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  • Azote de la campiña británica
    ¡Despertad! 1979 | 22 de diciembre
    • derramamiento de una sustancia esterilizadora del terreno en hoyos de 2,5 centímetros, horadados de modo que tengan 60 centímetros de profundidad y estén a 15 centímetros de distancia unos de otros entre los árboles. El efecto de este tratamiento dura varios años, pero el tratamiento es muy costoso, pues cuesta por lo menos £12 ($24, E.U.A.) por árbol. Es práctico únicamente en el caso de olmos valiosos.

      Esfuerzos por replantar

      Hoy se va entendiendo cada vez más claramente que los árboles son una parte esencial del entero equilibrio ecológico de la vida. ¿Serán reemplazados los olmos? Si así es, ¿cómo? En muchas zonas hay proyectos para plantar árboles como servicio público, más bien que como empresa particular o privada, pero se piensa plantar especies de crecimiento rápido como los limeros agrios, no los olmos. En una zona donde, para 1975, se plantaron más de 170.000 nuevos árboles, ninguno de ellos era un olmo. Hasta la fecha, la respuesta a la tragedia de los olmos ha sido tan eficaz como tratar de detener un fuego forestal con una manguera corriente.

      A pesar de las subvenciones gubernamentales, los granjeros y terratenientes naturalmente vacilan en cuanto a plantar nuevos árboles. ¿Por qué? Porque las leyes actuales exigen que, de cada cuatro árboles que se planten, tres, en realidad, vayan al gobierno en la forma de impuestos. Por eso, por lo menos el 90 por ciento de los proyectos de replantar que se habían planeado fueron cancelados en 1975.

      Los terrenos de la sucursal de la Sociedad Watch Tower en Londres también han sentido los efectos de las enfermedades de los árboles. Hasta 30 árboles de estos terrenos han tenido que ser derribados, entre ellos algunos olmos. Los ventarrones han derribado algunos, también. Sin embargo, recientemente se ha emprendido un vigoroso programa de replantar. Además de los más de 100 coníferos que son parte del grupo de árboles que bordea el perímetro del lugar, se han plantado más de 200 árboles en estos terrenos. Entre éstos hay abedul plateado, sicómoro, eucalipto, serbal y arce. Pero el llenar los espacios que han quedado vacíos en el paisaje es un proceso muy lento.

      En los últimos meses los ecólogos se han alentado al notar brotes de olmo en algunos de los viejos sistemas de raíces que hay por el campo. Puede ser que con el tiempo éstos crezcan y ayuden a restaurar el equilibrio. Pero en la actualidad es demasiado temprano para confiar en que hayan de madurar.

      Mientras tanto, la enfermedad del olmo holandés continúa desenfrenada. La agradable campiña británica, retratada en las pinturas clásicas de Constable, Gainsborough y Turner, ha sido trágicamente azotada y destruida por esta enfermedad. Las ramas peladas de árboles que antes ostentaban su hermosura son un recordatorio vergonzoso del fracaso de todo plan de conservación.

  • ‘La humedad de la vida’
    ¡Despertad! 1979 | 22 de diciembre
    • ‘La humedad de la vida’

      En una ocasión cuando el rey David se retuvo de confesar su pecado a Dios, experimentó malos efectos mentales y físicos. “La humedad de mi vida,” dijo David, “se ha cambiado como en el calor seco del verano.” (Sal. 32:4) Durante una sequía veraniega los árboles pierden una cantidad considerable de humedad. Así mismo, el tratar de reprimir el remordimiento de conciencia y la angustia resultante produjo en David una tremenda tensión, que agotó su fuerza y energía.—Sal. 32:3.

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