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La juventud quiere saber¡Despertad! 1977 | 22 de febrero
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los amo y cuánto aprecio todo lo que han hecho para mí. Es solo porque ustedes me han ayudado que he llegado a este tiempo de mi vida. Siempre que lo necesitaba, ustedes me dieron consejo excelente y estímulo, y siempre con bondad y amor.”
Esta joven añadió: “Me han dado otra cosa por la cual siempre me sentiré agradecida. Al enseñarme acerca de Jehová Dios y sus principios bíblicos, me han dado un propósito en la vida que me ha hecho muy feliz. También me han dado una maravillosa esperanza para el futuro y me han enseñado a confiar en Jehová y sus promesas. Ahora, al esforzarme por servirle más cabalmente, espero que ustedes se sientan felices por haberme dado las cosas más preciosas de la vida. De nuevo, muchísimas gracias a los dos. Las palabras no bastan para expresar cuánto aprecio les tengo a los dos, pero sé que comprenden.”
¡Qué excelente galardón recibieron los padres de esta joven por sus años de sincero y amoroso esfuerzo! Esta manifestación de aprecio es común entre los hijos de padres que han aprendido lo que son las leyes, principios y propósitos de Dios, y luego se han equipado para instruir a sus hijos. Y esto no quiere decir que los padres tienen que ser perfectos, ni intelectuales, ni poseer habilidades extraordinarias. Cualquier padre que sinceramente se interesa en instruir a sus hijos puede aprender a hacerlo.
Usted puede ver por sí mismo que el proceder de esta manera da resultados, que es práctico, que surte efecto. Visite al Salón del Reino de los Testigos de Jehová más cercano a usted, o asista a una de sus asambleas grandes. Sin duda quedará impresionado al notar la gran cantidad de jóvenes entre los concurrentes. No, estos jóvenes no son perfectos. Pero sí quieren saber el propósito de la vida y lo que el futuro encierra para ellos. Se están enterando. La curiosidad natural que tienen acerca de estos asuntos está recibiendo atención.
Es cierto que no todos los hijos responden bien. Pero la mayoría sí. Y si usted es padre o madre, puede imaginarse el gozo que tienen los padres cuyos esfuerzos han sido recompensados. Es como dice la Palabra de Dios: “El padre de un justo sin falta estará gozoso; el que llega a ser padre de un sabio también se regocijará en él. Tu padre y tu madre se regocijarán, y la que te dio a luz estará gozosa.”—Pro. 23:24, 25.
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Aprendiendo a cantar¡Despertad! 1977 | 22 de febrero
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Aprendiendo a cantar
■ Tal vez al oír el hermoso cantar de un ave canora se haya quedado asombrado ante lo que le parecía ser una habilidad innata. Pero, ¿canta el pájaro esta melodía simplemente por instinto? Tal vez no enteramente.
Los experimentos que se han hecho con el gorrión de corona blanca indican que este pájaro tiene que aprender el canto de su especie. Si al criarlo, lo separan de los adultos de su género de modo que no oye su canto, este gorrión cantará pero su canto se desarrollará anormalmente. Por otra parte, si durante el tiempo en que tiene entre diez y cincuenta días de edad oye el canto normal de su especie, aunque sea en grabaciones, aprende a cantar normalmente. Y, de hecho, imita el dialecto particular del canto que oye.
Pero ¿aprende a cantar cualquier canto que oye? No. Si durante este mismo período oye grabaciones de otra especie, no aprende ese canto. Parece que el gorrión necesita instrucción para aprender su canto normal, pero también tiene pautas internas que hacen posible que enfoque el canto particular de su especie y lo hacen rechazar otros cantos. En realidad, esta es una garantía intraconstruida de que el gorrión de corona blanca no aprenderá el canto de otra especie.
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