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Sea fiel a Dios, “que mira en secreto”La Atalaya 1985 | 15 de abril
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explicó el juez, él no tenía base para ordenar que le pusieran sangre en contra de la voluntad de ella.
18. Respecto a la cuestión de la sangre, ¿qué determinación debemos dar a conocer claramente? ¿Qué resultados se obtendrán probablemente?
18 Este caso recalca la importancia de explicar con toda claridad que en nuestra posición respecto a la sangre no hay lugar a transigencia. Los apóstoles adoptaron una posición igual de firme al declarar: “Tenemos que obedecer a Dios como gobernante más bien que a los hombres” (Hechos 5:29). El caso de la hermana Rodríguez también demuestra el efecto que podría tener en otras personas el que un Testigo transigiera. Aunque estaba enferma y débil físicamente, tuvo que enfrentarse a presión adicional solo porque tal vez haya habido alguien que anteriormente haya violado la ley de Dios en secreto. Por supuesto, tal violación no sería secreta para el “Juez de toda la tierra” (Génesis 18:25). Agraciadamente, la hermana Rodríguez mostró en privado la misma firmeza que había mostrado en público. Y después, cuando hubo recobrado la salud, explicó a esa misma asamblea médica que estaba determinada a continuar siendo fiel a Dios.
19. En todo momento, ¿de qué hecho debemos estar conscientes?
19 Nosotros, también, tenemos que ser fieles, sea que obremos en público o no. Jehová se complace en tal fidelidad y la recompensa; responderá en justicia a las obras —públicas o privadas— de los que son infieles a las normas de Él (Salmo 51:6; Job 34:24). Amorosamente, Dios provee consejo perfecto que nos ayuda a vencer cualesquier faltas ocultas que tengamos, como consideraremos en el siguiente artículo.
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Acepte la ayuda de Dios para vencer faltas secretasLa Atalaya 1985 | 15 de abril
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Acepte la ayuda de Dios para vencer faltas secretas
“Para todas las cosas tengo la fuerza en virtud de aquel que me imparte poder.” (FILIPENSES 4:13.)
1. ¿Qué pidió cierto padre preocupado?
EL MUCHACHO era epilépticoa. Espumajeaba, tenía convulsiones, y a veces caía en el agua o en el fuego. Su preocupado padre buscó a un hombre que tenía la fama de curar a los enfermos. Cuando parecía que había falta de confianza en cuanto a la habilidad de aquel hombre, el padre clamó: “¡Tengo fe! ¡Ayúdame donde necesite fe!”.
2. ¿Cómo podemos estar seguros de que Dios quiere ayudarnos a vencer nuestras faltas?
2 Podemos aprender algo de este padre que buscó la ayuda de Jesús. El hombre reconocía que su fe pudiera ser deficiente; también estaba seguro de que Jesús quería ayudar. Así puede ser en nuestro caso, a medida que nos encaramos a nuestras propias faltas —incluso a las secretas— y nos esforzamos por vencerlas. Podemos confiar en que Jehová Dios quiere ayudarnos, tal como él ha ayudado a otras personas en el pasado. (Compárese con Marcos 1:40-42.) Por ejemplo, él ayudó al apóstol Pablo a hacer frente a faltas que se
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