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  • Protejan la nueva generación
    La Atalaya 1964 | 1 de enero
    • rompan ventanillas de autos y trenes y rompan, desfiguren y dañen las posesiones de otras personas. Si los adultos han de tener protección contra la nueva generación, ellos deben comenzar por proteger a la nueva generación.

      4 La atmósfera mundial da testimonio de la necesidad urgente de proteger a los jóvenes. En este respecto un folleto intitulado “A Look at Juvenile Delinquency”b dice en su prefacio:

      “Lo que es sumamente diferente hoy es el mundo en que estos niños están creciendo. A medida que comprendemos esto, podemos entender mejor algunos de los aspectos de la delincuencia juvenil moderna. Jamás en la historia pasada ha sido tan rápido el paso en nuestros valores y en cómo vivimos. De todos nosotros, el joven siente esto más. Las bombas atómicas y la energía atómica, el empuje hacia la automatización, modelos culturales que cambian, la población que aumenta rápidamente, la inestabilidad de familia, la influencia incalculable de la televisión y otros medios de comunicación en masa que influyen en amoldar la realidad para los jovencitos, y las necesidades que disminuyen de obreros inexpertos, más madres que trabajan . . .—éstos solo son algunos de los ingredientes de nuestro modo de vivir que hieren a los niños con impacto tremendo.”

      5. ¿De qué necesitan protección hoy día los hijos, y durante cuán largo período?

      5 Los niños necesitan protección de la explotación comercial, la tendencia a la inmoralidad, la tendencia a amoldarse a las manías juveniles llenas de peligro y todas las demás tentaciones de estos días inicuos. Esta protección debe incluir no solo el período durante la infancia, entonces, sino también el largo período de importancia crucial, los años de la adolescencia, cuando los jóvenes más fácilmente que nunca tienden a arrojarse a la trampa de conformarse a los caminos mundanos.

      6. ¿Qué fracaso recalca la necesidad de entrenamiento protector, y cómo comentó un informe periodístico sobre esto?

      6 Lo que recalca la necesidad crítica de que los padres den este entrenamiento y disciplina protectores es el atroz fracaso de las escuelas e iglesias. Un informe estadounidense muestra que “según estadísticas disponibles solo un alumno de cinco del último año de enseñanza secundaria había conservado su fe hasta el día de la graduación.” Los padres no pueden confiar en las iglesias de la cristiandad para que den protección. Un artículo esclarecedor concerniente a esto se publicó en el Times del condado Carroll (Maryland) del 18 de mayo de 1961:

      “¿Cómo pueden los hombres del acaudillamiento cristiano del día presente inspirar en los miembros de las iglesias una confianza en la Palabra de Dios, que ellos mismos no manifiestan? ¿Cómo pueden esperar que los miembros de las iglesias vivan en conformidad con las normas bíblicas, el valor de las cuales es socavado por su propia incredulidad? Esto se halla en la misma categoría que el fabricante que no tiene confianza en su producto. Mucho de la cristiandad moderna, por medio de sus caudillos, repudia muchas verdades bíblicas y niega mucho que es verdadera historia bíblica. Arrojan duda a través de la senda de los jóvenes impresionables, muchos de los cuales jamás desconfiarían de sus pastores y maestros. Al Rdo. G. MacGregor Grant, ministro de la Iglesia Unida Rosedale, de Toronto, Canadá, apoyando su idea de que el libro de Génesis no es nada más que una ‘guía para la conducta moral,’ se le cita como declarando: ‘Presencie, por ejemplo, el relato de la caída del hombre en el libro de Génesis. Esto no es historia, sino un cuento fantástico dicho por algún hebreo que no tenía conocimiento alguno de ciencia’. . . . La declaración formal de incredulidad en las Escrituras por parte de caudillos eclesiásticos puede resumirse en un total aterrador bajo la tutela modernista. Con razón el cristianismo organizado se halla en retirada. Con razón la sociedad hoy día ha perdido todo sentido de dirección, moral, ética y de otras clases, cuando los mismísimos que deberían estar guiando a la gente en las sendas de la justicia están tan en desacuerdo con la verdad que no pueden señalar el camino en que los hombres y las mujeres deben andar. . . . Entonces cuando los niños se vuelven contra sus padres o compañeros de juego con pistolas o cuchillos, el público se horroriza. No debería ser así. ¿Qué otra cosa se puede esperar cuando el niño no tiene brújula, ningún conjunto de reglas morales?”

      7. A pesar de la confusión hoy en día, ¿dónde pueden obtener los padres consejo autoritativo sobre proteger a los hijos, y con qué resultado para los padres?

      7 Discerniendo su responsabilidad y la urgencia de la situación, los padres deben conseguir consejo autoritativo sobre el proteger a sus hijos. Pero, ¿dónde? Aun las mejores autoridades humanas no están de acuerdo. “El problema de la disciplina en criar a los niños,” dice una de tales autoridades, “es uno de los problemas más polemísticos, más discutido y más mal comprendido.” ¡Cuán bueno es saber, entonces, que solo hay una Autoridad sobre el proteger a los niños! Jehová Dios, el Creador del hombre, es la Fuente de todo consejo autoritativo sobre criar y proteger a los niños. ¡Cómo debe aliviar esto a los padres cristianos de la frustración que les viene a los que piensan que hay centenares de autoridades sobre el tema! Sabiendo quién es la Autoridad correcta, los padres cristianos pueden criar y proteger a sus hijos con certeza y estar libres de la frustración que aflige a los que tratan de criarlos sin “la disciplina y consejo autoritativo de Jehová.”—Efe. 6:4.

      ENTRENAMIENTO DESDE LA INFANCIA

      8. ¿Cuándo debe comenzar el entrenamiento protector? ¿Por qué?

      8 La protección para la nueva generación debe comenzar desde la infancia. Que la infancia es el tiempo para comenzar se aclara por el gran Protector, Jehová Dios, cuya Palabra dice: “Educa al muchacho según el camino que es para él; aun cuando llegue a viejo no se apartará de él” Mientras más joven es el niño, más fácil es establecer buenos hábitos. A un niño se le entrena incomparablemente más fácilmente que al perro más inteligente. Al niño se le puede enseñar a correr, a escalar, a nadar, a ponerse de pie y a andar y hasta a hablar varios idiomas. Igualmente se le pueden enseñar hábitos morales protectores desde la infancia. A los perros mismos se les entrena a no robar. Entonces, ¿enseñarán los padres a los perros a no robar y dejarán de hacerlo cuando se trata de sus propios hijos? Den el entrenamiento correcto desde la infancia.—Pro. 22:6.

      9, 10. ¿Por qué es tan vital el entrenamiento desde la infancia, y cómo ilustra el caso de Moisés los beneficios indelebles de tal entrenamiento de los hijos?

      9 El dar entrenamiento protector desde la infancia es vital, también, porque da a los de la nueva generación una base para su fe, una base para hacer decisiones trascendentales que deben hacer al llegar a la edad de la madurez. Tal entrenamiento capacitará a la nueva generación a hacer decisiones en armonía con la voluntad de Dios. El caso de Moisés es un ejemplo sobresaliente del valor del entrenamiento protector. Moisés nació en Egipto, en un tiempo cuando los bebés israelitas habían de ser ejecutados debido a un decreto faraónico. El relato bíblico del capítulo dos de Éxodo dice que el bebé fue colocado en un arca por su madre Jocabed y puesto entre carrizos junto a la ribera del río Nilo. La hija de Faraón lo halló. La hermana de Moisés, María, que había sido apostada cerca de allí, se adelantó y preguntó con prudencia admirable: “¿Debo ir y llamarle especialmente una mujer que críe de entre las hebreas, para que le críe el niño?” La hija de Faraón respondió a esta pregunta oportuna y convino en que le trajeran una hebrea; la mujer fue la propia madre de Moisés. “Llévate este niño,” dijo la hija de Faraón, “y críamelo.” El tiempo pasó. “Y el niño [Moisés] creció. Entonces ella se lo trajo a la hija de Faraón, de modo que él llegó a ser un hijo para ella.” (Éxo. 2:1-10) Los padres de Moisés, Amram y Jocabed, así le habían dado al joven entrenamiento protector desde la infancia, inculcando en la mente del niño las leyes de Dios y el amor a Dios.

      10 El entrenamiento que Moisés recibió desde la infancia le impartió una base para su fe, una base para una decisión tremenda que habría de hacer más tarde. Sí, sobre la base del entrenamiento dado a Moisés en su hogar en Gosén, optó más bien por estar con el pueblo de Dios, rechazando la corte real y sus oportunidades lucrativas y lujosas, a pesar del hecho de que él había recibido entrenamiento en toda la sabiduría mundana de los egipcios. “Moisés fue instruido en toda la sabiduría de los egipcios.” (Hech. 7:22) La educación que Moisés recibió en Egipto tenía el propósito de hacerlo apto para un puesto encumbrado en el gobierno, si es que no aun para el trono egipcio. Pero, ¿dijo Moisés: ‘Bueno, parece que soy candidato para un importante puesto gubernamental, quizás el trono mismo. Ahora bien, me gustaría ayudar a mi pueblo, pero no tengo otra alternativa sino esperar a que muera el rey, y entonces desde el trono de Egipto será fácil ayudar a mi pueblo’? ¡No! Moisés rechazó tales pensamientos. “Por fe Moisés, ya crecido, rehusó ser llamado hijo de la hija de Faraón, escogiendo ser maltratado con el pueblo de Dios más bien que disfrutar temporalmente del pecado.” (Heb. 11:24, 25) Moisés hizo la decisión correcta, porque una vez que hubiera estado en el poder bien pudiera haberse enfrentado a tentaciones arrolladoras. El ejemplo de Moisés es la recomendación más elevada para el entrenamiento protector desde la infancia. ¡Qué beneficios indelebles produce tal entrenamiento!

      11. Para hacer un éxito del entrenamiento protector de los hijos, ¿qué más se requiere, y cómo se demuestra esto?

      11 El éxito en el entrenamiento protector de los hijos hoy día no solo requiere que éste comience desde la infancia, sino también que haya unidad de acción y que los padres mismos pongan el ejemplo correcto. Los padres que son cristianos verdaderos no deben estar divididos en el asunto de entrenar a sus hijos. Ellos solo tienen una Autoridad, una Fuente autoritativa, por eso, ¿por qué no deberían estar en unidad? La unidad de acción significa que la esposa no socavará la disciplina del esposo ni el esposo la disciplina de la esposa. La unidad de acción significa que ambos padres ponen en vigor la disciplina de Jehová, no solo el padre. La madre no permite que los hijos hagan lo que les venga en gana, y entonces, cuando el padre llegue a casa, de súbito tengan que conformarse a los caminos de Jehová. El programa para proteger a la nueva generación no es de aplicación alternativa; tiene que estar en vigor veinticuatro horas al día.

      DANDO A LOS HIJOS LA MENTE DE DIOS

      12. ¿Cuál es el consejo de Pablo, y cómo se crían los hijos en el consejo autoritativo de Jehová?

      12 Los hijos necesitan la mente de Dios sobre las cosas. El impartir este conocimiento, comenzando en la infancia, continúa progresivamente a través de los años cruciales de la adolescencia. El apóstol Pablo escribió este consejo: “Padres, no estén irritando a sus hijos, sino sigan criándolos en la disciplina y consejo autoritativo de Jehová.” (Efe. 6:4) ¿Cómo se cría a los hijos en el consejo autoritativo de Jehová? Las palabras de Pablo “consejo autoritativo,” en el griego original, sugieren literalmente la idea de poner una mente en alguien. Bien, ¿la mente de quién necesita el niño o el joven para protección? La mente de Jehová, ¡naturalmente! Para criar a los hijos en el consejo autoritativo de Jehová, ponga la mente de Jehová en los hijos, no solo cuando son infantes o jovencitos sino continuamente, progresivamente.

      13. ¿Cómo pueden los padres dar a los hijos la mente de Dios a una edad temprana, y cuál ejemplo muestra que puede hacerse esto?

      13 Para dar a los hijos la mente de Dios es necesario que los padres les enseñen lo mandamientos de Dios, usando lenguaje e ilustraciones apropiadas para su edad. Simplifique las palabras de Dios en forma digerible para que aun los niños muy jóvenes puedan entenderlas. ¿No puso Eunice la mente de Dios en Timoteo “desde la infancia”? Esto puede hacerse. Se requiere paciencia, bastante tiempo y la necesidad de aclarar los principios divinos a la mente pueril. Pero, como en el caso de Timoteo, ¡cuán grandes los beneficios!—2 Tim. 3:15.

      14, 15. (a) ¿Qué deben aclarar los padres a sus hijos? (b) Expliquen cómo los padres podrían poner la mente de Dios en sus hijos concerniente a tales asuntos como robar y mentir.

      14 Los padres realmente están poniendo la mente de Dios en los hijos cuando aclaran completamente el que ellos tienen que sostener y sostendrán la supremacía de la ley de Jehová. Por ejemplo, al enseñar a los hijos a que no roben, expliquen por qué—que hay mucho más que el simple deseo de los padres envuelto en el asunto. Expliquen a los hijos que esto no solo es la mente de ustedes sobre un asunto sino que es la mente de Dios y que a los ojos de Dios ustedes son responsables de poner en vigor la ley divina. De modo que después de explicar lo que es robar, tomen la Biblia, ábranla en sus versículos apropiados y lean al niño lo que es la mente de Dios: “No debes robar” es lo que Dios manda. Pero vayan más allá de Éxodo 20:15 y lean otros versículos, como Efesios 4:28: “Que el que hurta ya no hurte más.” Al hacer esto el niño sabe que es un asunto serio, que la voluntad de Dios es de principal importancia y que sus padres siempre apoyarán los mandamientos de Dios.

      15 Progresivamente protejan a la nueva generación con la mente de Dios. Después de haber aclarado un punto, prosigan a otro. Por ejemplo, expliquen al niño lo que es mentir, quién fue el primer mentiroso, por qué la falsedad desagrada a Dios y cuál será el destino de los mentirosos. Siéntense otra vez con el niño y abran la Biblia, mostrándole al niño lo que es la mente de Dios. Además de leer textos que expresen que Dios desaprueba el mentir, muestren que Dios mismo pone el ejemplo, leyendo, por ejemplo, los textos: “Todas las sendas de Jehová son bondad amorosa y fidelidad.” “Es imposible que Dios mienta.” (Sal. 25:10; Heb. 6:18) El uso de textos que expresen la voluntad divina sobre asuntos de conducta y que Dios mismo pone el ejemplo, junto con buen ejemplo de los padres en todas estas cosas, dará al niño protección poderosa contra los males del día.

      16. A una edad apropiada, ¿qué deberían saber los jóvenes, y por eso, qué deberían hacer los padres acerca de ello?

      16 A medida que los niños crecen más, llega el tiempo cuando los padres necesitan darles la mente de Dios sobre la apropiada conducta moral entre los sexos. Otra vez, las simples declaraciones de los padres que prohíben lo que es incorrecto no bastan. Den el “consejo autoritativo” de Jehová dirigiéndose a la Biblia y leyendo los textos en cuanto a la conducta casta que Dios requiere de los cristianos. También puede darse el conocimiento de los peligros mundanos. Por ejemplo, a las muchachas adolescentes de padres cristianos se les puede advertir qué es lo que probablemente suceda al crecer ellas en atracción: cómo los muchachos y los hombres mundanos pueden acercarse a ellas, colocando tentaciones delante de ellas. Antes de que sucedan estas tentaciones, los padres necesitan proteger a la nueva generación dándole el consejo autoritativo protector de Jehová.

      AGUZANDO LOS MANDAMIENTOS DE DIOS EN SU MENTE

      17. (a) Además de progreso en el entrenamiento de los hijos, ¿qué más es importante, y por qué? (b) ¿Cómo recalca Moisés su importancia?

      17 Exactamente tan importante como el progresar, para proteger a la nueva generación, es la repetición. Una vez que al niño se le ha instruido con la mente de Dios sobre ciertos principios de conducta, el asunto no ha terminado. Es fácil el que un mandamiento se haga vago, indistinto, oscuro. Cuando una persona se enfrenta a una tentación, necesita tener la palabra de Dios tan agudamente grabada en la mente que pueda resistir la tentación tan rápida y seguramente como José resistió la tentación que la esposa de Potifar le puso en su senda. No había la duda más leve en la mente de José de que si cedía a la tentación, él estaría pecando contra Dios. (Gén. 39:7-12) La repetición para aguzar los mandamientos de Dios en nuestra mente es la idea detrás de las palabras de Moisés en Deuteronomio 6:6, 7: “Estas palabras que te estoy mandando hoy deben resultar estar en tu corazón; y debes inculcarlas en tu hijo y hablar de ellas cuando te sientes en tu casa y cuando andes por el camino y cuando te acuestes y cuando te levantes.”

      18. (a) ¿Por qué mandó así Moisés a los israelitas, y por qué son tan aptas sus palabras hoy día? (b) ¿Cuáles son los beneficios dobles de poner atención a este consejo divino?

      18 Esto de inculcar repetidamente la mente de Jehová en todas las cosas es para protección tanto de los hijos como de los padres. En este mundo en que la iniquidad es tan común, en que las tentaciones de ir por mal camino están casi en todas partes, es más vital que nunca el mantener la Palabra de Dios, los mandamientos de Dios, siempre frescos en nuestra mente. Moisés les advirtió a los israelitas de las condiciones que vendrían cuando se pusiesen en comunicación o trato con las naciones paganas. Sabía que habría una tendencia a apostatar de las leyes de Dios; por eso Moisés los exhortó a la fidelidad y les mandó proteger a la nueva generación por medio de inculcar con regularidad las leyes de Dios en la mente de los jóvenes. De manera semejante sucede con los cristianos hoy día, en este mundo donde es imposible evitar todo tacto con los que no son adoradores verdaderos de Dios, se consigue protección por medio de mantener claros en la mente los mandamientos de Dios. Y cuando los padres inculcan estas leyes divinas en sus hijos ‘y hablan de ellas cuando se sientan en su casa y cuando andan por el camino y cuando se acuestan y cuando se levantan,’ los padres también consiguen beneficios reflejados de todo esto. Los padres han grabado en su propia mente la mente de Dios. La idea, entonces, es poner la mente de Dios en los hijos y continuamente aguzar el que estén conscientes de los mandamientos divinos en su mente mediante repetición, para que no haya error en cuanto a lo que ellos dan a entender.

      19. ¿Qué hecho concerniente a la ley divina debe aclararse en sumo grado a los hijos, y, cuál, por lo tanto, debe ser la conducta tanto de los adultos como de los hijos bajo esas circunstancias?

      19 Aclare, también, que la ley divina aplica de igual manera cuando los niños están lejos de casa como cuando están en casa. Los jóvenes a veces quizás vayan a diferentes lugares o ciudades donde están lejos temporalmente de los ojos de sus padres. Enseñen a los hijos que, aunque tal vez no estén bajo la esfera inmediata de superintendentes humanos, ¡jamás están lejos de los ojos de Jehová Dios! “Los ojos de Jehová están en todo lugar, vigilando a los malos y a los buenos.” (Pro. 15:3) Este texto muestra que nada pasa inadvertido para Jehová Dios. Él tiene los medios para observarlo todo, pequeño o grande. Pero, desemejante a los espías y la policía secreta de las naciones mundanas, Jehová vigila para nuestro bien. Los niños deben saber esto y se les debe enseñar que, cuando están lejos de casa, no están libres para entregarse a prácticas mundanas que jamás harían cuando se hallan bajo los ojos de los padres y de los siervos de la congregación cristiana. Los adultos mismos siempre deben poner un ejemplo excelente para la nueva generación cuando visitan ciudades extrañas y están lejos de su congregación local.

      20. Explique algo del consejo autoritativo de Jehová que debe darse a los hijos. ¿Cuál será el resultado?

      20 Muchos, entonces, son los principios de conducta que se les deben enseñar a los niños desde la infancia. ¡Qué extenso alcance abarca el consejo autoritativo protector de Jehová! Enseñen a los hijos el punto de vista bíblico sobre el dinero para que ni le atribuyan valor excesivo ni lo desestimen. Enséñenles moderación en todos los hábitos. Enséñenles la ley de Dios en cuanto a asociación y cómo la mala asociación sin duda echará a perder sus hábitos buenos. Enséñenles a leer lo que es saludable y edificativo. Enséñenles a resistir a la muchedumbre mundana, a huir de la tontería y la maldad sin importar cuánto ridículo amontonen sobre ellos los jóvenes mundanos. Enséñenles a ‘cesar de amoldarse a este sistema de cosas.’ (Rom. 12:2) Enséñenles responsabilidad por medio de darles responsabilidad. Enséñenles respeto a la propiedad de otros. Enséñenles la santidad de la vida humana. ¡Cuán a menudo hablan los diarios de que algún niño disparó un arma de fuego a otra persona, accidentalmente o de otra manera! Para empezar, ¿por qué deberían los niños estar apuntando con armas, de juguete o reales, a la gente? Enséñenles a los niños a ponerse “las armas de la luz” y a esgrimir la Palabra de Dios, “la espada del espíritu.” Denles una copia personal de la Biblia a una edad temprana. Enséñenles la ley divina en cuanto al matrimonio, que el cristiano está ‘libre para casarse solo en el Señor.’ Expliquen a los niños los resultados aciagos del mofarse de las leyes de Jehová. Todo esto es una responsabilidad tremenda, el poner la mente de Dios en los hijos; pero el resultado es protección para la nueva generación.—Rom. 13:12; Efe. 6:17; 1 Cor. 7:39.

      21. Para evitar la tendencia mundana, ¿qué harán los padres cristianos, resultando en qué bendición para sus hijos?

      21 Aunque la tendencia mundana es que los adultos necesitan protección de la nueva generación, los padres cristianos no permitirán que esta tendencia se desarrolle en su propia casa. Comiencen desde la infancia, como lo hicieron los padres de Moisés. Sigan dando a los hijos el consejo autoritativo de Jehová, asegurándose de que los mandamientos del gran Protector estén implantados en su mente sin que puedan ser desarraigados, por medio de la repetición. Den a las personas jóvenes la mente de Dios a través de los años críticos de la adolescencia cuando se enfrentan a más lazos. Protejan a la nueva generación con interés y amor de todo corazón. Entonces, la nueva generación será usada tanto ahora como en el nuevo mundo para glorificar para siempre a aquél cuyo consejo autoritativo hace posible la protección —¡Jehová Dios!

  • Cada uno rendirá cuenta
    La Atalaya 1964 | 1 de enero
    • Cada uno rendirá cuenta

      “Todos estaremos de pie ante el tribunal de Dios. De manera que cada uno de nosotros rendirá cuenta de sí mismo a Dios.”—Rom. 14:10, 12.

      1, 2. ¿A quién tenemos todos que rendir cuenta? ¿Tocante a qué, y por qué?

      NINGUNA persona puede evitar el rendir cuenta a Dios. El gran Juez, se nos asegura, “hará un ajuste de cuentas sobre la tierra.” No importa dónde vivamos ni qué religión profesemos, “no hay creación que no esté manifiesta a la vista de él, sino que todas las cosas están desnudas y abiertamente expuestas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta.”—Rom. 9:28; Heb. 4:13.

      2 Sea que se haga en público o en secreto, rendiremos cuenta por nuestros hechos. Todo lo que hacemos está ‘abiertamente expuesto a los ojos’ del Juez del universo. Tenemos que rendir cuenta tocante a cuán bien nos hemos ajustado a los elevados mandamientos de Dios: “La conclusión del asunto, habiéndose oído todo, es: Teme al Dios verdadero y guarda sus mandamientos. Porque esto es el deber todo del hombre. Porque el mismo Dios verdadero traerá toda clase de obra a juicio en relación a toda cosa oculta, en cuanto a si es buena o es mala.”—Ecl. 12:13, 14.

      3. ¿Qué muestra la Biblia en cuanto a rendir cuenta los niños?

      3 Los hijos mismos no están enteramente libres de rendir cuenta a Dios. Es cierto que los padres son responsables primariamente delante de Dios por sus hijos; por eso si uno de los dos padres es adorador de Jehová, entonces cualesquier hijos que nazcan de esta unión son santos a los ojos de Dios. (1 Cor. 7:14) Pero es bueno tener presente que el registro bíblico muestra que Dios no ha cerrado los ojos ante las iniquidades de los hijos. En una ocasión Jehová ejecutó a una pandilla escarnecedora de cuarenta y dos niños por medio de dos osas porque estos delincuentes mostraron falta de respeto al profeta de Jehová.—2 Rey. 2:23, 24.

      4. En vista de lo que se dice en las Escrituras, ¿cómo deben instruir a sus hijos los padres?

      4 Es bueno que los padres, entonces, instruyan a sus hijos en cuanto a que ellos rinden cuenta a Dios, así como los padres mismos rinden cuenta a Dios. En el antiguo Israel los hijos que se hacían delincuentes incorregibles sufrían de acuerdo con la voluntad de Dios siendo ejecutados: “En caso de que un hombre llegara a tener un hijo terco y rebelde, uno que no prestara atención a la voz de su padre ni a la voz de su madre, y ellos le hayan corregido pero él no quiera escucharles, su padre y su madre deben prenderlo y traerlo a los hombres de mayor edad de su ciudad y hasta la puerta de su lugar y deben decir a los hombres de mayor edad de su ciudad: ‘Este hijo nuestro es terco y rebelde, no presta atención a nuestra voz, siendo glotón y borracho.’ Entonces todos los hombres de la ciudad de él deben lapidarlo con piedras y él debe morir. Así debes eliminar lo que es malo de en medio de ti.” (Deu. 21:18-21) Hoy Dios todavía considera a los hijos como responsables de ser obedientes a sus padres “en unión con el Señor,” como muestra Efesios 6:1-3: “Hijos, sean obedientes a sus padres en unión con el Señor, porque esto es justo: ‘Honra a tu padre y a tu madre’; que es el primer mandato con promesa: ‘Para que te vaya bien y dures largo tiempo sobre la tierra.’”

      RESPONSABLES EN CUANTO A LA DISCIPLINA DE JEHOVÁ

      5. ¿De qué son responsables a Dios los padres, y por eso, qué pregunta surge?

      5 Después de mostrar que los hijos no están libres de rendir cuenta, el apóstol Pablo prosigue y recalca la obligación de los padres delante de Dios: “Y ustedes, padres, no estén irritando a sus hijos, sino sigan criándolos en la disciplina y consejo autoritativo de Jehová.” (Efe. 6:4) Note que delante de Dios los padres son responsables de criar a sus hijos, no solo en el consejo autoritativo de Jehová, sino también en la disciplina de Jehová. Es en este asunto de la disciplina que a veces los padres se aflojan. Aunque muestren cuidado y atención amorosos, aunque les enseñen la Palabra de Dios, los padres quizás fallen en cuanto a poner en vigor las leyes de Jehová. Dado que los padres rendirán cuenta por la manera en que crían a sus hijos, surge la pregunta: ¿Qué es la disciplina de Jehová?

      6. ¿Con qué comienza la disciplina de Jehová, y por qué es esto tan importante?

      6 La disciplina de Jehová no comienza necesariamente con la vara literal. Comienza con el ejemplo correcto de los padres. Jehová pone el ejemplo perfecto, como lo hace su Hijo amado. Nosotros debemos imitarlos, llegando a ser discípulos del Señor Jesucristo. La palabra “disciplina” misma proviene de la misma raíz que la palabra “discípulo.” Un discípulo es el que sigue el ejemplo de un caudillo. Por eso, entonces, la disciplina tiene mucho que ver con el discipulado, porque los hijos deben imitar a sus padres cristianos y llegar a ser discípulos de buenos caudillos. Por medio de poner el ejemplo correcto, los padres ayudan a sus hijos a llegar a ser discípulos del Señor Jesús; así, el ejemplo es un medio de aplicar la disciplina de Jehová. Los padres pueden enseñar a sus hijos lo que es correcto a los ojos de Dios, pero difícilmente pueden esperar que sus hijos actúen de manera mejor que el ejemplo que los padres pongan en el hogar y en otros lugares. Los padres no pueden practicar las cosas que son incorrectas a los ojos de Dios y luego esperar que los hijos hagan todas las cosas que son correctas. Esto significa que a veces los padres tienen que disciplinarse ellos mismos para asegurarse de que amolden su vida en todo respecto a las normas justas de la Santa Palabra de Jehová. Entonces los pequeños no solo adquirirán la instrucción que usted les dé sino que verán mediante su ejemplo cuál es el camino correcto que tomar.

      7. (a) ¿Cómo debe aplicarse la disciplina de Jehová? (b) ¿Por qué no deben los padres exasperar a sus hijos, y cómo puede evitarse tal cosa?

      7 Si los padres han de rendir cuenta buena a Dios por la manera en que crían a sus hijos, tienen que aplicar la disciplina de Jehová con amor pero con firmeza. Esto requiere una disciplina positiva, no una clase de disciplina perezosa en la cual los padres sobornan a sus hijos para que se porten bien. La disciplina firme significa que los padres no andarán con tiento. El niño necesita saber lo que sus padres representan y que a ellos no se les puede debilitar de los principios de Jehová por ninguna cantidad de argumentación, zalamería o lloro. Aunque es firme, la disciplina de Jehová se aplica con amor, para que sea consistente, razonable y justa. El padre amoroso comprende que los niños no son perfectos y que cometerán errores. Si a los hijos se les fastidia con amenazas de castigo por cada imperfección pequeña, error pequeño o accidente, entonces se irritan. Pablo dijo: “No estén exasperando a sus hijos, para que ellos no se descorazonen.” (Col. 3:21) Si los hijos son exasperados por sus padres, se trastornan nerviosamente y no pueden sacar provecho de la reprensión. Por consiguiente, el padre amoroso, aunque es firme, es razonable. El niño puede apreciar el raciocinio. Haga explicaciones a la mente pueril. Entonces el niño puede seguirlas, sabiendo que está siendo llevado en la dirección que Jehová dirige.

      8. Como se muestra por la Palabra de Jehová, ¿qué clase de disciplina se requerirá a veces, y cuál será su beneficio?

      8 Todos los hijos de Adán necesitan corrección, y a veces la disciplina firme exige la vara, con administración de dolor. “La necedad está enlazada con el corazón del muchacho; la vara de la disciplina es lo que la alejará de él.” (Pro. 22:15) La disciplina de Jehová, por lo tanto, no es una disciplina reducida de vigor tal como la que aconsejan algunas autoridades mundanas que siempre quisieran retener la vara. No, la vara literal es lo que se da a entender básicamente en Proverbios 23:13, 14: “No te abstengas de disciplinar al simple muchacho. En caso de que le golpees con la vara, no morirá. Con la vara tú mismo debes pegarle, para que libres su mismísima alma de Sheol mismo.” A veces, entonces, un padre o una madre tendrá que hablar al niño mediante el administrar dolor. Este dolor, nos asegura la Palabra de Dios, no va a matar al niño; pero tendrá efectos provechosos, beneficios, protectores para el niño, protegiendo “su mismísima alma de Sheol.”

      EVITANDO EL DOLOR PATERNAL

      9. ¿Cómo protege de manera doble la disciplina de Jehová?

      9 La disciplina de Jehová protege de dos maneras: (1) Al niño mismo y (2) a los padres mismos. Sin disciplina, el niño pudiera continuar de manera desagradable a Jehová y no obtener la vida en el nuevo mundo de Dios. Sin disciplina, el niño, mediante su conducta delincuente, dará dolor a los padres. No se puede esperar que un hijo se imagine intelectualmente la angustia y dolor que tiene el poder de infligir a sus padres por su mal comportamiento. Algo debe hacerse, entonces; de otra manera un hijo traerá mucho sufrimiento al corazón y mente de los padres. “Cualquiera que llega a ser padre de un hijo estúpido—le es un pesar; y el padre de un hijo insensato no se regocija. El hijo estúpido le es una vejación a su padre y una amargura a la que lo dio a luz.” “La vara y la reprensión son lo que da sabiduría; pero el muchacho a quien se le da rienda suelta estará causando vergüenza a su madre.”—Pro. 17:21, 25; 29:15.

      10, 11. (a) ¿Cómo pueden los padres evitar el sufrir dolor? (b) Además de la vara literal, ¿qué más puede usarse al aplicar la disciplina de Jehová?

      10 Ahora bien, ¿qué impedirá que los padres sufran toda esta vergüenza, vejación, aflicción y congoja? Pues, la disciplina de Jehová. Dado que la delincuencia es el resultado lógico de las acciones desenfrenadas de un hijo, “la vara y la reprensión” son necesarias. Para evitar que los padres sufran aflicción y dolor, el hijo debe sufrir dolor. “Corrige a tu hijo y te traerá descanso y dará mucho placer a tu alma.” “El que contiene su vara está odiando a su hijo, pero el que lo ama es el que lo busca con disciplina.” “Corrige a tu hijo mientras exista esperanza.” (Pro. 29:17; 13:24; 19:18) A veces los padres están renuentes a hablar a sus hijos de esta manera; no obstante, los padres son responsables ante Dios de disciplinar a sus hijos según la manera de Jehová.

      11 No siempre, por supuesto, es necesario que la disciplina de Jehová envuelva el uso de la vara literal. Puede haber reprensión y humillación por las palabras de la boca, al usarse las palabras de la boca con efecto semejante a vara. El hecho de que los labios pueden usarse de tal manera lo manifiestan las palabras de Pablo a los corintios: “¿Iré a ustedes con vara?” Al crecer más los hijos, la vara de la boca y el privarlos de privilegios bien pueden formar gran parte de la disciplina.—1 Cor. 4:21.

      12. ¿Qué debe hacerse para asegurarse de que la disciplina sea “de Jehová”?

      12 Ora que la vara sea literal o sea la vara de la boca, que la disciplina se administre de tal manera que sea según la manera de Jehová. Los jóvenes deben entender la disciplina de quién están llevando a cabo sus padres y que los padres no están simplemente agradándose ellos mismos. Al niño o joven se le debe dar a conocer que los padres son responsables delante de Dios de llevar a cabo Su disciplina. Recuerden, es la “vara y la reprensión.” Siempre debe haber una explicación bien clara en cuanto a por qué se está administrando la vara. El hijo debe entender cuál mandamiento de Jehová ha sido violado, para que la disciplina realmente sea la de Jehová.

      RINDIENDO CUENTA

      13, 14. (a) ¿Qué es aun más serio para los padres que la aflicción que traen los hijos sin disciplina? (b) ¿Cómo se ilustra en el caso de Elí la responsabilidad que se tiene ante Dios de aplicar su disciplina?

      13 Sin disciplina, los actos delincuentes de una persona joven traerán aflicción y oprobio a los padres, pero, algo más serio, los padres negligentes rendirán cuenta a Dios. Como ilustración de que los padres, así como los que se hallan en puestos responsables en la organización de Dios, son responsables a Dios por aplicar la disciplina de Jehová tenemos el caso del sumo sacerdote Elí.

      14 Como padre, sumo sacerdote y juez de Israel, Elí se aflojó en cuanto a aplicar la disciplina de Jehová. Sus dos hijos, Ofni y Finees, servían de sacerdotes oficiantes y por eso debían haber sido ejemplares en su conducta. Pero no fue así: “Los hijos de Elí eran hombres inservibles; no reconocían a Jehová.” El relato bíblico prosigue y muestra que estos hijos que servían de sacerdotes no se contentaban con la porción que la ley de Dios les asignaba a ellos. Estos hijos codiciosos también se servían antes que a Jehová. Antes de satisfacer su propio apetito, deberían haber ofrecido la grasa sobre el altar a Jehová; pero se ponían antes que Jehová. Su padre y sumo sacerdote aparentemente no los reprendía; por eso Jehová le dijo a Elí: “Sigues honrando a tus hijos más que a mí.” En su vejez Elí reprendió blandamente a sus hijos pero solo cuando su conducta se hizo aun más abominable y vergonzosa. “Había oído de todo lo que sus hijos seguían haciendo a todo Israel y que se acostaban con las mujeres que servían a la entrada de la tienda de reunión.” Los hijos de Elí merecían la muerte bajo la ley de Dios y no obstante él no aplicaba la disciplina de Jehová por medio de despedir del puesto a los malvados. Por consiguiente, Jehová anunció que la influencia de la casa de Elí iba a ser destruida y que sus dos hijos morirían el mismo día. Todavía Elí no adoptó acción disciplinaria contra sus hijos sino que les permitió permanecer en el puesto. Finalmente, por medio del profeta Samuel, Jehová declaró: “Debes decirle que estoy juzgando su casa hasta tiempo indefinido por el error que él ha sabido, porque sus hijos están pidiendo el mal sobre Dios, y él no los ha reprendido.” Parece que Elí había mimado o consentido a sus hijos desde la infancia; y cuando la delincuencia de sus hijos se hizo notoria, él, en su vejez, reconvenía blandamente cuando debería haber emprendido acción disciplinaria. No obstante, ni como padre ni como sumo sacerdote y juez de Israel aplicó él la disciplina de Jehová. Por este fracaso Dios juzgó responsable a Elí: “El error de la casa de Elí no será traído a exención de castigo.”—1 Sam. 2:12–3:14.

      15. ¿Cómo puede afectar a un padre cristiano hoy día el aplicar la disciplina de Jehová, y por eso, cómo considera Dios el asunto?

      15 Tan responsables son los padres a los ojos de Dios en cuanto a si aplican la disciplina de Jehová o no que el apóstol cristiano, hablando de las cualidades para ser superintendente en la congregación, escribió: “El superintendente por lo tanto debe ser . . . hombre que presida su propia casa excelentemente, teniendo hijos en sujeción con toda seriedad; (si de veras no sabe algún hombre presidir su propia casa, ¿cómo cuidará de la congregación de Dios?).” No es cosa leve a los ojos de Dios el que un padre sea negligente en cuanto a criar a sus hijos en la disciplina de Jehová.—1 Tim. 3:2, 4, 5.

      16. Como se muestra por un informe periodístico, ¿cuáles son los resultados excelentes de criar a los hijos según la manera de Jehová?

      16 Cuando a los hijos se les cría en “la disciplina y consejo autoritativo de Jehová,” con el conocimiento de que tanto ellos como sus padres son responsables a Dios, los resultados excelentes no pueden mantenerse secretos. Cuando un periodista visitó la Asamblea de distrito “Adoradores unidos” de los testigos de Jehová en el Estadio Yanqui en 1961, observó a las muchas personas jóvenes presentes y escribió un artículo que apareció en la primera plana del Post del condado Queens (Nueva York), el 2 de agosto de 1961, el cual dijo:

      “Hoy cuando uno ve tanta delincuencia juvenil, tanto niños sin disciplina, tan poco respeto de los jóvenes para los mayores, tan gran aumento en el crimen año tras año por los de 20 años y menos, de repente lo detiene bruscamente el contemplar una enorme organización compuesta de centenares de miles de familias que no tienen problemas de delincuencia. Y naturalmente uno se pregunta por qué. . . . Cuando se trata de sus hijos, los Testigos de Jehová obtienen consejo del mismo libro al que se dirigen por consejo sobre cualquier otro rasgo de la vida—la Santa Biblia. . . . Los testigos de Jehová creen que la mejor manera de combatir la delincuencia—es impidiéndola. Uno está dispuesto a convenir cuando ve el gran número de Testigos jóvenes de Jehová que emprenden el ministerio en vez de la travesura, la testificación en vez del vagar y la predicación en vez de andar acechando. Uno percibe que los jóvenes aquí en el Estadio Yanqui no representan un Despertamiento de la Juventud de una vez al año, sino un modo de vida de todo el año. Las condiciones del mundo, que hacen a algunos jóvenes buscadores de emociones sin propósito con una actitud de ‘comamos, bebamos y divirtámonos porque mañana moriremos,’ fomentan en estos Testigos jóvenes un sentido de responsabilidad. Tienen una expectativa segura de algo mejor y un deseo de querer compartirla con su prójimo. Tienen un propósito muy verdadero en la vida y la importancia de ello les da ese sentido de valía que tanto falta en la juventud moderna.”

      TIEMPO QUE QUEDA PARA HACER LA VOLUNTAD DE DIOS

      17. (a) En cuanto a responsabilidad, ¿qué muestran las Escrituras tocante a la gran masa de la humanidad que rehúsa vivir en conformidad con la Palabra de Jehová? (b) A menos que cambien, ¿cuál será el fin de los que desobedecen a Dios?

      17 No todas las personas, por supuesto, son adoradores dedicados de Jehová Dios; no obstante, todos tienen que enfrentarse a rendir cuenta. Si los adoradores verdaderos de Dios han de rendir cuenta, ¿qué hay de la gran masa de la humanidad que rehúsa hacer su voluntad divina, que sigue haciendo la voluntad de las naciones? El apóstol Pedro declara: “Porque es el tiempo señalado para que comience el juicio por la casa de Dios. Ahora bien, si comienza primero por nosotros, ¿cuál será el fin de los que no son obedientes a las buenas nuevas de Dios? ‘Y si el justo con dificultad se está salvando, ¿dónde aparecerán el impío y el pecador?’” A menos que cambien su manera de proceder “el fin de los que no son obedientes a las buenas nuevas” de Dios será “en la revelación del Señor Jesús desde el cielo con sus poderosos ángeles en fuego llameante, al traer él venganza sobre los que no conocen a Dios y sobre los que no obedecen las buenas nuevas acerca de nuestro Señor Jesús. Estos mismos sufrirán el castigo judicial de destrucción eterna.”—1 Ped. 4:17, 18; 2 Tes. 1:7-9.

      18. ¿Qué debe dejar de hacer una persona si desea evitar el “castigo judicial,” y a quién rendirán cuenta los impíos?

      18 Hoy la mayoría de la humanidad está entregada a un desenfrenado holgorio de mundanalidad; pero si queremos evitar el “castigo judicial” que pronto le será proporcionado a ella en el Armagedón, entonces, seamos jóvenes o viejos, no nos conviene pasar más tiempo haciendo cosas como las que el apóstol Pedro describe así: “Basta el tiempo que ha pasado para que ustedes hayan obrado la voluntad de las naciones cuando procedían en hechos de conducta relajada, lujurias, excesos con vino, diversiones estrepitosas, partidas de beber e idolatrías ilegales. Porque ustedes no continúan corriendo con ellos en este derrotero al mismo bajo sumidero de disolución, están perplejos y siguen hablando injuriosamente de ustedes. Pero estas personas rendirán cuenta al que está listo para juzgar a los vivos y a los muertos.” De modo que los impíos y los que hablan injuriosamente de usted por hacer la voluntad de Dios tienen que ‘rendir cuenta’ al Juez de Dios, Jesucristo, “El decretado por Dios para ser juez de vivos y de muertos.”—1 Ped. 4:3-5; Hech. 10:42.

      19. ¿Cómo debe sentirse el cristiano en cuanto al uso del tiempo, y por qué no hay necesidad de desesperarse? Pero, ¿qué debe hacerse?

      19 Para el cristiano, el tiempo que pasó en su vida haciendo la voluntad de las naciones ha sido suficiente, en realidad demasiado; pero no podía evitarlo, habiendo nacido en este sistema de cosas y no conociendo la verdad de Dios. Pero cuando un individuo aprende la verdad de la Santa Biblia, llega el tiempo de cambiar, de volverse y vivir en conformidad con las leyes de Dios. Aunque tal vez el individuo se lamente por el tiempo que pasó anteriormente haciendo la voluntad del mundo, por la fuerza y energía que empleó anteriormente en holgorios mundanos, no hay que desesperarse: Todavía hay tiempo delante de nosotros. Pero no mucho. Pedro sigue diciendo: “El fin de todas las cosas se ha acercado.” Viendo que no queda mucho tiempo para este mundo, querremos usar el resto sabiamente por medio de darlo todo a Jehová Dios, para hacer su voluntad.—1 Ped. 4:7.

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