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  • La Santa Biblia—el Libro por los testigos de Jehová
    La Atalaya 1961 | 15 de marzo
    • al decir en precisamente los siguientes dos versículos:

      25 “Por lo cual, en verdad, viendo que nosotros también tenemos circundándonos tan grande nube de testigos, desnudándonos de todo estorbo y del pecado que fácilmente enreda, hallémonos corriendo la carrera que está puesta ante nosotros, mirando allá al Caudillo principesco y perfeccionador de nuestra fe, Jesús, que al considerar el gozo que estaba puesto ante él soportó una cruz, despreciando la vergüenza, y a la diestra del trono de Dios ha tomado su asiento.”—Heb. 12:1, 2, Ro.

      26. ¿Qué muestra de quién fueron “nube de testigos,” por eso quién fue el autor de las Escrituras Hebreorameas, y por medio de quiénes?

      26 Note que el escritor de Hebreos llama a los que nombró o describió en el capítulo once y que precedieron a Jesucristo, una “nube de testigos.” Pero, ¿testigos de quién? Solo hay una respuesta: de Jehová. Pues, el último de los libros de la Biblia escritos antes de Jesucristo, a saber, la profecía de Malaquías, menciona a Jehová cuarenta y ocho veces. Jesucristo mismo citó de esta profecía de Malaquías para mostrar su inspiración y autenticidad como parte de la Palabra de Jehová. (Mat. 11:7-15; Mal. 3:1; 4:5, 6) Por lo tanto desde Moisés hasta Malaquías todos los escritores de las Escrituras canónicas fueron testigos de Jehová; y todas aquellas inspiradas Escrituras en hebreo y arameo tenían a Jehová como Autor y fueron por sus testigos.

      TESTIGOS CRISTIANOS DE JEHOVÁ

      27, 28. (a) Jesús nació para ser ¿qué, y cómo fue eso? (b) ¿A qué gobernante político confesó ese hecho, y por eso qué título se ganó?

      27 Los cristianos hebreos a quienes escribió el escritor de la carta estuvieron rodeados de tal “nube de testigos” y se les dijo también que miraran allá al “Caudillo principesco y perfeccionador de nuestra fe,” que murió la muerte de mártir. ¿Significa esto que Jesús fue también un testigo de Jehová? Sí, Jesús el Hijo de Dios procedente del cielo nació en la línea de familia del rey David, en la tribu de Judá, en la nación de Israel. Por nacimiento Jesús fue uno de la nación de Israel a quien Jehová Dios dijo, en Isaías 43:10-12: “‘Ustedes son mis testigos,’ es la declaración de Jehová. De modo que Jesús nació en la Tierra para ser testigo de Jehová. Rehusó negar este hecho, aun delante del gobernador romano Poncio Pilato, que sentenció a muerte a Jesús. En respuesta a la pregunta de Pilato: “Entonces, pues, ¿es usted un rey?” Jesús dijo: “Le toca a usted decir que soy un rey. Con este propósito he nacido y con este propósito he venido yo al mundo, [¿para qué?] para dar testimonio a la verdad.”—Juan 18:37.

      28 Para subrayar el hecho de que Jesús fue testigo el apóstol Pablo habla de “Cristo Jesús, que como testigo hizo la declaración pública correcta en la audiencia de Poncio Pilato.” (1 Tim. 6:13) Igualmente, el apóstol Juan, escribiendo a las siete congregaciones de la provincia de Asia, dice: “Tengan bondad inmerecida y paz de parte de . . . Jesucristo, ‘el Testigo Fiel,’ ‘El primogénito de los muertos,’ y ‘El Gobernante de los reyes de la Tierra’.”—Apo. 1:4, 5.

      29. ¿Cómo confesó Jesús que era un testigo cuando habló a Nicodemo?

      29 Además, de la propia boca de Jesús oímos la confesión que hace de ser testigo de Jehová, cuando dice a Nicodemo, un maestro judío en Israel: “Lo que sabemos hablamos y de lo que hemos visto testificamos, pero ustedes no reciben el testimonio que damos. Si les he dicho cosas terrestres y sin embargo ustedes no creen, ¿cómo creerán si les digo cosas celestiales?”—Juan 3:11, 12; Ro.

      30, 31. (a) ¿Cómo comenta entonces Juan sobre Jesús como testigo? (b) ¿Cómo habló Jesús los dichos de Dios en la sinagoga de Nazaret?

      30 Algunos versículos después el apóstol Juan comenta sobre esto, diciendo: “El que del cielo viene está por encima de todos los demás. Lo que ha visto y oído, de esto da testimonio, pero ningún hombre está aceptando su testimonio. El que ha aceptado su testimonio ha dado su sello a que Dios es veraz. Pues el que Dios envió habla los dichos de Dios, porque él no da el espíritu parcamente.” (Juan 3:31-34; Ro) Jesús verdaderamente habló los dichos de Dios el sábado cuando estuvo en la sinagoga en su ciudad natal Nazaret, y leyó de la Palabra de Dios. Un rollo de Isaías, como el que se encontró cerca del mar Muerto en 1947, le fue entregado por el asistente, y Jesús lo desenrolló hasta el capítulo sesenta y uno, versículos uno y dos, y leyó:

      31 “El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, por cuanto Jehová me ha ungido para anunciar buenas nuevas a los mansos; me ha enviado para vendar a los quebrantados de corazón, para proclamar a los cautivos libertad, y a los aprisionados abertura de la cárcel; para proclamar el año de la buena voluntad de Jehová.”—Isa. 61:1, 2, Mod; Luc. 4:16-19.

      32, 33. (a) ¿Qué dijo entonces Jesús para mostrarse testigo de Jehová? (b) En el templo de Jerusalén, ¿qué profeta declaró Pedro que era Jesucristo?

      32 Luego Jesús comentó: “Hoy se cumple esta escritura que acaban de oír.” Para mostrar su cumplimiento, él ahora pasó a “proclamar el año de la buena voluntad de Jehová,” que Jehová lo había ungido para proclamar. Jesús así estaba probando que era testigo de Jehová. (Luc. 4:20-22) Después de haberse probado Jesús un testigo fiel hasta la muerte de mártir, el apóstol Pedro públicamente dijo a una muchedumbre de adoradores de Jehová en el templo de Jerusalén que Jesús era el profeta que Moisés había predicho con estas palabras a Israel:

      33 “Jehová tu Dios levantará para ti un Profeta de en medio de ti, de tus hermanos, semejante a mí; a él oiréis: ... A lo cual me dijo Jehová: ... Profeta les he de levantar, de en medio de sus hermanos, semejante a ti [Moisés] ; y pondré mis palabras en su boca, y él les hablará todo cuanto yo le mandare. Y sucederá que el hombre que no obedeciere a mis palabras que él hablare en mi nombre [Jehová], yo mismo le pediré cuenta de ello.”—Deu. 18:15-19, Mod.

      34. Al ser un profeta como Moisés, ¿qué estaba obligado Jesucristo a ser, y por lo tanto al imitar a Jesús qué tienen que ser sus seguidores?

      34 Moisés como profeta fue un testigo prominente de Jehová, y declaró el nombre de Jehová aun al poderoso Faraón de Egipto. No solo el apóstol Pedro sino también el mártir cristiano Esteban declaró que Jesús fue el profeta predicho que había de ser levantado, uno como Moisés pero mayor que Moisés. (Hech. 3:20-23; 7:37, 52, 53) En cumplimiento de la profecía de Moisés, Jesucristo fue testigo de Jehová así como Moisés había sido, pero fue un testigo mayor que Moisés. Es a Jesús el Moisés Mayor a quien se les dice que miren todos los corredores en la carrera cristiana hacia la vida eterna en el nuevo mundo de Dios, sí, que miren con el propósito de imitar a Jesucristo. (Heb. 12:1, 2) Dijo el apóstol Pablo: “Háganse imitadores de mí, así como yo lo soy de Cristo.” (1 Cor. 11:1; 1 Tes. 1:6) Por lo tanto, se hace clara la verdad de que los cristianos verdaderos, los seguidores verdaderos de Cristo, tienen que imitarlo en cuanto a ser testigos de Jehová. Los cristianos verdaderos son testigos de Jehová.

      35. (a) ¿Hasta la conversión de quién nacieron los judíos naturales para ser testigos? (b) ¿Qué llegaron a ser los judíos que salieron del judaísmo para entrar en el cristianismo, pero qué cesaron de ser los judíos que rehusaron el cristianismo?

      35 Los apóstoles y discípulos judíos de Jesucristo fueron prueba del hecho de que los cristianos genuinos son testigos de Jehová Dios. Ante las propias palabras de Jehová a la nación de Israel en el rollo de Isaías, capítulo cuarenta y tres, versículos diez al doce, todos los judíos naturales que nacieron antes de la conversión de Cornelio, el primer no judío, al cristianismo nacieron para ser siervos y testigos de Jehová. Cuando tales judíos naturales dejaron el judaísmo con sus tradiciones y se hicieron cristianos en los días de los apóstoles, no cesaron de ser testigos de Jehová. No; llegaron a ser los testigos cristianos de Jehová, como su Caudillo Jesucristo el Moisés Mayor. Los judíos por nacimiento que rehusaron aceptar a Jesucristo como el Moisés Mayor fueron los que cesaron de ser testigos de Jehová e igualmente cesaron de ser la clase del “siervo” nacional de Jehová. Por otra parte, los cristianos fueron los que reconocieron que las palabras de Jehová en el rollo de Isaías, capítulo cincuenta y cinco, versículo cuatro, aplicaban a Jesucristo: “He aquí que le he puesto a él por testigo a los pueblos, por caudillo y comandante a los pueblos.”—Mod.

      36. En el Pentecostés, ¿qué llegaron a ser los judíos ungidos?

      36 En el día de la fiesta del Pentecostés de 33 d. de J.C. los seguidores judíos de Jesús fueron ungidos con el espíritu santo de Jehová de la misma manera que Jesús había sido ungido. Mediante esto ellos ahora llegaron a ser Judíos espirituales, especialmente ungidos para ser la nueva nación del Israel espiritual, la nueva nación de siervos y testigos de Jehová.—1 Ped. 2:9.

      37. (a) En el Pentecostés, ¿qué porciones de las Escrituras Hebreas citó Pedro, y qué comentario concluyente hizo sobre ellas? (b) ¿Qué se mostró ser así Pedro?

      37 Cuando explicó ese derramamiento de espíritu santo sobre los cristianos judíos ese día, el apóstol Pedro citó las siguientes palabras del rollo de la profecía de Joel: “Acontecerá después de esto, que derramaré mi Espíritu sobre toda carne; . . . El sol se volverá en tinieblas y la luna en sangre, antes que venga aquel grande y espantoso día de, Jehová. Y sucederá que todo aquel que invocare el nombre de Jehová será salvo.” (Joel 2:28-32, Mod) Luego Pedro citó el Salmo 16:8-11, que dice: “A Jehová he puesto siempre delante de mí; . . . porque no dejarás mi alma entre los muertos [en sheol, margen], . . .” (Mod) Pedro también citó el Salmo 110:1, que dice: “Jehová dijo a mi Señor: ¡Siéntate a mi diestra, hasta tanto que ponga a tus enemigos por escabel de tus pies!” (Mod) Luego, al comentar sobre estas escrituras inspiradas, Pedro dijo: “A este Jesús Dios resucitó, del cual hecho todos nosotros somos testigos. . . . Por lo tanto sepa toda la casa de Israel con certeza que Dios lo hizo Señor y también Cristo, a este Jesús a quien ustedes empalaron.” (Hech. 2:14-36) De esta manera inequívoca Pedro mostró desde el mismo comienzo que él como —judío o israelita espiritual era un testigo ungido de Jehová, de este Jehová que había resucitado a su Hijo Jesucristo de la muerte en Sheol y que había derramado su espíritu santo por medio de Jesucristo sentado a Su diestra.

      38. En su primera epístola ¿cómo se clasificó Juan testigo, y cómo hasta el fin de la Biblia mostró Juan que Jesús fue un testigo?

      38 El apóstol Juan estuvo allí con Pedro en Jerusalén en el día del Pentecostés. Juan claramente se clasificó como testigo del Único Dios cuyo nombre es Jehová. En 1 Juan 4:14 el apóstol Juan escribe: “Además, nosotros mismos hemos contemplado y estamos dando testimonio de que el Padre [Jehová] ha enviado a su Hijo como Salvador del mundo.” Y en el último libro de la Biblia Juan cita al glorificado Jesucristo como diciéndole a él en una visión: “Estas son las cosas que dice el Amén, el testigo fiel y verdadero, el principio de la creación por Dios.” “El que da testimonio de estas cosas dice: ‘Sí; yo vengo prestamente.”’ A este Último anuncio Juan responde: “¡Amén! Ven, Señor Jesús.” (Apo. 3:14; 22:20) De modo que hasta el mismo fin de la Santa Biblia Juan subrayó que Jesucristo fue testigo de su Padre celestial Jehová. Juan también testificó de que él mismo fue tal testigo de Jehová Dios.

      39. (a) ¿Por quiénes y cómo nos fueron proporcionados los últimos veintisiete libros de la Biblia? (b) ¿Cómo clasificó Pedro los escritos apostólicos con las Santas Escrituras inspiradas?

      39 Juan, Pedro y los otros testigos de Jehová del primer siglo dieron testimonio no solo verbalmente sino también por escrito. Como resultado a los cristianos se les proveyeron los últimos veintisiete libros de la Biblia, escribiéndose estos libros, no en el antiguo hebreo ni latín, sino en el griego común, el idioma internacional del primer siglo. Jehová Dios inspiró a ocho hombres de su nueva nación del Israel espiritual, ocho cristianos judíos ungidos, para completar la Santa Biblia para nosotros para fines del primer siglo. Por consiguiente, por ejemplo, el apóstol Pedro clasifica a los escritos inspirados del apóstol Pablo con “las demás Escrituras” cuando escribe: “Consideren la paciencia de nuestro Señor como salvación, así como también nuestro amado hermano Pablo según la sabiduría que le ha sido dada también les escribió, hablando de estas cosas como también lo hace en todas sus otras cartas. En ellas, sin embargo, hay algunas cosas difíciles de entender, el significado de las cuales los indoctos e inconstantes están torciendo, como también hacen con las demás Escrituras, para su propia destrucción.”—2 Ped. 3:15, 16; UTA; Mof.

      40. ¿Por medio de quiénes fue comenzada la Santa Biblia y por medio de quiénes fue completada , y por eso puede decirse que es un libro por quiénes?

      40 Así la Santa Biblia de la cual Jehová Dios es el único Autor se completó por medio de sus testigos, así como había sido comenzada por medio de ellos. En consecuencia, sin que haya lugar para contradicción bíblica, puede decirse que La Santa Biblia es el Libro por los testigos de Jehová. Como Apocalipsis 19:6 exclama: “¡Aleluya!”

  • La Iglesia comenzó con las Santas Escrituras
    La Atalaya 1961 | 15 de marzo
    • La Iglesia comenzó con las Santas Escrituras

      1. El decir que los cristianos empezaron en el Pentecostés sin la Santa Biblia deja ¿qué impresión falsa?

      COMO iglesia, ¿comenzaron los cristianos en el día del Pentecostés sin la Santa Biblia? El responder afirmativamente querría decir declarar un hecho parcial. Dejaría la idea de que la iglesia cristiana comenzó sin las Santas Escrituras y que dependió enteramente de la tradición verbal por los apóstoles y otros hombres sobresalientes de la congregación, y que por lo tanto la Santa Biblia no es necesaria para los que son verdaderamente cristianos. ¡Ese no es el caso!

      2.¿Empezó Jesús con las Santas Escrituras, y cuál es la evidencia de si empezó con ellas o no?

      2 Aun Jesucristo comenzó con las Santas Escrituras. De otra manera ¿cómo, cuando resistió las tentaciones de Satanás el Diablo, pudo decir tres veces: “Está escrito,” y luego citar de los escritos de Moisés? ¿Cómo pudo citar después de la profecía de Malaquías, el último libro de las Escrituras Hebreas? Además, el día que resucitó de entre los muertos él encontró a sus discípulos, y, “empezando por Moisés, y discurriendo por todos los profetas, les interpretaba en todas las Escrituras los lugares que hablaban de él.” Después, se reunió con sus apóstoles y se refirió a las tres divisiones generales de las Escrituras Hebreas, diciendo: “Ved ahí lo que os decía, cuando estaba aún con vosotros, que era necesario que se cumpliese todo cuanto está escrito de mí en la ley de Moisés, y en los profetas, y en los salmos.” (Mat. 4:1-10; 11:10-14; Luc. 24:27, 44, TA) Jesús no pudo haber hecho esto si no hubiera tenido y leído todos los libros o biblía de las

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