-
Por qué los testigos de Jehová no son pacifistasLa Atalaya 1951 | 1 de abril
-
-
guerrero denodado el Salmo 110:4-6 (NC) dice: “Yavéa estará a tu diestra, quebrantando reyes el día de su ira. Juzgará a las naciones, llenando la región de cadáveres; aplastará cabezas en vasto campo.” Lea la descripción gráfica de este guerrero real de Jehová Dios, en el Apocalipsis 19:11-16. Que todas las naciones militarizadas sepan que todas ellas encontrarán una derrota duradera en esa guerra universal del Armagedón y que la carrera de armamentos por fin será parada para todo tiempo.
20. ¿Después de qué vendrá la paz garantizada? ¿Qué harán los sobrevivientes?
20 Después del Armagedón los que hayan sobrevivido de parte del vencedor, el lado de Jehová, gozarán de una paz perfectamente garantizada. Entonces ellos “forjarán sus espadas en rejas de arado, y sus lanzas en hoces: no alzará espada nación contra nación, ni aprenderán más la guerra”.—Isa. 2:4.
-
-
Pacifismo y objeción por conciencia—¿hay diferencia?La Atalaya 1951 | 1 de abril
-
-
Pacifismo y objeción por conciencia—¿hay diferencia?
1. ¿Cómo manifestamos valor de conciencia? ¿Por qué lo hacemos, y parecidos a quién?
EL TENER una buena conciencia para con Dios no hace que una persona sea canija o cobarde. Los testigos de Jehová manifiestan valor al seguir sus conciencias en estos tiempos marciales. Es sólo por causa de la conciencia de ellos que han hecho objeción personal y legalmente delante de las juntas de reclutamiento en lo que toca a su participación en los conflictos armados y en los programas de la defensa de las naciones mundiales. Al proceder de esta manera sus conciencias no están torcidas, sino que están instruídas en lo que es recto, porque están instruídas en las Escrituras, la Palabra de Dios. Junto con el apóstol Pablo ellos dicen: “Me estoy ejercitando continuamente para tener una conciencia de no haber cometido ofensa contra Dios y los hombres.” (Hech. 24:16, NM) Por eso sus conciencias están limpias, no importa cómo las critiquen las mentes militaristas de este viejo mundo.
2. ¿En qué sermón pretenden creer los oficiales? ¿Qué es lo que contiene?
2 Pues, entonces, si no son pacifistas, ¿qué razones bíblicas han dado por rehusar tomar parte alguna en guerra internacional? Repetidas veces el presidente Truman de los Estados Unidos de Norte América ha dicho que cree en el “sermón del monte” y que él quiere que todo el mundo sepa que los norteamericanos creen en el sermón del monte. Los testigos de Jehová esperan que el presidente y sus compañeros se refieran a todo el sermón. ¿Por qué? Porque éste incluye no solamente la tal llamada “Regla Aurea” sino también las palabras de Jesús: “Han oído que fué dicho, ‘Ojo por ojo y diente por diente.’ Sin embargo, yo les digo: No resistan a aquel que es inicuo; pero cualquiera que les dé un bofetón en la mejilla derecha, vuélvanle también la otra. Y si una persona desea ir a la corte con ustedes para posesionarse de su ropa interior, dejen que su ropa exterior también vaya a él; y si alguien bajo autoridad les engancha para ir una milla, vayan con él dos millas. Den a cualquiera que les pida, y no se aparten de cualquiera que desee pedirles prestado sin interés. Han oído que fué dicho: ‘Tienen que amar a su prójimo y odiar a su enemigo.’ Sin embargo, yo les digo: Sigan amando a sus enemigos y orando por aquellos que los persiguen; para que prueben ustedes que son hijos de su Padre que está en los cielos, siendo que él hace que su sol se levante sobre gente inicua y buena y hace que llueva sobre gente justa e injusta.”—Mat. 5:1, 2, 38-45, NM.
3. ¿Estaba enseñando Jesús pacifismo con eso? ¿Cómo debía ejecutarse la Ley de Retribución que él mencionó?
3 ¿Estaba enseñando Jesús pacifismo con eso? No; sino que él así manifestó que sus seguidores no deben ser propensos a dañar a persona alguna, ni siquiera bajo provocación, cuando solamente se trata de asuntos personales. No debían recurrir a la Ley de Talión o de Retribución, que fué entregada por Moisés, en Éxodo 21:23-25 y Levítico 24:19, 20. Pero aun donde debía darse ojo por ojo, diente por diente, vida por vida, este igual por igual no debía ser exigido personalmente por la persona dañada. Ésta debía dejar el ajuste de las cuentas a las autoridades legales, en vez de ejecutar la ley por su propia cuenta. Esa fué la ley dada por medio de Moisés. Pero Jesucristo es el Profeta que Jehová prometió levantar que sería mayor que Moisés, y por esto la ley de Jesús es superior y reemplaza a la ley mosaica. (Deu. 8:15-19; Hech. 3:20-23) Por esta razón tenemos que prestar atención a lo que él dice en el sermón del monte si es que somos fieles seguidores de él.
4. En la corte ¿cómo no resistió Jesús a los inicuos? ¿Cómo hizo igual Pablo?
4 El que verdaderamente guarda el sermón del monte no resistirá a una persona inicua, aprovechando la ley de represalia para dar igual por igual, daño por daño, cuando simplemente es un asunto personal y cuando no está directamente implicado el cumplimiento de su comisión de servir a Dios. El Señor Jesús recibió un golpe en la mejilla en la Corte Suprema judía, pero él no volvió la otra mejilla., a no ser de una manera figurada. Él nada más le dijo al oficial que le dió el bofetón: “Si hablé mal, dé testimonio concerniente al mal; pero si bien, ¿por qué me pega?” (Juan 18:19-23, NM) Más tarde en la misma corte Pablo fué golpeado en la boca por decir: “Yo me he portado con una conciencia perfectamente limpia delante de Dios hasta este día.” Debido a esta violación de la ley Pablo dijo al sumo sacerdote que presidía: “Dios le golpeará a usted, pared blanqueada. ¿Se sienta usted para juzgarme de acuerdo con la Ley y al mismo tiempo, quebrantando la Ley, manda que yo sea golpeado?” Mediante un argumento hábil Pablo dividió a la corte contra sí misma, y así no fué afectado por el juicio de ésta sino que fué llevado delante de una corte romana.—Hech. 23:1-11, NM.
5. ¿Cómo, pues, llevamos a cabo lo que se citó del sermón de Jesús?
5 De modo que los cristianos no deben tomar la ley en sus propias manos, para devolver a otros un daño. Más bien olvídese usted del mal personal y manifieste la actitud mental de Cristo y siga con su servicio. Deje que el abusador inicuo se acuerde de su aguante más bien que de algún daño que haya recibido de usted en cambio, daño que probaría que usted es tan violento como él. Si el juicio final de una corte de última instancia dicta injustamente contra usted y concede más que los efectos personales que buscaba la persona que lo llevó a la corte, deje que tome, como si fuera, su ropa exterior y también su ropa interior. Es un caso personal, y no le obliga a usted a proceder contrario a la ley de Dios. De modo que usted puede demostrar que no fija su afecto en cosas materiales que son perecederas sino que tiene suficiente fuerza para aguantar daños personales como
-