BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower
Watchtower
BIBLIOTECA EN LÍNEA
Español
  • BIBLIA
  • PUBLICACIONES
  • REUNIONES
  • Ultraje sexual en casa
    ¡Despertad! 1982 | 8 de noviembre
    • Ultraje sexual en casa

      La nueva moralidad... se recogen sus frutos

      “TODO niño tiene derecho a tener relaciones amorosas, incluso de índole sexual, con su padre o madre, hermano o hermana, u otros adultos o niños responsables.”—Artículo siete de la “Declaración de derechos sexuales del niño,” por el líder del Círculo a favor de la Vida Sexual durante la Niñez.

      Todo este tiempo el incesto, el delito oculto, ha estado esperando impacientemente entre bastidores, pero ahora se está abriendo paso para tomar su turno en el centro del escenario.

      Cada año se informan cinco mil casos nuevos de incesto por todo el país, y los expertos dicen que por cada caso que se informa, diez o veinte casos no se denuncian. El director de cierto dispensario donde se tratan casos de incesto dice: “Creo que el incesto está muy difundido en los Estados Unidos.” Una persona cuyo trabajo está relacionado con la crianza y el cuidado de niños dice que el incesto es “más común que el ultraje sexual, y se informa con menos frecuencia.” Algunas personas calculan que hoy hay veinticinco millones de mujeres estadounidenses que sufrieron abuso incestuoso cuando eran niñas. Hay informes que indican que otros países están experimentando el mismo problema creciente. “Ahora lo más novedoso es,” según un nuevo libro sobre el abuso de menores, “los clubs de padres e hijos que tienen relaciones sexuales.” “El índice de extensión es tan grande,” dice cierta fuente, “que sería absurdo establecer una prohibición.” La lógica extraña es: si el delito está tan difundido, ¿por qué combatirlo?

      Se puede comprender el que se haya expresado una opinión tan extraña como la de esa última cita cuando se conoce quién la expresó. Es uno de los muchos argumentos que presenta el grupo estadounidense activo en cabildear a favor del incesto. El número de marzo de 1980 de Psychology Today presentó un informe sobre algunos de los argumentos de dicho grupo de cabildeo en el cual incluyó los siguientes:

      “Algunas experiencias incestuosas parecen ser positivas y hasta beneficiosas.” “En algunos casos el incesto puede ser una experiencia positiva y saludable, o, en el peor de los casos, una experiencia indiferente e insípida.” “El temor al incesto tiene un efecto espeluznante en la expresión de ternura amorosa en el hogar.”

      El escritor del artículo que apareció en Psychology Today no está de acuerdo con esos argumentos a favor del incesto. El dice: “El ser objeto de amor, por lo que uno es, más bien que por lo que uno puede dar o llegar a ser, es para el niño un deseo tan apremiante como el deseo que tiene de alimento físico. Pero pocos niños pueden saber desde la infancia la diferencia entre el ser objeto de amor por lo que uno es, y el ser utilizado ... para satisfacer el apetito sexual de alguien mayor.”

      La revista Time del 7 de septiembre de 1981 también publicó alguna propaganda de los que favorecen el incesto, bajo el título “Intimidad: de la Cuna a la Tumba”:

      “A los niñitos se les debe permitir, y quizás animar, a llevar una vida sexual plena sin la intromisión de los padres ni la ley.” “Los seres humanos, como los demás primates, necesitan un período en que ensayen el juego sexual con mucha antelación.” “Los niños realmente son una minoría privada de sus derechos civiles. Deben tener derecho a expresarse en lo sexual, lo cual significa que a ellos les toca decidir si han de tener contacto con personas mayores que ellos o no.” “Ese tipo de relación sexual es esencialmente inofensivo para el niño.” “El incesto a veces puede ser provechoso.” “Creemos que los niños deben comenzar a tener relaciones sexuales desde su nacimiento. Surgen muchos problemas si no se practica el incesto.”

      El artículo de Time concluye con algunas declaraciones de siquiatras. Uno dijo: “El comportamiento sexual prematuro entre los niños de esta sociedad casi siempre lleva a dificultades sicológicas.” Otro siquiatra, cuyo trabajo tiene que ver con niños, concluye: “El llevar una vida sexual durante la niñez es como jugar con un revólver cargado.”

      El lema popular: Haz según te plazca, también es un revólver cargado. Puede que el rufián esté haciendo lo que le place, pero eso no es lo que a sus prostitutas juveniles les place. El sodomita quizás haga lo que le place, pero eso no es lo que a su joven víctima le place. El padre o la madre que comete incesto quizás esté haciendo lo que le place, pero es poco probable que eso sea lo que place al infante. Lo que place al infante es ser niño, sentirse seguro durante su niñez, y el que sus padres casados lo amen. Amor es pensar en otros; el hacer lo que a uno le place es pensar en uno mismo.

      Es probable que el incesto sea la clase de abuso de menores más egoísta y censurable. Es una grotesca violación de la confianza y dependencia del niño. El protector más allegado del niño es quien se vuelve contra él. Y el niño es la víctima perjudicada. “Nunca he hablado a sabiendas con una víctima de incesto que esté contenta, bien adaptada y tranquila,” dijo la Dra. Suzanne Sgroi, ex presidenta del Programa de Tratamiento del Trauma Sexual.

      La Dra. Judianne Densen-Gerber, directora del Instituto Odyssey de la ciudad de Nueva York, dice: “En el ejercicio de mi profesión paso el tiempo más malo que se puede imaginar atendiendo a estos niños que son víctimas de incesto; aún más malo que cuando atiendo a los pequeñuelos que son apaleados, objetos de abuso, castigados con fuego y azotados, porque por lo menos estos niños no confunden con el amor lo que se les hace. El padre o la madre que utiliza a un niño en el aspecto sexual mientras le dice: ‘Te amo,’ está criando a un niño que tendrá miedo de establecer afinidad, confianza y compromiso con persona alguna en su vida, ni siquiera con el especialista en terapia, porque, a diferencia del niño golpeado, él no busca cariño, teme al cariño y se hace extremadamente solitario.”

      En la página 129 del libro The Death of Innocence, leemos: “Entre las prostitutas, al 92 por ciento de ellas se les importunó en cuanto a lo sexual durante la niñez; el 67 por ciento de ellas experimentó algún tipo de ataque incestuoso. ... Por lo menos el 75 por ciento de las fugitivas, como promedio nacional, huyen para escapar del abuso incestuoso. Las mismas cifras aplican a los casos de toxicomanía entre las adolescentes: Alrededor del 70 por ciento son víctimas de incesto.”

      Y nuevamente, como en el caso de la homosexualidad, la Biblia considera el incesto un delito que merece la pena de muerte: “No deben acercarse ustedes, ningún hombre de ustedes, a nadie que sea su parienta carnal próxima para poner al descubierto desnudez. Yo soy Jehová. En caso de que alguno haga cualquiera de todas estas cosas detestables, entonces las almas que las hagan tienen que ser cortadas.”—Levítico 18:6, 29.

  • Para acabar con el abuso de menores
    ¡Despertad! 1982 | 8 de noviembre
    • Para acabar con el abuso de menores

      La nueva moralidad... se recogen sus frutos

      El remedio surte efecto cuando se practica, no cuando se predica

      LA NUEVA moralidad no es nada nuevo. Es solamente un nuevo nombre para la vieja inmoralidad. El árbol todavía está podrido, su fruto todavía no tiene valor alguno. La sabiduría de la nueva moralidad es injusta, sus “hijos” lo demuestran. Lo que ocurrió en los días de Noé y en los días de Lot está ocurriendo en estos últimos días de otro sistema inmoral. Los frutos que se están recogiendo son los mismos, solo que esta vez es una cosecha abundante. Y nada de práctica... en realidad, muy lejos de práctica. Es así especialmente para los niños.

      El remedio que ofrece la Biblia es práctico, para los niños y para toda otra persona. Hasta los profesionales que tienen que ver con el problema del abuso de menores sugieren soluciones similares, hasta cierto punto. Saben que las malas condiciones de familia hacen que los niños huyan del hogar, y que un gran porcentaje de fugitivos terminan en las calles, en la prostitución y la pornografía, y sufren abuso repugnante. Algunos huyen para escapar del incesto en casa, de hogares divididos por el divorcio, de los conflictos crónicos con los padres, de la falta de atención amorosa, y algunos son persuadidos por sus compañeros. Cualquiera que sea la causa específica, el remedio es la curación de la ruptura familiar. Eso dicen los expertos.

      Eso también dice la Biblia. Se requiere que haya una comunicación estrecha entre padres e hijos. Con relación a los principios justos, el mandato es: ‘Tienes que inculcarlos en tu hijo y hablar de ellos cuando te sientes en tu casa y cuando andes por el camino y cuando te acuestes y cuando te levantes.’—Deuteronomio 6:7.

      La Biblia da consejo a padres y a hijos tocante a cómo comportarse: “Hijos, sean obedientes a sus padres en unión con el Señor, porque esto es justo ... Y ustedes, padres, no estén irritando a sus hijos, sino sigan criándolos en la disciplina y regulación mental de Jehová.”—Efesios 6:1, 4.

      Los siquiatras concuerdan con dichos consejos. Dicen que los padres tienen que ser justos y dar buen ejemplo; no obstante, los niños necesitan reglas y disciplina. Un especialista en sicoterapia confirma esto al decir: “También abandonamos a nuestros hijos cuando, por esperar hacernos sus ‘amigos,’ renunciamos a nuestras responsabilidades como modelos y legisladores. Esta es una traición que los hijos sienten, porque no hay mayor necesidad para el niño en crecimiento que el sentir que tiene restricciones y límites. El hijo las experimenta como amor.” La Biblia confirma esto. “Al que Jehová ama él censura, aun como lo hace un padre a un hijo en quien se complace.”—Proverbios 3:12.

      Algunas personas afirman que lo que se necesita es mayor educación sexual en las escuelas; otras disputan que ésta ya es demasiado explícita y va demasiado lejos. Cierto folleto ilustrado para niños, preparado por un profesor de la Universidad de Syracuse, dice: “Todos los pensamientos son normales.” “La masturbación es una expresión sexual normal tanto para los varones como para las hembras de cualquier edad. Disfruten de ella.” La homosexualidad es asunto suyo, “así que escoge la vida sexual que quieras.” “Muchas personas están en duda acerca de las relaciones sexuales orales y anales, y algunas opinan que son ‘pervertidas.’ Nosotros creemos que no hay nada malo en ninguna clase de relación sexual.” “La pornografía es inofensiva.”

      Quizás Juanito no pueda leer o escribir debido a que sus maestros están demasiado ocupados adoctrinándolo en el “aspecto normal” de las perversiones sexuales. La instrucción sexual para niños puede ser demasiada información dada prematuramente. El Dr. Greenwood advierte: “Hay padres que, en su esfuerzo por ser liberales, a menudo proveen demasiada educación, y puede que den a sus hijos algún material con el cual éstos todavía no están listos para enfrentarse.” Prescindiendo de los pros y los contras de la educación sexual, el hecho innegable es que ha habido un tremendo aumento en la participación de niños en la prostitución, la sodomía, la pornografía y el incesto.

      Los que explotan así a los niños por codicia cuadran con la descripción bíblica que se halla en Efesios 4:19: “Habiendo llegado a estar más allá de todo sentido moral, se entregaron a la conducta relajada para obrar toda clase de inmundicia con avaricia.” Les sienta la descripción de la gente de los días de Noé: “Vio Jehová que abundaba la maldad del hombre en la tierra y que toda inclinación de los pensamientos de su corazón era solamente mala todo el tiempo.”—Génesis 6:5.

      Solo la solución de la cual habla la Biblia acabará con el abuso de menores. Jesús lo resumió así: ‘Ama a Dios con todo tu corazón. Ama a tu prójimo como a ti mismo.’ (Mateo 22:37-39) El apóstol Pablo lo repitió: “El amor no obra mal al prójimo; por lo tanto el amor es el cumplimiento de la ley.”—Romanos 13:10.

      Esa solución del amor fraternal es práctica. Cuando se aplica, surte efecto. Demasiadas personas son oidoras de la Palabra de Dios, pero no hacedoras de ella. Demasiadas dicen: “Señor, Señor,” pero no prestan atención a Jesús ni hacen la voluntad de Jehová.—Santiago 1:22; Mateo 7:21.

      Al debido tiempo de Dios, todos los que acepten Su reino en manos de Cristo podrán guardar perfectamente esa ley del amor. Entonces vendrá el cumplimiento de Proverbios 2:21, 22: “Los rectos son los que residirán en la tierra, y los exentos de culpa son los que quedarán en ella. En cuanto a los inicuos, ellos serán cortados de la mismísima tierra; y en cuanto a los traicioneros, ellos serán arrancados de ella.”

      Este es el único modo, el modo terminante, de acabar con el abuso de menores.

Publicaciones en español (1950-2025)
Cerrar sesión
Iniciar sesión
  • Español
  • Compartir
  • Configuración
  • Copyright © 2025 Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania
  • Condiciones de uso
  • Política de privacidad
  • Configuración de privacidad
  • JW.ORG
  • Iniciar sesión
Compartir