Dios. Aunque es cierto que el cristiano debe usar la palabra de la verdad correctamente cuando habla con los incrédulos, Pablo en este caso no estaba diciéndole a Timoteo cómo convertir incrédulos al cristianismo. Esto es evidente por lo que Pablo le dijo concerniente a su enseñanza: “Así como te animé a quedarte en Éfeso cuando yo estaba a punto de seguir mi camino a Macedonia, así lo hago ahora, para que mandes a ciertos individuos que no enseñen diferente doctrina.” Aquí es evidente que algunos dentro de la congregación cristiana estaban enseñando doctrinas diferentes, no estaban “manejando la palabra de la verdad correctamente.” Pablo también aconsejó a Timoteo: “Las cosas que oíste de mí con el apoyo de muchos testigos, estas cosas encárgaselas a hombres fieles, quienes, a su vez, estarán adecuadamente capacitados para enseñar a otros.” (1 Tim. 1:3; 4:16; 2 Tim. 2:2) Otra vez, la mención de encargar la información importante a hombres fieles que también podían enseñar a otros de manera capacitada suministra evidencia adicional de que Timoteo estaba tratando con los que estaban dentro de la congregación cristiana. Habría de usar la verdad para beneficiar y guiar a sus hermanos.
EVITE EL TERGIVERSAR LAS ESCRITURAS PARA PROBAR UN PUNTO
4. (a) Muestre hasta qué grado llega el clero de la cristiandad al aplicar mal Mateo 10:28. (b) ¿Cuál es el significado verdadero de este texto en lo que toca al alma del hombre?
4 Es imprescindible que evitemos el aplicar mal un texto voluntariosamente para probar nuestro punto. El clero de la cristiandad a menudo es culpable de hacer precisamente esto. Considere, por ejemplo, Mateo 10:28. Allí leemos: “Y no se hagan temerosos de los que matan el cuerpo mas no pueden matar el alma; sino, más bien, teman al que puede destruir tanto el alma como el cuerpo en el Gehena.” Los clérigos señalan a la primera parte de las palabras de Jesús para probar que el alma es inmortal y no puede morir. ¿Es eso lo que realmente dijo Jesús? Pudiera parecer así, si se deja de leer a la mitad del versículo. Pero si se lee el resto del versículo se ve que Jesús claramente mostró la falsedad de la doctrina del alma inmortal cuando dijo que se debe temer al que puede destruir tanto el alma como el cuerpo en el Gehena. Al ‘manejar la palabra de la verdad correctamente’ sobresale el sentido o significado verdadero.
5. (a) ¿Cómo interpretan algunos 1 Pedro 4:6? (b) ¿Cuál es el significado verdadero del versículo, y qué prueba adicional puede usted citar?
5 Estrechamente relacionada con la doctrina del alma inmortal está la creencia de algunos de que el espíritu del hombre es lo que sigue viviendo y que se identifica personalmente con el hombre. Se cita 1 Pedro 4:6 para apoyar esta opinión. Allí leemos: “De hecho, con este propósito las buenas nuevas fueron declaradas también a los muertos, para que fueran juzgados en cuanto a la carne desde el punto de vista de los hombres pero vivieran en cuanto al espíritu desde el punto de vista de Dios.” Los que creen en la idea de que el espíritu como ser inteligente sobrevive a la muerte del cuerpo contienden que Pedro dio aquí evidencia de esto cuando mencionó que las buenas nuevas se declararon a los muertos. ¿Es correcto este entendimiento? A fin de ‘manejar la palabra de Dios correctamente,’ tenemos que dejar que hable por sí misma. ¿Se refería allí Pedro a personas que estaban muertas físicamente? Puesto que los muertos físicamente “no están conscientes de nada en absoluto” (Ecl. 9:5), estos muertos que mencionó Pedro son los mismos que mencionó Jesús cuando dijo: “Deja que los muertos entierren a sus muertos,” y a los que se refirió el apóstol Pablo cuando escribió: “Es a ustedes que Dios vivificó aunque estaban muertos en sus ofensas y pecados.” Cualquier viviente que está muerto a la vista de Jehová puede llegar a vivir en sentido espiritual por medio de oír la palabra de Dios, arrepentirse y seguir al Señor Jesús. La esperanza para los muertos literales es la resurrección y la oportunidad entonces de oír las buenas nuevas y ser juzgados.—Mat. 8:22; Efe. 2:1.
6. (a) ¿Qué explicación se ha dado de Isaías 14:12-16? (b) ¿Cuál es la explicación bíblica? (c) Por lo tanto, ¿quién es el Lucero de Isaías 14:12-16, y la actitud de quién refleja?
6 El pueblo de Jehová, también, tiene que ejercer mucho cuidado al aplicar los textos de la Biblia a fin de presentar correctamente la Palabra de Dios en su actividad de predicar y enseñar. Como ejemplo, considere la declaración que se hace a veces de que uno de los nombres que se le dio a Satanás el Diablo es Lucero. Algunos quizás se remitan a Isaías 14:12-16. Según la Versión Moderna, el Isa. capítulo 14 versículo doce dice: “¡Como caíste de los cielos, oh Lucero, hijo de la aurora! ¡has sido derribado por tierra, tú que abatiste las naciones!” La palabra “Lucero” es una traducción de la palabra hebrea hehlel, “brillante.” Hehlel, como se usa aquí, no es un nombre personal o título, sino, más bien, un término que describe la posición brillante asumida por la dinastía de los reyes de Babilonia en la línea de Nabucodonosor. No sería correcto decir que Satanás el Diablo es el que se llama aquí Lucero como si fuera uno de sus nombres. Aquí la expresión se refiere primariamente al rey de Babilonia, pues, según el Isa. capítulo 14 versículo cuatro, éste es un “dicho proverbial contra el rey de Babilonia.” También, los Isa. 14 versículos quince y dieciséis de este capítulo catorce dicen que este “brillante” (Lucero) ha de ser bajado al Seol, que es el sepulcro común de la humanidad, no un lugar de habitación para Satanás el Diablo. Además, el hecho es que los que ven a este “brillante” reducido a esta condición dicen: “¿Es éste el hombre que estuvo agitando la tierra, que estuvo haciendo mecerse los reinos?” Satanás no es un hombre sino una criatura espíritu invisible. Por consiguiente, aunque el rey de Babilonia reflejó la actitud de su padre, el Diablo, no obstante la palabra Lucero no fue un nombre dado a Satanás el Diablo. Al ‘manejar la palabra de la verdad correctamente’ estamos preparados para hablar los dichos claros de Dios como los tenemos en las páginas impresas de la Biblia.
7. (a) ¿Por qué no se comete injusticia a la Biblia al usar textos seleccionados apropiadamente para probar puntos particulares, y el ejemplo de quién tenemos al proceder así? (b) Muestre cómo el apóstol Pablo pudo haber probado por referencias a las Escrituras Hebreas que Cristo habría de sufrir y levantarse de entre los muertos.
7 Sin embargo, no se hace injusticia a la Palabra de Dios cuando sus siervos usan textos seleccionados apropiadamente de varias partes de la Biblia para probar puntos doctrinales. Aunque es cierto que los opositores de la Palabra de Dios a veces acusan a los Testigos de emplear tortuosamente textos esparcidos en la Biblia para probar sus puntos, bien sabemos de nuestro estudio de la Biblia que Jesús y sus apóstoles usaron textos seleccionados para probar ciertas verdades básicas. Por ejemplo, Jesús, cuando fue tentado en el desierto al fin de sus cuarenta días de ayuno, se remitió a varios pasajes de la Palabra de Dios para refutar los argumentos del Diablo. (Mat. 4:3-10; Deu. 8:3; 6:13, 16; 5:9) El apóstol Pablo también utilizó esta técnica con los judíos cuando enseñaba en la sinagoga. Dice el relato en Hechos 17:2, 3: “Así es que según tenía por costumbre Pablo, pasó adentro a ellos, y por tres sábados razonó con ellos sacando sus argumentos de las Escrituras, explicando y probando por referencias que era necesario que el Cristo sufriese y se levantase de entre los muertos, y decía: ‘Este es el Cristo, este Jesús que yo les estoy publicando.’”—Vea Salmo 22:7, 8; Isaías 50:6; 53:3-5; Salmo 16:8-10.
SIGNIFICADO DE TEXTOS A MENUDO ESCONDIDO EN EL CONTEXTO
8. (a) ¿Por qué ha de evitarse el aplicar mal las Escrituras? (b) Muestre cuál es el verdadero significado de Proverbios 10:7, y por qué? (c) ¿Qué textos sería prudente usar al considerar quién no tiene derecho a una resurrección?
8 Sin embargo, el que los textos deliberadamente se apliquen mal es hacer injusticia crasa a las Escrituras. No queremos ser culpables de aplicar mal las Escrituras aunque sea en asuntos más o menos menores. Como ilustración, al hablar con alguien acerca de la resurrección pudiéramos decir que la Biblia definitivamente prueba que los inicuos no van a ser resucitados. Entonces posiblemente les leemos este versículo de la Biblia: “Al recuerdo del justo le espera una bendición, pero el mismísimo nombre de los inicuos se pudrirá.” (Pro. 10:7) Ahora bien, es cierto que aquellos a quienes Jehová considera crasamente inicuos, no abarcados por el sacrificio de rescate de Cristo Jesús, no tendrán una resurrección. Sin embargo, Proverbios 10:7 no prueba esta determinación de parte de Jehová. ¿Por qué no? Cuando se lee el contexto de este capítulo en Proverbios, se nota que se bosqueja una serie de contrastes: un hijo sabio y un hijo estúpido, una persona diligente y una que trabaja con mano floja, un hijo con perspicacia y un hijo que actúa vergonzosamente. Pero aquí no se considera la resurrección ni el Gehena. Por eso no sería apropiado decir que este texto trata de ese asunto. Más bien, el punto que ha de recalcarse es que el nombre o reputación de los inicuos no es un recuerdo placentero, sino repugnante, pútrido. Para probar que algunos no han de ser resucitados, sería mejor remitirse a textos bíblicos sobre el Gehena, la muerte segunda.—Mat. 23:33; Rev. 21:8; vea también Mateo 25:46.
9. ¿Por qué el insistir en considerar el contexto de un texto no le sirve de estorbo a uno al explicar la verdad?
9 El asegurarse de los asuntos por medio de leer y adquirir el sentido del contexto de ninguna manera le sirve de estorbo a uno al explicar la verdad. Al contrario, fortalece el argumento de uno basado en la Biblia, porque prontamente se le hace evidente al que está siendo instruido que lo que se le está enseñando realmente es lo que dice la Biblia. La Biblia es la Palabra inspirada del Dios Todopoderoso, y el saber lo que él piensa sobre los asuntos, con la ayuda del espíritu santo, es beneficiarse de la sabiduría del Creador según se manifiesta en su Palabra escrita. Jehová tenía algo en mente al poner un texto en la Biblia. Él sabe exactamente lo que necesitamos y por eso provee lo que nos ayuda a crecer espiritualmente en discernimiento y en el conocimiento exacto de él.
10, 11. (a) ¿Qué significado pudiera atribuirse fácilmente a 1 Juan 4:18? (b) ¿Qué establece el contexto en cuanto al significado verdadero? (c) ¿Cómo concuerda esto con el Salmo 139?
10 Nuestra relación con Jehová debe ser como la de hijos suyos. Como hijos suyos, ¿cuánto apreciamos verdaderamente su amor y cuidado de nosotros? ¿‘Manejamos su palabra correctamente’ tocante a lo que ésta dice acerca de nuestras oraciones personales a él, y entendemos lo que su Palabra nos dice respecto a la manera que quiere que nos sintamos para con él? Muchos han leído las palabras de 1 Juan 4:18 acerca del amor perfecto y han aplicado mal esas palabras. La Biblia dice allí: “No hay temor en el amor, sino que el amor perfecto echa fuera el temor, porque el temor ejerce una restricción. En verdad, el que está bajo temor no ha sido hecho perfecto en el amor.” A primera vista algunos han concluido que jamás podrán ser perfectos en el amor, porque el temor los hace dar la vuelta o correr del peligro siempre que es posible. Pero ¿es esa la clase de temor de que está hablando aquí el apóstol?
11 El leer el contexto de 1 Juan 4:18 nos ayudará a ver el significado especial de este versículo de la Escritura. El versículo anterior muestra que la discusión por parte de Juan es una continuación de la discusión sobre tener “franqueza de expresión.” Aquí no está hablando acerca de franqueza de expresión al predicar las buenas nuevas del Reino. Más bien, habla de franqueza de expresión en cuanto a lo que uno habla con Dios. Esto se muestra en el capítulo tercero de Primera de Juan, 3 versículos 19-21. De modo que la persona en quien el amor de Dios alcanza su plena expresión se siente libre para venir a su Padre celestial con confianza completa. Su imperfección y condición pecaminosa no la disuaden de ir a Jehová y pedir ayuda para hacer la voluntad de Jehová. Tal como un niño puede ir a un padre amoroso con plena confianza de que su padre lo comprenderá y lo ayudará, aunque haya cometido un error, así debe sentirse uno en cuanto a su Padre celestial, Jehová. Uno debe sentirse libre para acercarse a él con cualquier problema que tenga y pedir ayuda para hacer la voluntad de su Padre. Uno no debe tener temor indebido del Padre celestial, de que Jehová exigirá justicia absoluta de una criatura imperfecta, pecaminosa, que lo condenará a uno sin reserva por la condición pecaminosa de la mente y corazón de uno. Esto no quiere decir que uno debe gozarse en hacer lo malo y luego dirigirse al Padre celestial para pedir perdón, aprovechándose así de la misericordia de Jehová. Pero sí significa que no es necesario que uno tema dirigirse a su Padre celestial para tratar de enderezar lo que está torcido, para corregir los pensamientos o acciones imperfectas de uno, sabiendo que Jehová sabe todo lo que hay que saber acerca de uno.—Sal. 139:1-3, 15-18, 23, 24.
12. ¿Cómo nos beneficia individualmente el tener el entendimiento correcto de 1 Juan 4:18?
12 Teniendo este entendimiento correcto de 1 Juan 4:18, uno llega a comprender el valor sobresaliente de la relación espiritual de uno con Jehová nuestro Creador. Uno habla de corazón a Jehová y pide la dirección sobre su vida, para que ésta sea agradable a Jehová. Así el que seamos ‘hechos perfectos en el amor’ significa que el amor de Dios en nosotros de ninguna manera está sin desarrollo, sino, más bien, debido a este perfecto amor somos impelidos continuamente a hacer su voluntad de todo corazón con confianza plena en nuestro Creador y Padre celestial. Esto, a su vez, nos suministra gran franqueza al acercarnos a Dios por medio de la oración.—Efe. 3:12; Heb. 4:16; 1 Juan 5:14.
MANEJANDO LA ESCRITURA PROFÉTICA CORRECTAMENTE
13. (a) ¿Qué es importante tener presente acerca de muchas profecías de las Escrituras Hebreas, y cómo se muestra esto en conexión con la profecía de Isaías 35:1, 7? (b) ¿De qué son una garantía segura los cumplimientos de las profecías sobre el pueblo de Jehová de tiempos antiguos?
13 A medida que estudiemos la Palabra de Dios y lleguemos a ser cada vez más versados en su mensaje de belleza y su significado en nuestra vida, bien comprendemos que el entenderla de la manera que Jehová se ha propuesto enriquece y remunera. ¡Cuántas veces hemos citado de las Escrituras Hebreas profecías acerca de las bendiciones reservadas para la humanidad en el justo nuevo orden de Dios, y lo hemos hecho correctamente! Pero es posible que a menudo no hayamos visto que muchas de las profecías ya han tenido un cumplimiento en una escala en miniatura en el Israel de la antigüedad. Considere, por ejemplo, las palabras de Isaías 35:1, 7, donde leemos: “El desierto y la región árida se alborozarán, y la llanura desértica estará gozosa y florecerá como el azafrán. Y el suelo abrasado por el calor se habrá puesto como un estanque lleno de cañas, y el suelo sediento como manantiales de agua. En el lugar de habitación de los chacales, un lugar de descanso para ellos, habrá hierba verde con cañas y papiros.” El contexto de este texto claramente muestra que aplicó a los desterrados judíos que regresaron en los días del gobernador Zorobabel. El Isa. cap. 35 versículo 10 dice que “los mismísimos redimidos por Jehová volverán y ciertamente vendrán a Sion.” El propósito de Dios era hacer de esa tierra un paraíso en miniatura para ellos, y esto requeriría que él hiciera que el desierto y la región árida, así como la llanura desértica, llegaran a ser como estanques llenos de cañas y manantiales de agua. Al aplicar apropiadamente estos dichos de Dios, comprendemos bien que el hecho de que ejecutó milagros a favor de su pueblo escogido de tiempo antiguo es una garantía de otro cumplimiento mucho mayor de esas promesas bajo la gobernación de su Hijo, el Señor Jesucristo. Desde luego se hace patente que Jehová realmente derramará una bendición sobre esta Tierra bajo la gobernación del Reino de Cristo Jesús, pues no solo hará que el desierto ‘florezca como el azafrán,’ sino que abrirá los ojos ciegos y destapará los oídos sordos y restaurará la salud a los cojos, así como dice esta profecía.—Isa. 35:5, 6.
14. ¿Por qué deben todos los cristianos verdaderos querer manejar la Palabra de verdad de Dios correctamente?
14 Indisputablemente podemos decir que la “palabra de Dios es viva y ejerce poder.” (Heb. 4:12) Dios está vivo. Él habla a la humanidad por medio de las páginas de su Biblia viviente, dando así poder a sus siervos y entendimiento de las verdades profundas concernientes a sí mismo y su propósito para la humanidad. Todo testigo cristiano de Jehová Dios debe querer manejar esa palabra correctamente, para poder usarla eficazmente al enseñar a otros y al derribar enseñanzas religiosas falsas que han oscurecido la mente y corazón de un sinnúmero de millones de personas mantenidas en cautiverio a Babilonia la Grande, el imperio mundial de religión falsa. Dice Pablo a Timoteo: “Toda Escritura es inspirada de Dios y provechosa para enseñar, para censurar, para rectificar las cosas, para disciplinar en justicia, para que el hombre de Dios sea enteramente competente, completamente equipado para toda buena obra.”—2 Tim. 3:16, 17.
15. Para entender y apreciar la Palabra de Dios, ¿qué esfuerzo debemos hacer?
15 Para usar la Palabra de Dios correctamente hay que leerla y estudiarla, buscando los tesoros escondidos en ella. Dicho entendimiento y aprecio no provienen automáticamente, sino que requieren trabajo duro y búsqueda diligente. Dice el proverbio: “Hijo mío, si recibes mis dichos y atesoras contigo mis propios mandamientos, de modo que con tu oído prestes atención a la sabiduría, para que inclines tu corazón al discernimiento; si, además, clamas por el entendimiento mismo y das tu voz por el discernimiento mismo, si sigues buscando esto como a la plata, y como a tesoros escondidos sigues en busca de ello, en tal caso entenderás el temor de Jehová, y hallarás el mismísimo conocimiento de Dios.” (Pro. 2:1-5) De lo que hemos considerado en estos párrafos, es evidente que debemos desear saber por qué se dijeron las cosas como se dijeron en la Palabra de Dios y qué aplicación puede hacerse de las palabras. Siempre debemos buscar las razones por las cuales se hacen así las explicaciones y esforzarnos por manejar la Palabra de Dios correctamente.
16. ¿Qué información adicional nos ayudará a manejar la Palabra de Dios correctamente?
16 El artículo subsiguiente mostrará que hay enteros libros de la Biblia que se escribieron teniendo presente a cierto pueblo y a fin de transmitir cierto mensaje. Al manejar esta preciosa palabra de Dios de la manera correcta, nos será provechoso buscar información sobre ese asunto, enterándonos de la información de fondo, el propósito y valor de las palabras inspiradas.
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¿Por qué se escribió así?La Atalaya 1973 | 1 de septiembre
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¿Por qué se escribió así?
“Hazme entender, para que observe tu ley y para que la guarde con todo el corazón.”—Sal. 119:34.
1. ¿Es la necesidad de estímulo un problema común, y dónde puede hallarse a menudo el estímulo?
¿NO HA hallado usted a menudo que cuando necesita estímulo, las verdades del almacén de Dios, la Santa Biblia, le han dado la fuerza para enfrentarse a pruebas y problemas personales? Parece que a todos nos ha sucedido esto en nuestra vida como cristianos.
2. ¿Qué desaliento han afrontado muchos testigos de Jehová a través de los años, y cómo han podido permanecer firmes ante ello?
2 Por ejemplo, muchos hoy día han pasado por períodos de desaliento cuando los opositores han hablado despreciativamente del pueblo de Dios y hasta han recurrido a la violencia contra ellos por ser testigos cristianos de Jehová que han defendido la verdad. Muchos que han estado asociados con el cristianismo verdadero por cincuenta o sesenta años recuerdan bien los comentarios y acciones desprovistos de bondad de vecinos y otros durante la I Guerra Mundial, y después de ella, contra los testigos de Jehová. ¡Cuántas veces empleaban términos escarnecedores llamando a muchos russelistas y auroristas milenarios! Algunos fueron golpeados, alquitranados y emplumados, encarcelados, llamados insultativamente, azotados y escupidos. A través de todo ello, los testigos cristianos de Jehová han continuado efectuando la obra que les mandó hacer su Dios, Jehová. ¿Cómo han podido hacerlo? En parte debido al entendimiento, estímulo y fuerza que han recibido de la Palabra de Dios y de las publicaciones impresas por el “esclavo fiel y discreto” en estos días de iniquidad.
3. ¿Qué debemos tener presente cuando leemos la Biblia?
3 Y, realmente, ése es el propósito de la Palabra de Dios, edificar a los siervos de Jehová. Por esa razón cuando uno lee los diferentes libros de la Biblia debe tener presente información de fondo acerca del libro y su escritor. El lector de las Santas Escrituras haría bien en preguntarse: ‘¿Por qué se escribió así?’
4. ¿En qué libro bíblico en particular vamos a concentrar nuestra atención ahora?
4 Consideremos un libro de la Biblia y pasemos algo de tiempo determinando las razones por las cuales se escribió en el estilo y con los argumentos que se usan. Nuestra consideración se concentrará en la carta del apóstol Pablo a los cristianos en Jerusalén; comúnmente se llama la carta a los Hebreos, en las Escrituras Griegas Cristianas. (Heb. 13:22) El considerar las circunstancias que existieron hace mil novecientos años cuando Pablo escribió su carta nos ayudará a entender y apreciar por qué escribió lo que escribió para fortalecer y consolar al pueblo de Dios.
LO QUE OPINABAN DEL CRISTIANISMO EN EL PRIMER SIGLO
5. ¿Cuál es la situación religiosa que predomina en Jerusalén alrededor del año 61 E.C.?
5 Remontémonos en las alas del tiempo hasta aproximadamente el año 61 E.C., a la ciudad de Jerusalén. Han pasado unos veintiocho años desde la muerte de Jesús en un madero de tormento precisamente fuera de los muros de Jerusalén. Jerusalén es una ciudad santa para los judíos. Juzgando por todas las apariencias exteriores, Jerusalén capeó los días del despreciado Jesús de Nazaret. Se alega que la religión de los judíos es la religión de la antigüedad, extendiéndose al pasado hasta su antecesor Abrahán. La gente tiene en alta estima a los líderes espirituales de los judíos, los rabinos. Se les otorga prestigio y honra. Se han sentado en la cátedra de Moisés y tienen el lugar más prominente en las cenas y los asientos delanteros en las sinagogas, y reciben los saludos en las plazas de mercado, y los hombres los llaman “Rabí.” Verdaderamente forman parte de la estructura del poder religioso del día.—Mat. 23:6, 7.
6. (a) ¿Cómo consideraban los líderes religiosos judíos a los cristianos de esa ciudad? (b) ¿Qué experiencia tuvo el apóstol Pablo cuando estuvo en la ciudad no muchos años antes? (c) ¿Cuál era la gran necesidad del grupito de cristianos en Jerusalén?
6 También en la ciudad de Jerusalén hay comparativamente pocas personas que pertenecen a una secta odiada que se llaman cristianos o ‘El Camino.’ (Hech. 9:2; 19:9; 22:4) Los líderes religiosos judíos y sus seguidores los consideran con desdén. Son perseguidos y menospreciados. Lo que es más, la mayoría de ellos son de nacimiento judío y por lo tanto son odiados doblemente por haber dejado la religión de los judíos para hacerse seguidores de Jesús, el “llamado” Cristo. Tan grande es el odio a los cristianos que unos años antes cuando el apóstol Pablo había estado en la ciudad su mera presencia en el templo había suscitado un motín, gritando los judíos religiosos a voz en cuello: “¡Quita de la tierra a tal hombre, porque no debió vivir!” (Hech. 22:22) Más de cuarenta judíos se comprometieron bajo una maldición a no comer ni beber hasta que hubiesen acabado con Pablo. (Hech. 23:12-15) En este ambiente de fanatismo religioso y odio a los cristianos la congregación tenía que vivir, predicar y mantenerse firme en la fe. ¡Cómo necesitaban estímulo y conocimiento y entendimiento sanos de Cristo y de la manera en que él cumplió la ley de Moisés a fin de que no retrocedieran al judaísmo y la observancia de la ley mosaica! Ciertamente Pablo sabía lo que necesitaban. Él conocía personalmente las pruebas que ellos estaban sufriendo.
7. Mencione algunos de los argumentos que los líderes judíos y sus seguidores posiblemente hayan usado contra los cristianos.
7 Piense por un momento en algunos de los argumentos y la oposición que tenían que afrontar aquellos cristianos judíos primitivos. Ante todo, lejos estaba de los líderes religiosos judíos y sus seguidores dejar que aquellos cristianos odiados pensaran que tenían el favor de Dios. ¿No eran los judíos quienes tenían la evidencia tangible de la bendición de Dios? ¿No era cierto que Dios trató con los judíos por medio de ángeles? Ciertamente, pues dice el libro de Moisés: “Se le apareció el ángel de Jehová [a Moisés] en una llama de fuego en medio de una zarza.” Más tarde Jehová dijo: “Aquí estoy enviando un ángel delante de ti para mantenerte en el camino y para introducirte en el lugar que he preparado.” (Éxo. 3:2; 23:20) Pues, los judíos quizás hasta hayan hecho alarde de que Moisés hasta habló con Dios boca a boca. Además, considere el magnífico templo, con los compartimientos Santo y Santísimo. ¡Observe su notable belleza, su fuerza, su fundamento firme! ¡Eso es lo que tenían los judíos! Y otra cosa: ¡piense en el sacerdocio judío! Pues, se remontaba hasta Aarón y sus hijos, miembros de la tribu de Leví. El sumo sacerdote era descendiente de esta línea especial. Los judíos tenían el pacto de la Ley, que Moisés recibió de Dios mismo. El reino divino era posesión de los judíos; y Jerusalén, bueno, Jerusalén era la ciudad-trono desde la cual habría de proceder la gobernación de Dios.
8, 9. (a) ¿Cómo pudieron haber menospreciado los líderes judíos al fundador del cristianismo y sus seguidores? (b) ¿Con qué posiblemente hayan contrastado a los cristianos mismos y sus humildes lugares de reunión?
8 Ahora considere a los cristianos en Jerusalén. ¿Qué tenían? Según el modo de ver las cosas los líderes judíos, los cristianos no tenían nada en comparación. Su caudillo Jesús estaba muerto, y había muerto como un criminal cualquiera. ¿Quién fue él? No tenía prominencia alguna en la opinión de los líderes judíos. Solo era hijo de un carpintero de condición humilde, y, además de eso, de Nazaret. En cuanto a educación, no tenía nada del entrenamiento formal de las escuelas rabínicas avanzadas. ¡Cómo carecía de conocimiento y educación desde el punto de vista de los judíos cuando se le comparaba a lo que sus maestros e instructores sabían y se les había enseñado! Y además de eso, entre sus seguidores había muy pocos eruditos. En su mayor parte sus seguidores se componían de pescadores, recaudadores de impuestos, y hasta gentiles, y aquellos gentiles ciertamente no eran de la descendencia natural de Abrahán a los ojos de los líderes judíos. ¿Cómo podrían pensar los cristianos por un instante que tenían el favor de Dios y que Dios estaba tratando con ellos? A los judíos les parecía que ellos eran los escogidos por Dios, porque ellos eran la prole de Abrahán. Agregado a eso, los cristianos se reunían en aposentos de arriba u otros lugares apartados, mientras que los judíos tenían su hermoso templo en el cual reunirse.
9 Sin duda, se usaron argumentos como éstos, y muchos otros, contra los cristianos judíos. ¡Cómo necesitaban estímulo y entendimiento de la situación! ¡Si solo supiera alguien de su necesidad y les enviara consuelo y ayuda!
CONTRAARGUMENTO FAVORECE A CRISTO SOBRE MOISÉS
10. ¿Quién sabía de estos problemas que afrontaban los cristianos, y por eso quién fue inspirado a escribir para edificarlos?
10 Por supuesto, Jehová Dios en el cielo sabía de su situación. Por inspiración hizo que el apóstol Pablo se interesara en las circunstancias que afrontaban. Y por eso Pablo escribió a esos fieles en Jerusalén, y el libro de Hebreos contiene su respuesta a las muchas acusaciones que sin duda hicieron contra el cristianismo del primer siglo los que eran sus enemigos.
11, 12. (a) ¿Qué línea de argumento emprendió ahora Pablo, por qué fue apropiada ésta? (b) ¿Cómo mostró Pablo la superioridad de Jesús al compararlo con los ángeles? (c) ¿Con Moisés?
11 Considerando las mismísimas alegaciones de los judíos, Pablo muestra la superioridad del sistema cristiano y su sacerdocio cuando se compara con el judaísmo. Era importante que él hiciera esto. Sin duda la mayoría de esos cristianos en Jerusalén eran de nacimiento judío. Conocían bien la ley de Moisés y los argumentos de los líderes judíos. Por esa razón Pablo tuvo la obligación de mostrarles los contraargumentos, la verdad de los asuntos y exponer la falsedad de las acusaciones que los líderes religiosos judíos les imputaban. Por ejemplo, era cierto que la ley de Moisés había sido transmitida por medio de ángeles. Pero, ¿cómo se comparan los ángeles con el Señor Jesús? Esto es lo que Pablo escribió en Hebreos 1:4-6: “De modo que [Jesús] ha llegado a ser mejor que los ángeles, a tal grado que ha heredado un nombre más admirable que el de ellos. Por ejemplo, ¿a cuál de los ángeles dijo él alguna vez: ‘Tú eres mi hijo; yo, hoy, yo he llegado a ser tu padre’? Y otra vez: ¿‘Yo mismo llegaré a ser su padre, y él mismo llegará a ser mi hijo’? Pero cuando introduce de nuevo a su Primogénito en la tierra habitada, dice: ‘Y que todos los ángeles de Dios le rindan homenaje.’” Realmente, pues, señala Pablo, los ángeles son siervos, pero Jesús es el Hijo de Dios.
12 Pero ¿qué hay del hecho de que Dios habló boca a boca con Moisés? No puede haber duda de que ésta fue una cosa significativa. Pero, concerniente a Jesucristo, Pablo escribe: “Porque a éste [es decir, Jesús] se le considera digno de más gloria que a Moisés, puesto que tiene más honra que la casa el que la construye. . . . Y Moisés como servidor fue fiel en toda la casa de Aquél . . . pero Cristo fue fiel como Hijo sobre la casa de Aquél.” Aquí, de hecho, Pablo estaba diciendo: ‘Hermanos, ¿quién es mayor en una casa... un servidor, como lo fue Moisés, o el Hijo del Dueño de la casa, como es Jesucristo?’ ¡Qué fortalecedor les debe haber sido a los cristianos judíos que vivían allí en Jerusalén tener este entendimiento de los asuntos!—Heb. 3:3-6.
SUPERIORIDAD DE CRISTO COMO SUMO SACERDOTE
13. (a) ¿Qué podría ser mejor que el templo material en Jerusalén, y dónde estaba Cristo Jesús? (b) ¿Cómo mostró Pablo la superioridad del sacerdocio de Cristo comparado con el de Aarón?
13 Pablo procede ahora a otro argumento, el del hermoso templo material en Jerusalén. Y de veras que era hermoso y costoso. Pero, ¿de qué significado sería un templo material cuando se comparara con estar en la mismísima presencia de Dios? Fue el rey Salomón quien construyó el primer templo hermoso en el monte Moría en Jerusalén allá en el siglo undécimo antes de nuestra era común, y al tiempo de dedicarlo dijo que Jehová no moraría verdaderamente en ese edificio hecho por los hombres. Más bien, dijo que ¡el cielo de los cielos no podía contener al Todopoderoso Dios Jehová, mucho menos el templo que había construido! (1 Rey. 8:27) Por eso, el estar en la mismísima presencia de Jehová en el cielo sería mucho más, sí, muchísimo más grandioso que el servir en cualquier templo terrestre. Por lo tanto Pablo escribe de Cristo Jesús que él “ha pasado a través de los cielos” a la presencia de su Padre, Jehová. (Heb. 4:14) Y en cuanto al sacerdocio aarónico, que en aquellos días estaba sirviendo en el templo de Jerusalén, Pablo lo compara con el sacerdocio de Cristo y muestra que este último es muy superior, porque es a la manera de Melquisedec. Las palabras de Pablo en Hebreos 5:5, 6 fueron: “Cristo no se glorificó a sí mismo llegando a ser sumo sacerdote, sino que fue glorificado por el que habló respecto de él: ‘Tú eres mi hijo; yo, hoy, yo he llegado a ser tu padre.’ . . . ‘Tú eres sacerdote para siempre a la manera de Melquisedec.’” Sí, un sacerdote para siempre, y era algo que no dependía de alguna herencia de la carne pecaminosa, sino de un juramento de parte de Dios. Las palabras de Pablo sobre este asunto se registran en Hebreos 7:19-22: “Porque la Ley no llevó nada a la perfección, pero el introducir además una esperanza mejor sí, por medio de la cual estamos acercándonos a Dios. También, hasta el grado de que no fue sin juramento jurado, . . . hasta ese grado también Jesús ha venido a ser el que es dado en fianza de un pacto mejor.” Y en cuanto a proseguir sin la necesidad de un sucesor, Pablo dice en seguida: “Además, muchos tuvieron que llegar a ser sacerdotes por sucesión [bajo la Ley judía] porque la muerte les impedía continuar como tales, pero él [Jesús] por cuanto continúa vivo para siempre tiene su sacerdocio sin sucesores. Por consiguiente él también puede salvar completamente a los que están acercándose a Dios por medio de él, porque siempre está vivo para abogar por ellos.”—Heb. 7:23-25.
14. Muestre cómo la superioridad del sacrificio de Cristo debe haber dado aliento a los cristianos que leían su carta.
14 Ciertamente éstos fueron argumentos fuertes de parte de su amado apóstol Pablo para fortalecer la posición de los cristianos y para ayudarlos a permanecer firmes en la fe. Pero eso no fue todo. Pablo continúa mostrando la superioridad de Jesús como sumo sacerdote en el templo celestial de Jehová. Da en el mismísimo corazón de la situación al suministrar argumentos adicionales a los cristianos. Compara el sacrificio del Señor Jesús con los sacrificios ofrecidos por el sacerdocio aarónico en el cual se gloriaban tanto los líderes judíos. En los Heb. cap. 7 versículos 26 al 28 del capítulo siete Pablo escribe: “Porque tal sumo sacerdote nos era apropiado: leal, sin engaño, incontaminado, separado de los pecadores, y llegado a ser más alto que los cielos. Él no necesita diariamente, como aquellos sumos sacerdotes, ofrecer sacrificios, primero por sus propios pecados y luego por los del pueblo: (porque esto lo hizo una vez para siempre cuando se ofreció a sí mismo;) porque la Ley nombra sumos sacerdotes a hombres que tienen debilidades, pero la palabra del juramento jurado que vino después de la Ley nombra a un Hijo, que es perfeccionado para siempre.” Piense en el aliento que les dieron esas palabras a los fieles en Jerusalén. Sí, Cristo un sumo sacerdote que ofreció su propia vida perfecta para la humanidad es ahora por el juramento jurado de Dios un sacerdote para siempre sin sucesores.
EL NUEVO PACTO HACE ANTICUADO AL VIEJO PACTO
15. ¿Cuál es la fuerza del argumento de Pablo en Hebreos 8:7-13 acerca de un pacto mejor, y cuál es la conclusión lógica acerca del viejo pacto?
15 Pablo entonces pasa a otro argumento que también beneficiará a los cristianos, y que tiene que ver con el pacto de la Ley mediado por Moisés en comparación con el pacto mejor mediado por Cristo entre Dios y sus fieles sobre esta Tierra. Note el argumento de Pablo en Hebreos 8:7-13: “Porque si aquel primer pacto hubiese sido sin defecto, no se habría buscado lugar para uno segundo.” ¿Había sido sin defecto el primer pacto? No, pues fue Jehová mismo quien dijo: “Concluiré con la casa de Israel y con la casa de Judá un nuevo pacto; no según el pacto que hice con sus antepasados en el día que los tomé de la mano para sacarlos de la tierra de Egipto, porque no continuaron en mi pacto.” “Porque éste es el pacto que pactaré con la casa de Israel después de aquellos días,” dice Jehová. “Pondré mis leyes en su mente, y en su corazón las escribiré. Y yo llegaré a ser su Dios, y ellos mismos llegarán a ser mi pueblo.” “Al decir él ‘un nuevo pacto,’” Pablo razona, Dios “ha hecho anticuado al anterior. Ahora bien, lo que se hace anticuado y envejece está próximo a desvanecerse.”—Compare con Jeremías 31:31-33.
16. ¿Quiénes entonces tenían razón para estar animados? ¿Quiénes tenían razón para estar desanimados? ¿Por qué?
16 Piense en lo animadoras que deben haber sido estas palabras: “Ahora bien, lo que se hace anticuado y envejece está próximo a desvanecerse.” ¿Quiénes eran los que podían sentirse felices entonces y no estar tristes y apesadumbrados? Pues, los cristianos, porque se estaban adhiriendo a un pacto que estaba reemplazando al anticuado, el pacto de la Ley. Los tristes y apesadumbrados resultarían ser los jactanciosos religiosos que estaban peleando contra el cristianismo. Aquello de lo que dependían ya no era el modo de Dios de tratar con su pueblo. Su Hijo, el Señor Jesucristo, resucitado a la gloria celestial, había mediado un nuevo y mejor pacto fundado sobre promesas mejores y más duraderas, y validado por un sacrificio más precioso, su propia sangre derramada.
EL REINO ESTABLECIDO SOBRE EL MONTE SION CELESTIAL
17. (a) En contraste con el hecho de que Moisés se acercó al monte Sinaí para el pacto de la Ley, ¿a qué se estaban acercando esos cristianos? (b) ¿Qué comparación hay entre la Jerusalén celestial y la Jerusalén terrestre?
17 Pero, ¿qué hay acerca de cualquiera alegación de que el derecho del Reino pertenecía a los judíos y que Jerusalén era la ciudad de Dios desde la cual saldría la gobernación divina? ¿Cómo le hizo frente Pablo a este argumento en su carta a los hebreos? Es muy interesante el modo en que comienza su argumento, que se halla en el Heb. capítulo doce, versículos 18-27, pues dice: “Porque ustedes no se han acercado a lo que puede palparse y que se ha puesto a arder con fuego, y a una nube oscura y a densa oscuridad y a una borrasca.” Es cierto que los cristianos no se habían acercado al monte Sinaí de la antigüedad, donde se dio el pacto de la Ley para la nación de Israel. No se habían acercado a algo que podían palpar y de lo cual podían ver lanzarse la llama de fuego. No, pero comenzando con el Heb. cap 12 versículo 22, las palabras de Pablo son: “Ustedes se han acercado a un monte Sion y a una ciudad del Dios vivo, a Jerusalén celestial, y a miríadas de ángeles, en asamblea general, y a la congregación de los primogénitos que han sido matriculados en los cielos, y a Dios el Juez de todos, . . . y a Jesús el mediador de un nuevo pacto.” Sí, eso es a lo que se habían acercado, al verdadero asiento de poder y gobierno, no a la Jerusalén terrestre, sino a la celestial, con Dios, miríadas de ángeles, la congregación de los primogénitos y Jesús el mediador del nuevo pacto. En comparación la Jerusalén terrestre, también el monte Sinaí, así como el templo y sacerdocio de los judíos, se hacían insignificantes.
18. (a) ¿Cuánto habrá de durar la Jerusalén celestial? (b) ¿Qué le había sucedido ya a la Jerusalén terrestre y le sucedería por segunda vez?
18 ¿Y cuán sólidos, duraderos y firmemente fundados son ese monte Sion y la Jerusalén celestial? No se nos deja en duda, pues Pablo agrega: “Por eso, siendo que hemos de recibir un reino que no puede ser sacudido, continuemos teniendo bondad inmerecida, por la cual rindamos a Dios de manera acepta servicio sagrado, con temor piadoso y reverencia.” (Heb. 12:28) Ese reino no sería sacudido como fue sacudida severamente Jerusalén terrestre durante setenta años, de 607 a 537 a. de la E.C., y volvería a ser sacudida en el futuro no muy lejano por los ejércitos romanos bajo Tito.
19, 20. ¿Qué habrían de hacer entonces esos cristianos judíos, y a qué había hecho llamamiento Pablo en sus argumentos?
19 ¡Qué consoladoras e inspiradoras deben haber sido las palabras de Pablo a aquellos cristianos judíos primitivos! Diecinueve siglos después, las palabras todavía están vivas y llenas de significado para nosotros los cristianos de este siglo veinte.
20 Por eso, en un tiempo cuando los opositores judíos confiaban en la antigüedad, la riqueza material, el poder, el esplendor de los ritos, las ceremonias y la sabiduría de este mundo, los cristianos habrían de aumentar en fe, en la expectativa segura de cosas esperadas, en la evidente demostración de realidades, aunque no se contemplaban. ¡Cuánto debe haber animado esa carta a los fieles de Dios alrededor del año 61 E.C.! De veras que ‘El Camino’ a la vida con bendiciones eternas fue claramente puesto delante de ellos. Y Pablo escribió su carta de tal modo que hiciera llamamiento a su razonamiento y lógica como judíos naturales por nacimiento y resultara en edificarlos en la fe. Las palabras de Pablo en el libro de Hebreos igualmente son consoladoras para los cristianos del día actual.
21. Conforme se ha ilustrado en nuestra lección, ¿cómo podemos aumentar todos nuestro aprecio a la Palabra de Dios y con qué motivo?
21 Para beneficiarnos plenamente de las Escrituras, tenemos que comprender por qué se escribieron así. Con la ayuda de libros como Aid to Bible Understanding, así como “Toda Escritura es inspirada de Dios y provechosa” y muchas otras publicaciones, realmente tenemos un almacén de conocimiento para ayudarnos a saber cómo y por qué cada libro de la Biblia se escribió así. Con ese punto de vista ensanchado ciertamente podemos llegar a estar equipados para toda buena obra que Dios nos dé para desempeñar. Tal como hemos hecho con el libro bíblico de Hebreos podemos proceder con los otros sesenta y cinco libros que comprenden la Palabra de Dios, la Santa Biblia. ¡Qué apropiadas son las palabras que se hallan en el capítulo de conclusión de la carta a los Hebreos para todos los cristianos hoy día: “Que el Dios de paz . . . los equipe con toda cosa buena para hacer su voluntad, efectuando en nosotros, por medio de Jesucristo, lo que es muy agradable a su vista”!—Heb. 13:20, 21.
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