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  • ¿Adónde se dirige la moderna erudición católica?
    ¡Despertad! 1973 | 8 de julio
    • de Jerusalén llamándolo una “aventura ridícula” acerca de “una serie de bromas pesadas que Dios le hizo a su profeta . . . toda la historia está relatada con una ironía no disfrazada” y “su propósito es divertir e instruir.” Pero Jesús no lo consideró como una broma; ¡tomó en serio lo que éste decía! Así es que uno se pregunta: ¿Tienen estos críticos modernos alguna prueba para apoyar su opinión? ¡Absolutamente ninguna! ¡Solamente han inventado teorías que presten apoyo a su rechazo a admitir que Dios haría milagros! Es claro que la moderna erudición católica marcha hacia atrás, no hacia adelante, al ir en contra de las declaraciones explícitas de Jesucristo a favor del mérito histórico del libro de Jonás.

      ¿Qué hay acerca del Cantar de los Cantares?

      Este libro de la Biblia declara en su primer Can. 1 versículo 1: “La canción superlativa, que es de Salomón.” En apoyo de esta declaración la Introducción a este libro en la Biblia Hebrea Soncino señala los siguientes puntos: El rey Salomón ciertamente fue el escritor de muchas canciones. (1 Rey. 4:32) El libro mismo contiene varias referencias al rey. Aunque algunos afirman que las peculiaridades idiomáticas denotan una fecha posterior, los hechos son que “semejante opinión . . . no tiene una base sólida. La forma abreviada del pronombre relativo [she o sha en vez de ‘asherʹ] v.g. que ocurre frecuentemente en este Libro . . . también se encuentra en libros bíblicos más antiguos,” como Génesis y Jueces. Y otras objeciones a que Salomón es el escritor del libro son “igualmente infundadas.”

      Eruditos católicos de hace más de sesenta años señalaron a más evidencias de que Salomón es el escritor de este libro. Por lo tanto The Catholic Encyclopedia, Tomo 3, pág. 305, comentó: “El Cantar muestra evidencia del amor de Salomón por la naturaleza [1 Rey. 4:33] (contiene veintiún nombres de plantas y quince de animales), por la belleza y por el arte, y por el esplendor real.” Y la Catholic Biblical Encyclopedia hace notar que los diferentes nombres de lugares en el libro muestra que debe haber sido escrito antes de la división del reino durante el tiempo del hijo de Salomón, Roboam.

      Sin embargo, otra vez la moderna erudición católica escoge pasar por alto toda esta evidencia y acepta las teorías de los escépticos y críticos modernos que ponen en duda el que Salomón haya escrito este libro. Otra vez ha escogido ponerse de parte de la sabiduría de este mundo —‘la cual es necedad a los ojos de Dios’— en vez de ponerse de parte de la fe en la inspiración de la Biblia y su preservación divina.—1 Cor. 3:19.

      ¿Más de un escritor de Isaías?

      Un ejemplo más de cómo la moderna erudición católica se está apartando de la fe en la inspiración, autenticidad y preservación divina de los varios libros de la Biblia se ve en el ponerse de parte de los incrédulos modernos de la alta crítica que aseveran que hubo tres o más “Isaías.” Según estos críticos, un “Isaías” escribió los Isa capítulos 1 hasta 39, otro escribió los Isa capítulos 40 hasta 55, y uno más escribió los Isa capítulos 56 hasta 66.

      Pero esa opinión no puede armonizarse con la Biblia. Esta muestra que el libro fue escrito en su totalidad por un escritor cuyo nombre fue Isaías. Por ejemplo, Mateo 3:3 atribuye Isaías 40:3 a “Isaías el profeta,” así como Mateo 4:14-16 atribuye las palabras en Isaías 9:1, 2 al mismo Isaías. Similarmente tanto Isaías 6:1, 10 como Isa 53:1 son atribuidos a “Isaías el profeta” en Juan 12:38-41. Igualmente el apóstol Pablo en Romanos 10:16 atribuye al profeta Isaías la escritura de las palabras que se encuentran en Isaías 53:1. Y en Lucas 4:17 leemos que “el rollo del profeta Isaías” le fue entregado a Jesús y él leyó las palabras que se encuentran en Isaías 61:1, 2 y las aplicó a sí mismo. Se pueden dar más ejemplos que muestran que los escritores de la Biblia atribuyeron las supuestas tres divisiones de Isaías a solo un profeta Isaías.

      El Rollo “A” de Isaías del Mar Muerto da testimonio en el mismo sentido. Su copista no sabía nada de una supuesta división entre Isaías capítulos 39 y 40, porque en el rollo lo que ahora se conoce como el Isa capítulo 40 comienza en el último renglón de la columna que contiene el Isa capítulo 39. También es digno de notarse que los versículos finales del Isa capítulo 39, por medio de hablar del venidero cautiverio a Babilonia, provee una transición lógica a lo que sigue. El Isa capítulo 40 señala al tiempo en que ese cautiverio terminaría.

      En este asunto también, temprano en este siglo la Comisión Bíblica Pontifical, el 28 de junio de 1908, refutó los argumentos de los que mantenían que la profecía de Isaías tenía varios escritores, y concluyó diciendo: “No hay argumentos sólidos presentes, ni siquiera tomados en conjunto, para probar que el libro de Isaías no se debe atribuir solamente a Isaías, sino a dos o más bien a muchos autores.” Y la Catholic Biblical Encyclopedia, Old Testament, apropiadamente hace notar: “La anonimia del llamado Deutero- [Segundo] y Trito- [Tercero] Isaías permanece como un obstáculo insalvable para la escuela crítica. No pueden explicar cómo es que uno de los libros más importantes ha permanecido con su autor desconocido, mientras que al mismo tiempo los escritos proféticos menores,” a saber, Abdías y Ageo, “han retenido los nombres de sus autores.”

      Muy bien podría preguntarse: ¿Por qué es que la moderna erudición católica ha escogido pasar por alto toda la evidencia en cuanto a la unidad del libro de Isaías? ¿Por qué? Porque han perdido fe en el poder y sabiduría del Autor de la Biblia. Los que adoptan la teoría de muchos escritores de Isaías lo hacen principalmente porque rehúsan creer que un profeta de Jehová haya podido predecir acertadamente los detalles que Isaías dio con respecto a la conquista de Babilonia por Ciro y acontecimientos parecidos. Pero al hacer eso van en contra de uno de los temas de Isaías, a saber, que el Dios verdadero puede predecir los acontecimientos y que los dioses falsos no pueden predecir. Por lo tanto leemos: “Acuérdense de las primeras cosas de mucho tiempo atrás, que yo soy el Divino y no hay otro Dios, ni nadie semejante a mí; Aquel que declara desde el principio el final, y desde hace mucho las cosas que no se han hecho; Aquel que dice: ‘Mi propio consejo subsistirá, y todo lo que es mi deleite haré’ . . . lo he hablado; también lo haré venir.” Y también, “Así resultará ser mi palabra que sale de mi boca. No volverá a mí sin resultados, sino que ciertamente hará aquello en que me he deleitado, y tendrá éxito seguro en aquello para lo cual la he enviado.”—Isa. 46:9-11; 55:11.

      Sí, este Dios verdadero que puede predecir el futuro desafía a los adoradores de los dioses de imitación: “Que todas las naciones se junten en un solo lugar, y que los grupos nacionales se reúnan. ¿Quién hay entre ellos que pueda anunciar esto? ¿O pueden ellos hacernos oír siquiera las cosas primeras? Que suministren sus testigos, para que sean declarados justos, o que oigan y digan: ‘¡Es la verdad!’”—Isa. 43:9.

      El hecho de que la moderna erudición católica se está apartando más y más de la fe en la Biblia como la Palabra inspirada e infalible del Creador, el Dios de los cielos cuyo nombre es Jehová, debería preocupar seriamente a todos los católicos que todavía tienen fe en que la Divina Providencia dirigió la escritura y preservación de la Biblia como la Palabra de Dios.

  • Pensando en otros
    ¡Despertad! 1973 | 8 de julio
    • Pensando en otros

      ● El énfasis que Jesús puso en que un cristiano debe amar a su prójimo, le evita a uno el peligro de pensar en sí mismo cada vez que piense.

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