verdaderos adoradores de Jehová en la tierra por medio de mentiras y concupiscencia.—1 Tim. 2:14; Sant. 1:13-15.

21, 22. (a) ¿Cómo sirvió Abel? (b) ¿Cómo sirvió Enoc?

²¹ Sumariamente Adán y Eva fueron despedidos de la organización de fieles ministros de Dios al ser expulsados del jardín del Edén, y además Adán perdió su privilegio de servir como profeta de Dios. (Gen. 3:16-24) Pues después de la rebelión fatal en el Edén la línea de comunicaciones de Dios jamás volvió a funcionar por medio de Adán en todos los restantes novecientos años antes de que entrara para siempre en la muerte de la inexistencia total. Pero de entre la prole de Adán Dios halló a algunos justos con quienes estableció comunicación espiritual para revivificar y reconstruir la religión verdadera en la tierra. Abel fué el primero de éstos después de Adán. Puesto que era un pecador caído por descender del pecador Adán, Abel fué guiado por fe a hacer un sacrificio correcto el cual traería el favor de Jehová mediante apaciguamiento. A base del pacto edénico de Dios, Abel edificó la esperanza de volver a conseguir la perfección edénica y la vida eterna sobre la tierra. (Gén. 3:15) Él vino a ser un portavoz de la religión verdadera según ésta le fué revelada por la línea de comunicaciones de Jehová. Sirvió como el primer testigo de Jehová. Para suprimir la religión verdadera que reaparecía, Satanás condujo a Caín a asesinar al fiel Abel violentamente.—Gén. 4:2-12.

²² Años más tarde Dios halló a otro hombre justo, Enoc, a quien comunicó una sobresaliente profecía concerniente a la destrucción final del mundo de religión falsa de Satanás. Después de completar su largo trabajo de predicar, el profeta Enoc fué protegido de una muerte violenta a manos de sus adversarios religiosos al llevárselo Dios en un pacífico sueño de muerte, posiblemente en medio de una visión gloriosa de vida futura en un paraíso restaurado.—Gén. 5:21-24; Judas 14, 15.

EL PROFETA NOÉ UN CONDUCTO

23, 24. (a) ¿Cómo sirvió de conducto el profeta Noé? (b) Describa el arreglo que prestó ayuda a Noé.

²³ La siguiente persona de quien dice el registro que estaba en comunicación con las cortes del cielo es el profeta Noé. Por unos cincuenta años sirvió como el único conducto de comunicaciones de Jehová sobre la tierra, dispensando la palabra de verdad de Dios, y luego después del diluvio sirvió de portavoz patriarcal de Jehová durante unos 350 años. Noé llegó a ser un vigoroso predicador de justicia en conformidad con su comisión ministerial. Los juicios relampagueantes en contra de la generación prediluviana de su día también fueron pronunciados por medio de él. Noé fué un defensor denodado de la única religión verdadera. Sirvió de testigo impertérrito de Jehová, lo cual trajo supervivencia a su familia y a él mismo en esa crisis mundial. Sin duda Satanás se hallaba ocupado enviando profetas mímicos para comunicar propaganda mentirosa de paz e ilusiones para apoyar su falso engaño religioso de ese día. Sin duda estos enemigos religiosos se mofaron de Noé por su pretensión de tener la única religión verdadera. Hasta puede ser que le hayan acusado con desprecio de “conduccionismo.”

²⁴ Pero en lo que toca a Noé él sabía a ciencia cierta que Jehová estaba comunicando instrucciones inspiradas sólo por medio de él. Su propia esposa, sus tres hijos y las esposas de ellos creyeron a Noé y lo aceptaron como el único a quien Dios usaba como conducto para dirección. Ellos también se unieron a Noé como predicadores de justicia y le ayudaron a construir el gran barco. Por lo tanto Noé encabezó a esta pequeña organización de predicación como el principal agente y conducto profético oficial sobre la tierra que tenía tratos directos con Dios en el cielo. Algunas de las declaraciones procedentes de Dios que fueron transmitidas por medio del profeta Noé han sido conservadas para nosotros hasta este día en la Biblia como parte de la verdad religiosa.—Gén. 6:1-22.

EL PROFETA ABRAHÁN UN CONDUCTO

25, 26. (a) ¿Cómo sirvió Abrahán de profeta? (b) ¿Por qué son de importancia especial para nosotros hoy día las revelaciones comunicadas a él?

²⁵ “Pero ahora, devuelve la esposa del hombre, porque es profeta, y él hará súplica por ti.” (Gén. 20:7, NM) Estas son las propias palabras de Dios dirigidas al rey Abimelec en un sueño inspirado en el que Abrahán fué identificado como profeta de Jehová. Verdaderamente Abrahán, el amigo de Dios, un hombre de gran fe, un proclamador fiel de la religión verdadera revelada progresivamente hasta su día, sirvió por muchos años sobre la tierra como el indiscutible conducto de comunicaciones de Jehová. Él también fué un famoso predicador de un lado a otro de su territorio asignado, el de la Tierra Prometida. De su predicación como testigo de Jehová está escrito: “Entonces edificó un altar allí [cerca de Betel] a Jehová y comenzó a declarar (predicar) el nombre de Jehová.”—Gén. 12:8, NM, nota b.

²⁶ En cuanto al contacto de Abrahán con la línea de comunicaciones celestial de Jehová, note este incidente: “Después de estas cosas la palabra de Jehová vino a Abrán en una visión, diciendo: ‘No temas, Abrán. Yo soy un escudo para ti. Tu recompensa será muy grande.’” (Gén. 15:1, NM) A Abrahán se le dió la gran promesa apoyada por un juramento de Dios de que por medio de la simiente de Abrahán (Cristo Jesús y sus 144,000 coherederos del Reino) todas las familias de la tierra serían bendecidas en un nuevo mundo de justicia. (Gén. 22:17, 18) Las varias revelaciones comunicadas divinamente a Abrahán han llegado a ser parte de la verdad religiosa hoy día. En el siguiente artículo se hará una presentación de otras manifestaciones del conducto terrestre de comunicaciones divinas de Jehová.

Conducto cristiano de comunicaciones

“Esto era con el fin de que ahora a los gobiernos y autoridades en los lugares celestiales se diera a conocer mediante la congregación la grandemente diversificada sabiduría de Dios.”—Efe. 3:10, NM.

1. ¿En qué confía el cristianismo verdadero?

EL CRISTIANISMO verdadero como religión revelada confía plenamente en todas las revelaciones progresivas de las sagradas declaraciones de Jehová que se han comunicado a la tierra desde el tiempo de Adán hasta el del apóstol Juan. Además vemos cómo Dios ha provisto a sus siervos cristianos desde el Pentecostés de 33 d. de J.C. en adelante un fidedigno conducto de dirección para que ellos comprendan estas asombrosas revelaciones de su voluntad y propósitos. Desde las