(Apo. 22:17) Vengan al paraíso espiritual, beban del “río de agua de vida, resplandeciente como el cristal,” coman de los frondosos árboles fructíferos, y háganse parte de la población feliz, piadosa, que trabaja asiduamente. Estén hoy con nuestro Rey Jesucristo en este paraíso espiritual bajo su reino.

38. ¿Cuál será la experiencia de este paraíso espiritual en el Armagedón, y después del Armagedón llegará a ser el tiempo apropiado para edificar qué?

³⁸ Por medio de llevar a cabo así la voluntad divina hasta la guerra universal del Armagedón, nuestro paraíso espiritual continuará floreciendo continuamente para la vindicación de la soberanía universal de Jehová. La batalla del Armagedón no exterminará este “jardín de Jehová” espiritual como el diluvio del día de Noé exterminó el jardín de Edén. En conformidad con la voluntad divina y bajo la protección divina nuestro paraíso espiritual pasará a través del Armagedón y entrará en el justo nuevo mundo de nuevos cielos y una nueva tierra, para glorificar allí a esta tierra para siempre. Después del Armagedón será el tiempo apropiado para edificar el paraíso terrestre para que sea el hogar eterno del género humano redimido.

39. (a) ¿Con quién llegarán a estar los sobrevivientes del Armagedón, y dónde? (b) Estarán presentes para dar la bien venida a ¿quiénes?

³⁹ De esta manera milagrosa todos ustedes los sobrevivientes del Armagedón estarán con el Rey Jesucristo en el Paraíso terrestre, sí, antes del malhechor que será resucitado de la tumba memorialesca en que aguarda el cumplimiento de la promesa que le hizo Jesús poco antes de morir. Por medio de andar usted en su integridad y adorar y servir a Dios dentro del paraíso espiritual de sus testigos usted entrará en el paraíso del nuevo mundo sin descender al Sheol o Hades. Usted estará presente para dar la bienvenida a todos los que el Rey llame de las tumbas memorialescas a este paraíso terrestre eterno de vida humana en perfección.

Ninguna explosión

En el libro Like a Mighty Army, Halford E. Luccock escribe acerca de las iglesias de la cristiandad: “¿Acaso notó usted hace poco en los periódicos del público que ocurrió una violenta explosión en una iglesia del estado de Nueva York—desgraciadamente no en el púlpito sino en el calorífero central? . . . El Nuevo Testamento hace explosiones por todas partes. Aquí se presentan unas cuantas . . . palabras que el apóstol Pablo dirigió a personas que le estorbaban el paso al evangelio: ‘Hijo del diablo, enemigo de todo lo justo, pared blanqueada.’ Esta, definitivamente, no es la clase de lenguaje que se recomienda en Rules of Order, por Robert. Tal vez eso sea lo que nos pasa. ¿Será posible que nos hayamos equivocado en cuanto al libro de texto de que estamos tomando nuestra indicación? Causaría un sobresalto en muchos lugares si se reemplazara el Rules of Order de Robert por el Nuevo Testamento, pero pudiera ser excitante. . . . Considere la explosión que acontecería en los bancos y en el púlpito acerca del pensar confuso, acerca de la trepidación pusilánime ante César y Mammón, acerca de formalismos y enojosos trámites eclesiásticos.”