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Cómo hacerle frente al alza de precios¡Despertad! 1975 | 8 de octubre
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una sección de carnes del día anterior? ¿Por qué no habla personalmente con el administrador y le pregunta si es posible comprar esos artículos a precios reducidos? Quizás se sorprenda al hallar que él ya tiene tal arreglo y tendrá gusto en incluirlo a usted.
Una pareja de Memphis, Tennessee, halló una manera interesante de ahorrar dinero en alimentos. Dándose cuenta de que recogían la mayoría de las noticias en la televisión, cancelaron sus suscripciones al diario y a las revistas que no se leían. Notaron, sin embargo, que en ciertos días los anuncios sobre artículos de almacén incluían cupones de descuentos impresos para artículos “de atracción,” que se vendían con descuentos para “atraer” a la gente al almacén. Como estos artículos a menudo eran los que se usan comúnmente, el comprar el diario de ese día al precio del mostrador de periódicos resultaba en ahorrar más de lo que se pagaba.
¿Podría ayudarle un huerto?
Cuando los precios de los alimentos obligaron a una pareja joven en Indianápolis a reducir los gastos, un huerto de legumbres parecía ser justamente lo que precisaban. Pero vivían en un departamento. ¿Qué podían hacer?
Después de mirar la propiedad de un vecino, el joven sugirió un arreglo: “Si le corto el césped durante todo el verano, ¿me permite labrar aquella sección para sembrar hortalizas?” Se estuvo de acuerdo; y ese huerto produjo generosamente para ellos y para sus amigos y hasta para el hombre con el cual hicieron el arreglo. ¿Podría ayudarle algo similar a hacer frente hoy al alza de precios?
Si usted está pensando en producir algunos alimentos, podría serle útil la técnica de la “cosecha múltiple.” ¿Qué es eso? En vez de sembrar toda la semilla al mismo tiempo, puede resultar beneficioso sembrarla a intervalos de una semana o dos. Así cuando un cultivo está listo para cosechar, otro está en camino. Al recoger las cosechas maduras queda libre el campo para sembrar más. En las Filipinas los expertos en la producción de cosechas han perfeccionado las cosechas múltiples a tal grado que menos de media hectárea ha producido trece toneladas. Este procedimiento puede acrecentar también la producción de su huerto.
¿Realmente necesita usted eso?
Probablemente haya notado que la mayoría de las cocineras emplean productos ya preparados o semielaborados como base de sus comidas. ¿Es realmente necesario emplear algo tan costoso? Aunque el pan comprado en la panadería, las salsas envasadas y los postres empaquetados y cenas congeladas aligeran las tareas, también aumentan la cuenta de la alimentación. El empezar desde el principio en la preparación de las comidas no solo reduce los costos, sino que da una satisfacción especial. El aroma del pan casero cocinándose en el horno y su sabor distintivo son cosas que no pueden igualar los productos comerciales. Y puede ser menos costoso.
Hoy en muchos países los anunciantes continuamente presionan a la gente a “comprar,” “comprar,” “comprar.” ¿Pero, necesita verdaderamente la gente todas las cosas materiales que les presentan? ¿Necesita usted todo lo que posee actualmente? Estas son buenas preguntas y deben considerarse cuando se piensa en hacer frente al alza de los precios.
Cuando una familia de tres en Indiana sintió el aprieto de la reducción del poder adquisitivo, decidió rebajar su nivel de vida por medio de vender su vivienda y comprar una más pequeña a casi la mitad del precio. Todavía tienen espacio adecuado para vivir; pero ahora los pagos de la hipoteca son 100 dólares menos al mes.
Puede utilizar un enfoque similar aun en su vivienda actual. El ponerse ropa más pesada al estar en la casa y correr las cortinas en las ventanas con corrientes de aire le ahorrará dinero en las cuentas del combustible. Otros ahorros resultarán si cambia de hacer llamadas telefónicas de larga distancia a escribir cartas. Y en vez de usar el correo aéreo indistintamente, ¿por qué no envía la correspondencia menos urgente por correo común? Los ahorros se pueden acumular rápidamente, lo mismo que los gastos.
Otra cosa que se puede hacer para hacer frente al alza de precios es seguir este importante principio: Jamás pida dinero prestado a menos que sea absolutamente necesario. Claro está que las tarjetas de crédito y las cuentas abiertas son de gran comodidad. Y quizás se le haya dicho que el costo del crédito es, por ejemplo, solo 1 1⁄2 por ciento después de treinta días. Pero, ¿se dio cuenta de que eso significa 1 1⁄2 por ciento al mes? Eso es por lo menos un 18 por ciento al año. Esta no es la manera de vencer el alza del costo de la vida.
Recuerdo un aviso comercial por la TV que proclamaba generosidad al prometer un préstamo de 5.000 dólares a pagar durante un período de treinta meses a solo 16 por ciento de interés. ¿Se da cuenta, sin embargo, que al prestatario se le podía pedir que devolviera hasta 7.000 dólares a ese tipo de interés? ¿No le parece mucho más sabio evitar comprar a crédito siempre que sea posible?
Un ataque de FAMILIA contra los precios altos
Una manera importante de hacerle frente al alza de precios es desarrollar una actitud de familia para con el problema. ¿Cómo se puede hacer eso?
Quizás en su familia, como sucede en muchos hogares norteamericanos, los hijos realizan tareas domésticas por lo cual reciben una mesada. Pero, ¿hay que pagarles por ayudar en los quehaceres domésticos? ¿Es eso en el mejor interés de ellos? Algunos jóvenes también tienen empleos fuera del hogar. ¿Pero con qué motivo hacen los hijos el trabajo? ¿Es solo para tener “su propio” dinero y comprarse cosas para ellos mismos? Ese motivo egoísta trae pocos beneficios a la familia en conjunto. Los padres hasta podrían considerar necesario insistir en que los jóvenes contribuyan al bienestar de la familia, lo cual pudiera resultar en relaciones tensas.
Cuánto mejor sería que los miembros de la familia desarrollaran una actitud basada en el principio bíblico probado práctico desde hace mucho: “Que cada uno siga buscando, no su propia ventaja, sino la de la otra persona.” (1 Cor. 10:24) Siguiendo ese principio, los padres no esperarán que los hijos cedan todos sus salarios; y los hijos no desearán quedarse con todo. ¡Qué beneficios resultan cuando los miembros de la familia trabajan juntos para el bien de todos! Resulta en una vida de familia íntimamente unida.
El hacer frente hoy al alza de los precios realmente presenta un desafío. Pero es un desafío al cual se le puede hacer frente con éxito si uno está dispuesto a efectuar algunos ajustes en su modo de vivir.—Contribuido.
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Cambiando la dieta del koala bebé¡Despertad! 1975 | 8 de octubre
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Cambiando la dieta del koala bebé
◆ El koala semejante a oso, un animal nativo de Australia, se alimenta solo de hojas de eucalipto. Naturalmente los koalas bebés tienen que alimentarse de leche. Sin embargo, cuando llegan a seis meses de edad se les ayuda a adaptarse a una dieta vegetal. El modo en que sucede este cambio de dieta es un fenómeno curioso. François Bourlière lo describe en su libro The Natural History of Mammals:
“Al tiempo de destetarlo . . . la madre puede suministrar a su prole una clase de papilla hecha de hojas de eucalipto que el joven come directamente del ano de la madre. Esta ‘sopa’ vegetal no contiene excremento y solo se produce durante un mes, cada dos o tres días, entre las tres y las cuatro de la tarde. En este período el crecimiento del joven se acelera mucho.”
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