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Preguntas de los lectoresLa Atalaya 1951 | 1 de noviembre
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presente existencia transitoria. Cualquier salvación de vida lograda por transfusiones dura poco.
Y el hacerlo en desobediencia a los mandamientos de Dios puede costarle a uno la vida eterna. Ningún bien transitorio que resultara podría justificar esta gran pérdida permanente. El agua que le trajeron a David cuando sufría físicamente de sed le hubiera proporcionado algún bien a su cuerpo y le hubiera producido alivio agradable; pero no consideró tal bien como justificación para violar el principio de la ley de Jehová concerniente a la sangre. (1 Cró. 11:17-19) Parecidamente, en una ocasión los israelitas estaban a punto de agotamiento físico y se morían de hambre, necesitando muchísimo algún alimento. Mataron animales y en su prisa por satisfacer su gran necesidad física comieron la carne sin tomar tiempo para dejar escurrir la sangre. El bien físico que esto logró para sus sistemas no justificó su violación de la ley de Dios en cuanto a la sangre, ni les evitó el ser reprendidos como transgresores.—1 Sam. 14:31-34.
Y que los entusiastas por la transfusión con un complejo salvador reflexionen acerca del hecho de que en muchos casos las transfusiones ocasionan daño, propalan enfermedades y frecuentemente ocasionan muerte, lo cual, por supuesto, no recibe publicidad. Ahora bien, ¿está usted tan anuente a aceptar la responsabilidad por resultados malos como lo está para aceptar crédito por los supuestos buenos resultados? Existe la posibilidad de que su sangre cause la muerte de un hombre. Recuerde, la ley de Dios permitía que hasta el matador accidental de un hombre fuera ejecutado por el vengador de la víctima, a menos que el matador huyera y permaneciera en ciudades de refugio especialmente provistas. (Núm. 35:9-34) A los cristianos se les enseña a que sean aun más cuidadosos de la vida humana de lo que fueron los judíos naturales. De nuevo decimos, ningún bien proviene de violar la ley de Dios, no importa cuánta sabiduría mundana produzcan para justificarlo delante de los hombres.—Luc. 16:15; 1 Cor. 3:19.
● ¿Hemos de concluir que los testigos de Jehová se oponen al uso de transfusiones por la gente?
Eso sería una conclusión equivocada. Los testigos de Jehová no se oponen al uso de transfusiones por la gente, sino que conceden a cada quien el derecho de decidir por sí mismo lo que su conciencia le dicte hacer. Los israelitas se sintieron obligados a cumplir con la ley de Dios que prohibía el comer la carne con la sangre coagulada en ella, pero, a pesar de eso, no se oponían a que lo hicieran los de afuera de la organización de Dios, y hasta proporcionaban animales sin desangrar a los forasteros que regularmente comían tales cosas de todas maneras. (Deu. 14:21) Cada uno decide por sí mismo, y lleva la responsabilidad por su curso. Los testigos de Jehová consagran su vida a Dios y se sienten obligados a obedecer su Palabra, y tomando en cuenta estas cosas, cada individuo decide su curso personal y lleva la responsabilidad personal por dicho curso delante de Dios. Por eso, como dijo Josué en una ocasión a los israelitas, “Si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quién debáis servir, . . . en cuanto a mí y a mi casa, nosotros serviremos a Jehová.”—Jos. 24:15.
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PERÍODO DE TESTIMONIO “ALABAR A JEHOVÁ COMO REY”
“Alaben a Jah.” (Apo. 19:6, NM) En obediencia a esta exhortación impulsante cientos de miles durante 1951 han levantado su voz en una poderosa canción de alabanza al soberano universal, Jehová Dios. Otros miles comienzan a cantar las gozosas palabras y se unen al coro que enaltece al Creador como Rey. ¿Qué hay de usted? ¿Cree usted en la Biblia? ¿en las evidencias de nuestro día que prueban que Jehová reina, y que un nuevo mundo se ha acercado? Quizás, entonces, el deseo de alabar al Altísimo existe dentro de su corazón, también. Usted puede usar sus facultades para “Alabar a Jehová como Rey” durante diciembre cuando este tema será proclamado por todo el mundo de una manera especial. El mensaje de la Biblia que ensalza la Grandeza de Jehová será presentado al público en la forma de un libro titulado “¿Qué ha hecho la religión para la humanidad?” (sólo en inglés) junto con un folleto de 32 páginas, por la contribución de 50c (dinero de E.U.A.). Puede obtenerse literatura para distribución de una compañía de los testigos de Jehová o de la Watchtower, 117 Adams St., Brooklyn 1, N.Y. Escríbanos para información concerniente a una compañía de testigos de Jehová en su vecindad o para saber cómo usted también puede participar.
ESTUDIOS DE “LA ATALAYA”
Semana del 2 de diciembre: El lugar que ocupa la Palabra de Dios en nuestra vida; también, Libre albedrío y la Palabra.
Semana del 9 de diciembre: El espíritu, la organización y la Palabra.
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