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Manifestando lealtad a Jehová y su PalabraLa Atalaya 1970 | 1 de julio
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Babilonia los amenazó con la muerte.—Dan. 3:13-24.
23, 24. ¿Cómo prueban hoy los testigos de Jehová su lealtad a Jehová frente a las demandas de gobiernos humanos?
23 Los apóstoles de Jesucristo se enfrentaron a una prueba similiar de lealtad. Llevados delante del tribunal supremo de Jerusalén, se les ordenó que dejaran de predicar en el nombre de Jesús. No se les dijo que no podían leer las Escrituras en absoluto, tampoco se les dijo que no deberían hablar acerca de éstas a otros. Pero había este asunto en particular que les era ofensivo a los oficiales. (Hech. 4:15-18) Similarmente, en algunos países hoy oficiales del gobierno les dicen a los testigos de Jehová que ellos no se oponen a que lean la Biblia ni a que la consideren entre ellos mismos, pero no les gusta que prediquen que “es a Jehová tu Dios que tienes que adorar, y es a él solo que tienes que rendir servicio sagrado.” (Mat. 4:10) Ellos no quieren que le estén diciendo a la gente, como Jesús lo hizo, que los cristianos verdaderos “no son parte del mundo.” (Juan 17:14) Ellos quieren que su gente esté envuelta en los asuntos del mundo y esté dispuesta a demostrar su devoción al Estado por medio de actos prescritos de devoción.
24 ¿Qué deben hacer los testigos de Jehová cuando los gobiernos exigen tales cosas de ellos? ¿Sería correcto que ellos escondieran porciones de la Biblia de la vista pública, para agradar a gobernantes mundanos? ¿Qué haría usted? Pedro y Juan, apóstoles de Jesucristo, mostraron lo que es leal hacer, cuando le dijeron al tribunal judío: “Si es justo a la vista de Dios escucharles a ustedes más bien que a Dios, júzguenlo ustedes mismos. Mas en cuanto a nosotros, no podemos dejar de hablar de las cosas que hemos visto y oído.” Y cuando los llevaron delante del tribunal por segunda vez, los apóstoles de nuevo hicieron clara su posición: “Tenemos que obedecer a Dios como gobernante más bien que a los hombres.”—Hech. 4:19, 20; 5:29.
APOYO LEAL A LA NORMA MORAL DE LA BIBLIA
25-27. ¿Qué prueba hay de que el clero no apoya lealmente la norma moral de la Biblia?
25 En contraste con los apóstoles, había en Jerusalén quienes afirmaban ser sacerdotes de Dios, pero que estaban muy dispuestos a sustituir los preceptos de hombres por los mandamientos de Dios. (Mat. 15:1-9) El clero moderno de la cristiandad muestra tener una disposición similar. Frecuentemente se les oye rechazar públicamente lo que la Biblia dice sobre diferentes asuntos. Un tema sobre el cual han sido particularmente expresivos es el de la moralidad sexual.
26 Cualquiera que haya estudiado la Biblia sabe lo que ella dice sobre este asunto: “No debes cometer adulterio.” (Rom. 13:9) “Huyan de la fornicación.” (1 Cor. 6:18) “Ni hombres que se tienen para propósitos contranaturales, ni hombres que se acuestan con hombres . . . heredarán el reino de Dios.” (1 Cor. 6:9, 10) No hay nada ambiguo en cuanto a lo que dicen esos textos bíblicos: el adulterio, la fornicación y la homosexualidad son condenados por Dios. Pero, ¿sostienen los clérigos lo que dice la Palabra de Dios? Según dijo Joseph Fletcher, de una escuela teológica episcopal, al comentar sobre la llamada “nueva moralidad,” “no hay nada contra las relaciones sexuales extramaritales como tales, en esta ética, y en algunos casos es cosa buena.” (Commonweal, 14 de enero de 1966) El ministro presbiteriano Gordon Clanton, no satisfecho con eso, dijo en la revista Christian Century (8 de enero de 1969): “Ahora tenemos que ir más allá de eso y proclamar que las relaciones sexuales fuera del matrimonio, propiamente entendidas y amorosamente practicadas, son en verdad un bien positivo.” Y él hace saber que él cree que es el deber de la iglesia debilitar cualquier agarro que todavía tenga en la sociedad una moralidad más estricta. Pero la tendencia no se detiene siquiera allí.
27 Informando acerca de legislación británica para derogar penas criminales impuestas contra actos de homosexualidad entre adultos que consienten en ellos, el Times de Nueva York (12 de febrero de 1966) declaró: “Las iglesias han estado al frente en la demanda de reforma. La Iglesia Anglicana y grupos católicos romanos y metodistas han pedido la adopción de la recomendación [de abrogación].” En 1967, noventa sacerdotes episcopales que se reunieron en Nueva York declararon que la iglesia debe reconocer que la homosexualidad “quizás hasta sea algo bueno.” Y en los Países Bajos dos homosexuales varones fueron “casados” por un sacerdote católico romano. ¡La cosa repugnante es que los hombres que hacen estas cosas afirman que son ministros cristianos!—Tito 1:16.
28. ¿Cómo probamos personalmente si somos apoyadores leales de la norma moral de la Biblia o no?
28 Las personas que leen la Biblia saben que lo que estos clérigos están haciendo es malo, que no están actuando en armonía con la Palabra de Dios y que quedan condenados por ella. (Rom. 1:32) Pero si una persona cree que ellos proceden mal, se exige de ella más que solo palabras para demostrarlo. Prescindiendo de lo que una persona diga con su boca, si ella misma, fuera de la vista pública, participa en fornicación, adulterio u homosexualidad, o en la conducta relajada que lleva a tales cosas, esa persona también es inmunda a la vista de Dios. Sin importar lo que afirme ser, sin importar lo que otras personas piensen que sea, la persona que participa en tal conducta no es leal a Dios.—1 Tes. 4:7, 8; Ose. 4:12.
29, 30. ¿Qué tiene que ver la actitud de corazón de uno en cuanto a la moral con la lealtad de uno para con Jehová?
29 La lealtad envuelve el corazón, y el corazón representa lo que una persona es en la profundidad de lo interior. (Luc. 5:22) Jehová observa, no solo lo que parece que somos en el exterior, sino también lo que es nuestro corazón. “Todo camino de un hombre es recto a sus propios ojos, pero Jehová está avaluando los corazones.”—Pro. 21:2.
30 Cuando Dios hace un avalúo de su corazón, ¿qué halla él? ¿Es una buena condición? (Isa. 65:14) ¿Halla él un corazón que ha atesorado sus dichos y que se deleita en su ley? (Sal. 119:11, 97) ¿Halla él que genuinamente, en lo más profundo, usted considera la conducta inmoral de la misma manera que él la considera? ¿Odia usted verdaderamente lo que es malo? Eso es lo que el salmista de la Biblia nos insta a hacer, diciendo: “Oh amadores de Jehová, odien lo que es malo. Él está guardando las almas de sus leales.” (Sal. 97:10) Si nosotros hacemos caso de ese consejo, eso da evidencia de lealtad de parte de nosotros, y podemos confiar en que nuestras almas serán preciosas a los ojos de Jehová.
PONIÉNDOSE DE PARTE DE LOS LEALES DE JEHOVÁ
31. Si una persona cree verdaderamente lo que la Biblia dice, ¿cómo se manifestará esto?
31 Ahora es el tiempo para mostrar con claridad que no deje lugar a dudas dónde está uno con relación a Jehová Dios y su Palabra. ¿Cree usted realmente lo que Dios dice en su Palabra la Biblia? Si así es, su habla lo reflejará. Su conducta lo mostrará. También será evidente en su selección de asociados. Usted se esforzará por actuar en armonía con el Salmo 149:1, que dice: “¡Alaben a Jah! Canten a Jehová una canción nueva, su alabanza en la congregación de los leales.”
32, 33. Al buscar la congregación de los que son leales a Jehová y su Palabra, ¿de qué hechos acerca de las iglesias de la cristiandad debe estar al tanto una persona?
32 Como hemos visto, no todas las congregaciones que se reúnen para adoración están compuestas de personas leales a Jehová y su Palabra. Algunos quizás lleven la Biblia a la iglesia. Quizás en el sermón se cite un pasaje de las Escrituras. Pero muchas doctrinas y prácticas eclesiásticas no están en armonía con la Palabra de Dios. De hecho, tanto se ha desviado la cristiandad de las enseñanzas de la Palabra de Dios, que la revista Christian Century (5 de septiembre de 1962) dijo: “Si somos verdaderamente honrados, ¿no sería un mejor símbolo de la condición actual del protestantismo una Biblia cerrada, cubierta con polvo y llena de obituarios que amarillecen?” Y un periódico católico, el Luxemburger Wort (16 de enero de 1965), comentando sobre la situación en Luxemburgo, declaró: “¿No es una situación lamentable el que . . . la mayoría arrolladora de nuestros católicos, sí, de nuestros sacerdotes, nunca hayan completado la lectura de la Biblia, ni siquiera del Nuevo Testamento?”
33 Esta situación no es nueva. Allá en 1929 se hizo una encuesta de 500 estudiantes de teología de las iglesias Bautista, Congregacionalista, Episcopal, Evangélica, Luterana, Metodista y Presbiteriana. Se hizo esta pregunta: “¿Cree usted que la Biblia está totalmente libre de leyendas o mitos?” El noventa y cinco por ciento de los que contestaron dijeron: “No.” Obviamente ellos no aceptan la Biblia como la Palabra de Dios.
34. ¿Cómo han demostrado centenares de miles de personas por toda la Tierra su deseo de probarse leales a Jehová y su Palabra?
34 Si usted no concuerda con la posición de estas personas es vital que lo muestre. Y en todas partes de la Tierra hay centenares de miles de personas que han hecho precisamente eso. No quieren tener nada que ver con ninguna organización religiosa que es desleal a Jehová Dios y su Palabra la Biblia. (2 Cor. 6:14-17; Rev. 18:4) Por esa razón se han salido de las iglesias, pero no han dejado de adorar a Dios. Con regularidad se reúnen para adoración en las más de 25.000 congregaciones de los testigos de Jehová por toda la Tierra. Creen lo que la Biblia dice. Sostienen sus normas morales. En casi cualquier comunidad se les puede ver cada semana visitando los hogares de sus vecinos para animarlos a consultar la Biblia. Con gusto presentan a cualquier persona sincera la evidencia arrolladora de que la Biblia verdaderamente es la Palabra de Dios. Y, más que eso, gustosamente ofrecen a tales personas un servicio de estudio gratis de la Biblia en su hogar para ayudarlas a obtener un conocimiento exacto de la Palabra de Dios para que puedan vivir en armonía con ella.
35. ¿Qué futuro les espera a los que prueban su lealtad a Jehová?
35 ¡Qué maravilloso futuro tienen esos leales siervos de Jehová! Porque la propia Palabra inspirada de Dios declara: “Jehová . . . no dejará a sus leales. Hasta tiempo indefinido ciertamente serán guardados; pero en cuanto a la prole de los inicuos, ésta en verdad será cortada. Los justos mismos poseerán la tierra, y residirán para siempre sobre ella.”—Sal. 37:28, 29.
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Aumenta el temorLa Atalaya 1970 | 1 de julio
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Aumenta el temor
● “Los hombres desmayan por el temor y la expectativa de las cosas que vienen sobre la tierra habitada” es lo que la Biblia profetizó para nuestro día. (Luc. 21:26) Los titulares de los periódicos muestran que la Biblia tiene razón. Un encabezamiento reciente del Times de Nueva York decía: “Aumenta el temor junto con la proporción de delincuencia.” El informe llamó atención al hecho de que cantidades cada vez más grandes de personas viven partes cada vez más grandes de su vida tras puertas cerradas con llaves. Dijo: “Sintiéndose sitiados por un ejército de asaltadores y ladrones, están cambiando sus costumbres y su estilo de vida, rehusando salir después del anochecer, mirando angustiosamente por atisbaderos antes de abrir las puertas, evitando a los extraños en las calles, usando los ascensores solo en compañía de vecinos o amigos confiables y gastando grandes cantidades de dinero en suministrar seguridad a sus hogares con cerraduras, pasadores, alarmas y cercas aisladoras.” Las medidas que ahora se adoptan para proteger a los ciudadanos no son adecuadas. “Vivimos como conejos en un escondite, temiendo a los halcones que esperan afuera,” dijo un neoyorquino. El presidente de la Autoridad de Viviendas, Albert A. Walsh, dijo: “Ninguna sociedad, ningún gobierno, ningún contribuyente, puede darse el lujo de gastar lo que se necesita para garantizar la seguridad de todos.”
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