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A lo que se enfrentan sus hijos en la escuela¡Despertad! 1974 | 22 de mayo
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adversamente sus pensamientos. El crimen, la violencia y el desprecio general por otras personas entre los jóvenes de hoy día también pueden tener un efecto perjudicial sobre ellos. Aun el curso de estudio puede contener temas que son perjudiciales. ¿Puede hacerse algo para contrarrestar estas influencias? ¿Cómo pueden los padres ayudar a sus hijos a vencer las dificultades a que se enfrentan en la escuela?
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¿Cómo puede ayudar a sus hijos?¡Despertad! 1974 | 22 de mayo
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¿Cómo puede ayudar a sus hijos?
¿CÓMO puede usted ayudar a sus hijos para que lleguen a ser individuos responsables, moralmente íntegros? ¿Qué puede hacer para prepararlos a resistir las presiones hacia la rebelión, la violencia, el abuso de las drogas, la inmoralidad y otras clases de males a los que ellos se enfrentan tanto en la escuela como en otras partes? ¿Cómo puede ayudar a sus hijos a obtener el máximo beneficio de su educación académica a pesar de las dificultades?
Considere una declaración del Dr. Lee Salk y Rita Kramer en el libro How to Raise a Human Being: “Para poder aprender [posteriormente en la vida], [el niño] ya tiene que haber desarrollado confianza, gobierno de sí mismo, el sentido de que vale la pena tratar de complacer a otros y la habilidad para contenerse de actuar a cada impulso.” Así es que, el entrenamiento temprano en el hogar es de importancia vital para los hijos.
El entrenamiento temprano es importante
Nadie sabe más acerca de criar a niño que Jehová Dios. En Proverbios 22:6 su Palabra aconseja: “Entrena al muchacho conforme al camino para él; aun cuando se haga viejo no se desviará de él.” “El camino” concerniente al cual los jóvenes necesitan instrucción está expuesto en la Biblia.
De sus páginas se les puede ayudar a “conocer” a Dios. Esto puede tener un efecto saludable sobre ellos, porque es por medio de aprender acerca de las excelentes cualidades de Dios y de todo lo que Él ha hecho para la humanidad que los humanos desarrollan amor por él y un sincero deseo de tener su aprobación. Sea que los padres suministren esa instrucción saludable o no, los pensamientos y los hábitos de sus hijos tomarán forma. Es una evidencia de discernimiento y preocupación amorosa cuando los padres les enseñan a sus hijos los caminos de Jehová aun desde la infancia.
Es bien sabido que gran parte de la indiferencia de los jóvenes surge del hecho de que no ven ningún propósito verdadero en la vida. ¿Y quiénes son los que deberían contestar sus preguntas acerca de esto? Los padres. Ciertamente, algunos sí tratan de hacerlo; se esfuerzan por darles buenas normas por las cuales vivir. Pero cuando los hijos se enteran de que la mayoría de la gente, frecuentemente sus padres también, se entregan a la falta de honradez y a la inmoralidad, frecuentemente rechazan los ideales que ellos sencillamente clasifican como pertenecientes a ‘otra generación.’ Se necesita algo más que la opinión personal para poder enseñar eficazmente a los hijos. La Biblia satisface esa necesidad porque es la Palabra del Creador de la humanidad, la Fuente de la vida.—2 Tim. 3:16, 17.
Por supuesto, uno no puede usarla para ayudar a sus hijos si personalmente no cree en Dios o en la Biblia. A los niños no se les engaña fácilmente. Si les dice que hagan algo pero usted mismo hace lo contrario, sus hijos detectarán fácilmente la hipocresía. Así es que los padres tienen una seria responsabilidad. Si desean proteger a sus hijos del espíritu egoísta, materialista de tantos de los jóvenes de la actualidad, tienen que entrenarlos en principios piadosos tanto por palabra como por ejemplo.
El papel de la disciplina
Para que los niños estén equipados para hacer frente a las presiones de la vida, la disciplina es vital. La Biblia dice de Dios: “A quien Jehová ama él disciplina.” (Heb. 12:6) Las Escrituras también declaran: “El que retiene su vara odia a su hijo, pero el que lo ama es el que de veras lo busca con disciplina.”—Pro. 13:24.
¿Es éste un modo chapado a la antigua de ver las cosas? ¿Debería la gente considerar la disciplina en el hogar y en la escuela como algo innecesariamente severo? El Dr. Norman Henchey de la Universidad de McGill escribe: “La sabiduría actual sostiene que la disciplina es una invasión de la libertad, que solo por medio de dar libertad podemos enseñar a otros a ser libres. . . . Pero la experiencia y el sentido común nos dicen otra cosa. . . . La indulgencia no es la fuente de la cual sacamos el gobierno de uno mismo.”
La disciplina firme y consistente realmente es una indicación para sus hijos de que ustedes los aman. Los jóvenes ansían la disciplina y frecuentemente se portan mal si no la reciben. Los autores Salk y Kramer escriben:
“Los niños se sienten más seguros y son más productivos en un ambiente estructural; esto se ha demostrado por la investigación y la experiencia clínica. Un ambiente de completa libertad parece llevar a sentimientos de inseguridad y diversas clases de comportamientos provocativos ‘de prueba.’”
La disciplina, aplicada amorosamente, ayudará a su hijo de muchas maneras. Se sentirá más seguro emocionalmente. No llegará a frustrarse posteriormente en la vida cuando de vez en cuando las cosas no vayan ‘a su manera.’ Y la disciplina ayudará a su hijo a desarrollar un respeto temprano por la autoridad. Pero la disciplina no significa sencillamente castigo.
Ayuda por medio de la “regulación mental”
Las Escrituras, en Efesios 6:4, muestran lo que debe acompañar a la disciplina: “Y ustedes, padres, no estén irritando a sus hijos, sino sigan criándolos en la disciplina y regulación mental de Jehová.” (New World Translation) “Regulación mental” significa más que meramente entrenar el intelecto por medio de impartir hechos acerca de Dios a sus hijos. El Theological Dictionary of the New Testament comenta acerca de la forma verbal de la palabra griega para regulación mental:
“[Esta] describe un efecto sobre la voluntad y la disposición, y presupone una oposición que tiene que ser superada. Se propone corregir la mente, poner bien lo que está mal, mejorar la actitud espiritual. . . . No significa ‘castigar,’ sino por medio de la palabra . . . lograr que la apelación a la conciencia moral tenga asidos a los hombres y haga que se arrepientan y avergüencen, de modo que el castigo sea superfluo.”
Por lo tanto, los padres tienen que hacer más que proveer información para sus hijos. Deben ejercer un esfuerzo vigoroso para asegurarse de que los principios correctos lleguen hasta el corazón de sus hijos, de que los jóvenes acepten lo que están aprendiendo como la verdad. (Pro. 4:23; Mat. 15:19; Luc. 6:45) De este modo los padres entrenan en la justicia, no solo las mentes, sino también la “voluntad y la disposición” de su prole.
¿Cómo pueden los padres lograr esto... el educar a sus hijos de tal manera que
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