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Una carrera que lleva a bendiciones de toda la vidaLa Atalaya 1972 | 1 de septiembre
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de nuevo a aquellos amigos queridos que hicieron tan deleitable y espiritualmente provechosa nuestra estancia en Puerto Limón.
Recuerdo especialmente una experiencia en Costa Rica cuando fuimos a dar el testimonio en la pequeña población de Colorado Bar, un lugar donde no vivía ningún testigo de Jehová. Conseguimos pasaje en un barco pequeño y el viaje duró doce horas. Al día siguiente visitamos a la gente y esa noche se pronunció un discurso público. En dos días habíamos colocado casi toda nuestra literatura bíblica con la gente y habíamos hablado a casi todos los de la aldea. Coloqué una ayuda para el estudio de la Biblia con un señor que la quería para sus hijos. Uno de los muchachos, al leer el libro, reconoció que era la verdad de Dios. Pronto fue a trabajar en Puerto Limón y comenzó a asociarse con la congregación y se bautizó. Emprendió el ministerio de tiempo cabal, y ahora es un ministro viajero especial que representa a la Sociedad Watch Tower en Costa Rica.
Otra experiencia que recuerdo claramente es la que tuvimos cuando nuestra familia misional fue invitada a ir a un lugar que se llama Aguacate. Se hicieron planes para un discurso público y también una reunión el sábado por la noche. ¡Resultó ser una asamblea pequeña!
El sábado por la noche el salón estuvo repleto, y nos fue muy bien. El domingo, cuando la gente comenzó a reunirse para el discurso público, apenas podíamos creer que hubiera tanta gente en el vecindario. Vinieron a caballo, en carretas tiradas por bueyes y a pie. Habían matado una res y había bastante comida para todos. Pronto nos dimos cuenta de que sería imposible que cupieran en el Salón del Reino, pues había más de trescientas personas presentes. ¡De modo que los Testigos sencillamente quitaron las tablas de los dos lados del salón, y así todos pudieron oír! Ahora casi toda la gente que vive en esa zona son testigos de Jehová.
En 1945, un año antes que llegáramos a Costa Rica, el número máximo de Testigos allí era de 253. Diez años después el número había aumentado a 1.934. El haber participado en este aumento ciertamente fue un privilegio bendito. Aun con el crecimiento rápido, nos fue posible llegar a conocer a casi todos nuestros hermanos cristianos.
En 1950 quisimos asistir a la asamblea internacional de los testigos de Jehová en Nueva York, pero, ¿cómo? Bueno, exactamente a tiempo mi esposo recibió una pequeña herencia de 135 dólares de parte de una tía, y al mismo tiempo yo recibí 150 dólares de una póliza de seguro que había sido pagada veinte años antes. Esto, junto con lo que teníamos, lo hizo posible y nos dio gusto gastar casi hasta nuestro último centavo en una ocasión tan maravillosa. Desde ese entonces la Sociedad Watch Tower siempre nos ha ayudado a asistir a las asambleas internacionales, por lo cual estamos verdaderamente agradecidos.
CAMBIOS EN MI VIDA Y UNA NUEVA ASIGNACIÓN
Nadie en este sistema de cosas puede vivir sin congojas, y la mía llegó después de asistir a una asamblea en Nueva York en 1953. Al regresar a Costa Rica, mi esposo tuvo un ataque cardíaco del cual jamás se recuperó del todo, y al año siguiente, en diciembre, murió. Estábamos celebrando una asamblea, y el presidente de la Sociedad, el hermano Knorr, estaba visitando Costa Rica en aquella ocasión, y él fue una gran fuente de consuelo. ¡Qué maravilloso es tener a centenares de hermanos y hermanas espirituales y hogares donde uno puede ser recibido en una ocasión como ésta!
Puesto que yo había escogido mi carrera muchos años antes de haberme casado, no podía ver razón alguna para cambiarla al estar sola de nuevo. De modo que después de luchar con mi salud durante seis meses, pude empezar de nuevo. Continué en Costa Rica hasta 1957, cuando recibí una asignación a Nicaragua.
En 1957 la organización de los testigos cristianos de Jehová en Nicaragua era aproximadamente del tamaño que había sido en Costa Rica cuando llegamos allí... solo había 196 Testigos en todo el país. De modo que de nuevo podría participar en crecimiento maravilloso. Aquí la gente es muy hospitalaria; casi todos escuchan cuando les hablamos acerca de la Palabra de Dios y toman literatura bíblica si tienen dinero.
Ahora hemos alcanzado un máximo de 1.654 proclamadores de las buenas nuevas. Y en vez de las dos congregaciones que teníamos en la ciudad capital de Managua cuando llegué, ahora tenemos doce. Esperamos que muchos más nicaragüenses se unan a las filas en aumento de los alabadores del nombre de Jehová.
¿Qué carrera pudiera haber escogido que me hubiera dado placer y gozo tan constantes como ésta de rendir servicio de tiempo cabal a Jehová? Ninguna.
Cuando reflexiono en los treinta y seis años de servicio de tiempo cabal, veintiséis de los cuales han sido en el servicio extranjero, todavía digo, usando las palabras de la resolución que presentó la Primera Clase de Galaad: Quiero expresar ‘mi profunda gratitud a Jehová, a la Sociedad Watch Tower y al cuerpo gobernante por el privilegio de haber recibido instrucción y educación teocrática que me capacitaran para ser una mejor ministra de las buenas nuevas.’
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Viendo la condición de las iglesiasLa Atalaya 1972 | 1 de septiembre
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Viendo la condición de las iglesias
● Con frecuencia los testigos de Jehová han señalado que lo que se ve en las iglesias de la cristiandad realmente no es cristianismo. Algunas personas han considerado injustas esas conclusiones, y realmente no verdaderas.
El año pasado The Defender’s Trumpet, un periódico publicado por una iglesia católica de Minnesota, EE. UU., hizo algunos comentarios interesantes en cuanto a esto. En su Vol. 2, número 5, publicó esta cita:
“¿Se ha preguntado usted qué pasa en las Iglesias? Por todo el mundo, las Organizaciones Eclesiásticas están siendo desgarradas por disputas. Los clérigos se contradicen unos a otros en público. Tanto clérigos como feligreses están desafiando las doctrinas de las iglesias y la autoridad eclesiástica. De hecho, en muchas secciones la asistencia a las iglesias ha menguado tanto que algunas iglesias recurren a música de ‘rock and roll,’ bailes y otros entretenimientos para reforzarla.
“Además, en vez de ejercer influencia sana en la moralidad, varios clérigos están excusando la homosexualidad y otros tipos de conducta relajada. Además, la filosofía de ‘Dios está muerto’ está ganando terreno entre ellos.
“Pero, ¿qué está haciendo que se mueran las iglesias? El hecho de que no están enseñando la verdad bíblica y no se adhieren a los principios bíblicos. A menudo el clero le resta valor a la Biblia y sustituye a la Palabra de Dios con su propia ‘filosofía.’ (Col. 2:8) . . . Lo que ofrecen es religión falsa.”
Entonces dijo el periódico católico: “Lo susodicho es un extracto de un tratado publicado por ‘The Watchtower,’ (Testigos de Jehová). Nos parece que mucho de ello aplica a la situación aquí en St. Stephens.”
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