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Cuidado providencialLa Atalaya 1970 | 1 de mayo
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Cuidado providencial
HAY veces que obstáculos insuperables e amenazan con impedir que personas sinceras reciban ayuda para aprender la Biblia. Jehová Dios, a quien le interesan estas personas, a menudo maniobra los asuntos para que reciban la ayuda que necesitan. La siguiente experiencia de un testigo de Jehová en San Lorenzo, California, subraya esto:
“Tengo una prima política coreana que vive aquí en los Estados Unidos. Me ha estado pidiendo a mí y a su cuñada que le enseñemos la Biblia. Sin embargo, es imposible porque no podemos entenderla, pues ella habla muy poco inglés. Aunque tiene nuestra literatura en coreano, estaba angustiada porque no podíamos darle la atención personal que necesitaba. Venía a las reuniones del Salón del Reino, pero lloraba porque no podía entender lo que pasaba. Durante todo este tiempo yo estaba buscando un Testigo coreano, pero no pude hallar ninguno. En realidad me sentía impotente.
“En el último día de nuestra asamblea de distrito, me perdí en el estacionamiento mientras buscaba mi auto. Evidentemente, Jehová estaba maniobrando los asuntos, porque encontré por casualidad a una amiga a quien la acompañaba una Testigo recién bautizada. ¡Sí, ésta que se había bautizado recientemente era coreana! Inmediatamente le pregunté si le gustaría estudiar con mi parienta. Se llenó de alegría, porque había estado orando a Jehová pidiendo un estudio bíblico en coreano, ya que su inglés era deficiente. Se da el caso de que mi prima política estaba orando exactamente por lo mismo.
“Se hicieron los arreglos, ¡y qué gozo hubo cuando se conocieron! ¡Lágrimas, abrazos y felicidad! La Testigo recién bautizada todavía estaba recibiendo ayuda de otra Testigo coreana. Se hicieron arreglos para que mi parienta participara también en este estudio. Ahora tiene dos personas coreanas con quienes asociarse y recibe una porción doble de alimento espiritual en su lengua. Verdaderamente, Jehová cuida amorosamente a los que se esfuerzan por conocerle.”
Otra Testigo, de Arlington, Massachusetts, informa: “Le estoy enseñando la Biblia a una joven que vive en un campamento para coches de remolques. Un día me dijo que en el campamento había otra señora que se interesaba en la Biblia. La había invitado a que participara en nuestro estudio pero no podía hacerlo debido a que tenía que trabajar para ayudar a sostener a su familia, en la que había unas gemelitas. Me dijo que esta señora vivía en el primer remolque del campamento. Prometí visitarla.
“Cuando fui a hacer la visita, contestó una joven con acento francés y, al verme con una bolsa, dijo: ‘¡Entre, por favor!’ Le pregunté si sabía quién era yo. Ella dijo que sí y de nuevo me invitó a entrar. Entré y comencé a explicar por qué la estaba visitando y ella me interrumpió, diciendo: ‘Espere un momento, sacaré mis cosas.’ Parecía que me había confundido con otra persona, pero se fue antes de que yo pudiera decirle esto. Yo no quería sentarme, pues estaba segura de que me iba a pedir que me saliera cuando descubriera quién era yo.
“Regresó, y las ‘cosas’ que fue a sacar eran una Biblia en francés, la Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras en inglés y ejemplares en francés e inglés de la literatura de la Sociedad Watch Tower. ‘Siéntese,’ dijo dulcemente, ‘¡estudiamos!’ Yo quedé completamente sorprendida y me pregunté por qué la otra señora no me había dicho que esta persona estaba tan interesada.
“Luego le pregunté acerca de sus gemelitas, y ella me preguntó: ‘¿Cuáles gemelas?’ Cuando le pregunté si tenía gemelas, ella dijo que no. Entonces le pregunté en cuanto a su vecina con quien yo estudio y ella no la conocía. Otra vez repitió: ‘Estudiamos, por favor.’ Le pregunté quién era la señora que tenía gemelitas que vivía en el campamento. Ella dijo que vivía en el primer remolque al otro lado de la calle. De nuevo dijo: ‘¡Estudiamos ahora, por favor!’ Así que estudiamos, y lo hemos estado haciendo por las pasadas tres semanas.
“Parece que esta muchacha francesa había estudiado la Biblia en Texas. Entonces se mudó a Virginia para vivir con su suegra, que pertenece a una de las religiones de la cristiandad. Mientras vivía allí, los testigos de Jehová la visitaron una vez y ella quedó perpleja en cuanto a por qué jamás regresaron después. A la semana después que la visité, recibió una carta de una Testigo de Virginia en la que le decía que sí habían regresado, pero que la suegra de ella los había despedido. Evidentemente, aquélla nunca le dijo a su nuera acerca de la visita de ellos. No obstante, en este campamento para coches de remolques con cuatro hileras de remolques, que hacían ocho ‘primeros,’ Jehová evidentemente me dirigió a aquel en el cual vivía una persona que necesitaba cuidado espiritual.”
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Preguntas de los lectoresLa Atalaya 1970 | 1 de mayo
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Preguntas de los lectores
● Algunos animales tienen características que parecen especialmente adecuadas para matar, como los leones y las culebras venenosas. ¿Cómo puede ser esto, si todos eran vegetarianos en un tiempo?—L. K., Holanda.
Se comprende por qué pudiera surgir esta pregunta, pues como están las cosas ahora, muchos animales ciertamente se matan unos a otros para alimentarse. Pero sírvase notar que esto es como están las cosas ahora. ¿Hay alguien en la Tierra que pueda decir por observación personal cómo actuaban estos animales hace seis mil años?
Por todas partes de la Tierra los humanos matan animales y se comen la carne de ellos. Pero, ¿prueba la capacidad que tiene el hombre de masticar y digerir carne que todos los hombres comen carne o que los hombres siempre han comido carne? No, pues la Palabra de Dios, la historia más antigua y más confiable que hay de la humanidad, muestra que originalmente Jehová le dio al hombre “toda vegetación que da semilla” y “todo árbol en el cual hay fruto de árbol que da semilla” como alimento. No fue sino hasta más de mil seiscientos años después que Dios permitió un cambio en la dieta para el hombre, permitiéndole cazar animales para alimento.—Gén. 1:29; 9:2, 3.
Por supuesto, los que creen que el hombre y los animales evolucionaron a través de un período de millones de años quizás no acepten esto, pero eso es lo que dice la Palabra de Dios, y Jesucristo dijo: “Tu palabra es la verdad.” (Juan 17:17) Si la dieta y modo de vivir actual de los humanos no representa lo que originalmente fue, ¿no es posible que lo mismo sea cierto de los animales?
Es menester tener presente que los científicos están limitados en su conocimiento. Aunque un hombre sea una autoridad en algún campo de la vida animal, no sabe todo lo que se debe saber acerca de un animal según vive ahora, sin decir nada acerca de cómo vivió miles de años en el pasado. Los que son humildes y sinceros reconocen esto. El mismísimo hecho de que los científicos tienen diferentes opiniones demuestra la veracidad de ese punto.
Por ejemplo, surgió la cuestión en cuanto a si las cobras pueden percibir sonidos o no. El 27 de noviembre de 1968, un curador adjunto de reptiles en uno de los grandes parques zoológicos de los Estados Unidos escribió: “Ninguna culebra puede percibir sonidos; esto también incluye a la Cobra.” Eso parece bastante concluyente. Sin embargo, el mismísimo día el curador y presidente del Departamento de Herpetología del Museo Americano de Historia Natural explicó: “Por lo general se ha supuesto . . . que las culebras son sordas a los sonidos que lleva el aire. Sin embargo, la evidencia reciente indica que algunas culebras pueden oír sonidos de tono bajo. No se sabe de seguro cómo se relaciona esto con el problema de la cobra. El peso de la evidencia todavía favorece la teoría de que es el movimiento más bien que el sonido lo que influye en las cobras, pero el asunto ciertamente no está cerrado.”
Hace mucho tiempo la Biblia indicó que la cobra oye la “voz de encantadores,” pero que podía rehusar escuchar tal como un humano puede rehusar escuchar. (Sal. 58:4, 5) ¿Sería prudente rechazar lo que dice la Biblia solo porque algunos científicos creen que la realidad es diferente a eso? Las observaciones ya citadas muestran que la respuesta es: No. De modo semejante, el hecho de que cierta evidencia actual no parezca apoyar lo que dice la Biblia en cuanto a la vida animal en el pasado no debe hacer que uno rechace la Palabra inspirada de Dios.
Otra cosa, ¿está uno justificado al concluir que la manera en que un animal usa su cuerpo hoy es la única manera posible? Por ejemplo, el tigre usa sus colmillos y garras para atrapar, matar y despedazar a otros animales. No obstante, ¿no podrían utilizarse estos mismos colmillos y garras para despedazar vegetación fuerte y romper cáscaras y vainas?
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