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Predicando en toda la Tierra habitadaLa Atalaya 1963 | 15 de enero
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como resultado de las clases de lectura y escritura conducidas en los Salones del Reino. Pero lo más digno de atención de todo es sus enormes asambleas, donde, en ocasiones, más de 30,000 testigos de Jehová de muchas tribus diferentes se han reunido en compañerismo pacífico. Los oficiales del Gobierno que han asistido para ver por sí mismos cómo pudo lograrse tal cosa se han maravillado.
En algunos lugares aldeas enteras han llegado a ser testigos de Jehová, y esto ha hecho necesario el viajar a otros lugares a fin de predicar. Tal expansión notable de la obra de predicación ha hecho que Rhodesia del Norte tenga un publicador del Reino por cada 81 personas; Nyasaland, uno por cada 194 personas; y Rhodesia del Sur, uno por cada 245 habitantes. Hace tres años se estableció una casa Betel y fábrica grande en Johannesburgo, en el Africa del Sur, donde más de dos millones de revistas La Atalaya y ¡Despertad! se imprimen en un año en nueve idiomas africanos. Ya no se le puede llamar a Africa el continente tenebroso, hablando espiritualmente.
ISLAS DEL MAR
El mensaje del Reino hasta ha penetrado en las islas que se extienden en una grande región del Atlántico, el Caribe, el Mediterráneo y el Pacífico. En muchas de estas islas, incluyendo a las Filipinas, Australia y Nueva Zelandia, las buenas nuevas del Reino han tenido una calurosa recepción. Mientras que allá en 1942 había solo 5,570 predicadores del Reino en nueve islas, diez años más tarde el número había aumentado a 44,111 que predicaban en 27 islas. Pero ahora el número de predicadores ha aumentado a lo doble, subiendo a más de 89,000, que están llevando las buenas nuevas a más de 60 islas y grupos de islas del mar.
Una carta recibida recientemente de las islas Salomón da una idea de cuán notablemente es recibido a veces el mensaje del Reino. Algunos aldeanos habían llegado a estar descontentos con la religión traída por los misioneros de la cristiandad y por eso establecieron su propia religión. Como estaban interesados en la religión, cuando se enteraron de la obra de los testigos de Jehová enviaron algunos representantes a la ciudad capital de Honiara a investigar. Estos trajeron un informe favorable. De hecho, uno de ellos quedó tan impresionado que construyó un Salón del Reino adelantándose al tiempo cuando vinieran los testigos de Jehová.
Por fin, cuando llegaron cuatro publicadores del Reino, más de 450 nativos se reunieron para escuchar la conferencia pública. Después se hicieron arreglos para conducir un programa docente durante la siguiente semana. Se celebraron clases con unos 150 concurrentes. Comenzaban a las 6:30 de la mañana y continuaban hasta después de medianoche. ¿El resultado? “Después de mucha persuasión y argumentación que es imposible poner en una sola carta, todos los maestros y pastores se decidieron a favor de la verdad. Las más de veinte iglesias fueron llamadas ahora Salones del Reino y las veintiocho aldeas están estudiando los nueve sermones que les dejamos. Todos ellos estuvieron realmente entusiasmados y enviaron conmigo veinte libras esterlinas para comprar “pizarrones” y gis. Los anteriores maestros y pastores están publicando y enseñando ahora a los otros mediante los sermones. Han abandonado todos sus ritos y están tratando de seguir la manera en que hacemos las cosas tan de cerca como les es posible.” Y así es como el mensaje del Reino llega a las remotas islas del mar.
AMÉRICA DEL SUR
Después de siglos de dominio católico romano el analfabetismo es la regla general entre la gente de este continente, los hijos ilegítimos son muchos y el matrimonio consensual es práctica normal. En tal atmósfera la predicación del Reino tuvo un comienzo lento, con solo 807 ministros en 1942; para 1952 éstos habían aumentado a 11,795, pero ahora más de 45,000 están activos predicando en todos los países de la América del Sur. En años recientes la obra de los testigos de Jehová ha obtenido extensa atención pública en todo país de la América del Sur.
En la ciudad e inmediaciones de São Paulo, al sur del Brasil, por ejemplo, hay más de 70 congregaciones de testigos de Jehová y más de 5,500 predicadores del Reino. Semanalmente el mensaje del Reino se mantiene ante la atención de la gente de esta región por medio de un programa de televisión que se calcula que tiene 1,500,000 “televidentes.”
En enero del año pasado, cuando los testigos de Jehová celebraron una asamblea nacional en São Paulo los funcionarios les dieron la bienvenida y los ayudaron a resolver varios problemas en conexión con la asamblea. Por medio de la radio, TV y 99.06 metros de columnas de publicidad en los diarios se anunció bien la asamblea. ¿Cuál fue la respuesta del público? ¡Asombrosa! Aunque hay menos de 30,000 publicadores del Reino en todo el Brasil, ¡más de 48,000 personas vinieron a escuchar la conferencia pública “Cuando todas las naciones se unen bajo el reino de Dios”!
AMÉRICA DEL NORTE
En la América del Norte, donde están situadas las oficinas principales que dirigen esta obra de predicación en todo el mundo, se han realizado aumentos constantes, no solo en los Estados Unidos, sino también en el Canadá, México y la América Central. El número de predicadores ha crecido de 75,589 en 1945, a 168,752 en 1952, a más de 345,000 que ahora están llevando el mensaje del reino de Dios a los pueblos desde Alaska hasta Panamá.
A través del mundo el número de predicadores del Reino pasa de 950,000. Cada semana se comunican con decenas de millones de personas, y con muchas de éstas celebran discusiones bíblicas en sus hogares. “En toda la tierra habitada” se están predicando estas buenas nuevas del Reino, en imitación del ejemplo puesto por Cristo Jesús y en cumplimiento de su profecía concerniente a nuestro día. No se está haciendo de manera superficial, sino con el mayor apremio, porque, como Jesús dijo, la predicación de las buenas nuevas del Reino será seguida del fin de este inicuo sistema de cosas en la guerra de Dios del Armagedón.—Mat. 24:14; Apo. 16:16.
Centenares de miles de hombres, mujeres y jóvenes dedicados, impulsados por amor a Dios y amor al prójimo, están participando celosamente en esta obra vital, prescindiendo de los obstáculos a que se enfrentan. Decenas de miles más se están uniendo a ellos en la obra cada año. ¡Ahora es el tiempo para que usted también se aproveche de la oportunidad de ponerse de parte de Jehová Dios y de su reino y así llenar los requisitos para las bendiciones eternas de su justo nuevo mundo!
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Cambiando alimento material por el espiritualLa Atalaya 1963 | 15 de enero
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Cambiando alimento material por el espiritual
Recientemente un testigo de Jehová recibió una invitación para asistir a la Escuela del Ministerio del Reino de la Sociedad Watch Tower, a sesiones que habían de comenzar antes del fin de la campaña de La Atalaya. “Estaba resuelto a hacer todo lo que podía para alcanzar mi cuota de treinta suscripciones de precursor especial,” declaró este Testigo. “Puesto que en el invierno hay escasez de empleo, puse en práctica la sugerencia del Ministerio del Reino de cambiar suscripciones por alimento. En una ocasión cambié una suscripción por cincuenta centavos de dólar y una docena de huevos, y en otra ocasión pedí veinticinco centavos y media docena de huevos por una suscripción de seis meses. Frecuentemente hacía cambios por harina de maíz, papas o pollos. Antes de partir para el curso el 11 de abril, me esforcé por visitar todo lugar en que se me había prometido una suscripción. Durante mi última semana obtuve tres suscripciones, alcanzando así un total de veintiséis suscripciones.”
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