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Conducta “digna de las buenas nuevas”La Atalaya 1963 | 1 de julio
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Conducta “digna de las buenas nuevas”
1. ¿De qué valor sobresaliente es la Biblia para nosotros?
LA Biblia revela cuál es la voluntad de Dios para sus criaturas. Por medio de estudiarla el que previamente no ha tenido experiencia o entendimiento puede hacerse sabio; ésta provee una guía hacia una manera limpia de vivir, lo cual produce una buena conciencia y regocijo al corazón. Por eso la información que se encuentra en la Biblia en cuanto a las leyes, mandamientos y principios de Jehová es algo que ha de desearse más que todas las riquezas materiales del mundo. “La ley de Jehová es perfecta; trae de vuelta el alma. El recordatorio de Jehová es fidedigno; hace sabio al inexperto. Las órdenes de Jehová son rectas, hacen regocijar el corazón; el mandamiento de Jehová es limpio, hace brillar los ojos. El temor de Jehová es puro, y subsiste para siempre. Las decisiones judiciales de Jehová son verídicas; han resultado del todo justas. Han de desearse más que el oro, sí, que mucho oro refinado; y más dulces que la miel y lo que fluye de los panales. También, tu propio siervo ha sido advertido por ellas; en cumplir con ellas hay grande galardón.”—Sal. 19:7-11.
2. ¿Cómo nos guía un conocimiento acertado de la Biblia en la conducta que es “digna de las buenas nuevas”?
2 Por lo tanto, puede verse que a fin de que nuestra conducta sea “digna de las buenas nuevas” necesitamos como fundamento un conocimiento acertado de la Palabra de Dios, la Biblia, y un aprecio sincero a la información que contiene, junto con un saludable temor de Jehová. Con este fundamento apropiado tendremos el punto de vista apropiado de lo correcto y lo incorrecto. Este nos ayudará a evitar el error de cultivar fariseísmo para ser vistos por los hombres. Acerca de personas de esa clase el apóstol Pablo escribió, en Romanos 10:3: “A causa de no conocer la justicia de Dios sino de tratar de establecer la suya propia, ellos no se sujetaron a la justicia de Dios.” El adorador sincero de Dios no quiere ser como los fariseos del día de Jesús, a quienes Jesús dijo: “Ustedes. . . , por fuera realmente, parecen ser justos a los hombres, pero por dentro están llenos de hipocresía y desafuero.” (Mat. 23:28) Más bien, por medio de un estudio sincero y diligente de la Palabra de Dios el siervo de Dios aprende a ‘aborrecer lo que es inicuo y a adherirse a lo que es bueno.’—Rom. 12:9.
3, 4. (a) ¿En qué dos grandes mandamientos se basa la conducta correcta? (b) ¿A qué relaciones afectan las reglas y mandatos de Dios, y cuál relación es la más importante?
3 La conducta “digna de las buenas nuevas” se basa en los mismos dos grandes mandamientos que fueron la base para los tratos de Dios con los israelitas, a saber, ‘amar a Dios con todo el corazón, alma, fuerzas y mente de uno y amar al prójimo como a uno mismo.’ Por eso, con estos dos mandamientos presentes, examinemos algunos de los requisitos básicos para la justicia según se manifiestan en la Biblia por nuestro Creador y Padre celestial. A medida que lo hagamos, veremos que las reglas o mandamientos de Dios afectan a diferentes partes de nuestra vida y nuestra relación con otros: nuestra relación con Dios, con nuestra familia y con nuestros semejantes. Y a medida que consideremos estos mandamientos de Dios, no es solo obediencia ciega lo que se requiere sino, más bien, buscar con ‘toda nuestra mente y con todo nuestro corazón’ entender y apreciar por qué Dios nos dice que hagamos esto o aquello, o que no hagamos cierta cosa, para poder servirle con entendimiento.—Fili. 1:9; Mat. 22:37.
4 Como hemos visto, nuestra relación con Dios es de vital importancia. La adoración que le damos debe ser limpia y pura e indivisa. Exige fe firme en su Palabra, temerlo solo a él como Dios, darle devoción exclusiva.
5. (a) ¿Qué cosas debe uno despedir de su vida si quiere ser un adorador verdadero de Dios? (b) Si uno que afirmara ser cristiano fuera a seguir prácticas supersticiosas, ¿qué mostraría esto?
5 Para que nosotros demos esta clase de adoración a Jehová y así entremos en una relación apropiada con él debemos despedir de nuestra vida cualquier práctica falsa de adoración que se base en enseñanza incorrecta, en el paganismo o en superstición. A causa de la superstición algunos encuentran difícil el desprenderse de temores perjudiciales. Un temor común que se manifiesta en muchos países es el temor a los “espíritus” de los muertos, o temor a aquellas personas (a veces llamados “brujos”) que afirman tener facultades sobrenaturales. Para protegerse en contra de ellos, la gente supersticiosa lleva amuletos alrededor del cuello o del brazo o de otras partes del cuerpo, estos amuletos estando hechos de diferentes sustancias, como, por ejemplo, los huesos de una criatura muerta, con la idea de que el espíritu de la criatura suministrará protección. Así mismo se observan prácticas funerarias laboriosas a fin de aplacar al “espíritu del difunto.” Se celebran “velorios” de toda la noche después de una muerte, en los cuales unos dolientes pagados hacen mucho ruido para que el “espíritu” del muerto no se sienta olvidado o deshonrado y regrese y traiga algún mal sobre la familia. Todas esas ideas se basan en la doctrina falsa de que el alma del hombre es inmortal y continúa viviendo después de la muerte. La Biblia aclara que no es así. (Vea Eclesiastés 9:5, 10; Salmo 146:3, 4.) El observar tales prácticas muestra falta de fe y entendimiento si lo hace alguien que afirma ser cristiano, y demostraría que no ha apreciado su relación apropiada con Jehová. La adoración verdadera no solo requiere un conocimiento de lo que la Biblia dice sino también fe en ella y el respaldar esa fe mediante hechos que estén en armonía con la Palabra de Dios. Aunque es natural sentir aflicción genuina al perder en la muerte a una persona amada, el cristiano evita cualquier indicación exterior hipócrita de aflicción que se haga con el único propósito de satisfacer costumbres o tradiciones paganas.—Sant. 1:22-25.
6. ¿Quiénes son los espíritus malos, y cómo se protegen los cristianos contra ellos?
6 Es cierto que hay espíritus malos, pero éstos no son los espíritus de humanos que murieron hace algún tiempo en el pasado. En realidad, en un tiempo fueron hijos angelicales de Dios que se rebelaron con Satanás y ahora son conocidos como demonios o espíritus inicuos. (Sant. 2:19; Apo. 16:14; Efe. 6:12) Pero el cristiano verdadero está provisto de la armadura apropiada para defenderse de las maquinaciones de estos diablos. Los que permanecen firmes en la verdad de la Palabra de Dios, que están activos en la proclamación de “las buenas nuevas de la paz,” que tienen su fe fuerte como un escudo grande y cifran su esperanza y confianza en Jehová para la salvación, están asegurados de protección contra cualesquier ataques de estos inicuos. (Efe. 6:14-18) El cristiano, por lo tanto, jamás recurriría al demonismo o brujería para obtener protección o con propósitos de curación. Jehová Dios le manda al cristiano dedicado que cifre la fe en Él.
RESPETO A LA LEY DE DIOS SOBRE LA SANGRE
7. (a) ¿Qué puede hacer un cristiano cuando se enferma, pero qué no hace? (b) ¿Por qué todavía nos aplica hoy la ley de Dios tocante a la prohibición sobre el uso de la sangre?
7 Esto no significa que, cuando un cristiano se enferma físicamente, él rechaza tontamente la apropiada ayuda médica. Él no espera egoístamente que Dios ejecute un milagro de curación a favor de él. Más bien, el cristiano usa buen sentido en cuidar razonable y apropiadamente su cuerpo, y, si se enferma, acepta con gratitud cualquier ayuda médica que pueda auxiliarlo. Pero no recurre a la “curación por fe,” dado que la curación milagrosa y otros dones semejantes que estuvieron presentes en la congregación primitiva en el tiempo de los apóstoles han pasado desde hace mucho tiempo. (1 Cor. 13:8) Ni recurre a la brujería. Al mismo tiempo también está alerta para ver que la clase de tratamiento médico que reciba no viole la ley de Dios en cuanto a la sangre. La ley divina en cuanto a la sangre aplica a los cristianos hoy día así como aplicó a la nación de Israel. Aunque el pacto de la ley con Israel ya no está en vigor, la ley de Dios que prohíbe el introducir sangre en el cuerpo humano todavía aplica. Esto se debe a que originalmente fue dada al antepasado común de la humanidad, Noé, después que éste salió del arca después del diluvio global. En esa ocasión Dios claramente expresó a Noé: “Solo carne con su alma—su sangre—no deben comer.”—Gén. 9:3-6.
8. ¿Cómo se aclaró esta prohibición sobre el uso de la sangre en una reunión especial de los apóstoles y hermanos de mayor edad en Jerusalén?
8 La prohibición sobre el uso de la sangre se le hizo muy clara a la congregación cristiana en una reunión especial de los apóstoles y hermanos de mayor edad en Jerusalén algunos años después de la muerte y resurrección de Jesucristo. La decisión inspirada fue: “Al espíritu santo y a nosotros nos pareció bien no agregarles ninguna otra carga, salvo estas cosas necesarias: que se mantengan libres de cosas sacrificadas a los ídolos y de la sangre y de cosas estranguladas y de la fornicación. Si se guardan cuidadosamente de estas cosas, prosperarán. ¡Que tengan buena salud!” (Hech. 15:28, 29) Usted notará que el abstenerse de sangre se consideró exactamente tan necesario como el abstenerse de fornicación.
9. ¿Cómo muestran los cristianos respeto a la santidad de la sangre en conexión con el comer carne?
9 Es claro, entonces, que se requiere que los cristianos verdaderos muestren respeto a la santidad de la sangre, porque ésta representa la vida. (Lev. 17:11) Los testigos de Jehová muestran este respeto al cuidadosamente evitar toda violación a esta ley. La ley sobre la sangre aplica a cualquier clase de sangre: animal o humana. El cristiano está bajo obligación de no comer nada ‘estrangulado,’ porque no ha sido desangrado. El principio sobre este asunto se declara en Levítico 17:13: “En cuanto a cualquier hombre . . . que al cazar coja una fiera o un ave que pueda comerse, en ese caso debe derramar su sangre y cubrirla con polvo.” Por la misma razón un animal que se hallara muerto como resultado de ser cogido en una trampa o despedazado por otro animal no sería adecuado para alimento de un cristiano, puesto que no había sido desangrado al tiempo de morir. Así mismo, cuando uno compra carne, ya sea en una carnicería o a un cazador, el cristiano debe cerciorarse a satisfacción de que el animal haya sido desangrado apropiadamente para que no se arriesgue a violar esta ley de Dios. Aunque en casi todos los países los rastros y las carnicerías con licencia sí desangran la carne y por lo general no hay peligro en comerla, no siempre es así y especialmente cuando estamos comprando de un cazador individual. También, el cristiano no comería salsas en las cuales se hubiese mezclado sangre. Por supuesto, un poco de sangre se queda en la carne misma aunque un animal haya sido desangrado; esto no puede evitarse. Es la sangre que fluye a través de las venas la que debe ser escurrida a fin de llenar los requisitos de la ley de Dios.
10. ¿Por qué rehúsan los testigos de Jehová las transfusiones de sangre médicas?
10 Una práctica muy común en los hospitales a través del mundo hoy en día es la de administrar transfusiones de sangre en casos en que el paciente ha perdido mucha sangre debido a un accidente u operación, o se dice que se requiere sangre para fortalecerse. En armonía con los textos citados antes, los testigos de Jehová reconocen que el introducir sangre en el cuerpo de esta manera igualmente sería una violación de la ley de Dios. Los apóstoles lo expresan muy claramente: “Que se mantengan libres de . . . sangre.” El que los testigos de Jehová rehúsen introducir sangre en su cuerpo mediante transfusión médica no se debe a obstinación tonta, sino que se debe a que ellos respetan la ley de Dios; respetan Su decisión sobre cómo puede usarse la sangre, puesto que la sangre representa la vida, la cual es un don de Dios. Al mismo tiempo los testigos de Jehová aceptarán cualquier otro tratamiento médico que no viole la ley de Dios, como transfusiones de solución salina u otros preparados en vez de sangre.
11. ¿Qué principio declarado por Jesús en Mateo 10:39 aplica en tales circunstancias?
11 Todo el mundo quiere vivir, y es natural que se busque cualquier remedio para prolongar la propia vida o la vida de las personas a quienes uno ama. Sin embargo, un cristiano dedicado no tratará de salvar su vida de una manera que viole la ley de Dios. Él aprecia que su vida eterna está envuelta en el asunto. Tiene presentes las palabras de Jesús cuando dijo: “El que halla su alma la perderá, y el que pierde su alma por causa mía la hallará.” (Mat. 10:39) Se requiere fe para adherirse tenazmente a la ley de Dios en tales ocasiones, pero al proceder así el cristiano muestra que realmente está obedeciendo el primer grande mandamiento, de amar a Jehová con todo su corazón, alma, fuerzas y mente. Aprecia que es su relación dedicada a Jehová la que debe guardar a toda costa.
CONDUCTA HONORABLE EN EL MATRIMONIO
12. (a) ¿Por qué tiene Jehová el derecho de decidir qué es la conducta correcta entre los sexos? (b) ¿Cómo, entonces, debe tratarse el matrimonio?
12 El hombre no habría de vivir solo. El propósito de Jehová era que la Tierra estuviera llena de criaturas humanas, y arregló que esto se efectuara por hombres y mujeres que se unieran en matrimonio y formaran familias. Por esa razón creó los dos sexos, “varón y hembra,” y Dios dio a la primera pareja el mandato: “Sean fructíferos y háganse muchos y llenen la tierra.” Puesto que Jehová Dios es el que creó los diferentes sexos junto con sus órganos de reproducción, tiene el derecho de decidir sobre lo que es conducta apropiada entre el hombre y la mujer. Correctamente, el matrimonio debe tratarse con honra y respeto.—Gén. 1:27, 28.
13. (a) ¿Quiénes únicamente pueden gozar apropiadamente de relaciones sexuales? (b) ¿Se permite a los cristianos la poligamia, o cuál es la norma para ellos?
13 Desde el principio Dios aclaró ciertos principios en cuanto a esta relación. El privilegio de la relación sexual entre el hombre y la mujer solo había de permitirse en el estado matrimonial. Por eso fue que después de que Dios creó a la primera mujer se la trajo al hombre y se la dio como su esposa. (Gén. 2:21-24) Aunque Jehová después permitió la poligamia en la nación de Israel, ésa no fue la manera en que Dios estableció el modelo en el Edén, y ahora él no permite esto para los cristianos. Por medio de Cristo Jesús él restauró el principio básico del matrimonio, de que el hombre solo debe tener una esposa. Este principio lo entendió claramente la congregación primitiva, y por eso hallamos el requisito para un superintendente en la congregación, como se registra en 1 Timoteo, capítulo 3, versículo 2, de que debe ser “marido de una sola esposa.”
14. ¿Qué decisión debe hacer un polígamo antes de poder ser aceptado como un asociado dedicado en la sociedad del nuevo mundo?
14 En los países donde la costumbre es que los hombres tengan más de una esposa este principio bíblico puede presentar una dificultad para algunos. Un hombre tal vez tenga más de una esposa, pero escucha las “buenas nuevas,” las aprecia, y desea asociarse con la sociedad del nuevo mundo de testigos de Jehová. Pero su estado matrimonial no está de acuerdo con los principios expuestos en la Biblia para los cristianos; por eso ¿qué habrá de hacer? Sí, las “buenas nuevas” en este respecto le son un desafío. Significará un cambio grande en su vida, el despedir a todas sus esposas secundarias, quedándose solo con la esposa que bíblicamente se le permite tener, Esta es una decisión que debe hacer por sí mismo, pero debe hacerla si habrá de ser aceptado como siervo dedicado de Jehová en asociación con el pueblo de Dios.
15. (a) ¿Cómo debe considerarse el vínculo matrimonial? (b) ¿Qué puede decirse en cuanto a fornicación y “matrimonio a prueba”? (c) ¿Qué debe hacerse primero a fin de que una pareja entre en un matrimonio honorable?
15 El propósito con el matrimonio de un hombre y una mujer, que les da el derecho de disfrutar juntos de relación sexual, era que fuera un vínculo obligatorio, uno que no habría de romperse por ninguna razón. Después de hablar del primer matrimonio en el jardín de Edén, Jesús prosiguió y dijo: “Por lo tanto, lo que Dios ha unido que ningún hombre lo separe.” (Mat. 19:6) Mediante estas palabras Jesús mostró la seriedad del matrimonio para el cristiano, que no era algo que hubiera de tratarse a la ligera. Cualquier cosa, entonces, que violara el arreglo divino del matrimonio sería injusto, por consiguiente desobediente y desagradable al Creador del hombre, Jehová. Puesto que la relación sexual ha de disfrutarse solo en el estado matrimonial, el hombre con su esposa legítima y la mujer con su esposo legítimo, la fornicación está prohibida. Por eso sería incorrecto y estaría en violación de los mandamientos de Dios el que algún hombre soltero tuviera relaciones sexuales con cualquier mujer, casada o soltera. Así mismo, sería incorrecto el que una mujer soltera tuviera relaciones sexuales con algún hombre. Esto excluiría cualquier “matrimonio de prueba” como los que se practican en algunos países, cuando una pareja de jóvenes vive junta solo para ver si son adecuados el uno al otro, pero sin entrar en un matrimonio permanente y obligatorio. Al contrario, es necesario que haya un matrimonio apropiado reconocido tanto por el hombre como por la mujer como obligatorio y permanente, estando registrado apropiadamente el matrimonio como testimonio de sus intenciones honorables, antes de entrar en el privilegio matrimonial de la relación sexual. Aunque esto a veces tome unos cuantos meses para arreglarlo, no obstante el hombre y la mujer jóvenes que estén preparándose para el matrimonio deben mantenerse limpios moralmente por medio de abstenerse del coito sexual hasta que el matrimonio esté registrado. Al proceder así muestran respeto apropiado a la provisión divina del matrimonio, tratándolo como algo honorable.
16, 17. ¿Cómo debe mostrar respeto un matrimonio al arreglo matrimonial, y qué cualidad les ayudara a hacerlo?
16 Después que se entra en el matrimonio, la pareja debe continuar mostrando respeto al arreglo del matrimonio. La Biblia declara concerniente al matrimonio cristiano: “Que el matrimonio sea honorable entre todos, y el lecho conyugal sea sin contaminación, porque Dios juzgará a los fornicadores y adúlteros.” (Heb. 13:4) El tener presente que Jehová es el juez y que todos nuestros hechos están descubiertos ante él ayudará al hombre y a la mujer casados a evitar cualquier infidelidad a su cónyuge. También, su amor mutuo fortalece su lealtad mutua y ayuda a evitar la infidelidad. “De este modo los esposos deben amar a sus esposas como a sus propios cuerpos. El que ama a su esposa se ama a sí mismo, porque nadie jamás ha odiado a su propia carne; sino que la alimenta y la cuida, como el Cristo también hace con la congregación, porque nosotros somos miembros de su cuerpo. ‘Por esta razón el hombre dejará a su padre y su madre y se adherirá a su esposa, y los dos serán una carne.’” Ciertamente el esposo no estaría amando a su esposa si cometiese adulterio con otra mujer. Ni estaría amando a la otra mujer, puesto que estaría haciendo que ella pecara también y quedara bajo juicio de Dios.—Efe. 5:28-31.
17 El hombre y la mujer habrían de ‘adherirse’ uno al otro. Eso significa continuar unidos firmemente, ambos teniendo el deseo de hacer duradero el matrimonio. ¿Cómo puede ser esto? Solo si está presente la cualidad de amor. En muchos matrimonios falta a menudo esta cualidad. En algunos países hay poco compañerismo, o ninguno, entre el hombre y la mujer en el matrimonio; no comparten sus pensamientos ni pasan tiempo en la compañía uno del otro, ni siquiera comiendo juntos. A menudo a la mujer se le considera más como una sirvienta en la casa que como compañera y socia en el contrato matrimonial.
18. (a) ¿Qué ejemplo puso Jesús para los esposos cristianos? (b) ¿De qué maneras prácticas muestra amor un esposo a su esposa?
18 ¿Cuál, entonces, debe ser la actitud del cristiano para con su esposa? Esto se ilustra bien en Efesios 5:25 y 28, que dice: “Esposos, continúen amando a sus esposas, así como el Cristo también amó a la congregación y se entregó por causa de ella. De este modo los esposos deben amar a sus esposas como a sus propios cuerpos.” Jesús fue sufrido, paciente y bondadoso para con sus hermanos cristianos en la congregación. Tuvo gusto en estar con ellos y hablarles en cuanto a las cosas maravillosas del reino de Dios. Además de declarar las “buenas nuevas” al público en general en Palestina pasó muchas horas con sus discípulos fieles explicándoles la verdad. Mostró la profunda cualidad de su amor al entregar finalmente su vida terrestre como un sacrificio para que la congregación pudiera ser salvada a la vida eterna. Esta es la clase de amor que un esposo debe tener a su esposa. Él aprende a gozar del compañerismo de ella. Debido a que él quiere que ella consiga la vida eterna, gozosamente busca oportunidades para considerar con ella la maravillosa esperanza de vida en un nuevo mundo que él ha aprendido por medio de las “buenas nuevas.” Aun si tanto el esposo como la esposa han aceptado las “buenas nuevas,” ellos continuarían hablando juntos de esas cosas para edificarse mutuamente en la fe.
19. ¿De qué dos maneras está un cristiano bajo obligación de proveer para su familia?
19 Es cierto que un esposo tiene un deber y obligación de cuidar a su esposa e hijos de manera material. La Biblia claramente expresa: “Ciertamente si alguno no provee para los que son suyos, y especialmente para los que son miembros de su casa, ha repudiado la fe y es peor que una persona sin fe.” (1 Tim. 5:8) Pero además del cuidado físico debe cuidar aun más las necesidades espirituales de su familia, así como Cristo cuidó de la congregación.
20. ¿Qué clase de preparativos harán los padres cristianos para sus hijos, y en qué resultará esto?
20 ¿Tiene usted hijos? Si los tiene, ¿qué clase de preparativos está haciendo usted para el futuro de ellos? ¿Una buena educación en el mundo para que mejoren su posición económica y social? Estas no son las cosas de importancia máxima. Apreciando que el matrimonio es de Jehová, y que el fruto del matrimonio, los hijos, también son un don de Jehová, los padres que aman a Jehová querrán que sus hijos crezcan para servirle a Él. (Sal. 127:3) Por esta razón, los padres cristianos entrenarán a sus hijos desde una edad temprana en la conducta saludable, en el estudio de la Biblia y en declarar las “buenas nuevas” a otros, todo para gloria de Dios. “Y ustedes, padres, no estén irritando a sus hijos, sino sigan criándolos en la disciplina y consejo autoritativo de Jehová.” Si se obedece este mandato, los hijos crecerán fuertes espiritualmente y podrán resistir las tentaciones del mundo, y su fe y obras correctas serán una gloria a sus padres así como a Jehová.—Efe. 6:4.
21. ¿De qué mejor manera muestra la esposa cristiana su amor a su esposo?
21 En todas estas cosas la esposa apoyará amorosamente a su esposo y cabeza. La esposa muestra de la mejor manera su amor a su esposo en el modo que coopera con él aceptando humildemente el arreglo de Jehová de que “la cabeza de la mujer es el hombre.” (1 Cor. 11:3) Por medio de participar juntos como compañeros en un estudio de la Biblia, en asistir a las reuniones con el pueblo de Dios, en proclamar las “buenas nuevas” a otros y en todas las otras actividades en el hogar, la familia: esposo, esposa e hijos, crecerán juntos en amor y en gozo. El aprecio a las “buenas nuevas del reino [de Dios]” impulsará a cada persona sincera a trabajar hacia el tener su propia vida de familia en armonía con estos excelentes principios bíblicos.
22. (a) ¿Sobre qué única base permite la Biblia el divorcio que realmente termina el matrimonio? (b) En vista de la seriedad del matrimonio, ¿qué consejo sabio ha de observarse al escoger cónyuge?
22 Pero, ¿qué puede hacerse cuando el matrimonio no es feliz, cuando hay desacuerdos a causa de la religión o a causa de otros asuntos? ¿Hay alguna base sobre la cual tal matrimonio pudiera ser terminado mediante divorcio, concediendo al hombre o a la mujer casarse con otro cónyuge con quien sintieran que pudieran llevarse mejor? La Biblia no permite el divorcio solo por cualquier razón. Aunque la ley del país permita un divorcio solo porque un esposo y una esposa no se llevan bien juntos y quieren estar libres para casarse con alguna otra persona, la Biblia declara solo una razón que permite el divorcio que realmente pone fin al matrimonio, a saber, adulterio. Jesús aclaró esto cuando dijo: “Yo les digo que cualquiera que se divorcie de su esposa a no ser por motivo de fornicación [es decir, adulterio], y se case con otra comete adulterio.” (Mat. 19:9) Mediante el acto de adulterio el cónyuge infiel realmente llega a ser una sola carne con alguien que no es su cónyuge legítimo. Por supuesto, el cónyuge fiel puede optar por perdonar este acto y continuar viviendo con su cónyuge, pero si opta por divorciarse a causa del adulterio de su cónyuge, entonces estará libre para casarse con alguna otra persona, puesto que el contrato matrimonial se rompe así tanto bíblica como jurídicamente. En vista de la necesidad de comprensión y amor para hacer que dure un matrimonio, el cristiano dedicado presta atención al sabio consejo de las Escrituras de casarse ‘solo en el Señor,’ es decir, casarse con alguien que es, como él, una persona cristiana dedicada.—1 Cor. 7:39.
23. Donde hay división en el hogar, ¿qué se esforzará por hacer el cónyuge cristiano?
23 Donde el hogar está dividido por asuntos como religión, el cónyuge cristiano que reconoce la seriedad del matrimonio hará todo lo que pueda para tratar de reconciliar las diferencias que existen en el hogar. No tratará de dejar a su cónyuge si éste es incrédulo, sino, más bien, por medio de paciencia y bondad, trabajará para la salvación de su cónyuge si es posible de alguna manera.—1 Cor. 7:10-16.
24. ¿Cómo pueden presentar las “buenas nuevas” un desafío al círculo de la familia, y en qué resultará el responder a este desafío de la manera correcta?
24 La conducta “digna de las buenas nuevas” entonces significa más que solo hablar acerca de ella a otros y afirmar que se sirve a Dios. Debe ser conducta que provenga de revestirse de la ‘nueva personalidad,’ que se expresa a todo tiempo y ciertamente dentro del círculo de la familia—el esposo hacia su esposa, la esposa hacia su esposo, los padres hacia los hijos y los hijos hacia sus padres. Si su vida de familia, a causa de costumbre o por alguna otra razón, está lejos de llenar estos requisitos bíblicos, entonces ciertamente al oír este excelente consejo de la Biblia usted está ante un desafío. ¿Hará usted el cambio necesario? Si lo hace, puede estar seguro de una rica bendición de parte de Jehová, el Originador del matrimonio, y Aquel que concederá la vida eterna en un nuevo mundo a todas las familias obedientes de la humanidad.
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Lo que dicen de los testigos de JehováLa Atalaya 1963 | 1 de julio
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Lo que dicen de los testigos de Jehová
● Al ver la película de los Testigos “La felicidad de la sociedad del nuevo mundo” en su hogar un alcalde principal de la República del Congo dijo: “Esto es algo que debe estimularse todo cuanto se pueda.”
● El teniente delegado de cierto pueblo de la Guayana francesa hizo una declaración similar al ver la misma película: “¡Es la primera vez que he visto cosa semejante en toda mi vida! ¡Toda persona debería ver esta película!” Además hizo arreglos con el alcalde para que la película se exhibiese en el salón más grande del pueblo. Entre los comentarios que se oyeron estuvo: “Ahora el sacerdote nos dice que leamos nuestras Biblias, pero los testigos de Jehová están dispuestos a explicárnosla.”
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Conducta que muestra el práctico ‘amor al prójimo’La Atalaya 1963 | 1 de julio
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Conducta que muestra el práctico ‘amor al prójimo’
1. ¿Por qué es tan importante que el cristiano mantenga conducta correcta entre las naciones?
LA CONDUCTA “digna de las buenas nuevas” no se limita a solo dentro de nuestro hogar, dentro del círculo de la familia, sino que se extiende a todo lo que hacemos, a todo tiempo y en relación con toda persona. Nos manda 1 Pedro 2:12: “Mantengan excelente su conducta entre las naciones, para que, en la cosa en que ellos están hablando contra ustedes como malhechores, ellos, como resultado de las obras excelentes de ustedes de las cuales ellos son testigos oculares, glorifiquen a Dios en el día para la inspección por él.” Esto nos muestra por qué nuestra conducta es importante. Se debe a que nuestras obras excelentes, vistas por hombres de las naciones, pueden conducirlos a glorificar a Dios. Estos hombres llegan a ver la diferencia entre la conducta de los cristianos dedicados y la conducta del mundo. Se preguntan a qué se debe esto, y cuando consideran el asunto descubren que se debe a que éstos han venido a ser testigos dedicados de Jehová que viven con una esperanza segura de vida en un nuevo mundo. Ven que la conducta de estos siervos de Jehová no es por un deseo hipócrita de agradar a los hombres y conseguir honra de los hombres, sino que están haciendo las cosas “de toda alma como para Jehová.” (Col. 3:23, 24) Tales obras excelentes son verdaderamente una expresión de amor a Jehová y amor al prójimo.
2. ¿De qué dos maneras principales muestra un cristiano amor al prójimo?
2 Jesús dijo que debemos ‘amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos.’ Dado que buscamos lo que es bueno para nosotros mismos, viendo que tenemos suficiente que comer, un lugar en donde vivir, y nos afianzamos de la magnífica esperanza de vida eterna para nosotros mismos en el nuevo mundo, queremos hacer lo mismo para nuestro prójimo. Los “prójimos” más cercanos del cristiano son sus cotestigos de la sociedad del nuevo mundo y, por supuesto, los de su propia familia, pero él también está bajo órdenes de buscar el bien de todos los hombres a medida que tiene oportunidad. El predicar las buenas nuevas ciertamente es una expresión de amor al prójimo, pero un cristiano también muestra amor al prójimo por medio de respaldar su predicación con un excelente ejemplo en su conducta personal. Si solo predicara y luego, en su vida personal, no viviera en conformidad con lo que predicara, sería hipócrita, y esto podría hacer tropezar a otros, haciendo que se alejaran del mensaje del Reino; y ésa no sería una expresión de amor, ¿verdad? Por consiguiente, se necesita conducta “digna de las buenas nuevas.” “Vean que nadie devuelva daño por daño a alguna otra persona, sino sigan siempre lo que es bueno unos con otros y con todos los demás. Asegúrense de todas las cosas; adhiéranse tenazmente a lo que es excelente. Absténganse de toda forma de iniquidad.”—1 Tes. 5:15,21,22.
3. ¿Bajo qué circunstancias y por qué debe el siervo de Jehová ‘abstenerse de toda forma de iniquidad’?
3 En sus tratos personales con su prójimo, o en casa, en la congregación cristiana, en su lugar de empleo, dondequiera que esté y bajo cualesquier circunstancias que se encuentre, el siervo dedicado de Jehová siempre debe esforzarse por comportarse en armonía con la Biblia, absteniéndose “de toda forma de iniquidad,” si quiere tener la bendición continua de Jehová y ser contado entre el pueblo de Dios para la vida en el nuevo mundo.
HONRADEZ Y VERACIDAD
4. ¿Qué muestran que son los mentirosos voluntariosos, y qué juicio les vendrá?
4 La honradez o la veracidad al tratar con otros es un requisito esencial. Triste es el hecho de que en este viejo mundo faltan la honradez y la veracidad. A causa de esto las personas ya no se tienen confianza mutua. Constantemente están en guardia, son cautas en sus tratos comerciales, esperando que otros las timen. Muchas personas dicen una mentira tan fácilmente como dicen la verdad, sin avergonzarse. Este mundo o “sistema de cosas” está bajo el control del “dios de este sistema de cosas,” Satanás el Diablo, cuyo ‘espíritu opera ahora en los hijos de la desobediencia.’ Satanás es “un mentiroso y el padre de la mentira.” De modo que el mentir y otras formas de falta de honradez son productos de Satanás, y los mentirosos realmente están mostrando que son “hijos de la desobediencia.” Podemos entender, entonces, por qué la Palabra de Dios alista a los “mentirosos” incorregibles junto con “los asesinos y fornicadores y los que practican el espiritismo” como siendo dignos de destrucción eterna.—2 Cor. 4:4; Efe. 2:2; Juan 8:44; Apo. 21:8.
5. ¿Cuál es una de las razones comunes por las cuales se miente, pero qué derrotero aconseja Efesios 4:25?
5 El decir mentiras o practicar la falta de honradez perjudica a otros. Una mentira es lo contrario de lo que es cierto. Las mentiras se dicen por personas que desean ocultar la verdad por alguna razón—una de las razones más comunes siendo su deseo de impedir que algún hecho incorrecto sea descubierto, y así escapar el castigo o la reprensión. Algunas personas mienten a fin de engañar con provecho personal. Pero cualquiera que sea la razón, los hechos se manifiestan con el tiempo, resultando en desilusión de parte del engañado y después de eso en su desconfianza para con aquel que lo engañó. El consejo sano de las Escrituras es: “Por lo cual, ahora que ustedes han echado a un lado la falsedad, hable verdad cada uno de ustedes con su prójimo.”—Efe. 4:25.
6. ¿Qué clase de personas vivirá en el nuevo mundo, y por eso qué harán ahora los que quieren vivir en ese nuevo mundo?
6 La honradez se muestra, no solo por lo que uno dice, sino también por lo que uno hace. Si uno acepta la responsabilidad de alguna propiedad o dinero y luego lo usa de manera incorrecta, para su propio uso personal en vez de la manera autorizada por el dueño, eso sería falta de honradez. Realmente equivale a robar, es decir, tomar algo que pertenece a otro sin el consentimiento del dueño. Se debe a que vivimos en un mundo de falta de honradez y de robo el que a la gente se le haga necesario cerrar con llave su casa, o cerrar bajo llave cosas valiosas como dinero y hasta cerrar bajo llave el alimento; pero el nuevo mundo, que se ha acercado, no será un mundo así, porque la gente que viva en él será honrada, fidedigna y confiable. Por eso los que esperan vivir en ese nuevo mundo tienen que demostrar ahora estas cualidades, despidiendo de su vida el robo y otras prácticas faltas de honradez, que son parte de la personalidad del viejo mundo, “que se conforma a [la] manera de proceder anterior [de ellos].” (Efe. 4:22) El mandato bíblico es: “Que el que roba no robe más, sino más bien que haga trabajo duro, haciendo con las manos lo que es buen trabajo, para que tenga algo que distribuir a alguien en necesidad.”—Efe. 4:28.
7. (a) ¿Cómo podría una persona robar tiempo? (b) ¿Qué clase de trabajo debe hacer el cristiano?
7 Estas palabras del apóstol Pablo nos llevan a considerar otra forma de robo o falta de honradez, es decir, en la manera en que empleamos nuestro tiempo. Sí, es posible robar tiempo. ¿Cómo? Por ejemplo, la persona que ha entrado en un contrato de empleo para trabajar cierto número de horas al día a un salario convenido estaría robando el tiempo de su patrón si usara el tiempo de su patrón para sus propios asuntos personales, descuidando su trabajo. El apóstol dice que el cristiano debe hacer “buen trabajo,” si, “trabajo duro.” Es decir, debe dar trabajo honrado, siendo trabajador concienzudo y confiable, como si estuviera rindiendo su servicio a Jehová. El apóstol Pablo escribió, en Colosenses 3:22: “Sean obedientes en todo a los que son sus amos en un sentido carnal, no con actos de uno que trabaja solo cuando lo vigilan, como quienes procuran agradar a los hombres, sino con sinceridad de corazón, con temor de Jehová.” Así mismo, un patrón debe ser honrado en sus tratos con sus empleados, siendo equitativo con ellos. “Amos, sigan administrando lo que es justo y lo que es equitativo a sus esclavos, sabiendo que ustedes, también, tienen Amo en el cielo.”—Col. 4:1.
8. ¿Cómo es el trabajo fidedigno y honrado una expresión de amor al prójimo?
8 Este derrotero muestra amor práctico. ¿De qué manera? Si un individuo, que afirma ser testigo cristiano de Jehová, resultara ser un trabajador indigno de confianza y falto de honradez, ¿no haría eso difícil el que su patrón escuchara las “buenas nuevas” que le predicaran otros testigos de Jehová? Sin duda que sí. Por eso el qué verdaderamente ama a su prójimo evita “toda forma de iniquidad,” de modo que no pone ningún obstáculo en el camino de su prójimo, para que acepte la verdad. “El amor no produce mal al prójimo,” escribió el apóstol Pablo.—Rom. 13:9, 10.
9. ¿Qué consejo se da sobre el pedir prestado?
9 El pedir dinero prestado sin la determinación sincera de pagarlo de vuelta de acuerdo con el arreglo que se ha hecho también es falto de honradez y es semejante al robo. El sablear a causa del buen carácter y bondad de otros sin intención de pagar de vuelta lo que se pide prestado es verdaderamente inicuo. Pues “el inicuo está pidiendo prestado y no devuelve.” (Sal. 37:21) Este asunto de pedir prestado y no pagar de vuelta es una fuente de muchas dificultades. En verdad es mejor, siempre que sea posible, nunca andar pidiendo prestado; pero si las circunstancias obligan a uno a pedir un préstamo a su hermano o prójimo cristiano, entonces debe trabajar diligentemente para volver a pagar lo que se ha pedido prestado dentro de un tiempo razonable.
HABLA QUE ES EDIFICANTE
10, 11. (a) Explique la diferencia entre las normas del viejo mundo y el nuevo mundo en cuanto a habla y gobierno de sí mismo. (b) ¿Cómo puso Jesús un ejemplo excelente en este respecto?
10 El práctico “amor al prójimo” se muestra aun en la manera de hablar. Este mundo está lleno de rudeza y mordacidad. La gente trata de mostrar que es superior y más fuerte que otros hablándoles abusivamente. A menudo vemos que la gente pierde la paciencia, encolerizándose mucho, aun hasta el grado de gritarse unos a otros. Ciertamente, tal clase de conducta no expresa ‘amor al prójimo.’ Cuando uno lee acerca de Cristo Jesús en la Biblia, ‘no aprende que el Cristo fuera así,’ ¿verdad? (Efe. 4:20) Aunque fue muy valeroso y firme en apoyo del reino de Dios, y a veces dio fuerte reprensión a los que se oponían a la verdad, jamás perdió la paciencia o su gobierno de sí mismo. Siempre estaba en calma y, cuando trató con sus seguidores, fue bondadoso, considerado y paciente, aun cuando tuvo que corregirlos. Por esto, entonces, se aconseja a los seguidores de Jesús: “No proceda de su boca ningún dicho corrupto, sino todo dicho que sea bueno para edificar según haya la necesidad, para que imparta lo que sea favorable a los oyentes. Quítense de ustedes toda amargura maliciosa e ira y cólera y gritería y habla injuriosa junto con todo lo perjudicial. Mas háganse bondadosos los unos con los otros, tiernamente compasivos, libremente perdonándose unos a otros así como también Dios mediante Cristo libremente los perdonó a ustedes.”—Efe. 4:29, 31, 32.
11 ¡Qué diferencia en habla y conducta entre el viejo mundo y la norma que Dios establece para los que conseguirán la vida en su nuevo mundo! ¡Y cómo tal buena conducta está mostrando realmente el amor de manera práctica! ¡Cuán edificante es que alguien nos hable de manera bondadosa! ¡Cuán confortante es experimentar el perdón amoroso por algún error que hayamos cometido contra otro! El ejercer estas cualidades de bondad y perdón contribuye a la paz, y por eso la sociedad del nuevo mundo de testigos de Jehová disfruta de tal unidad y armonía.
12. ¿Qué dijo el escritor bíblico Santiago acerca del uso incorrecto de la lengua?
12 Todo esto significa un gran cambio en nuestra vida y se requiere esfuerzo sincero. Esto es especialmente así al aprender a controlar la lengua. Ciertamente no puede agradar a Dios el que la lengua en un instante esté alabando a Jehová y en el siguiente instante esté hablando abusivamente del hermano o prójimo de uno. Si eso fuera a suceder, entonces sería cierto que “de la misma boca salen bendición y maldición.” ¿Es correcto eso? “No es correcto, hermanos míos, que estas cosas sigan aconteciendo de esta manera,” dice el inspirado escritor Santiago. “Una fuente no hace que lo dulce y lo amargo burbujeen por la misma abertura, ¿verdad? Hermanos míos, una higuera no puede producir aceitunas ni una vid higos, ¿no es cierto? Tampoco puede el agua salada producir agua dulce.”—Sant. 3:10-12.
13. ¿Cómo demuestra uno que es verdaderamente sabio y entendido?
13 La Palabra de Dios, la Biblia, lo guía a uno en el uso correcto de la lengua, así como también lo guía en cómo obrar. Es mediante un estudio de la Palabra de Dios y el adquirir el entendimiento de ella que uno puede llegar a ser verdaderamente sabio. La prueba de que uno ha conseguido tal sabiduría y tal entendimiento se ve en la manera de proceder que uno sigue, por lo que hace y lo que dice. El escritor bíblico Santiago, que fue medio hermano de Jesús, continúa: “¿Quién es sabio y entendido entre ustedes? Muestre él por su conducta excelente sus obras con una mansedumbre que pertenece a la sabiduría. Pero si ustedes tienen amargos celos y espíritu de contradicción en su corazón, no estén jactándose y mintiendo contra la verdad. Esta no es la sabiduría que desciende de arriba, sino que es la terrenal, animal, demoníaca. . . . Pero la sabiduría que es de arriba ante todo es casta, después pacífica, razonable, lista para obedecer, llena de misericordia y buenos frutos, sin hacer distinciones parciales, ni ser hipócrita. Además, el fruto de la justicia tiene su semilla sembrada en condiciones pacíficas para los que están haciendo la paz.”—Sant. 3:13-18.
ENTENDIENDO Y OBEDECIENDO LA PALABRA DE VERDAD
14. ¿Qué significa estudiar, y qué requiere esto?
14 Estas palabras muestran la necesidad de estudiar y alimentarse continuamente de la Palabra de Dios, porque ella contiene la sabiduría que es de arriba. El estudiar no solo es asunto de leer algo y luego dejar que se escurra de la mente. Ni es aprender alguna información, como un niño puede hacerlo en la escuela, que puede ser recordada y repetida palabra por palabra, pero sin comprender. El estudiar significa leer con un propósito, con el deseo de aprender y entender. Significa el esforzarse fervorosamente por entender el significado de la palabra escrita, para aprender por qué se da cierto consejo, para ver cómo una enseñanza de la Biblia está relacionada y en armonía con el resto de la Biblia. Esto requiere esfuerzo mental, la clase de esfuerzo que muchos encuentran difícil de hacer. Pero esto es parte del desafío de las buenas nuevas.
15. (a) ¿Qué debemos apreciar en cuanto a la necesidad de entender y hacer lo que Jehová manda? (b) ¿Cómo ilustró Jesús esto en Mateo 7:24-27?
15 Si usted verdaderamente evalúa las “buenas nuevas del reino” y la esperanza de vivir para siempre en un nuevo mundo, usted demostrará esto haciendo un “esfuerzo concienzudo” por aumentar en el “conocimiento acertado de Dios” como se encuentra en la Biblia. (2 Ped. 1:2, 5) Aprecie la necesidad de tener un conocimiento acertado de “las santas escrituras, que te pueden hacer sabio para la salvación.” (2 Tim. 3:15) El fundamento correcto para la vida futura se edifica no solo por medio de oír, sino por medio de entender y luego hacer lo que Jehová Dios nos manda hacer por medio de Cristo Jesús. Mientras Jesús estuvo en la Tierra dio una ilustración que recalcó de manera muy potente esto. “Todo el que oye estos dichos míos y los hace será comparado a un hombre discreto, que edificó su casa sobre la masa de roca. Y la lluvia cayó y llegaron las inundaciones y los vientos soplaron y azotaron contra esa casa, pero no cedió, porque había sido fundada sobre la masa de roca. Además, todo el que oye estos dichos míos y no los hace será comparado a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena. Y la lluvia cayó y llegaron las inundaciones y los vientos soplaron y golpearon contra esa casa y cedió, y su desplome fue grande.”—Mat. 7:24-27.
16, 17. ¿Por qué es ahora sumamente importante y razonable sujetarnos a Jehová como Gobernante?
16 Jesús dio esta ilustración para mostrar que el derrotero de hacer la voluntad de Jehová, que él les había enseñado, realmente era el único derrotero práctico y sabio que emprender. El conocimiento acertado de la Biblia nos muestra cómo obrar de manera práctica para el bien de nuestro prójimo, para saber qué decir que “sea bueno para edificar” y se “imparta lo que sea favorable a los oyentes.” Pero aun más importante, tal sabiduría nos muestra lo que significa amar a Jehová mismo. Nos muestra la necesidad, como Santiago escribió antes, de estar ‘listos para obedecer’ al Soberano Gobernante del universo. Por lo tanto, es sumamente importante para la esperanza futura de vida que ahora uno ‘se sujete a Dios,’ y ‘obedezca a Dios como gobernante.’—Col. 4:5, 6; Sant. 3:17; 4:7; Hech. 5:29.
17 Este es el derrotero de la sabiduría verdadera. ¿No es Jehová Dios todopoderoso, capaz de destruir y también de dar vida? ¿No es su reino bajo Cristo Jesús el más grande de todos los reinos y el que habrá de durar para siempre después de destruir a todos los reinos de este mundo? (Dan. 2:44) Por eso, sería irrazonable el no hacer caso de la ley de Dios y el desatender la oportunidad de aprender su voluntad expresada en la Biblia, ¿no es verdad? Cuán sabio, entonces, es el consejo del apóstol: “Vigilen estrechamente que su manera de andar no sea cual personas imprudentes sino cual personas prudentes, comprando el tiempo oportuno para ustedes mismos, porque los días son inicuos. Debido a esto dejen de estar haciéndose irrazonables, sino sigan percibiendo cuál es la voluntad de Jehová.”—Efe. 5:15-17.
18. (a) ¿Cómo debemos aceptar las “buenas nuevas” y ‘percibir el sentido de ellas’? (b) Entonces, ¿qué derrotero debemos emprender?
18 ¿Cuál es la voluntad de Jehová para usted? Ante todo, su voluntad es que usted ponga cuidadosa atención a las “buenas nuevas” que predican Sus siervos en la Tierra en estos últimos días. Como la semilla del maíz que se siembra y echa raíces en la tierra, humildemente acepte la palabra de verdad en su corazón y mente. Por medio del estudio personal de la Biblia esfuércese por crecer en entendimiento de la Palabra de Dios, ‘perciba el sentido de ella,’ y así comprenda lo que Jehová quiere que usted haga. A medida que usted ‘perciba el sentido de ella’ y discierna la voluntad de Dios, haga un esfuerzo fervoroso por poner su vida en armonía con ella. Aléjese del derrotero de este mundo y siga una manera de proceder que esté en armonía con los principios del nuevo mundo de Dios. Sinceramente esperamos que la información de las páginas anteriores lo ayudará a usted a seguir este buen consejo del apóstol: “Dejen de amoldarse a este sistema de cosas, mas transfórmense rehaciendo su mente, para que prueben para ustedes mismos la buena y la aceptable y la perfecta voluntad de Dios.”—Mat. 13:23; Rom. 12:2.
19. ¿Qué se da a entender por dedicación a Jehová, y sobre qué base correcta puede darse este paso?
19 Por medio de poner su modo de vivir en armonía con los requisitos de Dios, usted, como una persona sincera que ama a Dios, ahora se encuentra en condición apropiada para dar un paso muy importante en el camino de la vida—el hacer una dedicación aceptable de usted mismo a Dios para hacer la voluntad de Dios, siendo bautizado después de eso en agua delante de testigos en símbolo de esa dedicación. La dedicación significa hacer una solemne decisión en oración a Jehová para hacer Su voluntad. Esta es una decisión que ninguna otra persona puede hacer por usted; es un asunto personal de oración; y el hacer tal dedicación debe hacerse de un corazón sincero, con la confianza de que ahora usted se halla en posición de presentarse de manera santa y aceptable para el servicio de Jehová. No es un paso que ha de darse solo por una ola de emoción. Ha de darse como resultado de estudio fervoroso, con el uso de la “facultad de raciocinio” de uno, que conduce a entender y apreciar sinceramente el privilegio bendito de servir a Jehová.—Rom. 12:1.
20. ¿Cuál es la voluntad de Dios para los que se dedican a él?
20 La voluntad de Dios para los que hacen tal dedicación es que también lleguen a ser sus ministros, declarando públicamente las “buenas nuevas del reino” a otros de casa en casa, junto con “conducta digna de las buenas nuevas.” Esto muestra un amor genuino a Jehová Dios y al prójimo de uno.
21. (a) ¿Qué pregunta es bueno que considere usted ahora? (b) ¿Por qué no debe usted desanimarse si el camino de la vida parece difícil? (c) ¿Por medio de hacer qué serán realmente “buenas nuevas” para usted las nuevas del reino de Dios?
21 Este es el desafío de las “buenas nuevas.” ¿Contestará usted este desafío? ¿Será usted uno de los que seguirán este derrotero de obediencia humilde a la voluntad divina y aceptará la responsabilidad que viene con escuchar las “buenas nuevas”? Quizás usted sienta dentro de usted mismo que es un camino demasiado difícil para que usted lo ande. Es cierto, como Jesús dijo, que “angosta es la puerta y estrecha la vía que conduce a la vida, y pocos son los que la hallan.” Pero que esto no lo desanime a usted. Los que sí hallan el camino de la vida y que siguen andando en él con buen éxito no lo hacen en sus propias fuerzas. Los que sinceramente quieren servir a Jehová y vivir en el nuevo mundo para alabarlo eternamente recibirán la guía y fuerzas necesarias de parte de Jehová para seguir andando en ese camino, a medida que obedientemente hagan la voluntad divina. En el mismo sermón pronunciado en la falda del monte Jesús dijo: “Sigan pidiendo, y les será dado; sigan buscando, y hallarán; sigan tocando, y se les abrirá.” (Mat. 7:14, 7) Por eso, entonces, cifre su fe en Jehová, el Dios verdadero, y en su Hijo, Cristo Jesús, que dio su vida para que usted sea librado del pecado y de la muerte y que ahora está reinando como el rey nombrado por Dios en el reino celestial. Cifre su fe en el nuevo mundo prometido. Comience a vivir ahora como súbdito obediente del reino celestial y participe en declarar a otros que él es la única esperanza del hombre para el futuro. En todo lo que haga, muestre que ama a Jehová Dios con todo su corazón, alma, fuerzas y mente y que usted ama a su prójimo como a usted mismo. Entonces, verdaderamente, las nuevas del reino de Dios significan “buenas nuevas” para usted, asegurándole la vida eterna bajo este gobierno sumamente bendecido de paz y justicia.
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La manera correctaLa Atalaya 1963 | 1 de julio
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La manera correcta
Un testigo de Jehová de Carolina del Norte (E.U.A.) cuenta esta experiencia: “A mi esposo le pidieron que le hiciera cierto trabajo de electricidad a una señora que estaba tratando de hacerlo de la manera más barata posible. Ella quería que él bajara la norma de calidad que él pensaba que era vital; él no quiso hacer esto, de modo que le pidió a ella que se consiguiera a otra persona que le hiciera el trabajo como ella quería que se lo hicieran. Pero finalmente ella concordó en hacerlo de la manera correcta. Poco después yo visité esta casa con la oferta de la suscripción a La Atalaya, e inmediatamente ella me invitó a pasar adentro y escuchó lo que yo le decía. Después de contestar sus muchas preguntas de la primera visita, pude empezar un estudio bíblico en la segunda. Dijo que la razón por la cual me escuchaba era por lo decidido que estuvo mi esposo en hacer el trabajo de la manera correcta en vez de hacerlo de la manera más barata.”
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