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Nuestro hijos... una herencia de parte de JehováLa Atalaya 1979 | 1 de septiembre
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Nuestros hijos... una herencia de parte de Jehová
“¡QUÍTATE de mi vista! ¡Márchate! ¡No vuelvas por aquí!” Después de vociferar así, un padre echó del hogar a su hijo de 16 años de edad.
Este adolescente es parte de un grupo de jóvenes que se ha atraído mucha publicidad en los últimos años. Un artículo de la revista Parade señala que “los llaman jóvenes-basura, desalojados, juventud sin hogar, echados y desechados, y sus parientes los han rechazado y les han dicho que ‘se pierdan de vista,’ frecuentemente sin darles dinero y dejándolos solo con la ropa que llevaban puesta.” El artículo continúa diciendo: “Hay padres que echan a sus hijos del hogar y no quieren ni volverlos a ver ni oír de ellos jamás.”
Es obvio que hoy día muchos adultos ven con malos ojos a los niños. ¿Ha influido esa actitud en la manera de pensar de usted? Sea que usted conteste Sí o No, hallará de provecho considerar el punto de vista que la Biblia insta a los padres a tener en cuanto a sus hijos.
Bajo la inspiración de Dios, el salmista escribió acerca de hijos que nacen de matrimonios honorables: “¡Miren! Los hijos son una herencia de parte de Jehová; el fruto del vientre es un galardón.” (Sal. 127:3) Según el diccionario hebreo por William Gesenius, en este caso la palabra “herencia” significa: “Una posesión que Jehová ha dado, un regalo de Jehová.” Cuando la gente recibe un regalo de valor, generalmente lo aprecia mucho. Si el regalo requiere que se le dé mantenimiento y se conserve, la gente hace lo mejor que puede a ese respecto.
¿Trata usted a sus hijos como si fueran una herencia de parte del Creador, Jehová? Las Escrituras declaran: “Los hijos no deben ahorrar para los padres, sino los padres para los hijos.” (2 Cor. 12:14) “Ciertamente si alguno no provee para los que son suyos, y especialmente para los que son miembros de su casa, ha repudiado la fe y es peor que una persona sin fe.” (1 Tim. 5:8) Dios desea que los padres ‘ahorren’ para que provean para sus hijos tanto en sentido material como espiritual. ¿Cómo se puede lograr éxito en eso?
Puesto que todos los padres y todos los hijos tienen su propia personalidad, es imposible presentar reglas detalladas para la crianza de los hijos que tengan éxito con relación a cada uno de los hijos en toda familia. Sin embargo, consideremos ciertas pautas fundamentales que siempre han resultado provechosas.
LA COMUNICACIÓN
Un consejero de una residencia para muchachos que han sido echados del hogar señala cómo el personal de esa institución trata de ayudarles: “Escuchamos a la persona joven. Penetramos con percepción en la crisis y descubrimos cómo se siente él o ella.” Esto se conoce como “comunicación,” y comienza con escuchar. La familia de usted, también, puede obtener provecho de la comunicación.
¿Tiene usted buena comunicación con sus hijos, y se efectúa esa comunicación con regularidad? No nos referimos a charla sin significado o conversación “forzada” acerca del estado del tiempo o algún otro asunto superficial. La comunicación verdaderamente eficaz tiene que ser de ‘corazón a corazón.’ Tiene que brotar de amor y afecto genuino entre el padre o la madre y el hijo. Puesto que ‘de la abundancia del corazón habla la boca,’ el prestar atención a lo que su hijo dice mantendrá al padre o la madre a tono con las necesidades emocionales y espirituales de su prole.—Luc. 6:45.
El cultivar buena comunicación con los hijos requiere que se ejerza mucha paciencia y se trabaje duro en ello. Para tener éxito en ello, los padres tienen que seguir el consejo bíblico de no hacer nada “movidos por espíritu de contradicción ni por egotismo.” No deben estar “vigilando con interés personal solo sus propios asuntos, sino también con interés personal los de los demás,” especialmente los de sus hijos. (Fili. 2:3, 4) Debido al pecado heredado, todos los humanos tienden a estar más interesados en sí mismos que en los demás. Los padres deben luchar contra esa tendencia y cultivar interés en las cosas que sus hijos hallan atractivas.
“DISCIPLINA Y REGULACIÓN MENTAL”
En Proverbios 13:24 se describe una importante prueba de amor paternal: “El que retiene su vara odia a su hijo, pero el que lo ama es el que de veras lo busca con disciplina.” Una pauta bíblica similar declara: “La vara y la censura son lo que da sabiduría; pero el muchacho que se deja a rienda suelta le estará causando vergüenza a su madre.”—Pro. 29:15.
La disciplina que aquí se menciona no significa simplemente castigo físico, aunque en ciertas ocasiones eso es lo que se necesita. Los hijos tienen que saber no solo lo que deben hacer y lo que deben abstenerse de hacer, sino también por qué ciertas cosas son correctas o incorrectas. En otras palabras, la disciplina eficaz de los hijos requiere consejo correctivo que los hijos acepten como correcto.
Esta necesidad se puede satisfacer por prestar atención a este otro mandato bíblico: “Ustedes, padres, no estén irritando a sus hijos, sino sigan criándolos en la disciplina y regulación mental de Jehová.” (Efe. 6:4) Los hijos deben aprender el modo de pensar del Creador del hombre, las cosas que a Dios le agradan y las que le desagradan. Para poder suministrar esa regulación mental, los padres mismos tienen que estar bien familiarizados con la Biblia.
A este respecto, es muy instructiva la siguiente declaración que Moisés dirigió a los padres en el antiguo Israel: “Estas palabras que te estoy mandando hoy tienen que resultar estar sobre tu corazón; y tienes que inculcarlas en tu hijo y hablar de ellas cuando te sientes en tu casa y cuando andes por el camino y cuando te acuestes y cuando te levantes. Y tienes que atarlas como señal sobre tu mano, y tienen que servir de venda frontal entre tus ojos; y tienes que escribirlas sobre los postes de las puertas de tu casa y sobre tus puertas.” (Deu. 6:6-9) Respecto a estos versículos, el comentario bíblico por Keil y Delitzsch declara:
“Para que el amor a Dios sea de la clase correcta, los mandamientos de Dios deben ponerse en el corazón, y ser el tema constante del pensamiento y la conversación. ‘Sobre tu corazón:’ i.e. los mandamientos de Dios tenían que ser un asunto del corazón, y no simplemente de la memoria . . . [Compare con Deuteronomio 11:18]. Había que ponerlos en vigor entre los hijos, hablar de ellos en el hogar y en el camino, por la noche al acostarse y por la mañana al levantarse, i.e. en todo sitio y a todo tiempo; había que atarlos como señal sobre la mano, y usarlos como vendas (frontales) entre los ojos. . . . estas palabras se dan en sentido figurado, y denotan una observancia fiel y constante de los mandamientos divinos.”
El tratar a los hijos como una herencia de Jehová requiere comunicación regular con ellos, así como enseñarles por repetición continua (‘inculcar’) la manera de pensar de Dios como se registra en las Santas Escrituras. ¿Cree que le beneficiaría recibir alguna ayuda para suministrar esa clase de “disciplina y regulación mental” basada en la Biblia? Si así es, lo estimulamos a prestar atención cuidadosa a los principios bíblicos y experiencias de la vida real que se presentan en los siguientes artículos.
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Lo que los adolescentes necesitan de sus padresLa Atalaya 1979 | 1 de septiembre
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Lo que los adolescentes necesitan de sus padres
TODO adulto fue una vez adolescente. Todo padre o madre de un adolescente fue adolescente. Por eso los adultos deberían entender los problemas y frustraciones de los adolescentes. Pero en muchas ocasiones los padres no recuerdan los problemas que ellos tuvieron como adolescentes y no despliegan comprensión al tratar con sus hijos adolescentes. Un abuelo recuerda su experiencia:
“Cuando era muchacho me parecía que la disciplina de la familia con frecuencia era dura e injusta. Recuerdo que pensaba que cuando creciera y tuviera hijos los disciplinaría con amor, les escucharía y razonaría con ellos.
“Cuando llegué a esta etapa de mi vida, descubrí que había muchas presiones en la cuestión de criar una familia. Las largas horas de trabajo me impedían estar mucho tiempo con mis hijos. Cuando estaba con ellos desplegaba impaciencia y mal genio.
“Los años en los cuales los niños crecen pasan con demasiada rapidez. Ahora soy abuelo, y tengo una actitud completamente diferente de la que tenía como padre. Hallo tiempo para jugar con mis nietos y disfrutar de ellos, y con frecuencia deseo defenderlos cuando están en aprietos y pienso que sus padres son muy duros y les falta entendimiento. Muchas veces reflexiono así: ¡Si como padres siquiera pudiéramos desplegar la paciencia y el entendimiento de los abuelos!”
Los padres suelen olvidar que normalmente el adolescente está declarándose como individuo que tiene necesidades individuales. Interpretan mal las cosas, y se desarrollan problemas. Un ministro que ha hecho un estudio de los problemas de los adolescentes informa que planteó esta pregunta a muchos adolescentes: “De lo que pudieras recibir de tus padres, ¿qué sería lo que más desearías?” Casi sin excepción la respuesta fue:
“COMPRENSIÓN”
Una joven de 15 años de edad expresó ese deseo al comentar: “Tengo padres buenos, pero me gustaría que entendieran que ya no soy una niñita. Me tratan como si estuviera en tercer grado de escuela elemental. ¡Si solamente pudieran entenderme y confiar en mí!” Deseaba que se cambiaran algunas reglas en reconocimiento de su edad.
El impulso de adquirir mayor libertad es parte normal del crecimiento hacia la condición de ser adulto... un hecho que muchos padres no están dispuestos a aceptar. Desde la infancia los hijos han confiado en los padres y dependido de éstos y los padres han disfrutado de ello. Ahora su hijo o hija adolescente cambia de un espíritu de completa dependencia a uno de mayor confianza en sí mismo o sí misma. Este cambio de actitud no es malo. Algunos adolescentes comienzan a desarrollar un punto de vista de persona ya crecida a una edad relativamente joven. El rey Josías es un ejemplo bíblico de esto. “Siendo todavía muchacho, [de unos 15 años], comenzó a buscar al Dios de David.” A la edad de unos 25 años tomó acción enérgica contra la adoración falsa, que había sido promovida por su padre. Este adolescente tuvo libertad para actuar por su propia cuenta. ¿Fueron malas su actitud y su acción simplemente porque él todavía fuera joven? No. (2 Cró. 34:1-8) Además, los motivos del joven David cuando preguntó en cuanto a pelear contra Goliat fueron buenos, aunque su hermano mayor los entendió mal.—1 Sam. 17:26-28.
Sin embargo, debido a que el adolescente todavía no es adulto, no todos sus deseos son maduros. El joven necesita tiempo para jugar. Necesita que sus padres comprendan que él tiene energía para estar activo cuando a sus padres les gustaría estar reposando. Los adolescentes necesitan asociación. Si los padres no proveen asociación o compañía apropiada, los jóvenes la buscan por su propia cuenta, y puede que hallen compañía que no haya de contar con la aprobación de sus padres.
La mayoría de los adolescentes disfruta de las fiestas. Debido a la conducta que se ha manifestado en algunas de estas fiestas, puede que los padres no quieran que sus hijos participen en ellas. Pero el prohibir por completo que vayan a fiestas sería desalentador y haría que los jóvenes se sintieran descorazonados. (Col. 3:21) Si los padres hacen arreglos para fiestas informales, tienen derecho a controlar la lista de invitados y supervisar las actividades y de esa manera evitar muchos problemas que podrían surgir. Cuando los jóvenes participan en los planes, habrá mucho más éxito en esto.
Cuando el adolescente comete un error y se mete en dificultades, ése es el tiempo en que más necesita comprensión. Los padres hacen bien en reflexionar en su propia juventud y recordar los errores que cometieron debido a la inexperiencia de la juventud. De esa forma, resistirán más fácilmente la tentación de reaccionar exageradamente, de ser demasiado críticos. Si quieren que su adolescente venga a ellos cuando se meta en problemas, deben edificar confianza por la manera en que responden a la situación en los casos de infracciones más pequeñas.
Cuando el error es una equivocación por no haber pensado con claridad, los padres deben mostrar gran bondad y consideración. Deben hacer toda clase de esfuerzos para explicar qué estuvo mal y cómo evitar una repetición del mal. Pero no debe decírsele al joven que él es malo.
Pero, ¿qué deben hacer los padres si sus adolescentes se envuelven en problemas serios en cuanto a la disciplina en la escuela, o en algún problema con la policía, o con drogas o inmoralidad? Puede que los padres tengan la esperanza de que el entrenamiento que han dado en el pasado evite que eso ocurra. Pero suponga que sí ocurre. Ahora es cuando más necesita ayuda y dirección hábil el adolescente.
Un problema de esta índole es muy angustioso para los padres. Generalmente dicen: “¿Dónde nos equivocamos?” Con frecuencia amenazan o condenan a la prole descarriada, lo cual tiende a agriarla y a endurecerla en su línea de conducta. Jehová fue comprensivo y estuvo dispuesto a perdonar cuando su pueblo se desvió de lo que era correcto. Tomó la iniciativa en comunicarse con ellos y ofrecerles ayuda, a pesar de que el pecado de ellos era grave. “Vengan, pues, y enderecemos los asuntos entre nosotros,” dijo Jehová. “Aunque los pecados de ustedes resulten ser como escarlata, se les hará blancos justamente como la nieve.”—Isa. 1:18.
El futuro del joven depende de cómo lo traten durante ese tiempo crítico. No diga o haga cosas que le dificulten el volver a usted de la manera en que el “hijo pródigo” regreso a su padre. Los padres nunca deben darse por vencidos en cuanto a su prole mientras los hijos estén bajo su jurisdicción. Ejerza paciencia. Muestre misericordia. Imite a Jehová en estas cualidades.—Sant. 2:13; 2 Ped. 3:9, 15; Luc. 15:11-24.
QUE SE LES TRATE COMO INDIVIDUOS
Una necesidad importante en el adolescente es que lo traten como individuo. Charles R. Foster dice en su libro Psychology for Life Today (Sicología para la vida actual):
“Es un hecho reconocido el que un ser humano desea más que simplemente comer y dormir. Desea que lo reconozcan como persona, y desea experimentar el sentimiento de que tiene éxito.”
“Ciertamente todo individuo se siente mejor y trabaja más eficazmente si logra tener éxito en algo y si logra experimentar el sentimiento de que el lugar que ocupa en el mundo es importante. La mayor parte de los estudiantes del comportamiento social creen que cada ser humano tiene alguna potencialidad sin explotar... que hay algo que cada persona puede hacer bien, o mejor, y solo tenemos que descubrir qué es.”
Cada adolescente siente la necesidad de que se le considere diferente de todos los demás. Los padres se dan cuenta de que no hay un hijo que sea enteramente igual a otro. Puede que la educación y disciplina que tenga éxito con un hijo no sea eficaz con otro. Esto es especialmente cierto cuando llegan a la adolescencia.
Por lo tanto, no es bueno comparar a un hijo con otro. Si el trabajo de una persona se compara con el trabajo de calidad superior de otra, el resultado es resentimiento, no estímulo. (Compare con 2 Corintios 10:12.) El adolescente quiere que lo acepten según lo que él en particular es, y lo que puede hacer como individuo. Desea que sus padres lo amen según lo que él en particular es, y que lo traten con bondad humana. Por otro lado, no desea que lo cuiden en exceso, ni que lo traten como a un niño para siempre.
RECIBIR PAUTAS CONSECUENTES
Otra necesidad que tienen los adolescentes es la de recibir dirección y pautas firmes y consecuentes. Recientemente, al hablar sobre este tema, el almirante de retaguardia James F. Calvert, superintendente de la Academia Naval Estadounidense, y padre de tres hijos, dijo según se informa en The Detroit News:
“Los muchachos de hoy día aprenden más de la televisión de lo que jamás van a aprender de nosotros. Cada día, el muchacho corriente de 15 años de edad dedica 20 minutos a leer y dos horas a ver televisión.”
Después de comentar respecto al fracaso de los padres en cuanto a inculcar un ‘sentido de deber y orgullo familiar,’ continuó: “Sin disciplina no puede haber respeto fundamental.” Calvert asemejó la disciplina humana a un cascarón de huevo. “Cuando está intacto,” dijo, “es un objeto fuerte y hermoso. Cuando se quiebra o agrieta, pronto se hace pedazos.”
“Puede que los jóvenes no clamen por disciplina, pero la necesitan desesperadamente. La autoridad estricta de los padres desarrolla un sentido de seguridad en los hijos.”
El adolescente necesita la seguridad de una disciplina firme, consecuente. Puede que no concuerde prontamente con la idea de que algunas de las restricciones y reglas sean necesarias, pero concordará de inmediato con que sus padres deben ser consecuentes en las reglas que establecen. Desea saber lo que puede o no puede hacer. Se siente frustrado si esas reglas se cambian de día en día debido a la manera en que sus padres se “sienten” en diferentes ocasiones. Jesús dijo: “Signifique su palabra Sí, Sí, su No, No.”—Mat. 5:37.
Las reglas y restricciones se pueden comparar con límites territoriales. El adolescente necesita tener los límites claramente definidos e identificados; entonces desea que le tengan confianza y le extiendan libertad dentro de esos límites. Un padre comparó este hecho con la experiencia que su familia tuvo al alquilar un hogar:
“Era una zona arbolada. Una de las primeras preguntas que hicimos fue en cuanto a la ubicación de los límites territoriales. Queríamos saber qué nos permitían hacer con la propiedad. Teníamos que saber aquello para poder disfrutar de vivir allí. Es fácil imaginarse la molestia y la frustración que ocasionaría el que el propietario cambiara las restricciones cada semana o algo por el estilo. Los mismos principios aplican a las restricciones que se ponen a los adolescentes. Las reglas deben ser razonables y consecuentes. Y entonces hay que mostrarles confianza y darles libertad dentro de esos límites.”
Las reglas no tienen que ser irrazonablemente rígidas. Algunos acontecimientos u ocasiones muy especiales pueden ser razón suficiente para dar consideración a solicitudes especiales.
AYUDA PARA ESTABLECER METAS EN LA VIDA
La necesidad de dirección incluye ayuda en cuanto a establecer metas en la vida y respecto a escoger una ocupación y recibir la educación seglar que se requiera. Toda persona debe poder sentir que es útil y que lo que hace es útil. Debe tener dignidad personal y estar orgullosa de sí misma como persona.
Los padres muestran su interés en su prole por medio de ayudar al hijo o hija adolescente a seleccionar la ocupación que le convenga a él o ella particularmente. Deben considerarse sus “dones,” talentos o preferencias. (Compare con Romanos 12:6.) Hay que ayudar al joven o la joven a establecerse metas asequibles. No todo el mundo puede alcanzar un puesto de prominencia. La manera práctica de ver realizadas las metas es ir fijándose metas cada vez más altas a medida que se alcanzan metas más asequibles.
El suministrar educación que prepare al joven para hacer frente a los problemas de la vida adulta supone una pesada responsabilidad. Hay que entrenar a los jóvenes y éstos deben desarrollar habilidades en un oficio de modo que puedan mantenerse a sí mismos. (1 Tim. 5:8; Pro. 31:10, 19, 20) Aunque Jesús llegaría a ser el Cristo, su padre adoptivo José le enseñó un oficio, de modo que lo conocían como “el hijo del carpintero” y “el carpintero.” (Mat. 13:55; Mar. 6:3) El apóstol Pablo se mantenía a sí mismo y a los que estaban con él por medio de trabajar en su oficio de hacer tiendas de campaña.—Hech. 18:1-4; 20:33, 34.
En el asunto de prepararse para hacer frente a los problemas de la vida adulta y aceptar las responsabilidades de adulto, los adolescentes necesitan el apoyo de sus padres, y estímulo para evitar convertirse en una persona que abandona sus deberes. En muchas ocasiones necesitan ayuda para hacer las tareas de la escuela. Puede que a veces deseen abandonarlo todo. En ocasiones como éstas, los padres pueden ser una fuente de estímulo por medio de entender las frustraciones y considerar francamente el asunto con ellos. Si en ocasiones el padre o la madre ayuda al hijo o a la hija a efectuar tareas escolares difíciles, podrá entender mejor las frustraciones que experimentan los jóvenes al hacer las tareas escolares y podrán ofrecer sugerencias prácticas. A veces el que un padre comprensivo simplemente dedique algún tiempo a considerar el problema es suficiente estímulo para ayudar al adolescente a pasar la crisis.
SENTIR QUE SE LES NECESITA
Posiblemente lo que más anhela el adolescente es sentir que se le necesita. Por esta razón a veces los jóvenes preguntan a sus padres si fueron adoptados, o si sus padres planearon tenerlos o los deseaban. Desean tener seguridad de que sus padres los aman. El deseo intenso de todos nosotros es la seguridad de saber que se nos acepta. Si los padres reconocen las necesidades de sus hijos adolescentes, y con entendimiento las satisfacen, habrá mayor felicidad en el círculo de la familia.
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Jóvenes... ¿están encaminados al verdadero éxito?La Atalaya 1979 | 1 de septiembre
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Jóvenes... ¿están encaminados al verdadero éxito?
HACE más de un siglo un escritor norteamericano, R. W. Emerson, dio una regla para que los jóvenes alcanzaran éxito. Aconsejó: “Pon el tiro muy lejos” (literalmente: “Engancha tu carro a un astro.”). Emerson quiso decir que los jóvenes deberían esforzarse por alcanzar metas encumbradas. Pero para que un joven tenga éxito tiene que afirmarse en las cualidades que hacen posible eso por medio de entrenarse con disciplina hacia esa meta.
Jóvenes, ¿están haciendo ahora planes apropiados para el futuro? Es sabio establecerse metas nobles y determinarse a alcanzarlas.
La juventud es un tiempo en que hay un florecimiento de la vida. Es un tiempo en que se disfruta de comparativa libertad con relación a pesadas responsabilidades; un tiempo en que se mira al futuro con el anhelo intenso de adquirir mayores gozos y alegrías. Los muchachos y las muchachas están llenos de energía y salud, y tienen posibilidades de logros que pudieran comunicarles mucha felicidad.
Lamentablemente, no se ve a gran parte de la juventud hoy día entregada a esfuerzos por alcanzar metas encumbradas en la vida. En cambio, en un esfuerzo fútil por tener independencia y no llevar responsabilidades, muchos buscan una salida por medio del uso de drogas, la promiscuidad sexual y otras actividades extravagantes e insensatas. No obstante, es importante prestar atención al consejo que dice: “De Dios uno no se puede mofar. Porque cualquier cosa que el hombre esté sembrando, esto también segará.”—Gál. 6:7.
INCLUYE A DIOS EN TUS METAS
La Biblia dice: “Regocíjate, joven, en tu juventud, y hágate bien tu corazón en los días de tu mocedad, y anda en los caminos de tu corazón y en las cosas vistas por tus ojos.” (Ecl. 11:9a) Así que Jehová, el Creador, desea que los jóvenes disfruten de la vida. Él no toma un punto de vista negativo de los intereses juveniles ni de lo que agita por su atractivo los deseos de los corazones y ojos jóvenes. En cuanto a los jóvenes, deben recordar que tienen que dar cuenta a Dios por sus acciones.
Las Escrituras pasan a decir: “Pero sabe que debido a todas éstas [el derrotero de vida que escoges] el Dios verdadero te traerá a juicio. Por lo tanto quita de tu corazón la vejación, y evita a tu carne la calamidad.” (Ecl. 11:9b, 10a) Aunque el Altísimo permite a los jóvenes escoger, no los protege de las amargas consecuencias de seguir un derrotero incorrecto.
El mismo escritor bíblico añade: “Pues la juventud y la flor de la vida son vanidad.” (Ecl. 11:10b) ¿A qué se debe eso? Para mencionar una cosa, es obvio que la gente no permanece joven para siempre. Hasta personas en la flor de la vida enferman y mueren. El joven que pasa por alto eso puede que no use sabiamente lo que tiene, y malgaste sus energías físicas y sus aptitudes en un curso de vida que puede resultar en que sus años de adulto sean más difíciles.
En vista de eso, ¿qué deben hacer los jóvenes? La Biblia declara: “Acuérdate, ahora, de tu Magnífico Creador en los días de tu mocedad.” (Ecl. 12:1) El mantener a Dios de esa manera en la memoria fomenta la conducta excelente y hace más sólida la relación del joven con Jehová durante los años de su juventud.
EL “YUGO” DEL DISCIPULADO CRISTIANO
La Biblia indica que es necesario que los jóvenes canalicen sus energías en dirección a un objetivo sabio en la vida. De otra forma, con el tiempo ese vigor se extinguirá sin haber logrado metas que valgan la pena.
Jesús dio este estímulo a individuos que estaban oprimidos: “Tomen mi yugo sobre ustedes y aprendan de mí, porque soy de genio apacible y humilde de corazón, y hallarán refrigerio para sus almas. Porque mi yugo es suave y mi carga ligera.” (Mat. 11:29, 30) ¿Comprendemos que el privilegio de ser un discípulo que aprende de Jesucristo es inapreciable? ¿Qué mejor modo hay de emplear los años de nuestra juventud? Pero eso requiere que la persona dé el paso serio del bautismo cristiano. Es solo entonces cuando la persona puede considerarse individuo ‘que aprende’ de Jesús.
OBTENIENDO ENTRENAMIENTO NECESARIO
José, el padre adoptivo de Jesús, entrenó al joven Jesús en el oficio de la carpintería. (Mar. 6:3) Por eso, hoy día es provechoso que los jóvenes cristianos se sometan a un período de educación básica. Esto significa aceptar educación seglar que los equipe para buscarse el sustento durante los años de adulto.
Con frecuencia la experiencia ha mostrado a los cristianos que es conveniente aprovecharse del entrenamiento seglar corriente que esté disponible donde viven. En Norteamérica la educación de segunda enseñanza suele ser de valor práctico.
Además de los estudios básicos, como los de matemática, historia y el idioma del país donde uno vive, muchas escuelas ofrecen cursos en campos como los del uso de herramientas y maquinaria, carpintería, electricidad, mecánica de automóviles e imprenta. Las muchachas pueden participar en estudios relacionados con asuntos domésticos, mecanografía y otras técnicas secretariales y aprovechar oportunidades de servir en asistencia médica u otros campos interesantes y prácticos que ahora están disponibles a las mujeres.
PENSANDO EN EL FUTURO
Muchos jóvenes llegan a un punto crucial durante los años finales de la segunda enseñanza. Durante ese tiempo ven ante ellos muchas posibilidades.
Durante ese punto crucial, de viraje, es bueno que los jóvenes decidan lo que van a hacer respecto a servir a Jehová. Los años finales de esa educación les proveen excelente oportunidad para aprender destrezas que pueden ayudarles a obtener empleos que les permitan tener mucho tiempo para predicar y hacer discípulos... la obra que Jesús hizo.—Mat. 24:14; 28:19, 20.
“SEMBRANDO TENIENDO EN MIRA EL ESPÍRITU”
Jóvenes, ¿están edificando su futuro en torno al reino de Dios, o en torno a intereses mundanos? Esas metas contrarias producen resultados contrarios. (1 Juan 2:15-17) Jesús mostró claramente que los seres humanos no pueden servir a dos amos. (Mat. 6:24) Los jóvenes sabios fijan su corazón en Jehová Dios. Continúan fortaleciendo su relación personal con Dios. Los jóvenes cristianos no solo predican “estas buenas nuevas del reino” regularmente, sino que también obedecen el consejo bíblico: “No olviden el hacer bien y el compartir cosas con otros, porque con dichos sacrificios Dios se agrada mucho.”—Heb. 13:16; compare con Santiago 1:26, 27.
Las tendencias pecaminosas hacen que los seres humanos se inclinen hacia el egoísmo y los deseos materialistas. Es necesario que los jóvenes luchen contra lo que la Biblia describe como “los deseos incidentales a la juventud.” (2 Tim. 2:22) Muchos han cometido imprudentes ‘pecados de la juventud’ que les han pesado años más tarde.—Sal. 25:7.
Jóvenes, ¡resuélvanse a evitar la maldad que puede arruinarles el futuro! Los que aman las correrías o el calaverear con la promiscuidad sexual, el abuso de drogas y otros tipos de vida disoluta frecuentemente siegan consecuencias trágicas en años posteriores. A través de experiencias difíciles aprenden la veracidad de esta declaración inspirada: “El que está sembrando teniendo en mira su carne segará de su carne la corrupción.”—Gál. 6:8a.
¿No es mejor tratar de obtener una buena relación con Dios y la congregación cristiana? De esta manera tendrás la gozosa experiencia de que “el que está sembrando teniendo en mira el espíritu, segará del espíritu vida eterna.”—Gál. 6:8b.
Los jóvenes que creen esta verdad bíblica huyen de toda situación que pueda conducir a inmundicia o fornicación. (1 Cor. 6:18) Los jóvenes que desean agradar a Dios tienen que buscar asociación con personas que los fortalezcan en la conducta piadosa. “El oído que está escuchando la censura de la vida se aloja justamente en medio de los sabios.” (Pro. 15:31) ¿Buscas asociación con personas que manifiestan sabiduría divina? (Ve Santiago 3:17, 18.) La Palabra de Dios declara: “Al que está teniendo tratos con los estúpidos le irá mal.” (Pro. 13:20) ¿Muestra tu proceder en la vida que crees eso?
Los jóvenes que temen a Dios obedecen el mandamiento bíblico: “Toda alma esté en sujeción a las autoridades superiores.” (Rom. 13:1) “Que ninguno de ustedes sufra como asesino, o ladrón, o malhechor, o como entremetido en asuntos ajenos.” (1 Ped. 4:15) El sujetarse a las “autoridades superiores” gubernamentales significa que uno es observante de la ley en todo respecto, incluso el cumplir con todas las leyes del tráfico.
¿Armoniza tu vida con estas pautas de la Palabra de Dios? Los jóvenes que se hallan en el camino hacia el éxito verdadero siempre prestan atención al consejo inspirado: “Sea que estén comiendo, o bebiendo, o haciendo cualquier otra cosa, hagan todas las cosas para la gloria de Dios.”—1 Cor. 10:31.
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Jóvenes que recuerdan a su CreadorLa Atalaya 1979 | 1 de septiembre
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Jóvenes que recuerdan a su Creador
EL TEMA de la sesión del viernes por la tarde en las más de 100 asambleas internacionales “Fe Victoriosa” que celebraron los testigos de Jehová durante 1978 fue: “JÓVENES, SEAN EJEMPLOS EN FE.” Jóvenes que se han dedicado a servir a Dios hablaron acerca de la vida de ellos como siervos de Jehová, durante la parte del programa intitulada: “Jóvenes que se acuerdan de su Creador.” A continuación presentamos algunas de las experiencias que relataron.
Debe notarse que algunos de los jóvenes a quienes se entrevistó habían decidido dedicar todo su tiempo a predicar “estas buenas nuevas del reino.” (Mat. 24:14) Algunos están haciendo esto como “precursores especiales,” y dedican por lo menos 140 horas al mes a esta actividad. Muchos se han hecho “precursores regulares,” y dedican un mínimo de 1.000 horas al año a proclamar las “buenas nuevas.” Consideremos algunas de las cosas que estos jóvenes cristianos dijeron.
En la asamblea de la ciudad de Nueva York, una jovencita relató: ‘Yo sé que algunos jóvenes titubean en cuanto a imponerse obligaciones para con Jehová Dios. Incluso algunos que se han bautizado se retraen de poner los intereses espirituales en primer lugar en su vida. Al hablar me baso en la experiencia que he tenido, pues ésa era mi actitud. Pero principios bíblicos como el de Malaquías 3:10, donde se nos dice que paguemos a Dios lo que le debemos, me ayudaron a cambiar de actitud. Quiero estimular a todos los jóvenes que están en el auditorio a que pongan los intereses espirituales en primer lugar en su vida. Cualquiera que tiene suficiente edad para asistir a fiestas o para ser inmoral o tomar drogas, también tiene suficiente edad para dedicar su vida a Jehová.’
DISFRUTANDO DEL “SERVICIO DEL CAMPO”
“El campo es el mundo,” dijo Jesús. (Mat. 13:38) Por eso los testigos de Jehová usan para referirse a su actividad de predicar la expresión “servicio del campo.” En la asamblea de Nueva York, una adolescente habló acerca de lo que significa para ella el servicio del campo:
‘En muy tierna edad comencé a participar en la actividad de compartir las verdades bíblicas con otras personas. Mientras acompañaba a mis padres de casa en casa, solía saludar al amo de casa con una alegre sonrisa y le ofrecía un pequeño mensaje impreso. Con el tiempo pude hablar a la gente acerca de temas bíblicos. Me daba mucho gusto ver que algunas de aquellas personas a quienes hablaba deseaban recibir ayuda para entender la Biblia. Las visitaba con regularidad, y era conmovedor para mí ver a aquellas personas progresar en el conocimiento de Dios y observar que abandonaban prácticas inmundas y mostraban el deseo de compartir con otros individuos las creencias bíblicas que recientemente habían hecho suyas. El participar con frecuencia en el servicio del campo ha fortalecido mi fe en el venidero nuevo orden de cosas de Dios que hará que toda la Tierra vuelva a ser un paraíso. (Rev. 21:1-5) Si quiero convencer a otros de esa esperanza, primeramente tiene que estar fuerte en mí.’
Un testigo joven que dirigió la palabra a la sesión de habla inglesa de Montreal, Canadá, relató: ‘Comencé a participar en el servicio del campo desde muy niño. Solía acompañar a mis padres en las actividades de predicar. A la edad de cinco años comencé a hablar con sencillez acerca de la Biblia de casa en casa.
‘Durante aquellos primeros años el servicio del campo era realmente divertido para mí. Sin embargo, con el tiempo comencé a darme cuenta de que yo resaltaba entre los demás en la escuela. Ahora se me hacía embarazoso hablar a los compañeros de estudio acerca de la verdad. Comencé a temer que al predicar de casa en casa fuera a encontrarme con algún conocido de la escuela. Al reflexionar en aquel período, creo que en mi caso el problema fue uno de temer al hombre, lo cual la Biblia dice que “tiende un lazo.”’—Pro. 29:25.
‘Después de salir de la escuela, decidí probar temporalmente el servicio de precursor. Como resultado, la predicación comenzó a atraerme como nunca antes. Ahora no la veía como una actividad divertida, ni como una carga pesada. Al ver que las personas con quienes estudiaba la Biblia progresaban en la verdad, disfrutaba de una sensación de profunda satisfacción debido a la evidencia de que Jehová Dios estaba apoyando mis esfuerzos. Llevo más de dos años y medio participando en el servicio de precursor. Al reflexionar en las oportunidades que tuve de escoger otras carreras, mis sentimientos son similares a los del apóstol Pablo, quien escribió: “De veras sí considero también que todas las cosas son pérdida a causa del sobresaliente valor del conocimiento de Cristo Jesús mi Señor. Por motivo de él he sufrido la pérdida de todas las cosas y las considero como un montón de basura, a fin de ganar a Cristo.”’—Fili. 3:8.
APRECIO A LA CONGREGACIÓN
¿Se alegran los jóvenes de estar asociados con la congregación cristiana? Dan, que sirve de precursor en Quebec, relata su propia experiencia: ‘Me bauticé hace poco, en 1975, y mi vida antes de llegar a conocer la verdad bíblica era muy disoluta y alejada de lo cristiano. Puesto que buscaba placeres excitantes, solía emborracharme con frecuencia. Cuando eso dejó de ser un placer, recurrí a fumar marihuana y a probar otras drogas. A la edad de 17 años fumaba marihuana casi todos los días.
‘Pero lo que en aquel tiempo creía que era felicidad era nada en comparación con el gozo que he llegado a tener desde que me puse en contacto con el pueblo de Jehová. La primera vez que asistí a una reunión en el Salón del Reino fue memorable para mí. Lo que más me impresionó fue que después de la reunión diferentes personas se me acercaron y se presentaron en un esfuerzo por hacerme sentir cómodo. Desde aquel tiempo en adelante he asistido regularmente a las reuniones del Salón del Reino. Antes de aprender la verdad, no tenía ningún deseo de asociarme con personas adultas, pues no teníamos nada en común. Pero entre mis compañeros cristianos he hallado muy buenos amigos de todas las edades.’
Otra persona joven entre los Testigos que viven en Nueva York dio una razón diferente por la cual disfruta de asociarse con la congregación: ‘Me alegra el formar parte de la congregación porque puedo servir a otros. Disfruto de ayudar a los hermanos y hermanas ancianos si necesitan ayuda para limpiar sus apartamentos. De vez en cuando tengo el privilegio de ayudar a mis compañeros cristianos a mudarse de un lugar a otro. Puesto que soy joven, tengo fortaleza y energía. ¿Qué mejor manera hay de usarla que la de glorificar a Jehová por medio de servir a otras personas de la congregación?’
UN NIÑO DE 10 AÑOS BUSCA AYUDA
En la asamblea de Munich, Alemania, un joven relató su experiencia a la sesión de habla griega de aquella asamblea: ‘Mis padres dejaron de asociarse con la congregación cristiana cuando yo estaba en la escuela elemental. Me alegro de decirles que, a pesar de que era un niño, pude arreglármelas para mantener algún contacto con la congregación.
‘A la edad de 10 años comencé a pedir ayuda a Jehová en oración. Puesto que mis padres no me permitían asociarme libremente con los testigos de Jehová, me parecía que la única manera en la cual podía apoyar la obra de predicar sería por medio de contribuir dinero. Así que comencé a reunir el dinero que para gastos personales me daban mis padres. En un período de dos años reuní 500 dracmas. Con gozo las ofrecí a la congregación. Los hermanos oraron por mí e hicieron planes para que un jovencito de mi propia edad me visitara. Este condujo un estudio bíblico conmigo durante el tiempo en que se suponía que estuviéramos jugando y eso fortaleció mi fe. Años después fui a estudiar a un país extranjero. Sin embargo, mi verdadero motivo era el de estar libre para asistir a las reuniones de congregación.
‘Cuando mis padres se enteraron de eso, el efecto en ellos fue bueno. De modo que nuevamente comenzaron a asistir a las reuniones del Salón del Reino y ahora mi padre sirve en un puesto de responsabilidad en la congregación. En cuanto a mí, ahora tengo el gozo de servir de precursor regular y mi deseo es que todos los jóvenes puedan hacer lo mismo.’
Ciertamente es un placer escuchar acerca de los muchos jóvenes que han hecho que la adoración de Jehová sea la cosa más importante de su vida. Confiamos en que estas experiencias impelan a otros a prestar atención al mandamiento de las Escrituras: “Acuérdate, ahora, de tu Magnífico Creador en los días de tu mocedad.”—Ecl. 12:1.
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CorrecciónLa Atalaya 1979 | 1 de septiembre
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Corrección
Mientras se preparaba la Traducción del Nuevo Mundo de Levítico 23:21, lo que en Hebreo era יחיח (“será”) se leyó equivocadamente como יחזח (“Jehová”). Por eso, la primera oración de este versículo debe leer: “Y tienen que hacer una proclamación en este mismo día; habrá para ustedes una convocación santa.”
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Ponderando las noticiasLa Atalaya 1979 | 1 de septiembre
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Ponderando las noticias
¿“Antes de la Gran Explosión”?
● Recientemente, la revista Time consideró el tema de “En el principio: Dios y la ciencia” en su “Ensayo de Time,” que publica con regularidad. El “Ensayo” indica que “en el último tercio del siglo veinte se ha atenuado la distinción hostil entre la religión y la ciencia” debido a “lo que parece que es un acuerdo entre la religión y la ciencia en cuanto a ciertos hechos que tienen que ver con la creación del universo.” Time señala que la evidencia cada vez mayor que parece apoyar la idea de que el universo comenzó repentinamente en una llamada “Gran Explosión” “da una impresión muy parecida a la historia que el Antiguo Testamento ha estado contando siempre.”
El “Ensayo” pasa a indicar que algunos científicos combaten esta conclusión, y cierto astrónomo alega lo siguiente: “Es un accidente el que algunas cosas concuerden en detalle.” Sin embargo, el director del Instituto Goddard para Estudios Espaciales, de la Administración Nacional Estadounidense de Aeronáutica y el Espacio, confiesa que esta conclusión “molesta a la ciencia porque choca con la religión científica... la religión de causa y efecto, el creer que todo efecto tiene causa. Ahora descubrimos que el mayor efecto de todos, el nacimiento del universo, viola este artículo de fe. . . . la pregunta más interesante de todas es la de qué vino antes de la Gran Explosión.”
¿Cuánto tiempo pueden vivir las células?
● Muchos científicos creen que las células del cuerpo humano tienen un llamado “reloj genético” que controla la duración de la vida de las células de modo que éstas se dividen solamente una cantidad limitada de veces antes de que este proceso se detenga y las células mueran. Sin embargo, el profesor Eugene Bell y sus asociados del Instituto Tecnológico de Massachusetts no concuerdan con esto. “Nuestros experimentos indican que no hay un programa genético intrínseco para el envejecimiento de la célula,” escribió él. “Creo que los organismos envejecen debido a interacciones con su ambiente.” De hecho, hace notar el informe que aparece en Medical Tribune: “Él [el profesor Bell] expresó la suposición de que, dadas las condiciones apropiadas, las células normales podrían vivir indefinidamente fuera del cuerpo.”
La Biblia revela que esas “condiciones apropiadas” regirán en “una nueva tierra” es decir, entre una nueva sociedad de personas en la Tierra. Entonces el ambiente o medio para las células corporales será de tal índole que “la muerte no será más.”—Rev. 21:1-5.
“Sentido común” en Argentina
● Cuando la Suprema Corte argentina recientemente dio el fallo de que se readmitiera a dos alumnos que habían sido expulsados de la escuela por no saludar la bandera, el periódico Buenos Aires Herald comentó: “El argumento de los integrantes de la Suprema Corte rezuma sentido común, . . . Es sorprendente que a pesar del interés oficial por la imagen argentina en el exterior, uno de los grupos religiosos más importantes del mundo, que goza de libertad de culto en todos los países verdaderamente civilizados, haya sido objeto de tanto hostigamiento. Una de las razones, quizás, es la falta de comprensión del hecho que los Testigos de Jehová son ciudadanos admirables aún cuando sus convicciones religiosas les produjeran problemas con las autoridades. La mayoría de los países logran evitar conflictos con ellos. . . . tanto Gran Bretaña como los EEUU junto con otras democracias pluralistas, no miden el patriotismo de las personas sobre la base de su respeto por las formalidades. El respeto que un ciudadano
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