Dice el apóstol Pablo: “Manténganse libres de toda forma de iniquidad.”—1 Tes. 5:22, NM.

22. ¿Cuándo hay tentación en particular para casarse fuera de la unión con el Señor pero con qué responsabilidad y culpa?

²² Viene a ser deber de cada uno cuidar que se observe celosamente este consejo divino de casarse sólo dentro de las filas de los del pueblo dedicado de Jehová Dios, que son fieles seguidores de su Hijo Jesucristo. En lugares donde las muchachas exceden en número a los hermanos casaderos existe una tentación de casarlas con personas mundanas sólo para ver que consigan un esposo o que los padres sean librados de una carga. Por otra parte, donde hay menos muchachas casaderas que hermanos hay un apremio apasionado para que se pase por alto la ley y amonestación de Dios y haya casamientos ‘fuera de la unión con el Señor,’ fuera de la sociedad del nuevo mundo. Cualquiera que proceda así o haga arreglos para que otro proceda así tiene que aceptar la responsabilidad ante el Dios del matrimonio puro y teocrático y tiene que comprender su culpa por cualesquiera consecuencias malas que resulten de esta unión de yugo desigual.

23. (a) Para garantizar el matrimonio feliz, teocrático, ¿qué pasos deben darse? (b) ¿Cómo debe ser mantenido el matrimonio una vez que se contrae?

²³ A causa de tantas cosas serias que están relacionadas con el arreglo solemne del matrimonio, cada uno debe investigar cabalmente los antecedentes del cónyuge futuro y luego determinar si sería teocrático o conduciría a unión feliz el proponer matrimonio o aceptar una proposición de matrimonio. Si uno entra en el compromiso matrimonial, entonces uno debe mantenerlo limpio mediante comportamiento moral puro para que uno se pueda presentar a uno mismo un cónyuge puro como en el caso de Jesús y su novia: “para presentarse a sí mismo la congregación en su esplendor, sin que tuviera una mancha o arruga o alguna de tales cosas, sino que fuera santa y sin tacha.”—Efe. 5:27, NM.

La disciplina surte buen efecto en los hijos

● Una madre escribe respecto a los esfuerzos que ha hecho para entrenar a cuatro hijos: “Me parecía que había probado todo, como se suele decir, para hacer que mis hijos se portaran bien, pero seguían rebeldes y antagónicos en nuestras relaciones diarias. Yo había sido testigo de Jehová por cinco años, pero mi esposo se oponía violentamente y no se me permitía leer ninguna publicación de la Watch Tówer a los niños. Cuando se le dió más énfasis a la responsabilidad que tienen los padres de ver que los hijos reciban instrucción bíblica todos los días, me resolví a apartar cierto tiempo para leerles la Biblia todos los días. Esto resultó en una vigorosa protesta de parte de los muchachos, de 7, 5 y 3 años de edad, porque siempre parecía que sucedía cuando más se estaban divirtiendo. Después del relato de la creación perdieron el interés y protestaban con mayor vigor cuando apagaba la televisión cada noche y anunciaba que era la hora de leer la Biblia. Muchas veces me sentaba con la Biblia en una mano y la vara de corrección en la otra. No obstante, día por día el antagonismo disminuyó, y ahora, tres años después, no sólo son oyentes gustosos sino que piden que se les lea la Biblia y toman parte en leer y hasta quieren que les haga preguntas sobre lo que hemos leído. Los efectos de este hábito verdaderamente han sido de gran alcance. No sólo están consiguiendo un buen conocimiento de lo que la Biblia contiene, sino que nuestras relaciones de familia han mejorado mucho y ya no hace tanta falta la disciplina. También ha ayudado a colocarlos a la cabeza de sus clases en la escuela, el resultado de la práctica de leer en voz alta y tantear la pronunciación de palabras difíciles.”